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El Negro - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

-¿Algún otro héroe? – rugió a la grada.

El temporizador holográfico marcaba que aún quedaban 35 minutos de lucha, a su lado, el marcador del premio aumentó en otros cien mil. El pentágono que formaban las gradas alrededor del campo de batalla enmudeció.

– ¡Negro, Negro, Negro! – comenzó a aclamar poco a poco el público, quizás ya no encontrase a ningún otro oponente esa noche. Le llamaban El Negro, aunque no tenía nada que ver con su color de piel.

Desde la parte más alta de la grada, Desmond respiró hondo y sopesó la situación. Una fea herida cruzaba la espalda del Negro, cojeaba y tenía una ceja tan hinchada que esperaba que no le dejase ver. Debería estar cansado y débil, aprovecharía la oportunidad.

Desmond levantó la tapa del pulsador y puso su dedo índice sobre el lector. El sonido de la bocina que anunciaba el nuevo oponente le retumbó en las tripas. Cómo llegó desde su asiento hasta el campo de batalla acabaría siendo un misterio.

De cerca, El Negro era mucho más grande de lo que parecía desde la grada, era un titán. Desmond intentó separarse de la pared del pentágono. El Negro corrió hacia adelante con una rapidez y agilidad que desentonaban con su envergadura, empujando a Desmond contra la pared con toda la fuerza de su peso, lo que hizo que los pulmones se le vaciaran de golpe. Su fuerte antebrazo derecho presionó su garganta elevando su cuerpo medio palmo del suelo dejándole colgado como un muñeco de trapo.

– ¿Por qué luchas?

La pregunta del Negro le pilló desprevenido. En esos momentos todas sus neuronas estaban concentradas en conseguir un poco de aire. A pocos metros de donde estaba, la lanza dorada del primer oponente brilló más que los puntos negros que comenzaban a formarse en su visión. Si pudiera alcanzarla…

Reunió las pocas fuerzas que le quedaban y lanzó un rodillazo contra su entrepierna. Siempre había pensado que lucharía con más elegancia, pero ahora ya le daba igual. Su rodilla chocó contra algo metálico. El Negro le devolvió media sonrisa burlona mientras se dejaba caer sobre su espalda, rodando hacia atrás y lanzándole por encima de su cabeza.

El golpe contra el suelo fue brutal. Nunca antes había tenido una costilla rota, pero ahora no tenía ninguna duda de que, al menos, se le habían roto un par de ellas. Al girarse en el suelo pudo ver la lanza a la altura de su mano derecha pero a penas la había tocado cuando le pisó la muñeca con fuerza.

– ¿Por qué luchas? – repitió – ¿Por el dinero? ¿Por venganza, quizás?

Notaba los tendones de la muñeca ceder bajo la fuerza de aquel titán y sentía un pinchazo agudo cada vez que intentaba respirar. Supo que había perdido la batalla antes de pisar el campo. Ni siquiera había tenido la oportunidad de luchar.

– ¡Por la gloria! – gritó sin pensarlo mirando directamente a los ojos de su verdugo.

– ¿Es eso lo que quieres?

Desmond asintió.

El Negro sonrió de nuevo, pero esta vez no era la media sonrisa de superioridad de antes, sino que era una sonrisa cálida, casi de hermandad. Se inclinó levemente hacia Desmond.

– Escúchame atentamente: con la mano libre tira de mi rodilla, la tengo lesionada y no será raro que me hagas perder el equilibrio. Levántate rápido, sujeta con fuerza la lanza y clávamela en el hueco de la garganta, justo debajo del mentón. Si dudas, te mataré. No puedo dejar que sospechen de mi ¿Me has entendido?

– ¿Quieres que te mate? – Desmond no entendía lo que estaba pasando.

– Es la única manera de dejar este juego, ese es su secreto – respondió señalando levemente con la cabeza hacia la tribuna principal – ¡Muévete!

Desmond obedeció casi sin pensar. En un instante, El Negro estaba tumbado boca arriba y él sostenía con fuerza la lanza por encima de su cabeza. El público en la grada enloquecía por momentos. Llevó la lanza hacia atrás para coger impulso. Las facciones del Negro se relajaron, como si por fin estuviera en paz… y Desmond dudó. Únicamente fue una fracción de segundo, pero dudó.

La lanza ya no estaba en su mano, sino que salía desde su estómago. El Negro le miraba con una mezcla de rencor, odio y decepción que no había visto jamás en ningún otro ser humano.

-¿Algún otro héroe? – rugió El Negro a la grada mientras el cuerpo de Desmond se desplomaba sobre el barro.

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22 comentarios

  1. 1. Eunice dice:

    Me ha gustado muchisimo tu relato. Sobre todo el giro final, cuando piensas que Desmond va ha ganar y de repente la situación vuelve al punto inicial. Enhorabuena.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 14:07
  2. 2. Wolfdux dice:

    Buen relato. Enhorabuena.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 19:50
  3. 3. Arveloky dice:

    Grandioso relato heels. Por un momento pensé que era sólo una buena narración sin nada de profundidad, hasta que he llegado al final donde me has cautivado. Siento haber dudado. Felicidades.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 21:08
  4. 4. Anna Lopez dice:

    Fantástico. Tu relato es todo acción y no pierde intensidad ni un solo segundo. Felicidades.
    Únicamente una cosa, comprueba si en la frase “pero a penas la había tocado cuando le pisó la muñeca con fuerza.” ese “a penas” no debería ser un “apenas” (todo junto).
    Abrazos

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 21:13
  5. 5. Constanza dice:

    ¡Genial, genial!

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 21:24
  6. Pulgares arriba. excelente relato.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 21:54
  7. 7. Cibeles dice:

    Ya me había llamado la atención el cambio de actitud de El Negro, cuando el final me tomó por sorpresa. Muy bien escrito y buena pelea, aunque me dio un poco de pena el pobre Negro XD

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 22:40
  8. 8. José Torma dice:

    Aqui es donde se establecen las diferencias entre los niños y los adultos. Creo que escribes con una sobriedad que solo da la edad o el talento natural. Un texto superlogrado, fluido y cuando uno piensa que tiene toda la historia por los pelos…. se te va de las manos y nos vuelves a sorprender.

    Muy bueno!

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 23:24
  9. Entretenido, bien estructurado, bien escrito, profundo y con un giro final mejor de lo que espera el lector. ¡Me encanta! Enhorabuena.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 23:29
  10. 10. Aina Pons Triay dice:

    Buen tema, bien estructurado, bien escrito, profundo y con final inesperado. ¡Me encanta! Enhorabuena.

    Escrito el 28 febrero 2014 a las 23:32
  11. 11. fotvetor dice:

    muy, muy bueno. sencillo, impecable y directo. y además,con más fondo del que parece. chapó.

    un saludo, te seguiré la pista

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 00:29
  12. 12. Peter Walley dice:

    Muy buena historia y genial descrita, da gusto leerte. Enhorabuena y sigue así.

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 08:17
  13. 13. Borja dice:

    Otro buen trabajo!!
    Enhorabuena! 😉

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 09:15
  14. 14. NHICAP dice:

    Solo cabe un calificativo M.H. : FANTÁSTICO. Excelente relato. Enhorabuena y no nos abandones!!!!. Es un placer leerte.
    Saludos

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 12:19
  15. 15. lunaclara dice:

    Gran relato! Genial escrito y con ese sorprendente final, que te hace pensar donde esta la verdadera gloria. Felicidades!

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 12:37
  16. 16. Emmeline Punkhurst dice:

    Muy bueno. Bien escrito, ágil en ritmo y buena definición de los personajes a través de sus acciones.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 1 marzo 2014 a las 16:56
  17. 17. Abbey dice:

    ¡¡Muy bueno!!
    El rodillazo casi me duele a mi. Como buen torero nos has conducido por el cuadrilátero hasta hacernos creer saber el final… para darnos la estocada final con un giro inesperado. Me ha encantado que no te hayas compadecido del pobre Desmond, yo no sé si me hubiera podido resistir. ¡Bravo!

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 13:38
  18. Muy buen relato Heels!! Es una historia redonda de principio a fin, me ha gustado mucho. Se nota que tienes muchas tablas en esto… 😉 (a parte de talento “a puñaos”)
    Un saludo!

    Escrito el 2 marzo 2014 a las 22:40
  19. 19. M. H. Heels dice:

    Muchas gracias a todos, no esperaba ni tantos comentarios ni tan buenos. Tomo nota de las correcciones (que siempre hay) y os las agradezco enormemente. Un abrazo a tod@s. Nos leemos

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 08:55
  20. 20. M. H. Heels dice:

    Por cierto, en los comentarios que recibí del taller alguien me decía que echaba de menos la explicación de por que le llamaban El Negro. He de decir que esa explicación estaba y ocupaba un par de párrafos, pero la falta de espacio me hizo pensar que era “prescindible”. Ahora ese secreto quedara entre El Negro y yo… 🙂

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 08:59
  21. 21. Arveloky dice:

    Es que es un relato digno de comentarse. Espero que pronto lo cuelgues en tu blog y tu facebook y que todos los que han disfrutado de él se trasladen allí en forma de me gusta. Aquí hay sin duda un futuro escritor si no lo eres ya.
    Felicidades.

    Escrito el 3 marzo 2014 a las 11:28
  22. 22. Fernando Sanz Félez dice:

    Mi más sincera felicitación. No hay formalmente más argumento que la pelea. Y sin embargo, en un momento, con una simple pregunta, dotas a la historia de contenido sin dejar por ello de golpear. El hecho de que el final sea sorprendente es lo de menos. Si estuviésemos en la arena y tuviera el poder del César tendría el pulgar levantado fuera cual fuera el desenlace. De hecho no me ha aportado nada, pero porque ya se ha aportado todo antes.
    De verdad, enhorabuena.

    Escrito el 11 marzo 2014 a las 15:12

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