Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
La historia de como mis padres murieron por amor - por CAOHz
Les contaré la historia de cómo mis padres murieron por amor.
Era el día de mi noveno cumpleaños. Mamá y papá se ponían al día con los preparativos de mi festejo, que sería en el patio trasero de nuestro hogar. Los ánimos en la familia no estaban para fiestas, y fue esta misma razón que motivó a mis padres a organizar el evento.
Yo jugaba con Cristian, mi hermano menor en la puerta de nuestra habitación. De pronto, escuchamos los gritos y discusiones de siempre, de cuando mamá y papá se quedaban a solas. Sentimos unas fuertes pisadas subir por las escaleras y se apareció mamá frente a nosotros con los ojos hinchados y llenos de lagrimas. No dijimos nada, y ella se quedó mirándonos por unos segundos. –Muy bien chicos, se acabó el juego, ya es hora de ir a almorzar –mi hermano y yo bajamos sin protestar. Pues con la cara que traía mamá, eso era lo más recomendable–.
Papá estaba al pie de la escalera. Apoyaba su mano derecha sobre el barandal, mientras que con su mano izquierda sostenía su cabeza. Cuando se percató de nuestra presencia frente a él, nos sonrió. Cargó a Cristian y me tomó de la mano, llevándonos a la cocina. Ya el desayuno estaba listo.
En ese momento sonó el timbre, papá sentó a Cristian en su lugar de la mesa y se volteó hacia mí. –Cumpleañero, necesito que me ayudes a cuidar a tu hermanito mientras atiendo la puerta. ¿Puedes hacerlo? –¡Claro papá! –Contesté–.
Papá sacó su arma de reglamento de su estuche y lo colocó en el estante alto de la cocina como siempre hacía; y fue a abrir la puerta. No podía escuchar quien era el invitado. Y como la curiosidad de un niño de nueve años es más fuerte que la obediencia. Me acerqué al pasillo que daba al recibidor para poder ver.
Era el tío Abel, un amigo de la familia desde hacía muchos años. Era abogado, soltero y dedicado exclusivamente a su vida laboral. Dos meses atrás, cuando papá le entregó los papeles del divorcio a mamá. Mamá le pidió que por favor la ayudara. Aunque el tío Abel no quería involucrarse en esa situación, mamá logró persuadirlo. Pero con la condición de que el proceso de divorcio se llevara civilizadamente y sin conflicto alguno. Para que no se viera afectada la amistad que tenía con ellos. Mamá aceptó sus condiciones.
Volví rápidamente a mi lugar, cuando el timbre volvió a sonar. Esta vez sí pude escuchar, eran unos trabajadores. Vi por la ventana que avistaba el patio, como empezaban a llevar bombas y lonas y supe inmediatamente que pondrían un castillo inflable allí.
Mamá bajó para continuar con los preparativos, mientras que papá, tío Abel, Cristian y yo; nos quedábamos en el patio viendo como poco a poco aquel pedazo de lona se convertía en un castillo enorme. Cuando los trabajadores terminaron, recogieron los excesos y se marcharon. Entonces mamá nos pidió que fuéramos a cambiarnos, mientras papá y el tío Abel probaban que todo estuviera bien con el castillo.
Mientras nos preparábamos para la fiesta, reíamos a carcajadas. Mamá estaba junto a la ventana y miraba a través de ella. En un instante perdió la sonrisa de su rostro, sus ojos miraban fijo un punto sin pestañar. Nos indicó terminar de cambiarnos y quedarnos allí. Salió de la habitación y tras cerrar la puerta yo me asomé a la ventana que ella observaba. Y entonces lo vi. Papá y tío Abel están dentro del castillo, se abrazaban y besaban como si nada en el mundo existiera más que ellos dos.
Mamá tomó el revólver de papá y le disparó a ambos. Una sola bala y los atravesó a los dos. Creo que ni lo notaron. Luego mamá hizo lo mismo en su boca.
Del día que murieron mis padres, solo puedo decir lo siguiente. Papá murió en brazos del hombre que amaba. Y mamá murió al perder al hombre que siempre amó.
No importa lo que digan las personas de mis padres. Ambos murieron por amor.
Muy bueno… Y muy triste.
Me ha gustado mucho, era un final que no me esperaba. Queria decirte que esta parte te ha quedado preciosa “Del día que murieron mis padres, solo puedo decir lo siguiente. Papá murió en brazos del hombre que amaba. Y mamá murió al perder al hombre que siempre amó. No importa lo que digan las personas de mis padres. Ambos murieron por amor.”, y que el titulo es un acierto tambien 🙂
A decir verdad, lo que no me ha convencido mucho es que los dos hombres estuvieran dentro del castillo porque, aunque la familia estuviera dentro de la casa, no creo que un padre diera rienda suelta a sus sentimientos con respecto a una tercera persona en el jardin de la casa familiar. Creo que hubiera sido mas creible si en un momento dado se hubieran cogido de la mano discretamente (por ejemplo).
En cualquier caso solo es un pequeno detalle, el texto es muy bueno!! Enhorabuena 🙂
Lo primero: ¡Guau!
Me gusta como empieza, así poco a poco, y en la mitad como toma esa genial forma, y el final, me ha gustado mucho, fuerte, potente, imprevisible. Así es como me gustan los libros 😉
Enhorabuena.
Saludos extremeños!
Estoy de acuerdo con Isabella, el final es bellísimo.
¡Tremenda historia! y muy bien llevada, me gustó mucho como se va ambientando, dando datos que después cobran sentido como decir donde está el arma en la mitad de la historia.
WOW! Muchas gracias por sus comentarios. Sabiendo que mi trabajo les ha gustado, me animan mucho a continuar publicando.
Gracias Isabella por tu sugerencia, tomaré en cuenta el punto de la credibilidad de ahora en adelante.
Saludos y abrazos a todos!!
Desde una islita chiquitita en el caribe 🙂
CAOHz
Que bien narrado tu relato.
No llevas desde situaciones cotidianas, hasta lo extremo, con un tema heavy, dentro de una perfecta estructura
El título es perfecto y la linea final completamente….cierta.
Enhorabuena, Caohz!
Feliz escritura
El texto ha captado mi atención. Me gustan especialmente la primera frase y las últimas 🙂
Un saludo.
Caohz, muy buen relato.
Me ha gustado el tono y la visión del niño en todo momento, tierna y a la vez, acostumbrada a todo lo que pasa a su alrededor, tan tristemente conocedor de los detalles que apenas se inmuta. Tan triste, tan bonito.
Y el final, tan inesperado y con esa frase “no importa lo que digan de mis padres, ambos murieron por amor”, me ha puesto la carne de gallina. Enhorabuena.
Impresionante historia, sobre todo, si es real. Me ha gustado muchísimo la delicadeza con la que tratas el tema.
Creo que no te había comentado nunca, pero te apunto para próximos talleres.
Sigue escribiendo
Saludos
Muchas gracias!! Valoro mucho sus opiniones.
Miranda, la historia no es real. Es la primera vez que publico acá.
Si es tu primera colaboración es bastante buena. Sigue así.
En cuanto a lo de real, no me refería a que te hubiese pasado a ti, sino que parece basado en un hecho real, alguna noticia muy bien contada, con mucha sensibilidad.
Tengo que enfatizar algunos puntos de esta lectura:
1) Almuerzo y despues desayuno? Inconsistencia cronologica.
2) Mamá, papá, tio Abel; mamá, papá, tio Abel; mamá, papá, tio Abel… Digno de García Márquez.
3) La señora se pierde… estaba en la habitación? En la cocina? Dónde estaba? Si es la opción 1 tiene lógica que haya tomado el arma de la cocina, pero si es la opción 2 entonces no tiene lógica que cierre la puerta sin tomar el arma primero.
4) Me encanta el castillo como representación figurativa de qué tan fuerte (y a la vez de tan débil) había crecido el amor de ambos a través de los años.
5) Muy cierto, ambos murieron por amor. Claro y conciso.
A pesar de par incongruencias cronológicas y ciertos brincos en la lectura (algunos puntos pudieron ser reemplazados fácilmente con punto y coma o coma), en mi escala personal de apreciación literaria le doy un 8.7.
Magnífica contribución, con el tiempo serás excelente, tomando en cuenta que esta ha sido tu primera publicación.
Enhorabuena!
Antes que nada, muchas gracias Yamilka Perez por haber leído mi cuento y sobre todo por tu opinión.
Sobre el punto 1. Muchas gracias!! No lo había notado. Es un error que tomaré en cuenta no repetir.
Sobre el punto 2. No entiendo a que te refieres con que es digno de García Márquez. Realmente me gustaría saber.
Sobre el punto 3. La señora estaba en la habitación. Como ya había dejado claro que el arma estaba en la cocina, no creí necesario decir de donde la tomó.
Sobre el punto 4 y 5. Me alegra que hayas notado ese detalle.
Muchísimas gracias por tus comentarios. Voy a tomar en cuenta todas tus observaciones.
Saludos!! 🙂