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Wanderlust. - por Helena

Web: http://serendipity2411.blogspot.com

El anciano encontró la llave en el segundo cajón de su escritorio. Hacía años que no lo abría, y la llave estaba enterrada en una fina capa de polvo. La cogió entre sus dedos frágiles y llenos de arrugas y la observó detenidamente. Aún se apreciaba la pequeña magulladura, notó con una sonrisa.

Ya no se usaban llaves así, ahora todo es con sistemas electrónicos y tarjetas magnéticas, pero nada podría reemplazar el valor de esa llave. Rodrigo, así se llamaba el anciano, recordaba casi con impresionante nitidez aquella tarde de verano, aunque hacía ya de eso poco más de 50 años.

Acababa de cumplir los 25 años y estaba viviendo el verano de su vida. Antes de meterse de lleno en el mundo laboral propiamente dicho, había decidido dar una vuelta al mundo, o al menos viajar a aquellos sitios que le despertaban interés. Fue en uno de esos viajes en los que encontró a Elise de la manera más tonta.

Aún se preguntaba si había sido el destino quien los había juntado, ya que si no hubiera decidido salir del hostal en Puerto Rico aquella noche, puede que nunca la hubiera conocido. Rodrigo encontró un bar que anunciaba Noche de trivial histórico, y decidió entrar más por curiosidad que por otra cosa. Pidió una copa y observó el ambiente antes de la pequeña competición.

—¿Vas a concursar?—dijo una voz a su espalda.

Rodrigo se giró y vio a Elise con papel y lápiz en la mano.

—Uh, yo…no…

—Perfecto, ¿tienes pareja? —preguntó ella. Él negó con la cabeza y ella sonrió—Bien, pues eres la mía. No hace falta que concurses, pero se necesitan mínimo 2 personas para jugar.

Y de un momento a otro, los dos se encontraban en la barra atentos a las preguntas que un camarero formulaba. Poco a poco, una vez Rodrigo se situó, comenzó a responder las preguntas al ritmo de Elise, quien sorprendida por ello lo miraba en silencio entre preguntas. Al acabar el concurso, los camareros recogieron los formularios y anunciaron los ganadores: Elise y Rodrigo.

—Resulta que no eras tan tonto como parecías—le dijo ella al acabar.

Rodrigo dio un sorbo a su bebida y sonrió.

—Lo tomaré como un cumplido, creo.

—Elise—se presentó ofreciendo una mano que él estrechó.

A partir de ahí pasaron la noche hablando sobre todo, cualquier tema valía. Resultaba que ella, como él, estaba en plena vuelta al mundo movida por el deseo de ver lo más que pudiera mientras pudiera. Hablaron hasta que el bar cerró y continuaron dando un paseo por la ciudad hasta que vieron los primeros rayos de sol en el horizonte.

Llegaron al hostal de Rodrigo y se pararon en la puerta.

—Sé que eres perfectamente capaz de cuidarte sola, pero aun así te preguntaré si quieres que llame a un taxi que te lleve a tu hostal.

Elise sonrió.

—Gracias pero está bien así.

—Bueno, pues aquí quedamos.

—Sí.

Rodrigo metió las manos en los bolsillos del pantalón y notó una llave. La sacó y la miró confuso.

—Qué raro, no es la llave de mi habitación.

—Puede que sea la llave que abre un tesoro escondido—conspiró Elise.

Rodrigo no pudo evitar sonreír ante la ocurrencia y se encogió de hombros.

—Es posible—dijo. Dudó un poco pero finalmente le dio la llave a Elise—Abra un cofre del tesoro o una simple puerta, quédatela. Mañana podemos volver a vernos y discutir las teorías que se nos ocurran.

—¿Intentas organizar una cita?

—Depende. ¿Está funcionando?

Elise tomó la llave y sonrió. Miró detrás de él al hostal y se encogió de hombros.

—Quién sabe. Mañana lo averiguarás.

Rodrigo la observó irse calle abajo hasta que desapareció por la esquina y entró en el hostal, deseando que el día pasara rápido. Poco sabía él sobre lo que le deparaba el futuro, y es que un par de años después, Elise y él se casarían en una playa del Caribe.

El anciano escuchó un golpe en la puerta y se giró para encontrarla apoyada en el marco de la puerta. Los años también habían pasado por ella, pero aún seguía tan bella como aquella noche de verano a los ojos de Rodrigo. Volvió a guardar la llave en el cajón y sonrió satisfecho.

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5 comentarios

  1. 1. Robles dice:

    Me ha encantado tu relato y me alegro por Elise y Rodrigo! jejeje Mi relato es el 27, por si te apetece echarle un vistazo. Un saludo

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:31
  2. 2. Jesús Lacupett dice:

    Linda historia, sencilla, clara, precisa y con un dejo romántico. ¿Y de donde salió la llave? ¡Suspenso!
    ¡Te felicito!¡Me encantó!
    Mi relato esta sobre el tuyo, por si deseas leerlo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 00:43
  3. 3. L. Daniel Caballero dice:

    Increible relato!!!! 😀 me pregunto porque no te habian comentado? O.o? Es bastante bueno… 😀
    asi que…
    Me gusto 😀
    Nos seguimos leyendo en un futuro 😉
    Soy el 71, por si te interesa 😀

    Escrito el 22 junio 2016 a las 06:00
  4. Hola Helena!!

    Bonita historia y bonita intriga la de la llave, que aparece sin más en el bolsillo de Rodrigo, pero que tiene mucho significado emocional.

    Nada que objetar en tu escrito, quizá se nota un cambio un poco brusco en la narración cuando empiezas el flasback, no sé si sería mejor señalarlo de alguna manera. No obstante, tu historia me ha gustado mucho.

    Soy la número 151.

    Un saludo y espero seguir leyéndote!!

    Escrito el 28 junio 2016 a las 11:48
  5. 5. LUIS dice:

    Hola Elena, soy Luis(127). Al principio pensé que la historia iba de recuerdos de antaño como en muchos otros relatos, pero tu toque especial lo hace intrigante hasta que lo llevas a un final muy enternecedor. ¡Ah! Y acaba bien. Muy bonito Felicidades. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 17:25

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