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GENTE EQUIVOCADA - por Elvis Christie

El anciano encontró la llave en un hueco natural de la piedra que constituía la jamba del portalón de su casa. Nunca la había dejado allí. «¡Qué extraño!», murmuró para sí.

—¡Qué extraño! —repitió en voz alta mirando la llave por todos sus costados.

Nunca había dejado la llave en ese insólito lugar. Es más, siempre la dejaba en el mismo lugar (dentro del buzón de correos que estaba adosado a la fachada, como en todas las casas de su calle, de donde la extraía a través de la ranura inferior con sus finos dedos). Últimamente su memoria había ido a peor y a ello se debía que expresase sus pensamientos en voz alta; notaba que así las ideas quedaban mejor arraigadas en sus recuerdos.

Tras abrir la puerta, accedió al zaguán sintiendo ya una sensación incómoda, de ajenidad. Avanzó renqueante por el pasillo mirando perplejo unos cuadros que no recordaba. «Maldita memoria» iba a exclamar al entrar en la estancia principal, pero las palabras murieron en sus labios al ver la disposición del mobiliario. Aquello ya no podía ser una cuestión de memoria. Sencillamente, no era su casa.

—¡No me lo puedo creer, me he metido donde el vecino! —casi gritó, manifestando de viva voz su contrariedad.

Concediéndose cierta indulgencia («¡qué le vamos a hacer!», susurraba), se giró para abandonar la vivienda y se dio de bruces con un individuo que en ese momento entraba en la sala. ¿Sería el vecino? Su nombre era Tomás, pero el anciano no podía recordarlo; ni siquiera le resultaba familiar su cara. Atolondrado y asustado, iba a mascullar una suerte de excusa cuando algo en la expresión del desconocido le hizo quedarse callado. Los rasgos le resultaban familiares, sí, pero en ese rostro había hostilidad, violencia contenida. Nada propio de un vecino de siempre y menos por un error tan tonto como equivocarse de puerta. Al fin y al cabo, se conocían de toda la vida.

—¿Tú qué coño haces aquí, eh? —Le gritó en la cara el intruso (aunque, a decir verdad, el intruso era él).

—Yo, yo… yo me he equivocado. Perdón, ya me voy.

—No vas a ir a ningún lado, viejo —contestó el recién llegado interponiendo su cuerpo entre Fermín (que así era el nombre del anciano) y el vano de la puerta, impidiéndole la salida.

Al tiempo y desde otra habitación entraba en la sala un segundo sujeto cargando en sus brazos una voluminosa caja de cartón.

—¡¿Pero qué …?! —Arrancó a hablar el último sin terminar la frase, interrogando silenciosamente a su compañero con un levantamiento sucesivo de la barbilla y los hombros a la vez que dirigía la mirada hacia Fermín.

—Ya me encargo yo —contestó huraño el primer desconocido tomando del codo a Fermín y arrastrándolo hacia afuera. Antes de llegar a la puerta principal, Fermín se dirigió suplicante a su acompañante:

—Mire, le pido disculpas. Creo… Creo que me he equivocado de puerta al entrar. Me falla bastante la memoria, ¿sabe usted?, y no era mi intención molestarle. Pero ya me voy. No, no… no he tocado nada, se lo juro.

El desconocido se le quedó mirando durante unos instantes a los ojos con una expresión indefinida, como valorándole y, exhalando un suspiro, lo empujó a la calle mientras componía forzadamente un gesto casi amable.

—De acuerdo, de acuerdo. No pasa nada. Ale, váyase usted, que ya es tarde y aquí no ha pasado nada.

El desconocido entró de nuevo en la casa cabizbajo y pensativo. Entró a la sala, donde su compañero se afanaba en llenar la caja con cuantos objetos de valor iba encontrando, y le miró.

—Ya está —se limitó a decir.

—¿Qué has hecho con él? —Lo interrogó el otro sin dejar de rebuscar en cajones y muebles.

—Nada. Lo he dejado ir.

—¡¿Qué?! ¿Estás gilipollas o qué te pasa? ¿Y si nos denuncia?

—Y ¿qué mierdas querías que hiciera? ¡Es mi padre, coño! Pero tranquilo, ni siquiera me ha reconocido y mañana no recordará nada. Tiene Alzheimer.

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8 comentarios

  1. 1. tilly dice:

    Un relato original y sencillo pero que al mismo tiempo mantiene la atención por el suspense. Enhorabuena. Me ha gustado, solo me he distraído un segundo cuando has dicho que se llamaba Tomás, porqué el relato está hecho de la parte del viejo y él no se acuerda.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 18:18
  2. 2. Laura C. dice:

    Hola Elvis.
    Me ha gustado mucho tu relato y lo encuentro redondo. Lo único es el tema de los nombres: no es necesario que digas que el vecino se llamaba Tomás ni tampoco me ha gustado la manera de presentar a Fermín, excepto esto, el resto fantástico.
    El final genial.
    Un abrazo

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:01
  3. 3. Elvis Christie dice:

    Gracias por los comentarios, compañeros.

    La verdad es que volví a cometer el mismo error que comento muchas veces: lo escribo rápido, lo releo un par de veces, corrijo un par de cosas que me saltan a la vista, y lo envío. Y sé de sobra qlas virtudes que tiene dejarlo reposar un par de días y releerlo de nuevas. Tanto es así que unos días después lo retoqué y, precisamente, varios de los errores que corregí son los que me indicáis: los relativos a los nombres y alguna reiteración al principio.

    Lo dicho, muchas gracias y me paso a leer los vuestros

    Escrito el 18 junio 2016 a las 07:14
  4. 4. Nina Latte dice:

    Hola, Elvis

    Tu texto es uno de los tres siguientes al mío, así que me paso a comentarte.

    He leído en tu comentario anterior que has corregido una repetición del principio, supongo que te refieres al: “Nunca la había dejado allí” del primer párrafo que se repite al inicio del tercero. ¡Era mi primer comentario! 

    Me gusta mucho lo de que el protagonista piense algo y luego lo repita en voz alta, es una gran idea y le da más credibilidad al personaje.

    1) No me gusta mucho lo de utilizar los paréntesis para las aclaraciones. Es algo que yo utilizo para la comunicación informal (como ahora), pero en un texto formal deberías usar otros recursos como dos puntos, guiones, …

    “Es más, siempre la dejaba en el mismo lugar: dentro del buzón de correos que estaba adosado a la fachada, como en todas las casas de su calle, de donde la extraía a través de la ranura inferior con sus finos dedos.”

    2) “Ajenidad” = qué gran palabra, enhorabuena.

    3) Cambio de narrador: pasas de primera persona a tercera en varios párrafos de la historia.

    Mira un ejemplo:

    “Concediéndose cierta indulgencia («¡qué le vamos a hacer!», susurraba), se giró para abandonar la vivienda y se dio de bruces con un individuo que en ese momento entraba en la sala. ¿Sería el vecino? SU NOMBRE ERA TOMÁS, PERO EL ANCIANO NO PODÍA RECORDARLO; ni siquiera le resultaba familiar su cara”

    4) Vocabulario soez: tu texto no está marcado como “para mayores de 18” y creo que debería. Me vas a decir que los adolescentes de hoy en día ya están acostumbrados a eso y a mucho más, pero yo no, hahahahaha, y agradezco el aviso.

    Espero que mis comentarios te sean útiles.

    Gracias por compartir tu historia

    Escrito el 19 junio 2016 a las 11:15
  5. ¡Hola, Elvis!
    El mes pasado me gustó mucho tu texto y me apetecía ver qué habías hecho vez. Por supuesto, no has defraudado.

    Me ha gustado mucho. Se entiende perfectamente en una sola lectura, cosa que no siempre ocurre, y se agradece. Es un texto ameno, claro y tierno, por su pobre protagonista.

    A mitad del relato ya me estaba imaginando lo que ocurría, que efectivamente era su casa y los que se encontraban dentro eran ladrones, pero lo que no podía imaginar es que uno de ellos fuera el hijo. Buen giro final.

    Coincido con la compañera anterior en que das muchos toques de realismo a la historia con detalles como el de repetir las cosas en alto para recordarlas mejor (yo lo hago a veces y funciona, jejeje). Y tampoco me gusta el uso de paréntesis en este tipo de textos. Por lo demás, me parece un relato muy bien ejecutado. Enhorabuena.

    Nos leemos. Saludos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 18:26
  6. 6. Elvis Christie dice:

    Muchas gracias, Nina y Merche, por vuestros comentarios.

    Os agradezco, además, el toque de atención sobre los paréntesis. Tenéis toda la razón y, de hecho, es una corrección de estilo que hace poco me ha recomendado una amiga de cuyo criterio me fío mucho. Son preferibles los guiones cortos.

    En cuanto al cambio de punto de vista del narrador, de tercera a primera persona, no sé si Nina lo cita como algo bueno o malo. Lo he visto en muchas novelas escritas en tercera persona. Otra cosa es que lo haya ejecutado con más o menos acierto.

    Pido perdón, además, por no avisar del lenguaje grosero, pero -como he dicho antes- volví a cometer el error de mandar el relato sin haberlo reposado, con prisas, y en ellas se me pasó advertir acerca del lenguaje.

    Por último, me habéis hecho replantearme la relación familiar del anciano. Creo que por la edad que puede presumírsele y el lenguaje que usan los «ladrones» sería más apropiado que se tratase del nieto.

    Un saludo y antes de que el tiempo se me escape, paso a vuestros relatos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 21:32
  7. 7. Escritores Anónimos dice:

    Hola Elvis!!!
    Aunque tarde, he decidido devolverte la visita (sé que ya casi es Septiembre pero es que el veranito me ha abducido y no he tenido tiempo para nada.
    Primero tengo que discutir con Nina el hecho de que haya que poner +18, y te lo digo como una menor, apenas has escrito un par de palabrotas, no vamos a hacer un mundo de ello

    En cuanto a la historia me ha gustado bastante. Me ha sorprendido la relación familiar, no lo esperaba para nada.

    En cuanto a aspectos formales (Además de lo que Nina acertadamente te ha dicho):
    *En el segundo párrafo has repetido varias veces la palabra “lugar” demasiado seguido, yo cambiaría alguna por otro sinónimos.
    *En uno de los últimos párrafos repites de seguido la forma verbal “entró”.

    Por lo demás buen trabajo!!!

    Escrito el 22 agosto 2016 a las 10:22

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