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El anciano y la llave - por jvelezalarcon

El anciano encontró la llave en su jardín, arrodillado, con sus guantes de jardinería manchados de tantas horas de trabajo con sus plantas, sosteniendo la violeta que se disponía a trasplantar desde una maceta. Tomó la llave con su mano derecha, la miró fijamente y se quedó paralizado, como si se hubiera detenido el tiempo, los movimientos, los sonidos, su corazón…
A su mente vinieron, en fracción de segundos millones de ideas de a dónde podía pertenecer aquella llave, pero en el fondo él sabía muy bien qué cerradura abría, solamente no quería aceptarlo y saber que un recuerdo que había decidido olvidar, que se había obligado a no recordar nunca más en su vida, volvía a él por el destino.
El anciano se puso de pie con mucho esfuerzo, se quitó los guantes y los puso sobre una pequeña mesa de madera que se situaba en medio del jardín. Hacía un día soleado, eran cerca de las 11 de la mañana, había desayunado muy bien, como lo hacía día tras día, pero sentía un vacío enorme y un frío que recorría todo su cuerpo y le había erizado la piel.
Caminó hacia los escalones que conducían a la entrada de la casa y se sentó con dificultad, sus rodillas cada día dolían más, sin tener en cuenta que le temblaban en ese preciso instante. Continuaba con la llave en la mano, sentado, comenzó a pasar sus dedos sobre ella, como acariciándola, sintiendo cada una de sus vetas y defectos y quitando la tierra que la había cubierto por tanto tiempo. ¿Casi unos 20 años?, ya no lo recordaba bien.
Lo que sí recordaba con bastante claridad era el por qué esa llave se encontraba allí, qué cerradura abría y lo que había dentro. – ¿Después de tanto tiempo seguirán allí? – se preguntó en voz alta. Entonces de pronto comenzó a revivir en su mente aquellos días, hacía casi 20 años, tenía unos 50 aproximadamente, su trabajo lo consumía totalmente, trabajaba horas y horas por su familia a la que no veía y de la que ya no sabía mucho, lo aceptaba, era un hombre amargado, que no le encontraba sentido a su vida y que había olvidado lo que de verdad amaba hacer, leer y escribir. Se dedicaba a buscar clientes para una aseguradora. Les había inculcado a sus hijos el trabajo duro toda la vida, sin importar sus sueños, sus gustos y su felicidad, primero estaba la familia y se debía trabajar duro por ella.
Recordó aquel día en que vio a uno de sus hijos con un cuaderno escribiendo, como un diario, y a su otro hijo tratando de aprender a tocar la guitarra por sí solo, con las instrucciones de un libro que había tomado de la biblioteca de la escuela. El hombre había tenido un día muy malo, peor que todos los demás, y luego de gritar y tirar su maletín hacia sus hijos, tomó cada libro de la casa, los que había heredado de sus padres y de su abuelo, los guardó en un baúl y al siguiente día nadie en la casa sabía que había hecho con ellos.
Se vio allí sentado en el jardín de su casa, sólo, abandonado por sus hijos, sin su esposa que había muerto hace varios años y se volvió a preguntar si todavía estarían allí esos libros que en algún momento de su vida había considerado su tesoro y que por cosas del destino lo habían llevado a olvidar sus pasiones.
Decidido, aunque lento y cansado, se dirigió hacia el ático de la casa. Cuando ya se encontraba allí, luego de subir sendos escalones y darse un respiro, se dirigió hacia un ropero viejo y desgastado, con mucho esfuerzo lo movió ya que bajo el mismo se encontraba una puerta oculta, la levanto halando de una cuerda y encontró aquello que lo había llevado al pasado, el baúl con una cerradura de la cual él tenía la llave.
Introdujo la llave en la cerradura, esta abrió fácilmente, levantó la tapa manteniendo la respiración y allí encontró lo que esperaba, libros. En segundos entendió que había perdido todo en su vida por poner estos preciados objetos en este lugar, o al menos esto era un símbolo de todas las acciones que había cometido para perder todo. Ellos significaban sus sueños perdidos, sus pasiones y su familia.

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10 comentarios

  1. 1. Guiomar de zahara dice:

    Hola Jvelezalarcon: tu idea es buena -al menos a mí me lo parece-
    lo que ocurre que la historia es un poco farragosa. Creo que cuenta pocas cosas con muchas palabras. Hay demasiadas explicaciones que no tienen que ver con la finalidad de la llave, como por ejemplo lo del desayuno, los guantes manchados (claro que estaban así, trabajaba con la tierra)
    Pero no te preocupes, esa pequeñas cosas son fáciles de corregir.
    Por lo demás bien.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 14:35
  2. 2. Edu SC dice:

    Hola Jvelezalarcon,

    Gracias por pasar a leer mi relato y dejar tu comentario. Paso a comentar el tuyo y espero poder aportarte algo.

    Coincido con lo que te dice Guiomar de que la historia es buena: hablas del final en la vida de un hombre y de cómo se da cuenta y se arrepiente de haber sacrificado sus sueños y de rebote el de sus hijos por tratar de sacar a su familia adelante. Entiendo que sobre todo, los sueños de sus hijos. Al final de la vida se encuentra sólo y amargado. Esos libros encerrados en el baúl son, como dices, un símbolo de sus errores.

    En cuanto a la ejecución y desarrollo de esta historia el mayor problema que le veo es que tiene demasiada parte explicativa y poca acción. Suceden en el presente pocas cosas. La mayoría del relato nos remite a los recuerdos del anciano, pero en forma explicativa, no a través de imágenes, de acciones. Sí que las hay pero, en mi opinión, el texto debería estar más plagado de ellas y luego, si es necesario, podrías hacer una pequeña aclaración de esos hechos / imágenes. No sé si me explico (mira que estoy repitiendo esta palabra ) muy bien, espero poder transmitirte mi sensación.

    Otro comentario que te puedo hacer es que he visto algunas frases muy largas y en general en el texto la mayoría lo son, largas, quiero decir. Si intercalas frases cortas con otras largas aportas un ritmo más dinámico al relato y de alguna manera evitas una sensación de monotonía en la lectura, no por lo que se está leyendo, sino por el ritmo, por el fluir de las palabras hacia el lector. Nuevamente no sé si me explico bien. Espero que sí.

    En fin, estas son mis sensaciones, tómalas tan sólo en la medida que te puedan ayudar, todos estamos aquí aprendiendo. Espero seguir leyéndote en el futuro. Y bienvenida al taller, yo también soy casi recién llegado y la verdad es que se aprende mucho, por el hecho de escribir y por los comentarios de los compañeros.

    Edu,

    Escrito el 19 junio 2016 a las 23:55
  3. 3. Marián dice:

    Hola Jvelezalarcon:
    Tu historia me gusta; me parece atractiva.
    Te diría que el ritmo resulta un poco lento y supongo que se debe a que hay muchas descripciones. Quizás podrías darle una vuelta “recortando” alguna de ellas y se agilizaría la lectura.
    Saludos,

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:50
  4. 4. jvelezalarcon dice:

    Hola Guiomar,
    Muchas gracias por tus comentarios, comenzaré a ponerlos en practica para ir mejorando cada vez más, tus comentarios y los de los demas chicos son muy valiosos para mi.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 19:31
  5. 5. jvelezalarcon dice:

    Muchas gracias Edu, la verdad es que leyendo los comentarios de ustedes y releyendo mi relato entiendo lo que me dicen, es un largo camino por recorrer pero por algo se comienza, mil gracias por tus valiosos comentarios. Nos seguiremos leyendo!!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 19:32
  6. 6. jvelezalarcon dice:

    Marian, muchas gracias por tus comentarios. tienes razón, el ritmo es bastante lento, espero ir mejorando. Gracias de nuevo

    Escrito el 20 junio 2016 a las 19:35
  7. 7. Isan dice:

    Hola JVELEZ:

    Correspondo con gusto a tu amable visita.

    Edu SC que ha hecho un magnífico análisis y yo no lo podría hacer mejor, así que lo suscribo en su totalidad.

    Quiero añadir un par de cosas. No estoy seguro que la piel se pueda erizar. Creo, más bien, que serán los pelos los que se ericen y la piel se ponga “piel de gallina”. Nada, una tontería. En los relatos, cuando se habla de de números pequeños, suele ser costumbre ponerlos en letra. Hablando de números, repites dos veces “hacía casi 20 años”. Es una idea que la está expresada como para repetirla. Otras expresiones sí se suelen repetir para der más énfasis, pero no es el caso.

    Como resumen te diré que has hecho un buen relato, buena redacción y buena idea. Estoy seguro que el próximo te superarás porque se ve que tienes capacidad y ganas para hacerlo.

    Un saludo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 17:53
  8. 8. Isan dice:

    Quería decir que es una idea que YA está expresada.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 17:54
  9. 9. lunaclara dice:

    Hola! Tu relato está muy bien, quizás has de vigilar las frases demasiado largas y las descripciones que sobrecargan mucho.
    A mí me ha emocionado, en serio. El drama familiar y personal que supone romper drásticamente con sus sueños, me pone los pelos de punta…. Felicidades!
    Te pongo sugerencias xa algunos párrafos, x si te sirven:
    -“El anciano encontró la llave arrodillado en su jardín, con sus guantes de jardinería manchados de tantas horas de trabajo, sosteniendo la violeta que se disponía a trasplantar desde una maceta.”
    -“Tomó la llave con su mano derecha, la miró fijamente y se quedó paralizado, como si se hubiera detenido el tiempo.”
    -Aquí, pondría un punto: “…sabía muy bien qué cerradura abría. Solamente no quería aceptarlo y saber que un recuerdo que había decidido…”
    – Aquí también: “Hacía un día soleado, eran cerca de las once de la mañana. Había desayunado muy bien, como lo hacía día tras día, pero sentía…”
    -Y aquí : “Continuaba con la llave en la mano, sentado. Comenzó a pasar sus dedos sobre ella, …”
    Ten cuidado con tantas descripciones. Hay que hacer las justas, el lector se puede aburrir…
    -Falta un punto y aparte. “-¿Después de tanto tiempo seguirán allí? – se preguntó en voz alta. ”
    Yo acortaría este párrafo : “Entonces comenzó a revivir en su mente aquellos días, hacía casi 20 años. Tenía unos 50 aproximadamente. Su trabajo lo consumía totalmente, trabajaba horas y horas por su familia a la que no veía y de la que ya no sabía mucho. Lo aceptaba, era un hombre amargado, que no le encontraba sentido a su vida y que había olvidado lo que de verdad amaba hacer: leer y escribir.
    Se dedicaba a buscar clientes para una aseguradora. Les había inculcado a sus hijos el trabajo duro toda la vida, sin importar sus sueños, sus gustos y su felicidad. Primero estaba la familia y se debía trabajar duro por ella.”
    -Y este es el ultimo que te propongo corregir: “Introdujo la llave en la cerradura, que abrió fácilmente. Levantó la tapa, manteniendo la respiración, y allí encontró lo que esperaba, libros. En segundos entendió que había perdido todo en su vida por poner estos preciados objetos en este lugar, o al menos esto era un símbolo de todas las acciones que había cometido para perder todo. Ellos significaban sus sueños perdidos, sus pasiones y su familia.”

    Escrito el 25 junio 2016 a las 16:46
  10. 10. jvelezalarcon dice:

    lunaclara, mil gracias por tus comentarios, seguro los tendré en cuenta y espro que nos sigamos leyendo.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 14:58

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