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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El anciano en el ático - por J. Davalillo

Web: http://p-y-p.blogspot.com

El anciano encontró la llave en aquella gastada mesa de noche que hacía ya varios años había confinado al viejo ático de una casa que le duplicaba la edad. Luego de haber quedado viudo decidió apartar de su vista todo aquello que pudiera traerle recuerdos dolorosos, sin embargo, no tuvo nunca el coraje de deshacerse completamente de ningún objeto.
Era un día gris y la lluvia permanecía inclemente desde la madrugada, por lo que Don Miguel optó por no salir de casa ese martes. El clima y la soledad fueron los embajadores de la nostalgia que ocupaba el corazón de la casa y de su residente, lo que le llevó a ascender los peldaños de aquella polvorienta escalera.
Así comenzó el inventario de recuerdos que llevaron a Don Miguel a un paseo por el tiempo. Sentado en un viejo sillón comenzó a deslizar la llave entre sus manos, contemplándola ansiosamente una y otra vez con una mirada de complicidad, como a una amiga que guardaba un gran secreto.
Al fondo del ático, una puerta sellada con una cadena y un candado, lucía adornada por el costado derecho con una flor marchita dentro de un florero que ocultaba sus trazos artísticos debajo de una gruesa capa de tierra y moho.
La lúgubre escena era una antesala coherente a lo que seguiría a continuación. Don Miguel respiró profundamente antes de incorporarse para dirigirse a la puerta que tenía en frente, dispuesto a liberarla de la cadena que hacia tantos años custodiaba el interior del solitario recinto dentro del ático.
Tomó la llave, la introdujo en la cerradura del candado y activó el mecanismo oxidado del mismo para abrirlo. Rechinaron los engranajes y le tomó dos intentos para que el cerrojo cediera y poder retirar las cadenas que sellaban el acceso.
Casi se podían escuchar los latidos de un corazón recrecido en el pecho de aquel hombre de ochenta y seis años. Empujó la puerta y el quejido de las bisagras vino acompañado de las lágrimas del hombre. La puerta completamente abierta le permitió contemplarla de nuevo. No la veía desde la noche en la que había profanado la tumba de su difunta esposa y robado su cuerpo en un arrebato de desesperación y locura. Sentada sobre un mueble con el vestido color escarlata que tanto le gustaba permanecía la osamenta de quien alguna vez fuera su esposa. Cerró la puerta tras de sí colocando por dentro la vieja cadena, asegurándola con el candado y guardando la llave en el bolsillo de su camisa. Acto seguido, con pasos torpes y respiración entrecortada se fue acercando a la calavera. Se arrodilló frente al cadáver, tomo sus manos, las besó y dijo: «Ya está vieja… Por fin».
Él presentía que sucedería ese día, por no decir que lo deseaba. Lo había estado esperando por más de veinticinco años, pero nunca tuvo el valor de adelantar los acontecimientos. Por su mente pasaron todos aquellos momentos que vivió durante un matrimonio que, aunque no le trajo descendencia, estuvo lleno de amor.
Reviviendo la película de su vida permaneció de rodillas con la cabeza enterrada en lo que antaño fue la cadera de su mujer respirando polvo y muerte. Transcurrieron poco más de veinte minutos de memorias hasta que el vetusto corazón de Don Miguel cesó de latir y su espíritu solitario comenzó a descansar.

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10 comentarios

  1. 1. Robles dice:

    Un gran relato sobre el amor de ultratumba. Te felicito. Mi relato es el 27, por si te apetece. Un saludo

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:42
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    Hola J.Davalillo!
    Mil gracias por tu generoso elogio a mi relato!
    El tuyo me encantó, tiene la cuota justa de sabor macabro que a mí me gusta cultivar también. Aquí condimentado por un amor romántico inquebrantable. La ocurrencia de recrear la escenografía con su esposa muerta me pareció genial.
    Felicitaciones entusiastas!!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 08:33
  3. 3. KMarce dice:

    Saludos J. Davalillo:

    Muchas gracias por tu visita y comentario en mi relato.

    La historia me ha gustado mucho, pese a lo sórdida de la idea; pero es que el amor a veces no quiere ceder ante la idea de la perdida perpetua. En fín, que espero que Don Miguel, sí tenga el reposo que su alma ha anhelado por tanto tiempo.

    Entre lo que puedo mencionarte, es que leas tu texto a voz alta o con un lector electrónico. Hay oraciones largas sin pausas. Cuando leemos en la mente, el cerebro toma esa pausa y la marca, pese a que no lo leamos. Pero, la lectura a voz alta, haciendo tal como están los signos de puntuación, nos obliga a detenernos, no solo la lectura, sino para respirar.

    Esto no desmerita tu trabajo. Creo que tienes una creatividad muy buena, y una prosa muy limpia; así que una pulidita a esa puntación, y quedará de perlas.
    Me ha gustado, y me recuerda a esos relatos macabros de Poe.
    Saludos, ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 09:39
  4. 4. Jose Luis dice:

    Hola
    Buen cuento, con tono lúgubre, gótico, pero también con un punto tierno y nostálgico. Bien narrado y descrito, se puede imaginar la escena sin problemas.
    Tengo solamente esto que objetar: don Miguel, no Don Miguel. Es igual que si dijeras el señor Miguel, incorrecto también sería Señor Miguel.
    Un saludo

    Escrito el 18 junio 2016 a las 20:10
  5. 5. Ana Vigo dice:

    ¡Hola!
    Interesante relato, con ese toque lúgubre, muy sugerente.
    Solo un par de apuntes:
    -ten mucho cuidado con los gerundios. Abusas de ellos, y suelen relacionarse con una escritura pobre (por ejemplo, en lugar de poner “cerró la puerta tras de sí colocando por dentro la vieja cadena, asegurándola con el candado y guardando la llave en el bolsillo de su camisa” sería preferible enumerar los actos: “cerró la puerta. Colocó dentro la vieja cadena de forma que quedase asegurada con el candado. A continuación, se guardó la llave”.
    -vigila también dónde colocas las comas, y procura no abusar de ellas. Hay partes en las que sería preferible el uso del punto (“recuerdos dolorosos, sin embargo”, aquí sustituiría coma por punto).
    -se escribe “enfrente”, “no en frente”.
    Por lo demás, buen trabajo. Si te quieres pasar por mi relato, es el 111. ¡Nos leemos! 🙂

    Escrito el 21 junio 2016 a las 10:57
  6. 6. Alonso García-Risso dice:

    Saludos J.Davalillo: Tu historia nos transporta al universo del sentir humano, más allá de los límites impuestos por la cultura y la ley; para dar a conocer una experiencia de vida, de amor claramente entendido, que nos abanderiza con la decisión tomada por el anciano y compromete nuestros más nobles sentimiento. Bien, felicitaciones.
    PS: He sido discreto y pobre, con mis comentarios; pero, el impacto de la lectura me ha coartado para otros comentarios. Estos se debe, a la completud dejada por el contenido que, rebasa con largueza mi capacidad para asimilar tu excelente relato. Gracias

    Escrito el 21 junio 2016 a las 22:35
  7. 7. Yoli dice:

    Hola J.Davalillo.
    Me ha gustado tu relato, has sabido darle ese toque un poco macabro pero a la vez tierno.
    Si quieres leer el mio soy el 104.

    Escrito el 24 junio 2016 a las 09:53
  8. 8. María Kersimon dice:

    Hola, J. Davalillo,
    Es la primera vez que te leo y me ha gustado tu relato. La idea es original, creas suspense y relatas con buena prosa. Quizás haya lentitud en el inicio. Se podría arrancar del medio del segundo párrafo y no cambiaría nada. Tus descripciones son metículosas. En cierto sentido, la lentitud de las descripciones que preceden el hallazgo favorecen el suspense. Avisas que es el preludio lúgubre adecuado a lo que va a seguir y haces durar la espera multiplicando las frases descriptivas. Este aumenta el ansia de descubrimiento del lector, pero hay un punto en que la intriga (la mía, que que es una percepción personal) rebasa la dosis y se torna fastidio. Has jugado con este límite y a título experimental, te felicito. Está logrado y te aplaudo. Casi me llegó el fastidio sin embargo, de tanto esperar el desenlace que no acababa de llegar. Es cuestión de grados y de mezidas, hay que ir templando. Gracias por llamar mi atención sobre este tipo de recursos literarios y experimentar por mi. Aprendo leyéndote.
    Un saludo.

    Escrito el 25 junio 2016 a las 12:47
  9. 9. Cryssta dice:

    Hola J. Davalillo, muchas gracias por pasarte por mi relato y comentar, con gusto te devuelvo la visita.

    Tu relato me ha gustado, aunque sea algo macabro, el amor es el amor.

    Como mejorable tengo poco que decirte pero algo:

    – la primera frase es muy larga, también lo es la que empieza por “Reviviendo la película…”

    – creo que es mejor decir “la lluvia caía inclemente”

    – dices cuatro veces “Don Miguel”, yo dejaría solo la primera y la última, ya se sabe de quién se está hablando

    – “incorporarse para ir hacia la puerta…” para no repetir “arse”

    – no entiendo eso de “corazón recrecido”

    Espero haberte servido de ayuda. Te deseo un feliz verano y espero leerte a la vuelta.

    Un abrazo

    Escrito el 27 junio 2016 a las 07:52
  10. 10. Caritobel dice:

    Hola J. Davalillo

    Gracias por haberte pasado por mi relato, muy contenta de que te haya gustado. He tardado tanto en devolver visitas por estudio y por haberme quedado sin internet por un desperfecto técnico que duró demasiado. Pero, aquí estoy.

    En cuanto a lo técnico, para agregar a los consejos sería:

    — Escribir el texto en párrafos separados. Una vez me lo recomendaron, y a partir de ahí no dejo de recomendar lo mismo. El análisis por párrafos separados se hace más fácil a la hora de leer el texto. Además estéticamente le ofrece a lo escrito un plus. Le quita esa sensación de aglutinamiento, de pesadez visual.

    —En la primera oración después de mesa de noche pondría una coma.

    —En la segunda oración del primer párrafo, en vez de utilizar la coma para separa el «sin embargo», utilizaría punto y seguido. Eso acortaría la oración. Ya varios te señalaron que las oraciones del inicio eran particularmente largas.

    — Algunas palabras que se repiten demasiado o seguido, y que empobrecen el texto exactamente por su repetición.

    Casa

    Viejo

    Puerta

    Cadena-Candado(si ajustas la idea no es necesario repetir cadena y candado tantas veces)

    Soledad/solitario

    Esposa

    Don Miguel

    Y (Unas 16 veces. Tengo mi propia lucha contra la «y»)

    — “Sentada sobre un mueble con el vestido color escarlata que tanto le gustaba permanecía la osamenta de quien alguna vez fuera su esposa”. Pondría coma después de «gustaba».

    —Hay muchos compañeros que no están de acuerdo con utilizar mucho los adverbios terminados en mente. Por alguna razón de estilo, consideran que empobrecen el escrito. Yo tengo una opinión diferente. Los adverbios son parte del lenguaje, y para mi, es valido utilizarlos. Sin embargo, sin abusar, con el justo equilibrio. Yo aquí vi algunos. Y por eso escribo esto. Para que lo contemples.

    En cuanto a contenido:

    Trama: Un anciano que parece tener un secreto que de alguna manera lo aflige, al saber que tal vez ese día morirá algunos recuerdos vienen a él y decide ver por ultima vez ese secreto escondido , que no es ni más ni menos que el cadáver de su esposa.

    Yo siento que el inicio de la historia es muy largo ybalgo lento, perdiendo mucho tiempo en las descripciones, y dejándole poco espacio a la acción. Además no es hasta el final que uno descubre cual es la motivación del anciano o qué es lo que lo aflige. Hasta ese momento hay mucho suspense pero nada relevante. Si hubiese colocado mas titubeo y dejado un poco más de lugar para el conflicto emocional que generara el «nudo» de la historia, hubiese sido más redondo todo. Es claro que la acción aquí pasa por lo interno del personaje, por eso digo que es ahí donde me resulta un poco más complejo discernir el problema que motiva al anciano.
    Puede ser una historia lúgubre, pero siento que le falta un ingrediente.
    Muchos este mes eligieron matar al anciano al final de la historia, lo que hasta ahora me resultó repetitivo, pero ese no es problema tuyo, sino una observación general.

    Opinión personal:
    No recuerdo haberte leído antes, porque a veces se me pasa ese detalle. Pero puedo recalcar de este texto que la escritura es sencilla y clara, sin enredos ni florituras. Sabes lo que querés decir y hacia donde querés llevar al lector y lo haces. Los detalles técnicos son leves, corregibles con facilidad. Así que vas por buen camino.

    Saludos, nos leemos la próxima.

    Escrito el 16 julio 2016 a las 19:08

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