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La Inesperada Historia del Abuelo - por David C.

El anciano encontró la llave en la pequeña y vieja taza que le había obsequiado su padre, antes de irse a la guerra. Caminando muy despacio por el reuma y otros males de la vejez, se dirigió a un viejo baúl.
Cinco niños sentados en círculo le esperaban. La niña menor, Fali, le observaba asustada. Nunca había visto el rostro de su abuelo tan triste y sombrío. Ella, hacía poco había peguntado a su abuelo si era cierto que antes los arboles hablaban.
Su abuelo la había mirado, su rostro sonriente había desaparecido. Después de un largo silencio, quito la pipa de su boca y se levantó a abrir ese sucio y viejo baúl.
Con dificultad, forzó el cerrojo con la llave, quizás ya oxidado por el tiempo, hasta que al fin, con sus manos temblorosas y un leve quejido, levanto la tapa. Sacó un rollo de papiro, y se dirigió al pequeño grupo de sus nietos inquietados por su repentino cambio de humor.
—Lifa mía —Dijo el abuelo —esto es algo les debí leer hace mucho tiempo. Es una carta de mi padre. —
Desenrolló el papiro y después de tragar una bocanada de humo de su pipa, comenzó a leer.

“querido hijo, han pasado quince años desde que salí con nuestro cacique ¡los Dioses bendigan su vida!”
“Ahora, estamos aquí; de regreso. El ejército más fiero del Saliente, en la primera colina de nuestro reino, impotentes ante lo que ven nuestros ojos.”
¡Oh hijo mío! Nunca pensé que nuestro viaje fuera en vano, y que nuestros propósitos se viesen burlados. Lo que debía convertirse en la celebración de victoria. Es ahora un gemir de derrota.”
“Mis ojos, secos por la ferocidad de la guerra; han roto en llanto. Mis rodillas, fuertes por el temple del combate; han temblado y flaqueado.”
“Estoy aquí de rodillas, junto a mis camaradas. Caímos, temblamos, lloramos.”
“Lo que nuestros ojos ven, duele más que dolor de los golpes. Arde más que las puntas de flechas.”
“Arde el pecho, conmueve el alma, cuando nuestros ojos ven esta barbaridad.”
“Hemos sido deshonrados del honor por el cual luchamos. Nuestra gloriosa consigna, ahora solo son palabras vacías.”
“Ese bosque, el bosque que tanto defendimos, ese bosque con árboles hermosos, frondosos y de voluntad propia, ha sido destruido. ¿Porque? ¡Hemos vencido al enemigo!” ¿Por qué no hay árboles?

El llanto del abuelo no le permitió seguir leyendo. Intentó detener su llanto nostálgico con un jalón a su pipa.
Los niños le observaban inquietos. Lifa observó a su hermana mayor Kani, con ojos sorprendidos como preguntando “¿Qué le pasa al abuelo?” y esta le observó como diciendo “cuidado con lo que dices niña”
Pero Lifa no se detuvo.
—Abuelo porque el bosque significaba mucho para tu padre? —
—Ese bosque —dijo el abuelo disimulando su angustia mientras jugaba con el humo de su pipa. —era sin igual. Eran arboles con verdadera vida. Eran parte de los habitantes de este reino. No eran como los comunes arboles de hoy. Podían mover las ramas y ayudarte a cargar. Tenía voces especiales y solían cantar canciones en el alba y al crepúsculo. Con ellos no existía la cosecha, ellos nos daban sus frutos, porque nos amaban, y querían congraciarse con nosotros. Podían moverse y emigraban de una parte del reino a otra. Pero si tratabas bien a un árbol, y le amabas, este podría decidir quedarse contigo. —
—Y que les pasó —pregunto Nani, el hermano gemelo de Lifa.
—los reinos del norte destruyeron sus árboles para vender la madera a los reinos del Poniente. Y querían venir a destruir los nuestros, al reino del Saliente. Nuestros padres lucharon quince años contra ellos y los vencieron.
— ¿Pero qué pasó con los arboles?— preguntaron Loni y Pesa al mismo tiempo.
—Yo… —dijo el abuelo con las manos temblorosas. Y cogió el rollo de papiro y continuó leyendo.

“¡oh hijo mío! Luchamos ferozmente contra nuestros enemigos. Esos desalmados que cortaron sus divinos y mágicos bosques. Y que pretendían cortar los nuestros.”
Y nosotros le hemos castigados por esa barbaridad. Los Dioses lo permitieron, por su gran insulto.”
“pero ahora, que estamos de regreso, no nos dignamos a caminar por esa tierra mancillada, con la conciencia burlada”
“pues nunca, ni en nuestros más remotos pensamientos y augurios, se no ocurrió, que nuestros verdaderos enemigos, eran ustedes, nuestros hijos.”
“Luchamos y vencimos a reinos, pero fueron ustedes nuestros hijos, que cortaron nuestros bosques, a los que tanto defendimos.”

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5 comentarios

  1. 1. Caritobel dice:

    Hola, David C. Soy una de tus vecinas de más arriba y vengo a cumplir mi deber como comentadora. Es la primera ve que te leo, así que, mucho gusto.

    Técnico:

    Primero te recomiendo separar con espacios bien definidos los párrafos para mejorar la visual y su interpretación. Esto agrega mucha prolijidad.

    A algunos verbos en pasado les falta tilde.

    Hay preguntas que las empezas sin signo y terminas con el signo. Hay en otras que directamente ni empezas ni terminas con los signos, y si que van.

    Los espacios de las rayas de diálogo están mal utilizados, igual que en algunas ocasiones esas mismas rayas están de más.

    En algunas ocasiones Tenés que empezar con mayúscula y no lo haces.

    Árboles va con tilde.

    Cuando decís “¿Porque?” es “¿Por qué?”

    Que cada frase de la carta este entre comillas resulta visualmente incómodo. Yo hubiese commilado el inicio y el final de toda la carta asi « », para evitar la repetición.

    Corregiría los signos de puntuación, sobre todo los de la carta, creo que algunos no están colocados correctamente. Por ejemplo: “Mis ojos, secos por la ferocidad de la guerra; han roto en llanto. Mis rodillas, fuertes por el temple del combate; han temblado y flaqueado”. Quitaría los punto y coma y los reemplazaría por coma solo.

    La palabra dioses es sin mayúscula.

    Hay algunas repeticiones bastante cercanas. Por ejemplo:

    Viejo/vejez/vieja

    Niña/niño

    Rostro

    “Y”, aparece como unas 25 veces.

    Repetis abuelo como siete veces.

    Repetís mucho el posesivo su/sus.

    Repetís varias veces seguida ojos. Los mismo pasa con bosque.

    Enemigos

    Hijos/hijo

    Pipa

    Reino/reinos

    Tenés 750 palabras para usar, que las repitas seguido y en demasía no queda bien. Podes optar por sinónimos.

    Algunas incoherencias, obviedades, cacofonías o inadecuaciones:

    “Deshonrados del honor”. Esta frase es incorrecta.

    “cantar canciones”. Una obviedad.

    ” Caímos, temblamos, lloramos.” Evitaría usar seguido verbos de esta forma. Además, es incorrecto poner el punto antes de cerrar comillas, siempre es después.

    “El ejército más fiero del Saliente, en la primera colina de nuestro reino, impotentes ante lo que ven nuestros ojos”. El sujeto es “el ejército” por lo que no es correcto poner “impotentes”, o sea, en plural.

    “hermosos, frondosos”. Una cacofonía.

    En varias ocasiones se te da por colocar los adjetivos antes del sustantivo. No me parece lo más indicado.

    Creo que hay una inadecuación en el uso del tiempo de algunos verbos, en particular de la carta. Hay acciones que las describe en presente y simultáneo, que no podría ser porque en el momento en que escribe esta haciendo eso, escribiendo. Ya no esta arrodillado en una colina, etc.

    Contenido:

    Entiendo que aquí hay dos historias: la del abuelo leyendo la carta a sus nietos, y lo que la carta relata en si misma; una guerra y una traición. Que sin embargo agrega mucha información innecesaria.

    Particularmente el tono y el estilo de la carta desentona con el ritmo de la historia, la veo con una expresión exagerada.

    No encuentro muy claro el hilo que conduce la historia del anciano. Tal vez sea por la manera en que usas la secuencia de acciones.

    Opinión:

    Creo que hay potencial en la historia. Pero la veo algo enredosa y con un ritmo denso. Complicada sin necesidad.

    Yo la reeditaría tratando de simplificar las ideas y oraciones. Para darle un aire fresco. La idea rectora me gusta.

    Espero que mis observaciones te sean de ayuda.

    Estoy en el relato 159, por si me querés leer. Saludos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 01:12
  2. 2. Noemi dice:

    Hola David, me fascina tu bosque, esos árboles maravillosos que no son ni mágicos ni están encantados, son reales para quienes saben mirarlos. Así ve un bosque quien realmente ama a la naturaleza. Además e la primera vez que encuentro un tema ecológico en el que se pone en evidencia, aunque sea una metáfora, la lucha y el esfuerzo de nuestros antepasados por defender sus bosques que ahora destruimos tan vergonzosamente. Me resulta muy original tu enfoque,porque bajo el velo del género fantástico muestras una problemática muy actual y le das una perspectiva distinta ¡felicitaciones!
    Otro acierto encuentro en el cambio de registro que usas para distinguir el lenguaje (cortado, casi arcaico) del pergamino en relación con el del resto del texto.
    El cuento está bien estructurado, el protagonista se destaca aunque yo dejaría en el anonimato a sus nietos porque la única que actúa es Lifa, los otros nombres solo hacen bulto. Es una opinión nada más.Como Caritobel parece que ya te ha comentado a fondo, yo solo quiero señalarte algún detalle que espero que te sea útil:
    En lugar de repetir usa pronombres;en lugar de “Su abuelo”usa él:”a su abuelo”: evita la repetición con un pronombre “le” así el texto también te quedará más ligero y fácil de leer lo mismo en “su llanto nostálgico” con “lo”; detenerlo.
    Bueno, eso es todo por hoy. Si quieres encontrarme estoy en el 69 Saludos y buena suerte.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 00:28
  3. 3. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola David, tu relato me ha parecido interesante por el mismo motivo que dice arriba Noemi, por ser la primera vez que leemos un tema ecológico en donde se enfrentan las distintas generaciones, ante la destrucción o la conservación de un bosque.
    Espero volverte a leer. Hasta pronto.

    Escrito el 30 junio 2016 a las 22:05
  4. 4. beba dice:

    Hola, David:
    Aunque no tienes muchos comentarios, el de Caritobel es tan exhaustivo que hace innecesario continuar buscando “detalles para mejorar”.
    Me gusta el tema que has abordado, pero creo que sobra en el desarrollo la relación del abuelo con los niños. Te sugiero mermar este aspecto lo más posible; con un solo nieto y directo al tema: “No gastes tanto papel; cada hoja es una rama menos en el bosque”; y luego, la carta.
    Con tan buen tema no dudo de que lograrás algo muy hermoso si pules el texto.
    Muchos saludos.
    (203)

    Escrito el 1 julio 2016 a las 19:21
  5. 5. David C. dice:

    Muchas gracias a todos por sus comentarios. Esta es la segunda ves que participo. Tomaré en consideración sus opiniones.

    Escrito el 3 julio 2016 a las 05:18

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