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El anciano y la llave. - por Autor

El anciano encontró la llave en la cerradura. A pesar del Alzheimer que lo acosaba recordaba bien no haberla dejado ahí, su nieta, pensó. Le encantaba escudriñar las historias que aquel baúl contenía. Sus mechones sobresalieron de un costado de la puerta el tiempo suficiente para verlos.

" Clara, ven acá, acércate" llamo el anciano. La niña apesumbro sus paso hacia el, cabizbaja, hasta quedar a tres pies de distancia.

"Solo quería ver una ves mas…" excuso la pequeña

"… tranquila, no te voy a regañar. ¿Quieres escuchar una historia?" dijo el anciano mientras tomaba un avión de papel dentro del baúl. La niña asintió. "Pues prepárate a volar" sentencio arrojando el avión sobre el aire.

El repiqueteo del motor anunciaba una terrible noticia, de aquellas que se saben aun cuando no han llegado. Tenia la decisión en mis manos, continuar hacia el campo de batalla o dar la vuelta hacia la seguridad de la base. Era nuestra primera oportunidad y quizás la única para demostrar de lo que éramos capaces, no solo esclavos, no solo negros. Incapaces genéticamente habían dicho, si fallábamos les daríamos la razón. No volvería atrás.

El cielo estaba atiborrado de nubes, en sobre manera hermosas, un autentico amanecer. El paisaje en si lo era, hasta que aparecieron. Ráfagas de balas volaron a mi costado hiriendo la cola del avión de mi compañero. El rojo se prendió en llamas y en un instante estallo. Me tranquilice al momento en que lo vi flotando sobre el aire, había alcanzado a salir, pero fue arrollado por uno de los nuestros.

La adrenalina se cirnio sobre mi. La ira me controlo. Tome el volante y me aparte del escuadrón hacia el enemigo que había producido la muerte a mi amigo. Solo escuchaba la voz de mi superior gritando: No desprotejas al bombardero, no desprotejas el bombardero. Hice caso omiso.

Presione el gatillo con furia. Toda la cabina vibraba, todo mi cuerpo en general, sobre todo mi corazón. No se si por la muerte de mi camarada o la muerte que yo produciría. El alemán atravesó el campo aéreo lejos de mi pero aun podía visualizarlo. Disparaba a consciencia de que las balas no lo alcanzarían pero tenia la esperanza. Era rápido y ágil, además de buen apuntador. Todo el tramo que lo seguí logro derribar a cuatro compatriotas mas, no eran negros, así que no me importaban mucho. Finalmente cometió un error que me dejo justo detrás de el. No me contuve de lejos, no lo haría de mas cerca. Volví a presionar el gatillo sin medirme pero apenas comenzaba cuando el piloto maniobro de forma extraña. Es como si se hubiese detenido en el aire, se alzo sobre mi y se posiciono justo detrás.

Cuando un hombre lleva la ventaja sobre cualquier cosa tiende a confiarse que al final lograra aquello que pretendía. Yo me confíe, creí que lo derribaría. El repiqueteo se hizo mas notorio, un denso humo comenzó a obstruir mi visión y sin darme cuenta comencé a descender. No se lo que ocurrió con el alemán, a decir verdad, no se lo que ocurrió con todo mi escuadrón durante esa batalla. Lo único que me preocupaba en aquel momento era en salir con vida de aquella situación, de al menos volver a elevarme para seguir luchando y si tenia suerte, morir en medio de aquella guerra.

Divino creador que escucho mi suplica. El repiqueteo se detuvo. El humo se detuvo. La visión del paisaje volvió a mi y vi calma. Nada mas que calma. No había bombarderos que proteger, ni compatriotas a los que defender, no había negros con los que morir, ni alemanes a quienes derribar. No había balas, ni fuego, no había explosiones, ni muerte. Calma. Continúe el camino hacia donde creía era la guerra pero no la encontré. Para el atardecer, después de muchas horas de vuelo, la gasolina termino por agotarse, volví a descender hacia el ancho mar pero mientras lo hacia contemple aquel hermoso paisaje, las blancas nubes del amanecer ahora estaban envueltas en carmesí, por sol obviamente, pero me recordó a la sangre derramada por los hombres valientes que estaban dando su vida por el país. País que aun dudaba que fuésemos humanos.

Por fortuna querida mía, esas cosas ya han pasado. Disfruta y vive, haz valer los derechos que costaron sangre a tus antepasados. Vive y disfruta.

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7 comentarios

  1. 1. Anna Trejo M dice:

    Autor:
    Tu forma de narrar me ha parecido muy interesante desde que comencé en esto, no obstante, debo destacar que tienes unos cuantos errores ortográficos.

    No permitas que cosas así opaquen tu intensidad narrativa.

    Nos leemos.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:12
  2. 2. beba dice:

    Hola, Autor: Gracias por tu visita y comentario. Tu historia es muy descriptiva y dinámica. Me parece que la introducción es un poco ajena a la historia en sí; casi como un pretexto para cumplir el reto. Como te señalaron hay errores como la falta de acentos en verbos agudos. En cuanto a la adrelina no se cierne (desde fuera), sino que impulsa (desde dentro); revisa también la conjugación de “cernir”Adelante.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 23:55
  3. 3. GAIA dice:

    Hola Autor, muy buen cuento. Coincido con los compa♠eros en cuanto a la ortografía, lo demás, muy buena historia

    Escrito el 18 junio 2016 a las 02:06
  4. 4. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Autor:
    Coincido con los demas en sus comentarios, tanto en los acentos como en algun fallo ortografico -es “a conciencia”, no “a consciencia”- como tambien en el inicio, que parece un pretexto.
    Nos leemos!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 12:06
  5. 5. Escorpión dice:

    Mi saludo Autor.
    Interesante historia me cuentas. En lo personal la iniciaría desde: “el repiqueteo del motor anunciaba”. Tienes que revisar la ortografía, encuentro muchos errores.
    El final lo dejaría donde dice: “estaban dando sus vidas por el país”.
    Me llama la atención que entraste como en un agujero gusano, porque estás en plena batalla y de súbito aparece la calma.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 19:10
  6. Hola Autor:
    Coincido con los otros compañeros en que es una historia bonita pero con varias faltas. Yo creo que te ha faltado un último repaso. El párrafo “el cielo estaba atiborrado de nubes…pero fue arrollado por uno de los nuestros” es un poco confuso. También en la frase “Lo único que me preocupaba en aquel momento era (en) salir con vida de aquella situación, (de) al menos volver a elevarme” sobran las preposiciones entre paréntesis.
    En el final tampoco tiene sentido el cariz político o democrático que quieres darle, y sobre el título, pienso que lo has encajado en una historia que ya tenías hecha. Espero haberte ayudado, no hay otra intención. Sigue escribiendo y nos volvemos a leer.
    Gracias por pasarte por mi relato, el 201
    Un saludo

    Escrito el 21 junio 2016 a las 12:51
  7. 7. Amanda Quintana dice:

    Hola Autor, gracias por comentar mi relato. En el tuyo encontré una historia que bien pudo ser de la segunda guerra, que ya de por sí tiene un alto contenido emocional para muchísima gente. Describís una situación caótica de muerte y peligro por todos lados y lo hacés bien, al menos a mí me ubicaste en medio de un tiroteo salvaje.
    Con respecto a las formas, hay algunos errores de ortografía como también algunas sugerencias que servirían -a mi forma de ver- la narración. Por ejemplo en el comienzo pones “…o haberla dejado ahí, su nieta, pensó. ” Después de “ahí” podría ir un punto y coma que indica que el comentario del narrador termina para dar lugar al pensamiento del anciano, quedaría así: “…o haberla dejado ahí; su nieta, pensó. ” De todas maneras es una sugerencia, nada más.
    Gusto en leerte, besos

    Escrito el 22 junio 2016 a las 14:47

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