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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El cofre con incrustaciones de nácar - por Isan

El anciano encontró la llave en el chambergo, perdida en un pliegue del fondo del bolsillo. Sus dedos, más en un acto reflejo que en un deseo, acertaron a cogerla. Con la misma aparente indiferencia con que la sacó, la dejó encima de la cómoda junto a un cofrecillo de caoba adornado con incrustaciones de nácar y la inscripción «para que no me olvides».

Una tarde, recién estrenado el otoño, se presentó en recepción con la única compañía de un cabás de piel repujada, bastante maltratados ambos por el trajín de una vida azarosa; depositó una libreta de ahorro en el mostrador y dijo: «hasta que llegue». Desde entonces jamás se le oyó una conversación ni una frase que contuviera más de tres palabras. Los monosílabos o un gesto conciso eran su forma de comunicación. Nunca hizo una llamada de teléfono ni recibió visitas. Las únicas salidas fuera de los muros del recinto eran al jardín, donde pasaba buena parte de la mañana en un banco cercano a la fuente, al que el personal llamó «el banco de Demetrio». Sumido en su mundo interior, permanecía casi inmóvil, voluntariamente ausente de aquella falsaria realidad.

De la vida del anciano antes de entrar nadie tenía referencia. Era un enigma celosamente guardado, objeto de especulaciones entre el personal., hasta que, poco a poco, dejó de interesar. No se le conocían aficiones ni habilidades, defectos o virtudes. Hace tiempo que en sueños no pronunciaba el nombre de Amanda, ni evocaba viajes y proyectos que dieran luz en su pasado. Los medicamentos narcotizaron las pesadillas o, quizás, estos recuerdos, hartos de repetir cada noche igual rutina, quedaron acallados para que mente y cuerpo descansaran.

El tiempo, que no tiene alma ni sentimientos, es inexorable y cruel. El paisaje interior de Demetrio cada día era más desolador. Una mezcla de confusas imágenes y vanas ilusiones llenaban la memoria. Sus esperanzas se habían trocado en decepción o, simplemente, desaparecieron.

Tal vez no recordaba, pero llevaba la historia de su vida escrita en el cuerpo. Las pesadumbres soportadas fueron dejando una huella imposible de borrar. Los ojos ya no tenían la viveza que siempre muestra la persona con inquietudes. Quién sabe qué escondía cada una de sus arrugas. Qué de las afrentas que la vida había ido esculpiendo en el rostro como un reguero de lunares. Las venas parecían huir de unas manos que no lograba controlar. La cara consumida, sienes hundidas, pómulos salientes y labios amoratados, hace tiempo que estaban pidiendo a gritos a la flaca que se lo llevara al baile.

Aquel día no pasó por la habitación contigua para empujar la silla de ruedas de su vecino hasta el comedor. Se incorporó tarde a los rituales diarios en los que siempre participaba más por inercia que por convicción, manteniéndose distante tanto de sus compañeros como del personal. Pasó las sesiones matutinas de terapia limitándose a presenciar cuanto allí acontecía. Miraba, esbozaba una leve sonrisa que más parecía de compromiso o un ademán que no llegó nada. De la comida apenas tomó unas frutas y algún zumo. El resto de la tarde deambuló por los pasillos, solo como siempre, hasta que las luces de la noche le encontraron en el banco junto a la fuente anunciándole el final del día.

Recluido en su habitación, se acercó decidido a la cómoda y tomó la llave. Con el tembleque que arrastraba hace algún lustro y el añadido por la emoción del momento, a duras penas consiguió abrir el cofre. La misma rutina que tantas veces había repetido, hizo que acertara a sacar una foto ajada y manoseada donde, muy difuminada, se adivinaba el contorno de una figura. Entre tanto una musiquilla de sonido metálico y cansino, salía del estuche desgranando una balada: «Para que no me olvides, ni siquiera un momento…” De sopetón los recuerdos que siempre albergó y reposaban aletargados, se mostraron nítidos. Todas las lágrimas que tenía guardadas salieron y volvieron a dar el brillo que otrora tuvieron sus ojos; llenaron los surcos de la cara, pareciendo por unos instantes como si la piel tomara la lozanía de antaño. En un instante de lucidez, sabedor del estrago que soportaba, fue consciente de que no era posible echar marcha atrás, ni de que su cuerpo podría soportar más espera.

A la mañana siguiente lo encontraron al pie de la cama, con el chambergo puesto y el cabás de cuero a su lado. En el puño, la foto de Amanda y en su rostro el reflejo del sosiego.

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38 comentarios

  1. 1. beba dice:

    Hola Isan: Me gustó tu historia; una delicada prosa poética con bellas y originales imágenes.El argumento no presenta mayores incógnitas, pero cada escena está impregnada de nostalgias y anhelos de reencuentro. Construcción hábil y elegante. So!o puedo señalarte dos errores:no era posible echar marcha atrás, Y(no “ni”) de que su cuerpo NO podría… La otra observación es el uso de”pareciendo”; sería más correcto usar un ; y expresar: “parecía como si la piel…”

    Escrito el 17 junio 2016 a las 21:13
  2. 2. Isan dice:

    Gracias Beba por tu comentario favorable y por tus correcciones.
    Saludos.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 08:32
  3. 3. Otilia dice:

    Kaixo Isan eta eskerrik asko,
    Gracias por leer y comentar mi relato del mes pasado. Gracias por los elogios inmerecidos pero que motivan a seguir escribiendo.
    Tienes razón con los signos de puntuación, son mi asignatura pendiente, bueno, una más.
    He leído tus relatos, con”Bendición urbi…” me reí unas cuantas veces, con Ratzinger, el coro de negros,…muy bueno.Valoro mucho ser capaz de producir una sonrisa. Felicidades.
    El de este mes como tu dices es más nostálgico, la premisa del anciano nos llevaba a ello. Me gusta, se lee con fluidez y es muy poético.
    En cuanto a la forma, ya te han comentado los pequeños errores.
    Buen trabajo. Saludos

    Escrito el 18 junio 2016 a las 09:46
  4. 4. earendil dice:

    Hola, Isan.
    Menudo cambio de escenario del mes pasado a este.
    Está claro que tus habilidades literarias son capaces de transportarnos de las situaciones más caóticas e hilarantes, a las más tristes y empáticas.
    El lenguaje muy cuidado y sin faltas de ortografía. Destacaría el aire poético con el que nos has llevado al final de tu historia que, aunque se veía venir, la has pintado con suaves tonos nostálgicos.
    Te felicito por tu trabajo. Enhorabuena.
    Nos leemos.
    Un saludo.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 16:39
  5. 5. Isan dice:

    Hola Earendil:

    Quería cambiar y la propuesta de este mes se prestaba a ello. Lo tuve claro desde el principio y no quise explorar otras opciones aunque resultase muy tierno.

    Gracias por leerme y, sobre todo, por el comentario tan favorable.

    Te prometo visitarte cuanto antes.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 18:27
  6. 6. charola dice:

    Hola Isan! Un bello texto, tierno, triste, poético. Me gustó. Solo vi un pequeño desliz con las comillas al final en este párrafo y también el punto seguido antes del “De”:
    «Para que no me olvides, ni siquiera un momento…” De sopetón…
    Quizás le faltó el conflicto a tu relato, pero la construcción de este ha estado muy bueno.
    Enhorabuena!
    Te invito a leer mi relato 176.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 06:01
  7. 7. Isan dice:

    Saludos Charola:

    Tienes razón, me dí cuenta de la errata de las comillas al verlo publicado. Respecto al conflicto, no es algo que me obsesione más que el estilo y la forma, aunque comprendo que todos los manuales dicen que si no hay conflicto no hay historia. De todas formas creo que el conflicto subyace: Hay una llave y un cofre y se puede intuir que en algún momento lo abrirá, ya lo anuncio cuando digo que lo deja al lado con APARENTE indiferencia. Bueno, esa era la idea.

    Gracias por los halagos. En cuanto pueda te visito.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 11:31
  8. 8. Saldivia dice:

    Hola isan. Logras crear una atmósfera muy precisa para imprimir al relato la desolación y abandono en que Demetrio deambula por su vida, como tantos ancianos cuyo único afecto se va, y quedan a la deriva, incapaces de conectar emocionalmente con nada excepto sus recuerdos.

    El uso de palabras como “chambergo” y “cabás” le imprime un regusto antiguo, casi rancio, que va de maravilla con el relato; muy bien logrado el manejo de términos en esta congruencia. Eso es también válido para el nombre “Demetrio”, que al menos en mi contexto ideoléctico suena a anciano inevitablemente.

    Un relato perfecto para esta tarde lenta y lluviosa en mi ciudad, me ayuda a dejarme invadir por ramalazos de nostalgia.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 22:13
  9. 9. Isan dice:

    Hola Saldivia.

    No te imaginas lo mucho que me alaga este comentario y más viniendo de ti. Así que me voy a la cama feliz y contento.

    Te prometo devolverte la visita en cuanto pueda.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 00:27
  10. 10. Jvelezalarcon dice:

    Hola Isan. Me ha encantado tu relato. Yo soy nueva en esto y aunque me encanta la lectura no tengo el Criterio para comentar sobre la escritura misma. Me ha encantado esta frase: “el tiempo que no tiene alma ni sentimientos…” Creo que refleja perfectamente al anciano. Felicitaciones!
    Si quieres leerme en el 88 y darme tus comentarios te lo agradecería. Un abrazo !

    Escrito el 20 junio 2016 a las 18:31
  11. 11. Isan dice:

    Hola Jvelezalarcon:

    Me alegro que te haya gustado. Que te guste la lectura es lo más importante, así que ya lo tienes todo. Lo demás irá viniendo poco a poco, supongo, por que yo estoy exactamente igual que tu. Criterio tenemos todos, lo que puede que falte sea el hábito de comentar, criticar o analizar un texto ajeno, pero, también lo supongo, se adquiere con la adquisición de ciertas habilidades que dan la práctica.

    En cuanto pueda me paso por el jardín de tu anciano.

    Un saludo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 22:39
  12. 12. Juana Medina dice:

    Hola Isan,
    Desde el mes pasado me había propuesto seguir leyéndote porque más allá de los errores, distracciones, o apuros, tus temas son interesantes y muy ricos. No soy buena para andar marcando errores a no ser que sean muy burdos y entorpezcan la lectura. No es el caso.
    Enhorabuena. Nos leemos, (Si te interesa ando por el 106)

    Escrito el 22 junio 2016 a las 17:35
  13. 13. Isan dice:

    Hola Juana:

    Te devolveré la visita cuando pueda a ver qué me depara la noche.
    Un saludo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 22:57
  14. 14. Grumete dice:

    Hola Isan.

    En el primer «para que no me olvides»,me vino a la cabeza la canción. Me encanto tu forma de escribir,las descripciones de cada cosa es como si lo estuvieras viendo,te metes en la piel del anciano.

    En cuanto al relato,me encanto.Me parece que es una historia muy tierna y triste a la vez ,y lo reflejas muy bien.Por poner un pero,me falto que le pasara algo al anciano.Desde mi humilde opinión de lector.

    Felicidades por un gran trabajo y muchas gracias por pasarte por mi relato.

    Saludos,nos leemos.

    Escrito el 23 junio 2016 a las 22:52
  15. 15. Isan dice:

    Hola Grumete:

    Gracias por comentar. Me alegro que te haya gustado. En cuanto al final, lo dejé intencionadamente abierto para la interpretación del lector.

    Un saludo.

    Escrito el 24 junio 2016 a las 08:29
  16. Hola, Isan.
    La impresión que tengo después de haberte leído es que escribes de una forma muy correcta. Sabes escribir. La historia refleja el día a día de un anciano abstraído en sus pensamientos, con mucha vida encima, con mucha experiencia y cansado de todo. Tal vez lo que desea es liberarse de esa vida monótona y sin sentido que le toca soportar. La llave que encontró sin buscarla le lleva a recuerdos pasados y seguramente esos recuerdos son los que lo hacen morir en paz. Es un argumento plano. Es el retrato de la vivencia de un anciano. Pero está muy bien narrado.
    En cuanto a la forma, señalaré algunas cosas que son o no son importantes, depende de cómo se mire.
    “Una tarde, recién estrenado el otoño, se presentó en recepción con la única compañía de un cabás de piel repujada, bastante maltratados ambos por el trajín de una vida azarosa;”
    En esa frase cuando dices “bastante maltratado ambos”, te refieres al anciano y al cabás. Me perece que no debería situarse en el mismo plano un objeto material y una persona, los maltratos son de diferente naturaleza.
    “Hace tiempo que en sueños no pronunciaba el nombre de Amanda…” En toda la narración utilizas el tiempo pasado y aquí utilizas el presente. Sucede dos veces. Creo que debería de haber uniformidad en los tiempos verbales, aunque tengo la duda de si lo has hecho de manera consciente, como una manera de llamar la atención del lector.
    En esta frase al mencionar a Amanda creo que muestras demasiado pronto el secreto del anciano. Tal vez habría más misterio si no mencionares el nombre hasta el final, como en efecto haces.
    “Miraba, esbozaba una leve sonrisa que más parecía de compromiso o un ademán que no llegó nada.” Esta frase no la entiendo.
    “De la comida apenas tomó unas frutas y algún zumo.” Das a entender que tenía varios zumos para escoger y tomó uno. ¿Es así o quieres decir que tomó un poco de zumo?
    “Con el tembleque que arrastraba hace algún lustro.” Tal vez hubiera quedado mejor diciendo “hace lustros”.
    Te he querido señalar esas inquietudes que son las que me han llamado la atención en el aspecto negativo. La mayoría son subjetivas, lo que quiere decir que de pronto otro lector no lo ve como yo lo veo. Pero te he querido dar mi opinión. En conjunto la narración merece un aplauso.
    Felicidades.

    Escrito el 25 junio 2016 a las 21:22
  17. 17. Isan dice:

    Mola Manuel:

    Gracias por pasarte y por el análisis tan certero que has hecho y acepto encantado. En la frase que te genera duda, me imagino que en las sesiones de terapia ocupacional se hacen ejercicios, se responde o se canta y ese día se limitó a mirar. Respecto a los zumos supuse que habría varios. Peccata minuta.

    Un saludo.

    Escrito el 26 junio 2016 a las 10:15
  18. 18. Marazul dice:

    Hola Isan:
    Quiero expresarte mi enhorabuena por tu excelente relato Isan. Haces una buena descripción física y psicológica del personaje y la explosión emocional final es magnífica.
    Hacía mucho que no veía las palabras “chambergo” y “cabás”. Con tu prosa nos describes el mundo interior de Demetrio, con sus silencios y recuerdos. Tu relato es intimista, con algunas expresiones muy acertadas: “el tiempo que no tiene alma ni sentimientos….”
    Me ha gustado su lectura. Un saludo

    Escrito el 30 junio 2016 a las 12:12
  19. 19. Isan dice:

    Hola Marazul:

    Gracias por tu visita y más por tu comentario que, naturalmente, me alaga más de lo merecido.

    Hasta la próxima.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 08:05
  20. 20. Algocar dice:

    Hola Isan:

    Un relato fantástico, me ha encantado, como bien apuntan los compañeros, lleno de nostalgia.

    Una historia muy bonita, felicidades.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 18:14
  21. 21. Isan dice:

    Gracias Algocar, en cuanto pueda te devuelvo la visita.

    Un saludo.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 20:31
  22. 22. Isan dice:

    Bueno Algocar, veo ahora que ya pasé por tu relato y lo comenté.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 20:33
  23. 23. merchylam dice:

    Hola Isan,
    Disculpa el retraso en venir. Ya por fin estoy de vacaciones y tengo más tiempo.
    Ya algunos compañeros te han señalado detalles de forma. No me repito y te cuento lo que he visto yo.
    -“de aquella falsaria realidad” Imagino que quisiste poner falsa
    -” entre el personal., hasta que, poco a poco” . Entre personal y hasta hay un punto y una coma. Detalle minúsculo.
    -“Los ojos ya no tenían la viveza que siempre muestra la persona con inquietudes” Esta frase chirría un poco. En cualquier caso sería UNA persona con inquietudes no LA.
    Yo me pensaría si no tendría ya la viveza y expresión de la juventud, y no una persona con inquietudes. Dale una vuelta si quieres.
    – “El resto de la tarde deambuló por los pasillos, solo como siempre, hasta que las luces de la noche” Falta una coma después de solo.
    El relato esta bastante bien narrado y tiene un deslizar suave pero en cuanto a la estructura la introducción es muy larga, muy densa, y prácticamente no tiene nudo y acaba en una desenlace previsible.
    Yo creo que la estructura no te ha salido y no quiero que te desanimes por ello, de hecho a mi me ha ocurrido varias veces. Demetrio Vert, un compañero de Literautas, analiza muy bien la estructura de los relatos. Si quieres pásate por él porque a mi me estuvo corrigiendo varios relatos en ese sentido y se aprende un montón. Incluso en el de este mes también me ha comentado cosas al respecto.
    Lo que te quiero decir, es que una cosa es que esté escrito formalmente bastante bien, con fallitos de nada y que se perciba esa sensación de devenir, e incluso de ir abandonándose con una prosa, con poca cosa que pulir, trabajada….Y otra cosa es lo que se nos pide aquí. Un relato, que al margen de que esté bien escrito, debe tener una presentación, un nudo y un desenlace, con el agravante añadido de las 750 palabritas. Y en ese sentido hay una introducción excesiva, casi hasta el final, sin nudo o conflicto porque ya ha sucedido, él anciano ya se ha abandonado,(en el hipotético caso de que sea eso) y con un final sin giro, muy predecible.
    En definitiva, eso hace que decaiga la atención.
    Isan no te tomes a mal mi comentario. Al contrario, a mi me ha pasado también, y es cuestión de estar dale que te pego hasta que sale.
    Nos leemos a la vuelta.Un abrazo

    Escrito el 8 julio 2016 a las 18:39
  24. 24. Frida dice:

    Hola Isan, me ha encantado el relato. La narración es muy poética. Consigues crear un ambiente donde el olvido y el drama de llorar lo perdido, van unidos de la mano. Es una atmósfera que una inmediatamente respira al entrar en una residencia llena de ancianos, de recuerdos perdidos en el tiempo pero no olvidados. Te felicito, no solo por la calidad de la narración, sino por ese saber reinventarte y la capacidad que tienes de pasar de un extremo a otro a la hora de contar historias.

    Escrito el 14 julio 2016 a las 22:35
  25. 25. Isan dice:

    Hola Merchylam:

    Cómo iba a tomarme a mal tu comentario, todo lo contrario, porque aciertas en las correcciones que las acepto. Pero, sobre todo, estoy encantado con el comentario sobre ese fondo que me falta. Me falta en este y en los cinco o seis que he enviado a este taller. Es algo que debo trabajar ya que nunca le he dado importancia.
    Así que te estoy muy agradecido que te hayas tomado la molestia de analizar el texto y de darme una buena lección de como mejorar. Creo que has hecho un buen trabajo que nada tiene que ver con aquellos comentarios que, a veces, se leen por aquí, tipo me ha encantado y que, aunque sea cierto, no aportan realmente nada para la valoración y mejora.
    Así que reitero mi agradecimiento.
    Un abrazo.

    Escrito el 16 julio 2016 a las 12:10
  26. 26. Isan dice:

    Hola Frida:
    Muchas gracias por tus halagos excesivos que, naturalmente, los recibo con mucho gusto, sobre todo viviendo de ti y que me ayudarán a esforzarme más.

    En su día busqué tu relato, porque estás entre mis fijas para comentar, y no lo encontré, tampoco ahora. Así que si lo tienes indícame por favor el número.

    Hasta el próximo curso.

    Escrito el 16 julio 2016 a las 20:39
  27. 27. Sara dice:

    Hola Isan:

    Todavía estoy tarareando la balada “para que no me olvides” que le va al relato de maravilla. Un texto que trasmite melancolía pero, a la vez, una profunda ternura. No sabría dónde sacarle alguna pega, yo no he visto nada que desentonara porque no soy buena correctora y porque me he dejado llevar por la estupenda forma en que has narrado, pero Merchylam ha hecho un buen análisis.

    No sé si vas a presentar un relato para la publicación. He repasado los seis que has enviado:El Lápiz Mágico, El espejo y el bosque, El último beso, La Luna, con museo y arena y el anciano encontró la llave. Este último es el que más me ha gustado junto con el espejo y el bosque.

    Saludos.

    Escrito el 19 julio 2016 a las 10:11
  28. 28. Isan dice:

    Hola Sara:

    Gracias por pasarte y porque te ha gustado. Te agradezco que te hayas molestado en repasar mis relatos y la sugerencia que me haces respecto a cual te ha gustado. Ya he enviado uno.

    Un abrazo.

    Escrito el 19 julio 2016 a las 17:32
  29. 29. JORGE BLANCO dice:

    Hola Isan:

    Te voy a dar mi sincera opinión. ¿Qué nos cuentas en este relato? Nada. Que el anciano está cada vez peor y la va a palmar. Eso se ve desde el principio. ¿Está bien escrito? Sí, está fenomenal. No tiene faltas de ortografía ni de sintaxis, empleas un rico vocabulario, sabes conjugar magníficamente las palabras para darles el sentido apropiado y sabes tocar la fibra sensible de quien te lea e imprimir un tono poético, aunque a algunos puede parecer demasiado sensiblero. Esto no es suficiente. Aunque este relato esté por encima de bastantes de los presentados, creo que tienes capacidad para más y se te debe exigir. No sorprende. No le encuentro una estructura potente de relato: inicio, nudo y desenlace.

    Que conste que yo no sabría hacerlo mejor, pero el relato que analizo es el tuyo. No te lo tomes a mal, me ha gustado un montón. Me ha parecido muy musical aparte de por la balada que citas, que también lo complementa de maravilla.

    Saudos.

    Escrito el 20 julio 2016 a las 21:00
  30. 30. Isan dice:

    Hola Jorge:

    ¡Cómo me alegra tu comentario! Te lo digo sinceramente, precisamente por ser sincero y por lo que dices. Las alabanzas gustan, pero las críticas enriquecen. Hasta ahora mi pretensión ha sido ser estéticamente correcto. En este relato no pretendía decir nada más que no fuera consecuencia de la ancianidad. Solamente mencioné el recuerdo de una persona. Me interesaba la forma, cómo lo decía. Lo de sorprender, junto con otras asignaturas pendientes, ya lo iré trabajando. Con todo, yo creo que se adivina una intención con la metáfora de la llave, que no solo abre un cofre sino unos recuerdos. Esta idea la he visto profusamente en este mes.

    No he visto que escribieras este mes, así que no puedo hacerte crítica. Te vuelvo a agradecer tu comentario.

    Un abrazo.

    Escrito el 21 julio 2016 a las 19:17
  31. 31. Don Kendall dice:

    Hola Isan,
    No había leído tu trabajo, hasta que vi el comentario que hiciste al que yo había escrito. He leído todos los comentarios que hay hechos. Hay aportaciones interesantes, sobre lo meritorio del escrito, que comparto y hay alguna cuestión en la que no estoy muy de acuerdo. Empezaré por lo que menos me convence, con tu permiso :
    Me parece que te quedó un hermoso relato fallido. Nos sucede a menudo cuando disfrutamos escribiendo y nos revolcamos de satisfacción en lo que vamos escribiendo 😉
    En mi opinión, despreciable como es sabido, el error estuvo en elegir un narrador omnisciente que lo sabe todo. El riesgo de un narrador de estas características es que a la que te descuidas toma el rol, no solo del autor/a implícito ( en este caso tú escribiendo este relato en concreto), si no que se extralimita hasta tomar el rol del autor empírico (tú como escritor/a que come, bebe y pasea además de escribir cosas).
    Una historia intimista tal como la presentas podría ganar mucho si el punto de vista del autor implícito ( recuerda, tú contando esto ahora)queda soportado por un narrador testigo, por ejemplo. Así en los tres primeros párrafos, el lector (tanto el implícito como el empírico) van alegres y confiados hasta :

    De la vida del anciano antes de entrar nadie tenía referencia. Era un enigma celosamente guardado, objeto de especulaciones entre el personal., hasta que, poco a poco, dejó de interesar. No se le conocían aficiones ni habilidades, defectos o virtudes

    .
    A partir de este momento el narrador se coló y quedasteis confundidos uno con otro, tú como autor y como narrador. Y eso llena de ñoñez a un relato que en sí es fuerte y desgarrador porque intenta mostrar que el final es solo eso, una ceremonia con un único protagonista sin recuerdos, solo con olvidos. Hay lectores que se pueden sentir incómodos con ese giro.
    Eso de : “En un instante de lucidez, sabedor del estrago que soportaba, fue consciente de que no era posible echar marcha atrás, ni de que su cuerpo podría soportar más espera “, solo lo puede decir un narrador tramposo que se la empaquetó a un autor confiado jeje.. (es una forma de expresarme que espero entiendas como charla distendida con cerveza incluída).
    En esa línea, no se entiende como ese “sabelotodo” que elegiste para narrador , acaba diciendo

    “A la mañana siguiente lo encontraron al pie de la cama, con el chambergo puesto y el cabás de cuero a su lado”

    .
    ¿Qué hay de raro?. ¿No se había acostado?¿estaba muerto? ¿sentado?¿haciendo flexiones?.
    En resumen, me gustó mucho tu relato, sobre todo porque es muy sugerente y agradecido a poco que ciñas a tus narradores si no quieres que traicionen tu punto de vista.
    Un abrazo
    DK

    Escrito el 29 julio 2016 a las 18:17
  32. 32. Isan dice:

    Hola Don Kendall:

    Me gustaría que todas las opiniones “despreciables” fueran tan cualificadas como la tuya.

    Estudiaré el papel del narrador ya que, hasta ahora, he funcionado más por intuición que por conocimiento.

    En cuanto a los interrogantes que transcribes, debo entender que lo raro es que el párrafo lo escriba un narrador sabelotodo. Supongo que realmente no me lo preguntas. Simplemente me pareció que quedaba mejor ese final sin definir totalmente.

    Agradezco tu valiosa aportación. La próxima vez lo trabajaré con más esmero.

    Escrito el 29 julio 2016 a las 20:46
  33. 33. José Torma dice:

    Que tal Isan, un gusto recibir tu visita y tus comentarios a mi texto.

    Llego tarde y me parece que en forma y contenido te lo han dicho y apuntado todo. A mí, me queda ese sabor tristón que también quise imprimir al mío y que como bien comentas, nuestros textos son, si no hermanos, si primos hermanos, ambos retratamos el final de una vida, triste y solitaria en el que una fotografía logra ser el salvoconducto para avanzar a lo que siga.

    Esa prosa larga, que a veces llaman poética, es más difícil de lo que la haces parecer aquí y creo lo tienes muy claro. Está muy logrado el estado de ánimo del anciano que ya no encuentra motivos, aparte de que su mente ya no le ayuda.

    Pienso que fue a posta hacerlo tan sombrío y darnos al final ese rayo de luz que espero a todos nos esté esperando al final del camino.

    Te reitero mi agradecimiento a tus comentarios y espero seguirnos leyendo en futuros talleres.
    Felicidades.

    Escrito el 1 agosto 2016 a las 19:55
  34. 34. Tatei Jautze dice:

    Hola Isan:
    El relato tiene una frase de capital importancia, es la siguiente: “depositó una libreta de ahorro en el mostrador y dijo: «hasta que llegue».” Esta frase debería de tener un poder tremendo, tendría que pegar tan duro como el asteroide que provocó la extinción masiva de dinosaurios en el planeta tierra, pero desgraciadamente tiene una “pequeña” falta de ortografía que hecha al traste todo. Debería de decir: “depositó una libreta de ahorro en el mostrador y dijo: «¡hasta que llegué!».”, hace falta una pequeñísima tilde sobre la última letra e y quizás unos signos de exclamación.
    De la manera en que está escrita, se me figura que Demetrio ha llegado a una oficina de correos y está pidiendo que la libreta de ahorro llegue a algún destino…

    Escrito el 4 agosto 2016 a las 18:05
  35. 35. Isan dice:

    Hola Tatei Jautze:

    “hasta que llegué”. Es una frase que me gusta. Suena bien. Supongo que es argentina, pero desgraciadamente no conozco esa forma de hablar y, por tanto desconozco su significado, y mira que lo siento. Así que es difícil que yo ponga algo que ignoro. Para mí la frase está correctamente puesta:”hasta que llegue”. El significado que le doy es el siguiente: El anciano quiere recluirse en un asilo. Tiene dinero en su Libreta de Ahorro (me lo imaginé con mucho). Con esa expresión quiere decir que quiere estar en el asilo hasta que le lleguen sus ahorros. En los asilos es frecuente que se queden con las pensiones o propiedades de los ancianos a cambio de su ingreso indefinido.

    Lamento que la interpretación que has hecho no se ajuste a mi intención, lo cual da a entender que algo hice mal. Te agradezco el interés que te has tomado en leer y analizar mi relato. Te prometo que en cuanto pueda leeré el tuyo y lo comentaré.

    Un saludo.

    Escrito el 4 agosto 2016 a las 19:44
  36. 36. Isan dice:

    Hola de nuevo Tatei Jautze:

    No he localizado tu relato, así que supongo que, o no existe, o está con otro nombre. Así que no puedo comentarlo a no ser que que digas qué número tiene.

    Escrito el 4 agosto 2016 a las 19:53
  37. 37. Tatei Jautze dice:

    Hola Isan:
    Yo soy de México y hace apenas unos dias que conocí este taller y han estado de vacaciones durante todo este tiempo, por lo que no he podido participar con ustedes enviando algún texto además de mis comentarios. Tengo muchas ganas de compartir con ustedes.

    Escrito el 8 agosto 2016 a las 15:40
  38. 38. Isan dice:

    Hola Tatei Jautze:

    Después de investigar sobre tu nombre, conocí la procedencia mexicana del mismo.

    Respecto a la participación creo que es en octubre cuando de se reanuda el envío de textos. No obstante puedes seguir leyendo y comentando, en esto no hay vacaciones.

    Un saludo.

    Escrito el 9 agosto 2016 a las 12:54

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