Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La llave - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

El anciano encontró la llave en el bolsillo oculto de su túnica. A pesar del tiempo que llevaba allí, la llave seguía teniendo aspecto de nueva. La giró entre sus dedos y volvió a irradiar aquel brillo azulado que le hizo sentir tan insignificante, como la primera vez que la vio.

A su mente volvió el día en el que le nombraron Guardián. Él no había nacido para ser Guardián. Toda su familia, y hasta donde los recuerdos alcanzaban en su línea sucesoria, habían sido Catalizadores. Pero él no tenía ese Don. Ni siquiera había sido capaz de estimular el crecimiento de la brizna de hierba más simple. Al contrario, cada ser vivo que tocaba, moría al instante.

Era aún muy niño cuando descubrieron su Don y le separaron de sus padres para que se educara con los Guardianes. A pesar de eso, no tenía un mal recuerdo de aquella época. No fue un cambio traumático, para nada, en realidad lo recordaba como una liberación de su propio espíritu. Con los Guardianes se sentía libre y completo.

Cuando tuvo la edad necesaria, pasó el examen sin mayor complicación y le asignaron su propia túnica. Ahora, treinta y nueve vidas después, recordaba aquel día con total nitidez. El Guardián que le había estado instruyendo se la dio sin más, sin ningún tipo de ceremonia o frase para la posteridad, simplemente alargó la mano y se la dio, como quien da una manzana a la hora de comer. Él tampoco se sintió especial por recibirla, era lo que tenía que pasar. Se la puso y revolvió en los bolsillos. Treinta y nueve llaves.

—Falta una —dijo en alto. No era una pregunta, sólo una observación.

—Aquí está la última. Esta es la tuya. Es la última vida que cerrarás —le había respondido el Guardián sin ningún tipo de emoción en la voz.

Por aquel entonces, nunca había entendido la apatía que irradiaban los Guardianes más veteranos. Parecían no tener ningún tipo de emoción dentro. Era como si sus espíritus se hubieran apagado. Se suponía que debían poner pasión, corazón y alma en cada uno de sus movimientos. Para eso eran Guardianes. Para eso se les había confiado la vida y la muerte de todo ser.

Ahora lo entendía. Después de haber cerrado treinta y nueve llaves, después de haber visto cómo la vida de treinta y nueve seres apagaba con un giro de su muñeca, ya no le quedaba nada. Era imposible no implicarse en esas vidas. Al fin y al cabo, era su Guardián. Vigilaba y velaba porque todo ocurriese como debía ocurrir. Que cada hilo de cada historia estuviese tejido de la forma en la que se debía tejer y que todo ocurriese como debía ocurrir.

Cada vida consumía tanta energía y pasión, tanto amor y tanto odio en su justa medida que, al final, sentía que él también la estaba viviendo. Por eso, en cada llave que cerraba moría también una parte de él, un poco de su alma. Después de tanto tiempo, después de haber cerrado todas las vidas que tenía asignadas, se sentía completamente vacío.

El anciano introdujo su propia llave en el ojo de la cerradura. Su cometido había llegado a su fin. Un simple giro y todo habría acabado. Su vida se apagaría sin más. Inspiró, cerró los ojos y se armó de valor.

—Nadie más girará esta llave –se dijo a sí mismo.

La idea le cruzó la mente como un relámpago. Aflojó la mano temblorosa que se aferraba a la llave.

—Si no soy yo quien cierra mi vida, nadie lo hará.

Lo empezó a ver todo con total nitidez. Sacó la llave despacio y, de nuevo, se quedó mirándola. Ese brillo azulado ya no le intimidaba.

—Sólo yo soy el dueño de mi vida—dijo en un susurro, esperando que nadie más le hubiese escuchado. Sería su secreto.

Colgó la túnica, guardó su llave y, por primera vez, se sintió vivo.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. Edu SC dice:

    Hola M.H.Heels,

    Soy tu vecino de arriba. Encantado de leerte. Intentaré aportar lo que buena y humildemente pueda, esperando serte de provecho.

    Ante todo decirte que lo que más me ha llamado la atención de tu relato, lo que más me ha gustado, es que, en no más de 750 palabras consigues recrear una fantasía que se sostiene. Lo que quiero decir es que da la impresión que tu historia bien podría ser la base de algo mucho más grande, los ingredientes están ahí. Haces visualizar con coherencia a tus “guardianes”. Nos los presentas, nos hablas de uno de ellos, de su transcurrir por esa vida y por sus 39 vidas y muertes y por fin, de su decisión final, de su secreto. Me parece un muy buen trabajo y te felicito por ello.

    En cuanto a la forma, el relato me ha parecido bien escrito. Combinas bien frases más largas con otras más cortas, dotando de ritmo la historia. Además, creo que acertadamente, a pesar de estar explicándonos lo necesario para conocer a los Guardianes, has sabido introducir acciones que nos muestran los hechos, no nos los explican y eso a mi parecer es muy importante para que la historia funcione.

    Cositas que te puedo apuntar que en mi opinión son mejorables:

    En algún momento me da la sensación de que abusas del pronombre “se”. Creo hay unos cuantos de ellos que los podrías eliminar dando más fluidez a las frases y evitando su repetición.

    <>

    Por ejemplo aquí hay 4. Tampoco es que me parezcan una barbaridad, pero a lo mejor cambiando alguno, el párrafo quedaría más ligero. Por ejemplo: <> No es exactamente lo que tú estás diciendo pero evitas el “se”.

    <> Aquí entiendo que después de “seres”, vendría “se apagaban”.

    <> Aquí repites “todo ocurriese como debía ocurrir”

    <> Aquí me da la sensación de que hay demasiado determinante posesivo, el “su”. Tal vez sustituyendo el “su propia”, donde ese “propia”, además, viene a repetir el “su”, por un simple “la llave”, evitaría esa repetición en las tres frases del párrafo.

    En fin, no son muchas cosas y las he sacado de tratar de analizar con profundidad el texto. Y todo es opinable, tan sólo espero que te pueda aportar algo.

    Un placer leerte y espero verte en futuras escena.

    Edu.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 22:47
  2. 2. Edu SC dice:

    Hola M.H.Heels,

    Soy tu vecino de arriba. Encantado de leerte. Intentaré aportar lo que buena y humildemente pueda, esperando serte de provecho.

    Ante todo decirte que lo que más me ha llamado la atención de tu relato, lo que más me ha gustado, es que, en no más de 750 palabras consigues recrear una fantasía que se sostiene. Lo que quiero decir es que da la impresión que tu historia bien podría ser la base de algo mucho más grande, los ingredientes están ahí. Haces visualizar con coherencia a tus “guardianes”. Nos los presentas, nos hablas de uno de ellos, de su transcurrir por esa vida y por sus 39 vidas y muertes y por fin, de su decisión final, de su secreto. Me parece un muy buen trabajo y te felicito por ello.

    En cuanto a la forma, el relato me ha parecido bien escrito. Combinas bien frases más largas con otras más cortas, dotando de ritmo la historia. Además, creo que acertadamente, a pesar de estar explicándonos lo necesario para conocer a los Guardianes, has sabido introducir acciones que nos muestran los hechos, no nos los explican y eso a mi parecer es muy importante para que la historia funcione.

    Cositas que te puedo apuntar que en mi opinión son mejorables, son las siguientes:

    En algún momento me da la sensación de que abusas del pronombre “se”. Creo hay unos cuantos de ellos que los podrías eliminar dando más fluidez a las frases y evitando su repetición.

    “Cuando tuvo la edad necesaria, pasó el examen sin mayor complicación y le asignaron su propia túnica. Ahora, treinta y nueve vidas después, recordaba aquel día con total nitidez. El Guardián que le había estado instruyendo se la dio sin más, sin ningún tipo de ceremonia o frase para la posteridad, simplemente alargó la mano y se la dio, como quien da una manzana a la hora de comer. Él tampoco se sintió especial por recibirla, era lo que tenía que pasar. Se la puso y revolvió en los bolsillos. Treinta y nueve llaves.”

    Por ejemplo aquí hay 4. Tampoco es que me parezcan una barbaridad, pero a lo mejor cambiando alguno, el párrafo quedaría más ligero. Por ejemplo: “Tampoco él sintió nada especial por recibirla…” No es exactamente lo que tú estás diciendo pero evitas el “se”.

    “Después de haber cerrado treinta y nueve llaves, después de haber visto cómo la vida de treinta y nueve seres apagaba con un giro de su muñeca, ya no le quedaba nada” Aquí entiendo que después de “seres”, vendría “se apagaban”.

    “Vigilaba y velaba porque todo ocurriese como debía ocurrir. Que cada hilo de cada historia estuviese tejido de la forma en la que se debía tejer y que todo ocurriese como debía ocurrir.” Aquí repites “todo ocurriese como debía ocurrir”

    “El anciano introdujo su propia llave en el ojo de la cerradura. Su cometido había llegado a su fin. Un simple giro y todo habría acabado. Su vida se apagaría sin más. Inspiró, cerró los ojos y se armó de valor.” Aquí me da la sensación de que hay demasiado determinante posesivo, el “su”. Tal vez sustituyendo el “su propia”, donde ese “propia”, además, viene a repetir el “su”, por un simple “la llave”, evitaría esa repetición en las tres frases del párrafo.

    En fin, no son muchas cosas y las he sacado de tratar de analizar con profundidad el texto. Y todo es opinable, tan sólo espero que te pueda aportar algo.

    Un placer leerte y espero verte en futuras escena.

    Edu.

    PD: Disculpa, no sé porqué, en el anterior no salieron los fragmentos copiados de tu texto.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 22:50
  3. 3. Manoli VF dice:

    Hola, M.H.Heels.

    Me ha gustado mucho la simbología de las llaves en tu texto. La historia de ese guardián y su cometido.

    La idea está bien expresada y desarrollada.

    Como mejora también te indico las repeticiones de palabras, como pronombres. Por lo demás, un placer leerte.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 23:57
  4. 4. Wolfdux dice:

    Una historia muy original. Nada que añadir a tu excelente pluma. Un saludo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 10:21
  5. 5. José Torma dice:

    Que tal MH Heels (amo tu nick y la foto de tu blog)

    En lo formal no encuentro nada que aclarar, te han hecho algunos comentarios, para mi no fueron suficientes como para detenerme jaja

    Me gusto la simbologia, todo muy ordenado y pulcro. Creo que has creado un universo que tiene mas tela. Imagino una serie de relatos basados en la funcion de estos Guardianes, ¿que son los catalizadores? creo que te abriste la puerta a un universo muy rico.

    Felicidades.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 23:12
  6. Hola M. H. Heels,

    Este mes me toca leer tu relato, pero la verdad es que no ha sido ningún esfuerzo. La estructura es clara y fluida, se lee con facilidad.

    Edu te ha hecho ya un análisis bastante detallado y la verdad es que yo no he notado lo de los “se” hasta que lo ha comentado. Se ve que ha hecho un buen análisis.

    Yo voy muy escasa de tiempo y con retraso con todos los textos que me gustaría leer, por eso me voy con el buen sabor de boca que me has dejado.

    Me ha gustado mucho.

    ¡Enhorabuena!

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 49 – DESTINO https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5891

    Escrito el 21 junio 2016 a las 06:52
  7. 7. Laura dice:

    Hola M.H.Heels
    Buen relato con final inesperado. Me gustó cómo toma con cuidadoso amor las 39 vidas que estaban a su cargo, a diferencia por lo menos aparente de los otros guardianes, y su rechazo a dar el giro a la propia. Por encima de todo, HUMANO!!!
    Felicitaciones.Sigue escribiendo

    Escrito el 21 junio 2016 a las 10:17
  8. 8. Dante Tenet dice:

    Hola.

    Me gustó, fluye, desarrollas bien la idea y llevas la acción a un desenlace que cambias con un golpe de efecto. Me gustó.

    Nos seguimos leyendo, estoy en el 67.

    Escrito el 26 junio 2016 a las 01:38

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.