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El Pollo Número Dos - por Sam B

El anciano encontró la llave en una gabardina apolillada al fondo del armario. Una hora después, encontró la caja debajo de una de las baldosas rotas del salón. Contenía casi un centenar de cartas escritas por la que fue su esposa durante más de cuatro décadas y que, desde hacía años, ocupaba un nicho en el cementerio municipal. Abarcaban casi veinte años y sus pliegues escondían viajes, anhelos e incontables días de separación. La primera databa de principios de los años cincuenta. Veintitrés años cada uno y seis meses de matrimonio. “Querido Julio, te echo de menos. Me gustaría que estuvieses aquí conmigo, me gustaría que…”. El anciano cerró los ojos, sacudió la cabeza y volvió a dejarla dentro de la caja. Se levantó del sofá y caminó lentamente hasta la cocina, donde se sirvió una copa de vino y limpió el cuchillo hasta dejarlo reluciente. Se acercó a la estantería del pasillo y escrutó los lomos amarillentos de cada uno de los libros hasta encontrar el que buscaba. Falconer, de John Cheever. Recordaba haberlo prestado a su hermano. Su hermano le cogía prestadas muchas cosas. Apoyó la copa en la mesa camilla y buscó en el mueble bar un puro de esos que regalan en las bodas. Lo encendió antes de sentarse de nuevo en el sofá. Con el humo denso y oscuro envolviendo sus mejillas, hojeó la novela. Buscaba una escena concreta. En ella, el Pollo Número Dos le decía al protagonista: “¿Por qué has matado a tu hermano, Farragut?”. Farragut nunca respondía a esa pregunta.

El anciano cerró libro y vació la copa de un trago. Imaginó el momento en que la policía entraría en su casa, se lo llevaría y lo metería en la cárcel. Allí, un perdedor tatuado, como el Pollo Número Dos, le preguntaría:

—¿Por qué has matado a tu hermano, Ezequiel?

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6 comentarios

  1. 1. Toni Tosso dice:

    Veamos, varias cosas…
    En primer lugar no se sabe porqué encontró la caja debajo de la baldosa…
    Queda un poco raro la parte en que se dice que le dejaba prestado cosas a su hermano, pero que a su vez el hermano le cogía prestadas otras cosas…
    Sin embargo me ha gustado el final… el protagonista no era el destinatario de las cartas repletas de deseo y anhelo de su esposa…
    Buen final, insospechado.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 22:13
  2. 2. gaia dice:

    ??????????
    Así he quedado
    Me gustaría me des un la. Estoy en el 202

    Escrito el 19 junio 2016 a las 16:10
  3. 3. beba dice:

    Hola, Sam: En lo formal,el texto es correcto. Y en cuanto al argumento, preludias y concluyes una buena historia;pero el centro quedó vacío y confuso.
    Yo creo que te sobraban palabras hasta 750,para decirnos a quién había escrito las cartas su mujer.
    Saludos

    Escrito el 20 junio 2016 a las 22:52
  4. 4. Sergiodammerung dice:

    Me ha gustado. Corto, directo y eficaz. Con pocas palabras dejas entrever el trasfondo. ¡Sigue así!

    Escrito el 21 junio 2016 a las 09:33
  5. 5. ortzaize dice:

    corto pero de ideas fijas. me ha gustado y el final fantastico.
    se habia cargado a su hermano simplemente. jajaja
    saludos

    Escrito el 21 junio 2016 a las 20:48
  6. Hola Sam!!

    Yo también opino como Beba, que te quedaste falto de palabras. Creo que, separando algo el primer párrafo, se agilizaría un poc más la lectura.

    Un saludo!!

    Escrito el 6 julio 2016 a las 17:29

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