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Pequeña fantasía conyugal - por Juan Chukofis

Web: http://nadiesabeellugar.blogspot.com.ar/

El anciano encontró la llave en la pared, atrás de la cocina. La giró. Costumbres viejas, rutinas de otros tiempos, las hornallas las abre el diablo mientras dormimos. Es recomendable evitar un accidente fatal. Al asesino silencioso. Apoyó la pava encima de la hornalla que rechinó como un cuchillo sobre un plato de vidrio. Apretó los dientes. Abrió una hornalla, raspó un fósforo que se partió. Sacó, lo más rápido que pudo con extrema lentitud, otro que hizo chispa y se prendió en el segundo intento. Una pequeña explosión abajo de la pava y olor a pelo chamuscado. Abrió la ventana corrediza de vidrio gris esmerilado. Un viento dormido entró en la casa. Despejó el encierro, el sueño de lo viejo. El anciano buscó el mate sobre la mesa. Tiro parte de la yerba de ayer, medio seca, medio húmeda. Puso un poco de yerba nueva y acomodó la bombilla. En la cama, su mujer, Estela, dormía como si no fuera a morir ese día. Respiraba tranquilamente, apenas abría la boca, el aire silbaba como viento entre los árboles. La baba le caía por el costado y ampliaba el charco húmedo, oscuro, sobre la almohada. El agua en la pava silbó. El anciano apagó la hornalla. Se acercó hacia la cama mientras cebaba el primer mate de la mañana.
El anciano encontró la llave en la pared, atrás de la cocina. La giró. Abrió una hornalla, y después otra, y otra, y otra. El sonido del gas como una goma desinflándose. Cerró la ventana corrediza de vidrio gris esmerilado. El sonido del gas interrumpido por los pasos que hacían eco en el silencio. Fue hacia la cama, la mujer que dormía tan blanca el sueño de los convalecientes, tan arrugada como las sábanas. Miró los pliegues de piel manchada en la cara deformada. Un mechón de pelo gris pegado en la frente. Caminó hacia la puerta sin mirar atrás. La llave en el bolsillo del pantalón con un caramelo medio derretido. Ahora, frente a la puerta, sacó la llave que se le resbaló entre los dedos y cayó. Se llevó uno a uno los dedos a la boca, limpió el pegote. Ahora tenía que agacharse, recuperar la llave. Lentamente, con movimientos como diapositivas, fue agachándose, apoyó una rodilla en el piso, descansó. El dolor le dijo que todavía estaba ahí, entre los vivos. Estiró la mano, acarició la llave que al contacto con sus dedos recibió una descarga eléctrica que la alejó, de un salto, todavía más. Apoyó la otra rodilla, estaba por gatear cuando sintió el pinchazo. En la cintura, el nervio ciático. Se quedó duro, un segundo eterno, vencido, dormido.

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5 comentarios

  1. 1. gaia dice:

    Qué triste relato. Me mantuvo interesada, buena trama. Me puedes leer en el 202

    Escrito el 19 junio 2016 a las 15:43
  2. 2. María Kersimon dice:

    Hola Juan,
    Encontré tu texto por casualidad, sin pensar cliqué. Hay tantos. Fue el título el que me llamó. Lo primero que me llegó es que la escritura es de calidad, muy descriptiva. De verdad muy buena en mi opinión. Luego ví dos historias alternativas y no supe muy bien si realmente son episodios alternativas, si se solapan y uno es imaginado, si son sucesivos… y me quedó la duda.
    Un aplauso por la narrativa.
    Saludos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 17:58
  3. 3. Elvis Christie dice:

    Buenas tardes, Juan.

    Tu relato me ha estremecido, la verdad, y he tenido que leerlo varias veces sólo para comprenderlo. Y no porque esté mal escrito. Al contrario, la prosa es magnífica, con frases cortas y cortantes, con símiles cinematográficos («movimientos como diapositivas», «rechinó como un cuchillo sobre un plato de vidrio»). Muy vívido.

    ¿Son dos relatos alternativos o sucesivos? O incluso ¿son relatos sucesivamente alternativos? Es decir, ¿la primera parte es real y la segunda es imaginada por el protagonista, o viceversa?

    Es muy inquietante. Tanto que me quedo con la duda de si la segunta parte relata un suicidio o un parricidio.

    Enhobuena. Tienes mucha calidad en tus dedos.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 15:28
  4. 4. beba dice:

    Hola,Juan: Me pasa con tu historia como con esas obras de arte que valoramos por el resultado de la tarea,aún sin llegar
    a entenderlas a fondo. Tu manejo del lenguaje es pulcro.
    Si,como parece, son dos escenas con los mismos personajes y ambiente,es conveniente marcar de algún modo el cambio de situación.
    Muy buen desenlace.
    Saludos.
    Estoy en el 203.

    Escrito el 23 junio 2016 a las 03:27
  5. 5. Laura G. dice:

    Hola, Juan.
    Muchas gracias por tu comentario.

    Me ha gustado mucho tu relato, absolutamente descriptivo y conmovedor.

    Quizás no comprendo del todo el vocabulario, pero está tan bien descrito que se entiende perfectamente por el vocabulario.

    Buen texto, sigue así.

    Un saludo,
    Laura.

    Escrito el 30 junio 2016 a las 20:01

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