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El Libro De Recetas - por Janna

Web: http://mundorelatos.com.ve

En Cataluña lugar donde nací, todo mi vecindario se pintaba de naranja y negro durante el otoño dispuesto para el truco o trato, y la Castañada. Cuando tenía siete años y el cabello rubio espigado un poco más allá de la cintura mi madre me disfrazó de una princesa Rapunzel “oscura”, con colmillos falsos y pintura roja resbalando por las comisuras de mi boca. Corría por las calles el aroma de las castañas asadas y panellets aún en el horno; yo miraba abstraída el brillo neón de la muchedumbre de calabazas colocadas en mi jardín, sus sonrisas siniestras me obligaban a imaginar qué pasaría si en un instante cobrasen vida y atacasen a todos. Se despertó mi apetito y entre a la casa, a hurtadillas llegué a la atractiva mesa del comedor en donde había boniatos, fruta confitada, multitud de panellets y tarros de vino moscatel. Cogí diestramente media docena de panallets y me oculté bajo la mesa para que mamá no me pillara. Aún no habían llegado los invitados. Sentada empecé a apreciar los deliciosos sabores. Esa semana mamá había ganado un premio en un programa de TV gracias a sus panellets; los mejores de toda España.

El timbre chilló y por poco me atraganté con el segundo panellets. A través del delgado espacio entre la mantelería negra y el piso alcancé ver unos zapatos rojos de tacón pisando la última escalinata y dirigiéndose a la puerta. Cuando ésta se abrió, observé un par de botas negras desconchadas en las puntas que sobresalían de un pantalón manchado y sucio «un disfraz de espantapájaros« imaginé. Éstas avanzaron hacia el centro de la sala. Adherí mi cabeza al piso pero solo veía hasta la mitad de sus pantorrillas. La voz del invitado sonaba como la reproducción de una grabación distorsionada. Creo que mamá lo invitó a entrar, no sé, siempre intenté recordar que hablaban. En un breve instante ella corrió y gritó desgarradoramente: «¡No!». Sus pies se suspendieron sobre el aire y mucha sangre salpicaba el suelo y rodaba por sus piernas. Los tres panellets que quedaban en mis palpitantes manos rodaron fuera de mi escondite hasta quedar expuestos. Se me secó la garganta y sentí mis venas calentarse. Los pies de mi madre se movían espasmódicamente y luego su cuerpo se desplomó sin vida. A pesar de mi corta edad instintivamente me quedé en silencio. El asesino pasó frente a la mesa con pisadas amplias y firmes en dirección a la cocina. Escuché que arrojaba objetos y golpeaba las puertas de los gabinetes. De regreso se detuvo tan cerca de la mesa que pude oír el ronquido de su respiración, y un extraño sonido de papeles siendo agitados, además se reía de júbilo. Luego prosiguió a la puerta hasta desaparecer entre las calabazas.

Dolorosamente, cada Halloween viene a mi mente éste recuerdo. El asesino jamás fue capturado pero dos años después de ésta tragedia supimos que lo único que se llevó de nuestra casa fue aquel libro de recetas de panellets de mamá.

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9 comentarios

  1. 1. Luis Ponce dice:

    Hola Janna:
    Lo primero que necesitamos conseguir cuando escribimos es la atención del lector y para ello tenemos que lograr que crea en nosotros. Si desviamos la atención del lector de lo que hemos escrito, lo perdemos a mitad de camino, por eso hay que tratar de no soltar al lector, cuando tiene una duda se nos vá. A mi me ha pasado eso cuando he leído “las comisuras de mi boca”. La boca no tiene comisuras, los labios tienen comisuras.
    Aunque he continuado para no quedarme a medias del comentario, me ha vuelto a pasar: “El timbre chilló” el timbre no chilla, suena, zumba o timbra. Por lo menos esa es mi idea.
    Conozco los “panellets”, pero creo que el singular es panellet.
    Espero que mi opinión no te afecte, pero me he puesto en las botas del lector.
    Saludos.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 17:36
  2. 2. beba dice:

    Hola, Janna:
    Luis te ha hecho un comentario muy bien hilado y razonable sobre algunos detalles del lenguaje.
    Yo creo que tu lector se puede quedar encantado con tu descripción inicial de la iesta, tan bonita y pintores, al parecer. Pero que la situación del asesinato resulta desvaída; tal vez te estuvieras pasando de las 750 palabras… Yo trabajaría mejor esa parte, con detalles más ricos, que refuercen la tensión del momento.
    Saludos.
    beba- 141

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 01:32
  3. 3. Dante Tenet dice:

    Hola Janna:

    A mi me atrapo el relato, y me estube intrigado hasta el final, no me imagine que iba por una receta hasta que mencionas el agitar de papeles.

    Eso es un gran mérito, tener agarrado al lector y que solo al final se devele el misterio.

    Nos seguimos leyendo, este mes estoy en el 36.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 03:14
  4. 4. Dante Tenet dice:

    Perdón quise decir y “me mantuvo intrigado”.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 03:15
  5. 5. ortzaize dice:

    hola..
    con todo cariño he leido y tambien las correcciones, y yo creo que el comienzo me intereso y luego la intriga llego al sumun, pero alguna cosilla hay que areglar en la receta.
    saludos.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 10:41
  6. Hola Janna!!

    Te devuelvo tu visita. Gracias por tus apreciaciones y sugerencias.

    En cuanto al tuyo, creo que el primer párrafo explicativo no aporta mucho al relato, salvo para indicar que es la Castañada. Con el simple echo de que está comiendo panellets y la descripción de la mesa ya se puede entender de que época se está hablando.

    Te paso algunas cosillas a corregir:

    – “Se despertó mi apetito y entre a la casa”, ‘Entré’ lleva acento.

    – “Esa semana mamá había ganado un premio en un programa de TV gracias a sus panellets; los mejores de toda España”. Creo que después de panellets quedarían mejor los dos puntos (:)

    – “ésta tragedia”. a ‘ésta’ le sobra el acento.

    – “Sus pies se suspendieron sobre el aire y mucha sangre salpicaba el suelo y rodaba por sus piernas”. Queda mejor ‘salpicó’

    – “un extraño sonido de papeles siendo agitados”. Yo diría mejor ‘fueron agitados’ o ‘estaban siendo agitados’, aunque la frase la sigo viendo rara.

    Espero que te sirvan mis consejos para próximos relatos, que estaré encantada de leer.

    Un saludo!!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 17:23
  7. 7. R. P. García dice:

    ¡Hola, Janna! ¿Cómo estás? Muchas gracias por tu comentario. He tardado un poquito pero ¡ya llegué!

    En primer lugar quiero decirte que me ha gustado y la temática me resulta muy atractiva y apropiada para la fecha. Sin embargo, creo que te ha fallado un poco de personalidad en este relato para que se desmarque de lo habitual. O al menos yo no he sabido captar ese “plus” que es posible que exista. Vamos por partes.

    He leído los comentarios de los compañeros, no suelo hacerlo antes de hacer el mio, para no influirme y creo que llevan razón en mucho de lo que dicen. Te diré en lo que no estoy de acuerdo.

    No estoy de acuerdo con Luis en que cuando al lector le surge una duda es inevitable que deje de leer, más bien creo que sucede lo contrario. Cuando al cerebro se le plantea una incógnita o se le priva intencionadamente de cierta información, le estamos generando un stress que le impulsa a continuar leyendo hasta disipar esas dudas. Aunque creo que no acierta en el planteamiento, sí tiene toda la razón del mundo cuando apunta a que en determinadas ocasiones te faltó cierta precisión en los términos y palabras utilizadas. Por ejemplo, a mí me resulto chocante que usaras el verbo “adherir” para pegar, juntar o acercar la cabeza al suelo.

    Beba nos dice algo muy interesante. Creo que el relato crece y crece, pero ni se cuece ni se enriquece. Con esto quiero decir que la parte correspondiente a la introducción se hace tan inmensa que le roba todo el protagonismo al desarrollo y el desenlace nos llega muy precipitado, vemos el climax del relato (el asesinato) como un orgasmo inocente y tontorrón porque no se nos preparó con anterioridad. Quiero decir que la tensión no fue creciendo progresivamente, se la trago la introducción y el golpe de efecto se diluyó.

    A la redacción no le veo problemas importantes. Alguna coma rebelde, but don’t worry. Una cosa que sí que he notado es que los amigos del cono sur tenéis una gran afición por los posesivos. Muchos “mi/mis” podrían ser sustituidos por otros artículos como el o la, y la fluidez del texto mejoraría con creces. Por ejemplo:

    «con colmillos falsos y pintura roja resbalando por las comisuras de mi boca».
    «con colmillos falsos y pintura roja resbalando por las comisuras de LA boca». No hace falta especificar que es tú boca, ¿de quién iba a ser si no?

    Luego hay una parte, en la que la densidad de adverbios terminados en -mente aumenta peligrosamente. No habías empleado ninguno y de pronto le calzaste al texto 3 o 4 en pocas líneas. Soy consciente de que si estas acostumbrada a leer traducciones del ingles los encuentras hasta en la sopa. Pero en castellano afean un poco, empobrecen el estilo porque generalmente usamos combinaciones esterotipadas que se disparan como automatismos.

    Por último y no menos importante: el final me dejó dubitativo, dubitativo en el mal sentido. Una máxima que aplico a los textos cortos, es que todos los elementos deben servir a la historia y, por ende, deben confluir el desenlace actuando como un engranaje bien engrasado y éste, el desenlace, debe ser a su vez la pieza que nos faltaba para completar el rompecabezas.

    Pero siento que no es culpa tuya ni mucho menos. Creo que es desconocimiento por mi parte. ¿Hay alguna figura del folclore catalán que ame los panellets y tenga instintos asesinos?, ¿tal vez algún personaje mítico con apariencia de espantapaájaros? Si es así creo que lo cerraste bien, desconozco esa figura, la buscaré. Pese a todo la reacción de la niña me pareció fría. ¡Se trataba del asesinato de su mamá!

    Un abrazo fuerte para ti y ¡nos leemos en la próxima escena!

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 23:03
  8. 8. Janna dice:

    Hola compañeros:

    Muchas gracias a todos por dejarme sus comentarios y consejos 😀 Luis Ponce, Beba, Dante Tenet, Ortzaize, Carolina Tribó y R. P. García. Sus correcciones siempre me ayudan a mejorar.

    Escribir terror tiene sus mañas jejeje.. Estoy aprendiendo porque me gusta este género 🙂 Lo más me temía era que la narradora -que ahora era adulta- pareciera fría, o que su reacción cuando era niña fuese inverosímil.

    Carolina: quizás alargue mucho la intro jeje pero quería que el lector empatizara con los personajes antes de ir al crimen.

    R. P. García: respecto a tus dudas te aclaro que no hay ningún personaje mítico de ese tipo jejeje ni quise introducir nada paranormal o algo así, solo se trata de un hombre aficionado a los panellets que aprovechó que podía pasar desapercibido en la noche de Halloween, y que además conocía que la madre de la protagonista tenía ese libro de recetas fabulosas y quiso sacar provecho económico a toda costa.

    Un saludo grande para todos.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 00:17
  9. 9. K. Marce dice:

    Saludos Janna:

    Muchas gracias por pasar y leer mi relato del mes.
    He leído tu relato de manera rápida, pero a medida que conteste este comentario, me regresaré a leerlo con lupa; porque mi intención es darte el mejor consejo que pueda.

    Me ha gustado la introducción, ya de inicio nos ubicas en un lugar y fecha determinado; en mi caso, contrario a Carolina que no conozco nada de esa región y su comida o tradiciones, aprecio la aclaratoria.
    En cuanto a mejoras, creo que en este relato quedó un poco notorio que quizá no tuviste mucho tiempo, para hacer las correcciones de ortográfia y redacción.

    Sabes que no me gusta decir “mejora esto o aquello”, sino mostrártelo, así te facilito la ubicación de lo que creo, merece (o debe) ser cambiado: /te lo coloco/
    **Falta* de tilde: entré* a la casa.
    **Sobra* tilde: cuando esta* se abrió, esta* tragedia (en ambos casos son adjetivos demostrativos. Lleva tilde cuando el pronombre sustituye por completo al sustantivo: ésta es mi casa, ésta es mi mamá).
    **No encontré la palabra «panellet» en el diccionario. Y al buscarlo en Internet, la encontré como “los panellets”, pero nunca miré un ejemplo de un único bocadillo. Supongo que debe ser igual que cuando decimos “los alfajores” y al tener uno solo, decimos el alfajor.
    **Hay frases, por ejemplo en el primer párrafo, en donde no hay puntuación, sino una lectura sin pausas. Creo que quedaría mejor algo así:
    Cuando tenía siete años y el cabello rubio espigado, un poco más allá de la cintura, mi madre me disfrazó de una princesa Rapunzel “oscura”. Con colmillos falsos y pintura roja resbalando por las comisuras de los labios.
    Te recomiendo que te descargues el Balabolka, (programa de lectura electrónica), yo suelo usarlo porque me gusta que mientras lee, marca la frase completa. Es decir, todo lo que está escrito hasta el siguiente punto. “Y es así que noto cuando mis frases son kilométricas como lo estoy haciendo en este caso que no punteo nada ni hago pausas y se lee de corrido.” “Y también te la marca si van como comas y puntos y comas, a veces al usarlas, dejamos frases demasiado largas.”
    **Es correcta la observacion de R.P.García, en América usamos (o abusamos) de los posesivos y demostrativos (mi, tu); en la península lo ven incorrecto. Siempre he creído que es mejor usar lo que el idioma nos pide, y en este caso, en la península lo hacen de manera correcta. Recuerdo que fue Manoli quien me dijo que evitara el MI, sobre todo, cuando se habla de uno mismo. (Yo escribí “toqué mis ojos” y ella de forma cómica me dijo: No creo que toque los ojos de otro, así que es: toqué los ojos). Ya he aprendido y me gusta más.
    **Las terminaciones terminadas en -mente: Yo las amaba cuando comence a escribir. Pero descubrí que cansan y si son seguidas se escuchan mal. Recuerda usar la forma simple, y usarlas cuando es definitivo que la expresión es mucho mejor en la forma compuesta. No es lo mismo, por ejemplo:
    “La desesperación de la noticia, lo hizo caminar atropelladamente por la calle. No se fijaba a quien golpeaba en su descuidado andar, sólo deseaba llegar lo más pronto al hospital”
    a: “La desesperación de la noticia, lo hizo caminar con atropello…” Hay que saber, cuando usarlo y cuando no.
    **Algunas composiciones. Me suele pasar mucho, porque escribo tan rápido como la idea me llega a la mente. Creo que te ha pasado lo mismo: Esta frase en su original se lee:
    «De regreso se detuvo tan cerca de la mesa que pude oír el ronquido de su respiración, y un extraño sonido de papeles siendo agitados, además se reía de júbilo. Luego prosiguió a la puerta hasta desaparecer entre las calabazas.»
    «Al regresar, se detuvo tan cerca de la mesa, que pude/logré escuchar el ronquido de su respiración. El sónido de papeles siendo revueltos y su extraña risa de júbilo. Salió por la puerta, tropezandose con las calabazas.»
    Recuerda que la nena está debajo de la mesa, escondida, ella no puede ver que él desaparece entre las calabazas (que tendrían que ser muchas), pero ella si sabe que estas decoraciones están en el corredor de la casa y si lograría escuchar el ruido que hace al tropezarse o voltearlas.
    Hay un cierre errado de un « en lugar de ».
    Se puede mejorar hasta lo que en sí ya está bien, así que son sólo detalles que hay que considerar, sin quitarle mérito a la historia.

    La escena me ha gustado, sé que te inclinas por el género. En lo particular, lo siento como un recuerdo trágico, esa injusticia que se ha cargado en la cercanía de las fechas. También el libro de recetas, tiene su peso y ha calzado con el relato. Sobre el género elegido, lo aprecio por que estamos en este mes en donde las historias de terror o suspenso son obligatorias.
    Gusto en leerte, como siempre. ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 07:00

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