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Botica magistral - por Amanda Quintana

Me arrodillé y dejé una rosa sobre la tumba. Guardé silencio; con los muertos es mejor hablar desde el corazón. El mío estaba tan conmocionado que no pudo decir nada, solo latía con fuerza. Permanecí de rodillas frente a la tumba de mi madre y mis ojos volvieron a humedecerse. Sabía que debía irme pronto y que ya no volvería nunca más; era la despedida. Traté de explicarle que esa chica que estaba allí delante de su tumba, en la que yo me había convertido, no era aquella niña que ella soñó, que se transformaría en una mujer de buen corazón, como ella lo hubiera querido. Era cierto, yo no era aquella chica que mi madre hubiera querido que fuera, pero lo cierto es que ella no estuvo a mi lado para impedirlo. Hoy, a veinte años del día en que la encontré con los ojos abiertos e inexpresivos, sin vida, supe que la decisión que tomó me marcó para el resto de la mía.

Jamás comprendí a las mujeres que sufren por el amor de un hombre, por eso nunca pude comprender a mi madre. O quizá si lo hice, pero nunca pude justificarla. No tiene importancia, el caso es que hoy, todos esos años de tormento e ira, buscando al tipo del cual se enamoró y que nos abandonó, dejándonos solas en la calle, sin casa, sin dinero y con el corazón destrozado, había terminado. Aquel tipo, que llegó a nuestra vida poco después de que mi padre muriera, tuvo una familia paralela y nos dejó cuando nació la hija de su otra mujer. Mi madre, abandonada al dolor, se suicidó.

Tenía siete años. Ambas vivimos detrás de la vieja estación de tren durante varios meses, ya que no teníamos nada. La depresión de mi madre no nos ayudó tampoco a hallar una solución. La policía me llevó a un hogar de niños donde viví un tiempo, antes de que me adoptara la familia que me dio un hogar, hasta que fui adulta.

Aprendí el oficio de mis padres adoptivos. Ellos tenían una pequeña botica magistral cerca de la avenida circunvalación, casi en las afueras del pueblo. A ella venían inclusive desde otros lugares, a comprar los remedios que allí se preparaban. Durante varios años, mi cuaderno de recetas fue alimentándose de hierbas, esencias, tinturas madres, combinaciones, tiempos de hervor, componentes naturales y otras cosas, que daban por resultado remedios mágicos y naturales. Aquella tarde, cuando la mujer rubia y joven entró a la botica, supe que esa sería la última receta que prepararía en mi vida.

La chica me miró a los ojos, como si supiera quien era yo. Mi corazón saltó del pecho y la piel se me estremeció con un escalofrío que subió por la espalda. El rostro de ella era tan parecido al de aquel tipo que nos abandonó veinte años atrás, que no tuve dudas. La nariz respingada y los ojos celestes, iguales a los de aquel hombre, eran únicos en todo el pueblo. Aún recordaba a mi madre fascinada con los ojos celestes de aquel desgraciado. La chica me miró consternada y creo que también presintió algo, pero no me dijo nada, solo me dio la receta magistral. Le dije que estaría lista por la mañana y se fue, prometiendo regresar al día siguiente.

Al atardecer, luego de cerrar, me ocupé con mis padres adoptivos, de preparar las recetas. De la de esa chica se ocupó mi padre. Quise hacerla yo, pero él no me lo permitió; creo que sabía quién era. Indignada, traté de no perder la oportunidad que el destino me puso delante de mí. Discutimos y hasta mi madre adoptiva medió entre ambos. Tomé la cartera y me fui de la botica ofuscada, pero antes de hacerlo, me jugué la última carta.

El sol de la mañana me abrazó con cruda intensidad. Caminé un largo rato sobre la ruta, alejándome del cementerio, de la casa de mis padres adoptivos, de la botica y del pueblo, como también de aquella chica y de ese desgraciado. Quería dejar atrás mi pasado. Hice dedo durante un rato, hasta que un camión se detuvo. El viaje era largo y de hecho, no me importaba donde iría, solo quise alejarme, segura de que la etiqueta del frasco de curare todavía seguía cambiada por “aloe vera”. Atrás quedó mi pasado, el rencor y la venganza; adelante, lo inesperado, transitaba ahora hacia lo desconocido, a la espera de que la vida me sorprenda de nuevo.

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10 comentarios

  1. 1. EndikaPG dice:

    Buenas Amanda.
    Me ha gustado tu relato, buen ritmo y te mantiene en vilo casi hasta el final por saber si lleva a cabo su venganza o no. Sin embargo hay algo que, para mí, lo mejoraría.
    El hecho de marcar el reto en la escena de este mes ya le quita mucho espacio a la sorpresa, porque ya deja claro que en algún lado va a haber alguna venganza. Sin embargo, en el ante último párrafo ya dejas claro que algo ha hecho. Me parece (y esto es totalmente subjetivo) que si directamente se fuera y en el último párrafo dejaras caer que ha cambiado las etiquetas el impacto sería mayor.
    Por lo demás, en lo referente a la forma, he visto un par de tildes que se te han escapado y alguna frase donde las comas me han parecido mal puestas. Sin embargo, no soy ningún experto en esto y voy a pasar de meterme en camisas de once varas antes de ponerme a sentar cátedra sobre algo que no es lo mío.
    Un saludo y enhorabuena.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 12:42
  2. 2. Leosinprisa dice:

    Hola Amanda,

    Bonita historia de resquemores y venganzas, contada con el sentido para describir claramente a los personajes y sus relaciones. Es un relato entretenido y he de reconocer, engancha hasta el final por lo que crees la indecisión de la protagonista por su venganza (aunque lo lamento por la chica que entró en la botica, ella tampoco es culpable de nada).

    Un agradable paseo por el alma oscura de las personas y gracias por tu comentario en mi texto.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 09:29
  3. 3. J. R. Arcady dice:

    Hola, Amanda:
    Tu relato me ha parecido muy entretenido y reservas hasta el final la posibilidad de llevar a cabo o no la venganza.
    Pero no tenemos ninguna certeza de que la chica sea hija o no del malvado seductor del relato. Aún siendolo, sería una victima inocente y la actuación de la protagonista sería injusta tan injusta como el abandono de éste.
    Aún con ese pequeño apunte, me ha gustado como manejas la tensión de la historia.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 20:28
  4. 4. Dante dice:

    Hola Amanda:

    Duro tu relato , con una muy buena linea argumental, da para un relato mas largo.

    Te recomiendo prestar atención a la observación de Endika, sobre todo a el exceso de comas ( error que yo también cometo a menudo).

    A mi me sirvio leer en voz alta y ahi veía cuando necesitaba un punto o simplemente quitar la coma para no interrumpir la hilacion.

    Nos seguimos leyendo

    Yo estoy en el 36

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 00:49
  5. 5. Dante Tenet dice:

    Hola Amanda:

    Una historia dura , muy bien contada y ambientada.

    Me gusto mucho.

    Nos seguimos leyendo

    Este mes estoy en el 36

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 03:26
  6. 6. Patricia Redondo dice:

    Buena historia. Está muy bien por que en 750 palabras relatas toda una vida (o mejor dicho, dos vidas) , algo que a mi me cuesta horrores (de hecho mis relatos suelen contar una situación , un momento..) . En el tuyo como digo hay toda una historia , redonda y muy bien contada por cierto. El final sorprende lo que lo hace aún mejor.

    Estoy en el 35 por si te apetece. Nos leemos.
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 07:57
  7. 7. SBMontero dice:

    Aunque pueda parecer otra cosa lo cierto es que es un relato negro, y no precisamente de los sencillos de escribir y aún menos en setecientas cincuenta palabras. Antes de seguir quiero dejar claro que me ha gustado mucho, pero amor no quita conocimiento.

    Para tener que encorsetarlo entre tan pocas palabras el relato está bien llevado, aunque no es redondo del todo. Bajo mi punto de vista sobran cosas y faltan otras, por momentos hay frases que no deberían estar, o palabras que chirrían un poco, ojo, eso no resta ni un ápice de valor al texto, sólo es esa bagatela que se suple puliendo el texto, nada del otro mundo. El tono es denso, lento cuando tiene que serlo y acelera cuando tiene que hacerlo.

    Para mi gusto el final es demasiado rápido, deja muchas incógnitas en el aire y, aunque parezca una tontería, contradice todo lo que vienes diciendo de la chica a lo largo del texto, y aquí volvemos a lo de tener que encorsetar el texto. Por ejemplo, si es una buena chica y sus padres adoptivos también son buena gente, ¿Por qué va a dejar que su padre adoptivo cargue con la muerte de su padre biológico?, o peor, ¿Por qué va a dejar que siga haciendo venenos en vez de medicinas cada vez que use el frasco de aloe vera si es que nadie cae en la cuenta de que su padre biológico fue asesinado? Es algo que se arreglaría añadiendo una simple frase… si cupiera, que no es el caso y lo entiendo.

    Conste en acta, eso no impide que el texto me guste, es sólo que yo lo habría cerrado más, eh.

    Espero, de verdad, poder seguir leyéndote en esta línea tan Noir porque se ve que se te da.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 11:46
  8. 8. PerePaella dice:

    Hola, me ha gustado mucho tu relato, me ha recordado (salvando las distancias) al mío, nuestros dos protagonistas comienzan la historia arrodillados ante una tumba, secretos y venganzas familiares…
    Te felicito y espero seguir leyéndote.
    Mi relato es el 154, por si te quieres pasar.
    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 12:51
  9. 9. LUIS dice:

    Hola Amanda Quintana, Soy Luis (72). Muy buen relato que mantiene la intriga hasta el final. Como dice J. R. Arcady es matar a una inocente, y eso que lo haga la protagonista que la pintas como buena, chirría. Se pueden hacer venganzas sin convertirse en malo. Aun así, buen relato.

    Unos apuntes:
    Donde dices “Jamás comprendí a las mujeres que sufren”
    Yo pondría: (Jamás he comprendido), si no parece que ahora si lo comprende.

    En “curare” tendrías que ir entrecomillado igual que la “aloe vera”

    En la frase” lista por la mañana y se fue, prometiendo regresar al día siguiente”
    Yo pondría: lista por la mañana y (al irse le prometió regresar)

    Ese gerundio me suena es raro.
    Bueno estas son mis apreciaciones que pueden estar en lo cierto o no., pero si ayudan, bien. Saludos y nos leemos.

    Escrito el 27 octubre 2016 a las 20:40
  10. 10. Amanda Quintana dice:

    Hola a todos los que pasaron por mi texto y dejaron sus invaluables comentarios y sugerencias. Todas son de gran ayuda para éste camino de aprendizaje en el maravilloso mundo que una crea al escribir y a leer a otros. Agradecida desde el corazón con cada uno.
    Quería solo aclarar a los que comprendieron que la protagonista era una buena chica, no quise mostrarla como tal en ningún momento, más bien quise que fuera vista con un resentimiento guardado por años, a tal puto de que la transformó en inescrupulosa, llevando a cabo una venganza que excedía a sus propios límites, como diríamos aquí en Argentina… Un mal bicho.
    Gracias por sus comentarios y espermo leernos de nuevo pronto.
    Besos a todos.

    Escrito el 29 octubre 2016 a las 18:49

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