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El secreto mejor guardado - por Ismael Tomas Perez

Web: http://www.gigantedealgondon.blogspot.com.es

El secreto mejor guardado

Aurora, acababa de fallecer, su familia mas intima estaba a su alrededor. Sus hijas Irene y Luisa con sus maridos, y su hijo Adrián acompañado de su esposa Ana. Ninguno podía reprimir su pesar, ya que Aurora era la abuela preferida de los cuatro nietos que sumaban entre los matrimonios de sus hijos. La querían con locura porque además de su enorme simpatía y amor hacia los niños, era una cocinera excelente, y prácticamente insuperable en todo tipo de postres. Ese era el secreto mejor guardado, los postres de la abuela.
Esa cantidad y variedad de pasteles y dulces que realizaba atraía la visita de sus nietos los, casi todos, fines de semana, los mayores lo que querían, también de alguna manera, era aprender, a lo que Aurora no ponía demasiado interés en enseñarles.
Sabían que todas las recetas estaban escritas por ella en un cuaderno, un verdadero tesoro que tenía escondido a muy buen recaudo, sin que nunca hubiera permitido que nadie lo cogiera o estudiara y, mucho menos copiara.
Con sus viejas tapas raídas, con manchas de todo tipo de cremas y jugos, era envidado, no solo por su familia, sino por todos los vecinos de la zona.
A los pocos días del fallecimiento de Aurora, una de las hijas, Irene, se interesó por el cuaderno de recetas. Sabían donde lo tenia escondido pero cuando lo buscaron no estaba allí, había desaparecido.
Fue una desagradable sorpresa. Irene tenía la intención de copiarlo para cada hermano.
El siguiente día de reunión familiar, y durante la comida salió como tema de conversación el recetario de la abuela.
–El otro día estuve buscando el cuaderno de recetas de la abuela y no estaba en su escondite –comentó Irene.
–No puede ser, lo tenía escondido bajo siete llaves –le respondió Luisa.
Así durante un rato, las dos hermanas intentando averiguar que había pasado con el dichoso recetario.
En la sobremesa estuvieron largo rato buscando las dos, volviendo a la mesa decepcionadas.
–¿Vosotros no comentáis nada? No os habéis movido de la mesa –le preguntó Irene a su hermano Adrián y a su esposa Ana.
No hubo respuesta, reaccionaron como si no hubieran oído nada.
–Adrián, te estas sonrojando –advirtió Luisa. –¿Sabéis algo que no nos queréis contar?
Desde tiempo atrás, sabían en la familia que la relación entre Ana y las dos hermanas de Adrián no era buena, se podría decir que cada día era peor. Hubo muchas diferencias y Ana era muy celosa referente a sus cuñadas, pensaba que había un complot contra su marido por parte de ellas y continuamente estaba recriminando a este por el comportamiento que tenían con él.
Por fin Ana se levantó de la mesa y con voz firme y autoritaria les dijo:
–El cuaderno de recetas lo tengo yo, guardado. Es una forma de venganza por todos los desaires que le habéis hecho a vuestro hermano desde que nos casamos y no pienso devolverlo hasta que tengamos una reunión y dejemos claro muchas cosas.
Las caras de estupor de todos los demás presentes fueron inimaginables. Empezaron a intentar recordar que cosas habían sucedido o, si por el contrario, Ana estaba perdiendo la cordura.
En esa comida familiar los postres no fueron los de siempre, fueron de lo mas amargos y prácticamente ninguno comprendió esa actitud por parte de Ana.
Ninguna de las dos hermanas sabía como reaccionar pero al fin Adrián les dijo:
–Bueno, quedamos el próximo domingo, como siempre a comer, e intentamos hacer las paces. Traeremos el cuaderno de recetas y si aclaramos la situación os daré una copia a cada una, para que los niños puedan seguir disfrutando de los postres de la abuela.
Esa semana no pudieron dormir bien ninguna noche ni Adrián, ni Luisa ni Irene, mientras que Ana disfrutaba con todo lo que quería decir a la familia.
Era una auténtica venganza, pero quizá, ella también desvariaba un poco.

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10 comentarios

  1. 1. Beverly Matos dice:

    Este relato me ha recordado un caso muy cercano Ismael, me ha gustado pero dejando aparte las jugarretas del corrector( como en la parte donde pone que el recetario es envidiado), quería comentarte que al principio de la historia yo no pondría entre comas “acaba de fallecer”.
    También para facilitar la lectura pondría “con sus respectivos maridos”
    Y luego en la parte donde la visitan casi todos los fines de semana no lo pondría entre comas sino entre guiones, imagino que lo del “lo” antes de las comas es un error (de los que me pasan a mi siempre) las prisas, ya sabes;)

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 18:29
  2. 2. Ane dice:

    Hola Ismael

    Tras leer tu relato he observado al igual que lo dicho en el primer comentario, lo que entiendo como simple despiste, poner una coma detrás de los: “…atraía la visita de sus nietos los, casi todos…”

    En el párrafo que dice: “..intentar recordar que cosas han sucedido..” ese qué llevaría acento.

    El final quizás necesitara más desarrollo, evidentemente sólo es una sugerencia

    En definitiva, pequeños detalles. Buen trabajo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 11:53
  3. 3. L. Daniel Caballero dice:

    Pues los errores de puntuación ya están puestas sobre la mesa y servidas para dar el bocado de correción en el futuro cuando decidas publicarlo en tu blog.
    Lo que te diría es que… El final deberías de pulirlo un poquitín más.
    Me hubiera gustado que el punto de vista del relato hubiera sido sólo de una persona (Cuestiones de gusto, no te preocupes) pero por lo demás la historia estuvo interesante. Me gustó, buen trabajo!
    Soy tu vecino, el 128 por si te interesa pasarte a leerlo!
    Sige escribiendo!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 00:41
  4. 4. Miriam Torres dice:

    Hola Ismael.

    Lo primero de todo es felicitarte por cumplir las dos condiciones planteadas por el taller: has incluído un cuaderno de recetas que ha servido para llevar a cabo la venganza de “la cuñada malvada”, lo que no entiendo es porqué no lo has etiquetado como reto. Otro detalle que me ha llamado la atención es que incluyas el título del relato dentro del cuerpo de la narración cuando te ocupa caracteres de presentación y te lo piden al rellenar los datos. Para la próxima, tenlo en cuenta y así puedes aprovechar la extensión al completo. 😉

    Observo algunos detalles (no demasiados) a mejorar en la ortografía (alguna tilde que falta poner), el uso de las rayas en lugar de los guiones para los diálogos y la puntuación en los mismos (te dejo un enlace de referencia para que le eches un vistazo http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt), un error de concordancia de género en «dejemos claro muchas cosas», que sería “claras”, y una errata en «envidado» que supongo que será «envidiado».

    Por otro lado, el texto me ha resultado entretenido, con la intriga de saber dónde estaba el dichoso cuadernito tan codiciado por todos, y mi sorpresa al saber que se lo había quedado “la cuñada malvada” para vengarse de las hermanas de su marido por los desprecios que les han hecho. Una venganza inteligente.

    Enhorabuena ¡¡¡y a seguir mejorando!!!

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 19:39
  5. 5. Tatei Jautze Kupuri dice:

    Hola Ismael Tomas Perez:
    Un gusto leer tu texto, me envolviste en el ambiente familiar. Más allá de lo que ya te han dicho en este taller, me gustaría agregar mi opinión personal: es recurrente imaginar un libro de recetas para que la abuela elabore postres, creo que tu texto no aporta nada nuevo en ese sentido.

    Si el secreto mejor guardado es la ubicación del recetario, este se encuentra muy fácilmente, y al desenlace le falta fuerza, quizá sería mejor darle más complicación.

    Sería emocionante ver cómo les fue haciendo las pases, pero cortas la historia justo cuando parecía venir lo mejor.

    Te invito a comentar mi texto en el lugar #167.

    Gracias.

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 21:06
  6. 8. Conchi dice:

    Hola Ismael:
    Has desarrollado una historia muy común en las familias. Me ha gustado. Y has conseguido lo que se nos pedía. El ritmo me resulta bueno, pero creo que podrías haber ido más al grano. Por ejemplo esta frase. “Esa cantidad y variedad de pasteles” tanta floritura en un relato corto sobraría. podrías decir: “La variedad de pasteles” sobra “Esa cantidad” se hubiera entendido. podría resumir bastante el relato acortando frases, y a la vez podrías haberlo enseñado un poco mas, en vez de contarlo. He tenido la sensación de estar leyendo una carta en algunos momentos.
    “Irene tenía la intención de copiarlo para cada hermano.” Esta frase junto con otras hacen ver que el narrador que has cogido es el omnisciente, hubiera quedado mas cercano en este relato el Narrador Testigo, hubiera sido más visible.
    Salvo estas cosilla me ha gustado bastante. Felicidades

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 08:00
  7. 9. beba dice:

    Hola, Ismael:
    Desde lo formal el relato es claro, ordenado y correcto.
    La historia es muy simple y cotidiana.
    Me parece un buen relato.
    beba- 141

    Escrito el 29 octubre 2016 a las 18:30
  8. 10. Tarquino dice:

    Coincido en señalar los errores de puntuación o gramática. Que a mi entender no son demasiado graves. El relato empieza bien y se desarrolla con bastante “gancho” mi humilde opinión es que le falta final. El desenlace es muy simple, no aporta al texto anterior. Hasta diría que le quita meritos.
    Igual felicitaciones y a seguir!!

    Escrito el 30 octubre 2016 a las 22:21

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