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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La receta - por Isolina R

I.
El rumor se extendió pronto por el kibutz. Habían visto a Yedid, el panadero, en la planta de oncología del hospital.

―Eidel, ¿qué tal anda tu marido? ―preguntó la anciana Noam a bocajarro nada más franquear la puerta.

―Pues con sus cosillas, señora Noam ―respondió la panadera, mientras le preparaba la torta que aquella clienta fija se llevaba todos los sábados desde hacía más de cuatro décadas.

―Es que oí que lo habían visto en el hospital el otro día ―dijo la vieja desdentada al tiempo que sacaba el dinero. Luego, mientras pagaba, añadió―: Que digo yo, mujer, que ya va siendo hora de que os revele el secreto. El día menos pensado os deja y a ver cómo os apañáis después.

Eidel le dio las dos monedas de la vuelta deprisa y desapareció corriendo hacia la trastienda antes de que la cotilla hubiera salido a la calle.

A lo largo de la mañana la conversación se repitió casi igual más de una docena de veces. Una tras otra, las clientas se interesaban por la salud de Yedid, y todas, sin excepción, sugerían la conveniencia de que el panadero revelase a la familia cuanto antes la receta que tantas ganancias les había dado durante casi medio siglo. Ninguna de las mujeres ocultaba, tampoco, el resentimiento porque habían intentado en numerosas ocasiones sonsacarle los ingredientes de la torta y no lo habían conseguido.

II.
Aquella noche, nada más meterse en la cama, Eidel abordó el delicado asunto:

―Tendrías que ir pensando a quién pasas todo. No sé yo si cuando empiecen a darte la quimioterapia podrás seguir amasando.

Él le volvió la espalda y guardó silencio. Asustada por una posible respuesta airada, la mujer le acarició los hombros y le susurró al oído:

―¿Ya has decidido quién será?

―Podrían ser los dos si se llevaran bien, pero andan a la gresca todo el santo día. Claro que la culpa no es suya. Yahveh los ha castigado con esas hienas que tienen por esposas.

―¿Y si lo echas a suerte delante de los cuatro? ―preguntó ella intentando parecer neutral.

―Abraham aceptaría el resultado fuera el que fuera, pero Benami no ―contestó él al tiempo que se giraba para mirar a su mujer y conversar sobre aquello que tanto le preocupaba.

―Querido, Abraham sería mejor panadero, tú lo sabes.

―Temo ser injusto con Benami, querida.

―Pues pásale el cuaderno de recetas a los dos y que ellos se entiendan ―dijo ella volviendo a la fingida neutralidad.

―He llegado a pensar en dejarle a uno la panadería y al otro las recetas, para que tengan que ponerse de acuerdo.

―Va a ser mala idea, esposo mío. Las cuñadas se sacarán los ojos.

―Esposa mía, está decidido. Mañana sorteo a cuál le dejo cada cosa ―dijo Yedid al tiempo que se giraba para zanjar la conversación.

―Abraham sería mejor panadero, lo sabes tan bien como yo ―repitió ella girándose también.

―¿Estás diciendo que debería pasarle todo a él?, ¿y qué hago con Benami?

―Dale los ahorros.

―Eidel, cuando el dinero se gasta no queda nada ―dijo y se dio la vuelta para abrazarla.

―Yedid, si lo gasta no es cosa tuya ―contestó ella y también se dio la vuelta.

―Ya está, para Abraham será la panadería y para Benami el cuaderno. Estoy muy cansado, querida, déjame dormir ―dijo y cerró los ojos.

III.
El día del funeral amaneció nublado. La anciana Noam fue la primera en llegar. La viuda recibió sus condolencias extrañada por aquella media sonrisa grotesca y radiante que contrastaba con el gris del cielo. No entendía la afligida panadera por qué aquella boca sin dientes, que parecía pronunciar sentidas palabras de pésame, mostraba a la vez, con aquella mueca, una alegría imposible de disimular. Después de todo, Yedid había sido un buen hombre toda su vida y no había dejado enemigos en este mundo. ¿O sí? ¿Se alegraba aquella cotilla de su muerte?

Las mujeres y los hombres que fueron llegando después también sonreían. El brillo en aquellas miradas hería a Eidel como si estuvieran clavándole cuchillos en el alma. ¿Qué mal les había hecho su marido? Ella ignoraba aún que había aparecido una nota en el diario Yediot Ahronot: «Ha fallecido el panadero Yedid Topper y para el que quiera conocerla esta es su receta de la torta: “1 kilo de harina, 50 gramos de levadura, un pellizco de sal, tres huevos, 7 cucharadas de margarina de azúcar, una taza y media de leche y canela según gusto”».

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23 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Muy bueno, Isolina… una venganza plena.

    El relato está escrito de forma correcta y cumple el reto ewxtra por lo tanto mi comentario se reduce a la posible mejora de un texto que de por sí ya está bien.

    “Pues con sus cosillas, señora Noam ―respondió la panadera, mientras le preparaba la torta que aquella clienta fija se llevaba todos los sábados desde hacía más de cuatro décadas.” Yo quitaría la coma y la palabra fija; pondría una coma entre sábado y desde.

    He notado que no economizas palabras como por ejemplo en este párrafo que se podría dejar en 60 palabras en lugar de 85:

    “A lo largo de la mañana la conversación se repitió casi igual más de una docena de veces. Una tras otra, las clientas se interesaban por la salud de Yedid, y todas, sin excepción, sugerían la conveniencia de que el panadero revelase a la familia cuanto antes la receta que tantas ganancias les había dado durante casi medio siglo. Ninguna de las mujeres ocultaba, tampoco, el resentimiento porque habían intentado en numerosas ocasiones sonsacarle los ingredientes de la torta y no lo habían conseguido”.
    YO LO DEJARÍA ASÍ:
    A lo largo de la mañana la conversación se repitió más de una docena de veces. Las clientas se interesaban por la salud de Yedid, y sugerían que, cuanto antes, el panadero revelase la receta que tantas ganancias les había dado, a la familia. Todas intentaban ocultar el resentimiento que sentían por no haber logrado sonsacarle la receta ellas mismas.

    En este otro caso:
    “Eidel le dio las dos monedas de la vuelta deprisa y desapareció corriendo hacia la trastienda antes de que la cotilla hubiera salido a la calle.” Quitaría”las dos monedas” “deprisa” y “corriendo” y si me apuras…antes de que la …se podría quitar.

    Esto lo digo porque lo que he echado en falta en el relato es un poco de ambientación, solo describes a la cotilla y no nos cuentas nada, por ejemplo, de la panadera. Cosa que podrías hacer arañando palabras de aquí y de allí.

    Ya te digo que es mi opinión sin intención de modificar nada.

    Nos leemos, Saludos

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 17:34
  2. 2. Demetrio Vert dice:

    Hola Isolina. Muy buen relato. me orprende las largas acotaciones. Lo que dicen es necesario, porque en ellas describes cómo son los personajes, pero tal vez lo pondría como párrafos de texto, igual que el comienzo, muy bueno por cierto.
    Por ejemplo:
    ―Eidel, ¿qué tal anda tu marido?
    Le pregunto la anciana Noam a bocajarro nada más franquear la puerta.

    ―Pues con sus cosillas, señora Noam.
    Le repondió la panadera mientras le preparaba la torta. La señora Noam era una clienta fija y se la llevaba todos los sábados desde hacía más de cuatro décadas.

    Tambien he notado que el matrimonio da muchas vueltas en la cama. Y mi impresión es que estas vueltas están para rellenar el relato. Estas acciones no reflejan en sí estados de ánimo, ni hacen progresar el cuento.

    Pero, como no. Son opiniones mías. El relato está muy bien.

    Saludos.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 18:42
  3. 3. Escritores Anónimos dice:

    ¡Hola Isolina!
    Este me he decidido comentar rapidito el primer día que luego ya tiene mas de treinta visitas y comentar es imposible (te lo mereces, por cierto, ya que tus relatos, al menos para mí, son referentes).
    ME ha gustado mucho la manera de escribir la historia, cercana, cotidiana y con un libro de recetas realmente importante. De verdad admiro tu capacidad para haber creado esta historia, yo la hice el día 15 a las nueve, deprisa y corriendo porque estaba seca de ideas pero no quería por ello faltar al taller.

    Por mi parte siento ser tan inútil pero no he conseguido sacar ni un error, yo creo que todo está bien tal cual está, tal vez le habría dado como a dicho Demetrio, menos vueltas al diálogo entre la mujer y el panadero, ya que puede hacerse un poco pesado pero es otra opinión personal.

    Quiero decir que me ha gustado la última parte mucho, cómo cuentas el ambiente “triste”, siento pena por la mujer y de pronto ¡ZAS! Ese toque no sé si decir cómico, malvado, en el que metes la receta. Me he imaginado a las abuelillas intentando la receta en sus casas.

    Gracias por darnos otro increíble relato,
    Besos

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 19:15
  4. 4. Jose Luis dice:

    Hola Isolina
    Tu cuento es magnífico, está muy bien escrito, detallado, narrado, todo es casi perfecto. Yo creo que el diálogo está muy bien conseguido.
    Pero, si hay una venganza dentro del relato, al menos a mí me ha pillado a contrapié. El final, para mi gusto, se ha quedado a medias, porque no se sabe quién ha puesto esa nota en el periódico desvelando la receta secreta, lo que desvirtúa de alguna manera todo el buen trabajo anterior. Queda extraño, como si hubiera sido un acto de Dios dicha venganza, como si hubiera sido el azar y no hubiera intervenido una persona (alguien con acceso a la receta) Si hubiera sido el propio marido, no veo el sentido, es como tirar piedras a su propio tejado y “matar” a su familia. Si hubiera sido su esposa (aunque queda claro que es imposible) más de lo mismo. ¿Alguno de los hijos va a revelar el secreto? Tampoco tendría sentido.
    Es la única pega que le pongo al cuento.
    Un saludo

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 20:30
  5. 5. Javier A. Ruiz dice:

    Fantástico.

    No estoy muy familiarizado con el tema Kibutz, sin embargo tengo entendido que no circulaban dinero ni existía propiedad privada, sino todos los recursos pertenecían a la comuna.

    Aparte de esto creo que no tengo nada más que añadir.

    Me da mucho gusto porque seguir leyéndote hasta tu próximo relato

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 16:19
  6. 6. Patricia Redondo dice:

    No tengo mucho más que añadir a lo que ya te han comentado. El relato es bueno y escribes muy bien , con mucha maestria en la expresión. Por poner un pero apuntaría a lo que han comentado del final…. te deja un poco descolocado, no se entiende muy bien…Mi relato es el 35 por si te apetece leerlo.

    Nos leemos
    Saludos!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 07:40
  7. 7. Wolfdux dice:

    Un placer volver a leerte.

    Coincido con alguna de las observaciones que ya te han hecho. Aunque a mi lo que más me llama la atención son los dos primeros diálogos. Repites el nombre de Noam, y creo que el primero, visto como esta escrito el segundo diálogo, podría suprimirse. Por lo demás, un final muy de tu estilo, jeje.

    Felicidades. ¡Nos leemos!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 10:00
  8. 8. drow_jack dice:

    Hola Isolina.
    Una historia curiosa. Hay que ser un poco h*** puta para no poder disimular la alegría de la receta ante la pobre afligida recién viuda.Me he quedado con la duda de saber quién ha saboteado el secreto de la receta para publicarla.
    Luego, según empieza el relato, ¿Eidel está preparando la famosa torta a la señora? Porque si es así, veo ahí una incongruencia ya que esta debe saber la receta para preparársela, ¿no?.
    Tampoco veo necesidad para enredar la escena con esa ubicación y esos nombres tan inusuales, pero ahí ya entro en lo personal de cada uno.
    Conclusión, una venganza confusa, por lo demás, muy bien.
    Saludos.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 18:56
  9. Hola Isolina, coincido en que el final es un poco confuso, pero me ha parecido un gran texto, muy bien explicado. Felicidades!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 06:43
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Hola Isolina!
    Qué bueno reencontrarte después del veranito. Cómo te ha ido?
    Admiro como siempre (jamás olvidaré tu debut con Portugal ;-)) tu pasión por investigar mundos extraños y ubicar allí a tus personajes. En este caso sin embargo, debo coincidir con Javier Ruiz y con drow_jack en más de un sentido: no solo porque se han deslizado inexactitudes en el tema, sino porque la misma trama podría ocurrir en cualquier pueblo chico o barrio de ciudad. Es decir, aquí la ubicación geohistórica carece de relevancia y no aporta a la trama.
    En cuanto a los errorcillos de investigación, a pesar de que la mayoría de los kibutz fueron socialistas de corte marxista y ateo, hay algunos que son religiosos y hablan de Dios, eso no sería un error, pero entonces no abrirían la panadería en sábado. Y en general es cierto que anotaban en una libreta y, según el caso, pagaban a fin de mes de su salario igualitario o se los descontaban de una cartilla de asignación.
    Pero de nuevo, eso sería lo de menos. Yo también tuve que investigar y enterarme de quién es el chef Jordi Cruz, y puedo haber metido la pata en cómo usé el reality español. Mis preguntas son otras: el por qué en sí de esa ambientación, y el final: si el que sabía la receta era una sola persona, cómo llegó esta al periódico, quién se está vengando de quién y por qué, etc. Si es el padre mismo antes de morir, toda la conversación con Eidel pierde sentido, pues no parecía odiar a sus hijos o querer encarnizarse con ellos. Es decir, parece una idea que no terminara de cuajar, lo que redunda en un final abierto cuyo enigma no acaba de atrapar al lector.
    Fuera de eso, además de tu afán investigativo, disfruté igual con tu prosa sofisticada y elegante, y tu modo inteligente de ir armando la trama hasta el desenlace final.
    Felicitaciones y saludos!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 10:46
  11. 11. Isolina R dice:

    Queridos compañeros:

    Cuando escribí este relato tomé como base una noticia real y la cambié para cumplir el reto. Lo cierto es que andaba y ando liadísima en el trabajo y pensé no participar, pero decidí hacerlo aunque fuera con un texto “para salir del paso” por no empezar de vacío el curso literáutico.

    En la noticia no había venganza sino homenaje, el panadero no se llamaba Yedid Topper sino Yakov Topper. El hecho ocurrió en el kibutz Na’an, al sur de Tel Aviv. El diario Yediot Ahronot informó de que los familiares del panadero fallecido hicieron grabar una inscripción en su tumba con la receta de la torta de canela que había amasado todos los sábados durante décadas y que había mantenido en secreto aunque unos y otros le preguntaran con insistencia los ingredientes. La receta grabada en la tumba es la del texto.

    Tengo un amigo de letras argentino-israelí y pensé enviarle el relato antes de mandarlo a Literautas y que me señalara lo que no cuadraba con la realidad porque me faltaba tiempo para informarme. Finalmente lo mandé al taller sin más. Pude cambiar la localización y los nombres y ambientarlo en un pueblo castellano y santas pascuas. Me dio pereza y pensé que algún literáutico me comentaría los errores de bulto.

    ¿Por qué meterse en camisa de once varas? Creo que es bueno aprender incluso aunque, como en este caso,la falta de tiempo y de energía me impidiera buscar la información necesaria.

    Saludos.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 20:30
  12. 12. Menta dice:

    Buenas tardes Isolina: Tu relato me ha gustado mucho. Escribes fenomenal. Los nombres y la ambientación me han atrapado desde la primera línea. ¡Qué diferentes somos unos de otros.El final, como puedes suponer, no lo había entendido, pero gracias a tu explicación todo encaja. Ya puedo dormir tranquila. Muchas gracias por escribir a pesar de estar muy liada. Hasta el relato de noviembre.Menta

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 22:05
  13. 13. Perla Preciosa dice:

    Buenas tardes, Isolina:
    Como he llegado tan tarde, tengo poco que añadir a lo que ya te han dicho. Al contrario que a algunos compañeros, a mí, tu prosa me resulta muy elegante e ilustrativa para el ambiente que describes. sí que es cierto que tampoco he visto la venganza, pero bueno, parece que no he sido la única. El final tampoco me encajaba hasta que he leído tu explicación. si te apetece pasarte por el mío, estoy en el 118.

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 20:16
  14. 14. Isolina R dice:

    Hola, compañeros:
    Pasaré por vuestros textos a principios de noviembre. Ahora ando muy liada en el trabajo.
    Gracias por vuestros comentarios.
    Saludos.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 21:10
  15. 15. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Isolina R, felicitaciones. Como siempre, nos traes un texto para “saborear”. Hasta pronto.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 21:27
  16. 16. Vespasiano dice:

    Hola Isolina:
    Un poco tarde, porque entre agradecimientos y devolver las visitas a los que me han comentado el tiempo pasa y no consigo dar abasto.
    Tu relato me ha parecido muy edificante, y por supuesto muy bien escrito. El padre me ha parecido una persona justa pues quiere a los dos hijos por igual.
    Él ha sido, en mi opinión, el que ha mandado la receta al periódico para que la publiquen y así evitar que los hijos se mataran entre ellos y de paso estaría vengándose de las malditas nueras.
    Veo que estás muy liada y por eso me quedaré este mes con las ganas de leer tus comentarios a mi relato.
    Felicidades.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 22:09
  17. 17. Cryssta dice:

    Una vez más te felicito por un relato tan bien escrito. Me alegro de que hayas contado la historia real para comparar con la adaptación que has hecho.

    En los mejorables:

    – “el otro día” se puede quitar sin que sufra la frase para no repetir en el mismo párrafo “día”

    – para mí sobra el “Luego” antes de “mientras pagaba”, se entiende que primero saca el dinero y después paga

    – en un mismo párrafo pones dos veces “casi”, el segundo se podría suprimir

    – creo que estaría mejor decir “Ninguna de las mujeres ocultaba, tampoco, el resentimiento; habían intentado en numerosas ocasiones sonsacarle los ingredientes de la torta sin conseguirlo.”

    – puesto que dices “Tendrías que ir pensando a quién pasas todo” lo suyo es poner “¿Ya has decidido a quién será?” y “Podría ser a los dos”

    – hay cinco “dijo”

    – dices “lo sabes tan bien” y muy seguido “girándose también”, “tan bien” y “también” suenan igual. Además luego pones otro “también” y más abajo otro

    – yo sí entiendo las vueltas que dan los esposos, es un gesto muy claro cuando quieres “distanciarte” de tu pareja, pero alguna se podría sustituir por darse la espalda, por ejemplo

    – en el penúltimo párrafo dices cuatro veces “aquella”

    En este taller me ha dado por corregir las repeticiones, ya ves tú (yo también he repetido).

    Me encantaría que en la versión mejorada del relato y ya sin la limitación de palabras quisieras poner el final de la historia real, me ha gustado esa receta en la tumba.

    Un beso.

    Escrito el 28 octubre 2016 a las 10:33
  18. 18. Andrés Scribani dice:

    Isolina, comparto la opinión de Marcelo Kisi, esos detalles le restan carácter orgánico al relato. Debido a ello, ya lo que tú misma haces mención, va perdiendo algo de fuerza. A pesar de los errores, ya resaltados por mis otros compañeros, es una lectura entretenida.
    Saludos.

    *Mi relato es el número 1 -> “La mercantilización de la venganza”: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-37/6374

    Escrito el 30 octubre 2016 a las 18:07
  19. 19. Isolina R dice:

    Hola, queridos compañeros:

    Gracias a todos por vuestros comentarios. Hoy ya he terminado de comentar los tres siguientes al mío y en breve os devolveré la visita.

    Siento la tardanza, pero este mes he andado muy liada en el trabajo.

    Saludos.

    Escrito el 8 noviembre 2016 a las 22:09
  20. 20. Javier A. Ruiz dice:

    Buenas tardes Isolina,

    No quiero dejar de recomendarte esta película Sweet Mis, donde refleja muy bien la vida en los Kibutz.

    Sé que te será de mucho interés.

    Aquí te dejo el enlace de la película.
    Saludos.
    Espero tus comentarios.

    http://m.filmaffinity.com/es/movie.php?id=174478

    Escrito el 9 noviembre 2016 a las 14:58
  21. 21. Javier A. Ruiz dice:

    “Sweet Mud” quise decir

    Escrito el 9 noviembre 2016 a las 14:59
  22. 22. Isolina R dice:

    Para Javier A. Ruiz:
    Gracias mil por la recomendación y por el enlace. En cuanto tenga tiempo la veré y te comentaré.
    Te he buscado en esta escena y en la siguiente para devolverte la visita y no te he encontrado.Cuando envíes otro relato, te lo comentaré.
    Saludos.

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 17:39
  23. 23. Javier A. Ruiz dice:

    Para Isolina R

    Hace mucho que no escribo ningún relato, ya que actualmente dedico todo mi tiempo libre a la pintura.

    Mis dos últimos relatos fueron el del lápiz mágico y el del sobre, por si quieres buscarlos: escenas 28 y 29.

    Seguimos en contacto y espero tus comentarios.

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 21:54

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