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Una receta eterna - por Larahan
En el pequeño balcón había una mesita redonda en la cual descansaba un libro encuadernado en cuero de aspecto viejo. Sentado a un lado de la mesa, estaba un hombre de bastante edad y aspecto desaliñado que lo miraba meditabundo.
La puerta que daba al balcón se abrió, un hombre alto y joven con una sonrisa en la cara apareció y se dirigió hacia el anciano, que parecía ignorarlo.
—Buenas tardes don…— intentó decir el hombre antes de que el anciano le interrumpiera con su ronca voz.
—Aquí tienes el libro de recetas de fray Anselmo —dijo el anciano mientras señalaba con desdén el libro que descansaba en la mesa.
El anciano miró de arriba a abajo al joven hombre que tanto ansiaba el libro. Una pena recorrió su alma. Cuánta ansia de reconocimiento y gloria… Volvió a bajar la cabeza y muy serio dijo:
—Pero este libro no tiene nada que ver con los otros libros del fraile que te presté. Por este libro lo quemaron vivo.
— No dramaticemos, Avelino. No es más que un libro — dijo con una gran sonrisa el joven mientras cogía con gran delicadeza el libro y pasaba cuidadosamente sus páginas—. Además, ya sabes cómo era la Iglesia en aquella época y cómo odiaba a la ciencia.
— En serio te lo digo. No es sólo un libro.
— Tranquilo, hombre. Sólo me interesa desde el punto de vista médico. Ya sabes que gracias a los libros que me dejaste de Anselmo, conseguimos lograr la cura de aquella extraña enfermedad.
—Pero este libro… no es lo mismo. Ten cuidado, por favor. Y que no se te ocurra hacer una receta tal como las pone en el libro.
—Que dramas eres… Bueno, ya nos veremos — dijo sonriendo el hombre joven mientras cogía el libro y se levantaba.
Los dos hombres se dieron la mano en señal de despedida.
El anciano volvió a quedarse solo en el balcón mirando seriamente a la mesita vacía que tenía ante él. Sabía que no tenía que haber hablado de ese libro. Lo sabía. También sabía que no debía habérselo prestado. Lo sabía… Y lo peor de todo es que sabía lo que pasaría…
Esa misma noche sonó el teléfono en la casa del anciano.
—Buenas noches Avelino, creo que descubrí algo fascinante en el libro. No me lo podía creer hasta que lo probé con uno de los animales del laboratorio…
Y se hizo el silencio. Avelino sabía lo que había pasado. Y sabía lo que tenía que hacer.
El anciano cogió de su armario una chaqueta negra cubierta de polvo. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí guardada? No se acordaba.
Avelino tardó dos horas en llegar hasta el laboratorio. Ya no estaba en forma, lo notaba. Los huesos le dolían con cada paso que daba. Y la noche no acompañaba con esa fina lluvia que atravesaba el abrigo. Pero, allí estaba.
Allí estaba, pero allí no había nadie. Bueno, nadie no sería lo correcto. Sabía que allí estaba esa cosa. Esa cosa que había conocido cuando él era aún un chaval hace ya quién sabe cuántos años. Muchos sin duda.
—Sé que estás aquí. Y sé que no puedes tocarme. Muéstrate de una vez y acabemos con esto nuevamente.
El aire se volvió cálido y una sombra enorme sin cuerpo apareció ante el anciano.
—¿Por qué lo has vuelto a hacer mortal? ¿Por qué me has dado sus vidas?
—Es no es del todo correcto. Te las dio ese desagradecido busca fama que te llamó. Yo le dije que no hiciera ninguna receta, pero ya veo que me ignoró.
—Tú le diste un dulce y le dijiste que no se lo comiera…
—Venga, anda, dejémonos de charlas y acabemos con esto. Sabes lo que quiero, que para algo es esa receta —dijo el anciano mientras sacaba una pulsera de cuentas rojas como la sangre del bolsillo de su chaqueta y se la mostraba a la sombra que estaba ante él.
—Como desees.
La sombra desapareció. Avelino se acercó a un pequeño espejo y se miró en él. Sonrió. Ya no le dolían los huesos.
Se acercó a la mesa donde descansaba el libro que le había prestado al joven hombre ambicioso. Ojeó la página y leyó en alto con una sonrisa en la cara:
— «Receta para una nueva vida tras el fin de la anterior por la gracia del señor» de fray Anselmo.
Me ha cautivado tu relato.La accion e intriga estan desde el inicio. Buena atmosfera y el ritmo hace ligera la lectura. Si fuera mi historia, podria icluir mas elementos de terror en las descripciones y sugerir dialogos mas cortos en algunas partes. Espero leer mas de tus proximos relatos.
Hola Yubany
Rápido de leer tu relato. El misterio está de comienzo a final. Muy bien hilvanado para matener la tensión. En la redacción no encontré nada que pudiera apartme del tema.
Te felicito
La idea del texto es muy buena y la línea argumental es correcta. Personalmente creo que sobran palabras y algunas frases están de más, también creo que falla algo desde el momento en que el joven se lleva el libro y vuelve a llamar al anciano, creo que ahí se podría hacer una transición más elegante.
Por lo demás lo he disfrutado y, con sinceridad, no me esperaba el final, hubo un momento en que parecía otra cosa, aunque de eso se trata, claro.
Un saludo.
El final del texto ha sido sensacional. Todo concluye con un personaje que desde un principio parecía dárselas de bueno, con una fachada incluso inofensiva, para luego destapar su verdadero (y nuevo) rostro.
Y la psicología inversa con el joven…, ¡genial! Porque, tal y como narrabas, el anciano sabía lo que iba a ocurrir, pero en ningún lugar dijiste que se arrepintiera de lo que había hecho. Eso solo es algo que los lectores (o yo, al menos) damos por hecho. Muy buen recurso.
Nos leemos.
Me ha gustado mucho tu relato. Tiene un gran fondo. Me da gusto encontrarme con personas con talento por aquí, espero aprender algo.
Me he encontrado este mes con historias relacionadas con el suspenso y el terror que spon bastante originales.
La historia está muy bien contada a mi parecer, y el final me agradó.
Saludos, sigue escribiendo!
Buen trabajo.Se nos da vuelta lo que veniámos pensando.Creativo.
No esperaba tan buenos comentarios en mi primer relato. Muchas gracias a todos.
Por otro lado, estuve dudando en participar o no en el reto de la venganza pero creo que, aunque la hay, no queda muy clara y preferí no participar en ella.
Buenas Larahan. Gracias por pasarte por mi relato. Tu historia está muy bien planteada, al igual que escrita. Sin embargo, la parte en la que conversa con la sombra me ha parecido un poco venga vamos al lío que tengo prisa jejeje. Aún así bastante entretenida. Un saludo.
Me ha gustado tu relato, desde el principio crea una atmósfera de intriga que te cautiva y el final es totalmente inesperado.
Enhorabuena¡¡
Hola, Larahan: Una historia muy original y muy bien tramada. Correcto manejo gramatical y expresivo.Muy buena.
Coincido en que el giro al desenlace es muy brusco. Es probable que te estuvieras pasando de las 750 palabras; para revisarlo, puedes podar un poco el diálogo con el joven y darle más lugar a Lucifer (me imagino), y su trueque de almas.
beba- 141
Muchas gracias por leerme y por los comentarios.
Robles:
La idea era un poco esa. El anciano quería acabar con eso rápido. Un “venga que tengo prisa que me duelen los huesos y no quiero que me duelan”, por así decirlo.
beba:
La idea que tenía en el giro era hacerlo brusco para darle más movimiento. Pero creo que no lo conseguí tan bien como quisiera.
En cuanto a los diálogos, creo que pueden ser muy mejorables pero no sé cómo mejorarlos. Esto me suele pasar siempre, no se me dan muy bien los diálogos.
Y en cuanto a la sombra… Lucifer sería una forma de verlo desde el punto de vista cultural crisitano, pero podría ser un simple espíritu para una cultura animista… Pero la idea era dejarlo a libre interpretación. Como también lo que le pasó al joven, en ningún momento lo dije, sólo que el laboratorio estaba vacio; o qué le pasó al anciano al final… ¿Rejuveneció? ¿Sólo le dejaron de doler los huesos? ¿Es otra persona?…