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Aquella noche de invierno - por Lorizar

AQUELLA NOCHE DE INVIERNO
Al atravesar la calle vio un grupo de mujeres que discutían pero no quiso detenerse. No le importaba nada. Tenía un encargo importante que hacer. Si no lo encontraba su vida corría peligro. Sabía que allí había encontrado otras veces lo que buscaba, pero no siempre.
Esta vez no era como las demás. Esta vez se lo había pedido Lortek y sabía cómo se las gastaba cuando no le dabas lo que quería.
Desde aquella fatídica noche de invierno, en que lo llamaron a altas horas de la noche, no dormía bien. Desde entonces cualquier problema de Lortek era su problema. Pero esta vez no se trataba de curar una herida ni un resfriado, esta vez el encargo era más complicado. Sabía lo que tenía que hacer pero también sabía que era muy difícil encontrar la sustancia. En el cuaderno de recetas que heredó de su padre se indicaban las dosis adecuadas. Dosis que no podía errar. Un exceso podía significar la muerte de Lortek y por lo tanto la suya. Desde aquella noche de invierno, supo que su vida iba a estar ligada a la suya. No había forma de escapar.
Subió las escaleras de Palacio. Su corazón quería escapar. Las palpitaciones eran audibles en varios metros. Tenía la seguridad que su vida estaba atravesando sus últimos momentos. Aun así, tenía la esperanza de aquel que aun teniendo la soga rodeada al cuello espera que sea descolgado en el último momento del cadalso. Pero él era un descreído. Solo creía en su ciencia y ésta le había fallado. Por mejor decir le había fallado Virsuk. Aquel viejo que siempre le facilitaba las hierbas y sustancias que necesitaba y que esta vez no pudo obtener. No tenía cantárida.
Volvió a revisar su cuaderno o por mejor decir el cuaderno y las notas que su padre le dejó. No encontró ninguna otra receta, ninguna otra pócima alternativa. Una gota de sudor cayó sobre la página abierta.
Lortek tenía más de 50 años. Guerrero infatigable que había gastado muchos años de su futura vida en juergas y excesos. Hacía ya mucho tiempo que tenía problemas para yacer con sus mujeres y el único que lo sabía era yo. Ayer me lo contó cuando solicitó mi ayuda. Quería acostarse con la bella Paniuka.
Toda la noche en vela. Pensando en impensables soluciones. No había escapatoria. ¿Qué podía hacer?. No había conseguido la ansiada cantárida y el brebaje que le entregué era inocuo. No podía decirle a Lortek que había fallado. Eso hubiera significado mi sentencia de muerte. En mi desesperación revisé repetidas veces mi cuaderno de recetas sin hallar nada. Recordé lo que mi padre me contó en numerosas ocasiones:
“A veces no hacen falta medicinas curativas, hace falta la creencia de la gente de que lo que le vas a dar, les va a curar. Hay que convencer a la gente que el brebaje que le administras le va a causar el efecto que ansía”.
Calculé la carta astral de Lortek y recordé que estábamos en periodo de luna llena. Un atisbo de esperanza se encendió en mi rostro. La luna llena hace milagros en las personas. Prepare un brebaje a base de hierbabuena y vino. El placebo y la luna llena, tenían que hacer el efecto deseado. Iba mi vida en ello. ¿Acaso no es esto también ciencia?. No me quedaba otra alternativa.
Los peldaños de la escalera de subida al palacio me parecieron muchos más de los que realmente eran. Me pesaban las piernas y mi cabeza iba a estallar. En pocos segundos sabría si el rey Lortek había tenido una noche placentera con la bella Paniuka, y por lo tanto podría seguir viviendo. De nada valía que le hubiera curado hace un mes de unas fiebres altas, ni de las numerosas heridas y huesos que había sanado. Lortek era despiadado y no tenía memoria.
La gran puerta del salón real se abrió delante de mí. Al fondo pude ver sentado en su trono a Lortek. 25 pasos desde el umbral de la puerta hasta el lugar donde realicé la reverencia correspondiente. Al levantar la cabeza comprobé la sonrisa del rey.

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5 comentarios

  1. 1. Denise dice:

    Muy interesante cuento, y bastante bien escrito. Solo tiene un error grave y es el cambio de persona del narrador: cuatro párrafos narrados en tercera y seis en primera, sin solución de continuidad. Mi consejo es que elijas una (personalmente, usaría la primera) y la mantengas a lo largo de todo el relato porque el efecto confunde un poco. Da la impresión de que Lortek le pidió ayuda a dos personas en lugar de una.

    El cambio de narrador puede usarse como recurso para producir un efecto determinado, pero eso es recomendable una vez que manejes bien las herramientas.

    Por si te hace falta, en este enlace de Literautas vas a encontrar una introducción al concepto de narrador; al final hay una lista de artículos sobre cada tipo:
    https://www.literautas.com/es/blog/post-736/el-narrador-1-la-voz-de-l-historia/

    ¡Saludos!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 18:01
  2. 2. David Rubio dice:

    Hola Lorizar
    Es un buen relato, desde luego, da igual que le salvara la vida si no podía salvar su lívido real. Me ha gustado cómo has llevado la historia, al principio parece que se trata de un sicario y poco a poco va desvelándose el meollo.
    Aparte de lo apuntado por Denise, he detectado lo siguiente.
    1. Ambientación. De inicio, es bueno situar al lector en tiempo y lugar. Al comenzar, me imaginaba a alguien de una época actual caminando por la calle. No hay nada que indique la época en la que transcurre la acción hasta que llega al Palacio. Ello provoca que el lector vuelva a releer para situarse. Intenta mostrar desde el principio la época en la que transcurre la acción.
    2. LAS COMAS. Faltan muchas
    – Al atravesar la calle(coma) vio un grupo de mujeres que discutían pero no quiso detenerse. No le importaba nada. Tenía un encargo importante que hacer. Si no lo encontraba(coma) su vida corría peligro.
    – Desde aquella fatídica noche de invierno,(esta sobra) en que lo llamaron a altas horas de la noche, no dormía bien. Desde entonces(coma) cualquier problema de Lortek era su problema.
    – Un exceso podía significar la muerte de Lortek y(coma) por lo tanto(coma) la suya.
    – Aun así, tenía la esperanza de aquel que(coma) aun teniendo la soga rodeada al cuello(coma) espera que sea descolgado en el último momento del cadalso. Pero él era un descreído. Solo creía en su ciencia (coma) y ésta le había fallado. Por mejor decir(coma) le había fallado Virsuk.
    – Volvió a revisar su cuaderno o(coma9 por mejor decir(coma) el cuaderno y las notas que su padre le dejó.
    -Prepare(acento) un brebaje a base de hierbabuena y vino.
    – En pocos segundos sabría si el rey Lortek había tenido una noche placentera con la bella Paniuka,(sobra) y(coma) por lo tanto (coma) podría seguir viviendo.

    Espero haberte sido útil.

    ¡Saludos!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 02:08
  3. 3. Lorizar dice:

    Para Denise y David Rubio. Os agradezco enormemente vuestros comentarios, sugerencias y rectificaciones. Es obvio que soy un neófito. Intentaré aplicar vuestras correcciones para el futuro. Muchas Gracias

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 11:53
  4. 4. Pilar dice:

    Hola, a mi también me ha gustado mucho, muy original, te haces la idea de una cosa y luego es otra, jjj ¡Qué golfo el rey!
    Te aconsejo que escribas, dejes reposar, repases y se lo des a leer a alguien porque siempre detectan algo que tu no has visto… ¡Buen trabajo! Estoy en el 150. Abrazos!!

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 14:14
  5. 5. iosu dice:

    Hola Lorizar:

    Empiezo apuntando algunos fallos para corregir en cuanto a forma y gramática.
    El título no es necesario que lo pongas al principio ya que te lo piden cuando vas a mandar el relato. Te ahorras cuatro palabras que te pueden venir bien si andas apurado.

    Es conveniente que separes con espacio los párrafos y no solo con punto y coma.

    Ya te han comentado el cambio de narrador. Empiezas con uno en tercera persona: “vio, quiso, tenía…” etc., a mitad del relato pasa a primera: “el único que lo sabía era yo”

    David Rubio te ha pormenorizado las comas que faltan, lo cual me evita hacerlo, aunque creo que faltaría alguna más. Cuando quieras plasmar una idea, déjate llevar por el ritmo de la frase. Normalmente hay que pausarlas cuando la idea está completa.

    Después de las interrogaciones no se pone punto.

    Hay un prepare al que le falta el acento. Preparé.

    Después de “toda la noche en vela” quitaría en punto y pondría un verbo, como p.e. “pasó”

    “si no lo encontraba su vida corría peligro”. Creo que sería mejor “correría”.

    En el primer párrafo se repite dos veces muy próximas el verbo encontrar.

    Se repite, también próximas, la expresión “por mejor decir”: le había fallado Virsuk y el cuaderno.

    “Sabía que allí había encontrado otras veces…”¿dónde es allí? No hay ninguna referencia hasta ese momento de a dónde se dirigía.

    Me parece que hay algo de contradicción (así lo aprecio) cuando dice que “tenía la seguridad…”, “aun así tenía la esperanza…”, “él era un descreído”.

    Supongo que “pensando en impensables” se puede admitir como figura literaria (oxímoron). Yo habría puesto “pensando en imposibles”.

    “Hay que convencer a la gente que…” Falta un DE después de gente.

    Primero dice “el brebaje que le entregué era inocuo” y más adelante dice “preparé un brebaje a base de hierbabuena” ¿Hay repetición de brebajes?

    En cuanto al contenido me parece que has creado una buena historia con un ritmo adecuado. Falta algún diálogo que siempre se agradecen (una asignatura pendiente que yo tengo). Has llevado hasta el final la intriga con final feliz. ¿Feliz? Bueno, yo me habría cargado a Lortek preparando un brebaje fulminante por déspota y por intentar mancillar a la bella Paniuka de quien está el alquimista enamorado.

    Nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 23:56

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