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Dulce pastel - por A.R.Payán

Web: https://m.facebook.com/tintadeletras/

Eugenio, un hombre trabajador y luchador veía como cada día su negocio iba perdiendo clientela. La culpa era según él, de Carmen, su antigua socia en la pastelería y exmujer, y ese extraño cuaderno de recetas antiguo que ella le dijo que tenía.
No solo Carmen lo había abandonado dejándolo solo con el negocio, sino que para más inri, se había atrevido a abrir una pastelería frente a la suya, y aunque no era un local grande y atractivo, la gente pronto prefirió La golosa, que así fue como bautizó el local, antes que amplio y elegante local que había mantenido a Eugenio en una alta posición en el ranking de las pastelerías de Madrid centro.
No sabía de dónde había sacado el cuaderno de recetas su exmujer, ni siquiera sabía si esas recetas eran de bollería, además, ella nunca había demostrado interés en el negocio, ni siquiera era apasionada de los dulces. Eugenio tenía claro que era por fastidiarle y vengarse de él por serle infiel con aquella empleada joven que tuvieron.

Como un día cualquiera, se encontraba apoyado en el mostrador con la mirada puesta en La golosa, y más concretamente en la rubia de caderas anchas y con medio kilo de maquillaje que se encontraba tras el mostrador, y no podía ser otra que Carmen, su exmujer. El sonido de la puerta al cerrar lo devolvió a la realidad.
—¿Que desea? —Preguntó lo más cortés que supo al primer cliente que entró en lo que llevaba de mañana.
Eugenio se quedó mirando al hombre que tenía enfrente. Vestía ropas oscuras y la capucha de la sudadera ocultaba gran parte de su rostro.
Si decir nada, aquel hombre dejó algo sobre el mostrador. Eugenio atónito bajo la mirada y quedó sorprendido al ver un cuaderno de recetas antiguo. Para cuando volvió a mirar al frente, aquel extraño hombre había salido de la tienda. No pudo hacer pregunta alguna, pero de algún modo tenía ante él la forma de vengarse de su exmujer.
Sin tiempo que perder echó los cierres de la tienda, tenía mucho trabajo que hacer si quería ser otra vez un referente en la zona.
Con frenesí buscó si había recetas de dulces y pasteles. Estuvo leyendo durante un tiempo. El local enmudeció y tan solo se escuchaba el sonido rítmico de su respiración. Pasaba las hojas con rapidez, cientos de recetas daban vueltas a su cabeza y fue marcando aquellas que posarían bajo sus vitrinas. Cuando terminó, comenzó a elaborar las recetas con ansia.
Cuando amaneció, Eugenio estaba exhausto pero satisfecho. Había conseguido llenar las vitrinas e incluso, pudo hacer un nuevo y novedoso pan. Ansioso, esperaba que todo ello fuese del agrado de todos.
Abrió la tienda incluso un poco antes de lo normal. En la primera media hora no entró nadie. Comenzó a sentirse frustrado. Entró en la cocina y se quedó mirando el desorden que había dejado. Hizo un gesto con la mano y abandonó la cocina para volver al local algo desesperado.
Se quedó incrédulo cuando vio a la gente agolpada esperando a ser atendida. Algunos eran vecinos del barrio, otros en cambio, no los había visto nunca. Sin más tardanza, comenzó a despachar hasta que se agotó todo el género. Cuando el último cliente y se marchó lo siguió con la mirada hasta que desapareció tras la cristalera del escaparate. Satisfecho del día, dio un largo suspiro y como de costumbre, sus ojos se fijaron en la tienda de su exmujer que, por algún motivo estaba cerrada.
Después de echar el cierre comenzó a preparar los pasteles para el día siguiente. No dudó en que tenía que hacer más cantidad. No le importaba estar otra noche con las manos en la masa, había sido un gran día de ventas y quería repetirlo.

Llamaron a la puerta, era tarde y eso lo extrañó. Cuando abrió, dos policías con cara seria lo agarraron y esposaron sin mediar palabra alguna.

En la comisaría lo sentaron en una sala cuadrada no muy grande. Esperó nervioso, no sabía cuál era el motivo por el que lo habían llevado hasta allí. Un inspector entró y se sentó frente a él. Antes de entregarle una carta le comunicó cuál era el motivo de su detención; estaba acusado de intento de envenenamiento múltiple. Sin dar crédito a tal acusación leyó la carta.

“Eugenio amor mio, donde vas a estar no podrás ser infiel”

No había firma alguna pero, sabía que era de su exmujer.

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10 comentarios

  1. ¡Saludos cordiales, colega! Esta es mi primera participación en Literautas. Y siguiendo las reglas de evaluación, me dispongo a expresarte con todo respeto y aprecio, mi apreciación sobre tu ameno escrito. Me atrapó. Lograste la descripción precisa de ambitación, personajes y motivaciones. Tu escritura es fluida y honesta, y por tanto dejas al lector convencido de que más que un relato imaginario, pudo haber sucedido realmente. Es probable que seas mujer, pero es mera conjetura de mi parte, de todos modos, la venganza logró ser expresada con toda contundencia femenina. ¡Te felicito por tu relato y te animo a leer y comentar mi texto (Catarsis) además de seguir participando en Literautas!. P.D. Me parece que tu texto podría tener espaciados los párrafos en la primera parte. Y en cuanto al título de tu historia, podrías considerar algún otro que tuviese más gancho. ¡Felicitaciones!

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 17:56
  2. 2. María dice:

    Cuentas la historia de manera fácil y sencilla, y eso hace que la lectura del relato se haga muy amena, es un relato muy interesante que te engancha del primer momento.
    Un saludo

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 20:00
  3. ¡Muchas gracias, María! Me empeño en relatar bajo ese esquema, pero intentando plasmar sensaciones y siempre que se pueda, divirtiéndome mucho en el proceso. ¡Mis saludos cordiales!

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 20:27
  4. 4. José Luis Jaimes dice:

    Hola A.R.Payán. Eres la segunda persona a la que me corresponde efectuar mis devoluciones. Comienzo por agradecer tu participación.
    Resaltaré en primer lugar que el núcleo anecdótico que sostiene al relato es atractivo. Para la primera oración, en la que presentas a Eugenio, tu protagonista tengo una primera observación y es que utilizas dos adjetivos finalizados en or que provocan un ruido en la lectura. Tal vez con uno baste y se te place otro podría ser trabajador tenaz u otro que complemente al primero. La aparición de Inri, que tal vez haga alusión a un sobrenombre de Carmen desorienta un tanto, como si hablaras de un tercer personaje. El otro elemento que me parece desestimado es el cuaderno de recetas. Eugenio lo menospreciaba o era éste el que le había valido tantos buenos resultados en el pasado y que ahora en Poder de la producción de La Golosa, transforman a éste negocio en una competencia inalcanzable?. Por último el personaje que irrumpe para dejarle el recetario y desaparece sin dejar rastros podría estar haciendo alusión a fuerzas extrañas. Te diría que lo que disparamos inconscientemente en el acto de escribir nos reclama mayor atención de nuestra parte. Lo demás me parece que goza de buena salud. Espero leerte nuevamente. Te saludo amistosamente.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 02:19
  5. 5. Ebea dice:

    Me gustaría puntualizar* una cosa para José Luis Jaimes; La palabra inri que usa la autora es un sustantivo.

    Ojo y digo inri, que no INRI o I.N.R.I., que sería acrónimo de Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum (Jesús de Nazaret, rey de los judíos), rótulo latino de carácter irónico que Pilatos grabó en la cruz.

    Según la Nueva gramática de la lengua española, las locuciones adverbiales para más inri y para mayor inri se han lexicalizado en España en el habla coloquial. Consecuentemente, el término inri se ha convertido en un nombre común que forma parte de construcciones asentadas y no requiere mayúsculas ni resalte alguno.

    Esta expresión puede sustituirse por “para mayor escarnio”, “por si fuera poco”, “para remate” o “para colmo” entre otros ejemplos.

    *La puntualización es porque da gusto el poder recordar y emplear mis dos años de latín del instituto.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 11:57
  6. 6. Ebea dice:

    Ahora voy con mi crítica;

    La historia se me hace amena e interesante y la desarrollas muy bien.

    Lo primero que detecto es la separación de párrafos. Quizás un doble espacio hiciese más cómoda la lectura.

    “… recetas antiguo que ella le dijo que tenía.

    No solo Carmen lo había abandonado dejándolo solo con el negocio…”

    No sé si le pasa a más gente, pero me sucede que cuando veo un bloque de texto sin dobles separaciones en los párrafos, me angustia mucho su lectura. Tengo la sensación de que me están metiendo la información en el cerebro cual capón de Villalba al engorde.

    Y sí, no soy la más adecuada para hablar de gramática en general, pero he detectado algunos pequeños fallos en la puntuación, acentuación…. también te has comido algunas preposiciones

    “Eugenio, un hombre trabajador y luchador, veía cómo cada día su negocio iba perdiendo clientela.

    La culpa era, según él, de Carmen, su antigua socia en la pastelería y exmujer, y a ese extraño cuaderno de receta”

    No me atrevo a corregir más, porque me sucede exactamente lo mismo.

    También me gustaría comentarte un tema que me ha sucedido cuando he leído tu texto en alto, me he dado cuenta que percibo algo dificultoso a la hora de decir:

    “…su antigua socia en la pastelería y exmujer, y ese extraño cuaderno…”

    Al principio pensé que podría ser porque le faltaba la preposición A, pero luego, aún incluyéndola se sigue notando extraña la sonoridad. No soy muy buena en esto, pero creo que puede ser debido al uso redundante de la conjunción “Y” como enumerativa y como nexo.

    No soy capaz de darte alguna opción alternativa sin alterar todo el párrafo así que te lo menciono aunque no sepa cómo remediarlo.

    Muchas felicidades por tu texto y muchas gracias por haberte molestado en corregir el mío.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 13:39
  7. Gracias por vuestros comentarios, son de ayuda.
    Yo quiero puntualizar para que no se cree más confusión; soy autor. No autora.
    No me cambiéis es sexo, que estoy así muy bien. Jeje.
    Nos leemos.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 14:08
  8. Gracias por vuestros comentarios, sirven de muy buena ayuda.
    Quiero aclarar que soy autor y no autora.
    Nos lemos.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 15:22
  9. 9. Ebea dice:

    Es un placer ayudar.
    Gracias también a ti por tu comentario en el mío.
    Un saludo.

    Escrito el 23 octubre 2016 a las 10:56
  10. 10. beba dice:

    Hola,Antonio:Tu cuento me pareció ameno. Lo has narrado con lenguaje prolijo y sintaxis clara. El recurso de que un extraño inexplicable traiga el libro,y la casi milagrosa multiplicación de clientes no me resultan creíbles en el marco realista de la historia. En cuanto a la frase aue te señaló Ebea,tiene demasiadas eses y equis juntas,pir eso chirria; lo arreglas con sinónimos.
    Un saludo.
    beba-141

    Escrito el 26 octubre 2016 a las 02:43

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