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Aquí, ¿con quién? - por Julieta Blanco

Cuando estás atravesando un momento difícil en tu vida, un “te amo” te puede robar una sonrisa. Más aún, digamos que la frase en cuestión viene de alguien que queremos mucho, y que no sabíamos que nos quería tanto, ¿qué le añadiríamos a la escena? Un leve rubor en las mejillas y… tal vez hasta lucecitas en los ojos, si el receptor es medio romanticón.
Pero cuando te escupen un “te amo” (sí, dije “escupen”) … ¿cómo se supone que deba reaccionar uno?. No creo que haya sido la mejor opción, pero en ese momento me pareció que llorar como una histérica era adecuado. O tal vez no, tal vez sólo pasó así porque no era capaz de hacer otra cosa.
Ya habían pasado cuatro meses desde el día en que Franco, que era mi novio en ese entonces, me abandonara acusando que “yo le ponía un freno a su vida” y que “no podía estar con alguien que se la pasaba leyendo libros en lugar de vivir sus propias aventuras”; cuatro meses desde aquella tarde-noche en la que fui con unas cervezas a buscar a Fer, a contarle lo sucedido… A ver una cara de estupefacción que al final no pude ver, porque mi amiga Laura ya había hablado con él.
Recuerdo lo mucho que me molestó pensar en que Laura y Fer se habían visto la noche anterior. ¿Y al final? ¿Para qué tanta molestia, si rompería en llanto con la (abrupta) confesión de Fer?
Bueno, a veces las cosas se dan así, enredadas, pero se dan al fin. Con un poco de condimento. Y hablando de condimento…
—¡Eso no es pimentón Fer! Es ají molido.
—Perdón amor, perdón. Sabés que soy un desastre cocinando -me contestó Fer.
Me tomé un poco de tiempo, pero al final sí, empezamos a salir. Esa noche intentaba enseñar a Fer a preparar una salsa muy fácil que encontré en el libro de recetas de mi abuela. Nada muy complicado, pero el chico simplemente no distinguía una hoja de laurel de un grano de pimienta. No era lo suyo, como sí lo eran el ejercicio, la bicicleta y el aire libre.
Por la ventana de la cocina veíamos los cerros bañados en la luz de la luna. La noche se veía tan calma que decidí terminar yo misma la salsa para salir a dar una vuelta. Pero la calma no duraría mucho.
—No se cómo hacés -me iba diciendo Fer-. Todo te sale tan rico…
—Eso decís ahora; cuando tengamos cuarenta vas a decir “¿otra vez milanesas?” -le respondí.
La idea pareció gustarle, no reparando en la falsa acusación.
—Mirá, eso decís ahora, pero…
—¡Shh! Callate un segundo. Escucho algo.
No muy lejos de donde estábamos, se oían unas risas. Parecían provenir desde detrás de un árbol al final de la cuadra.
—Mejos vámonos -le dije a Fer.- No quiero interrumpir a ninguna pareja a los besos.
Pero Fer no se movía.
—¿Ese no es el auto de Franco?
Tenía razón, era el auto de Franco. Me entraron más ganas de irme.
—Vamos, Fer.
—¿Por qué? ¿Es que acaso te importa?
—¡No! Pero no quiero ver eso. Ya quería irme cuando pensaba que se trataba de cualquier otra persona.
No nos habíamos percatado de que habíamos levantado la voz, pero al parecer ellos sí, porque nos sorprendió el ruido del auto arrancando y luego, alejándose.
Al parecer, Fer no se convenció de que no me hubiese importado, porque se disculpó por tener dolor de estómago, me besó rápidamente y se fue.
—Nos vemos mañana -me dijo.
Yo sólo lo dejé ir. Rompí en llanto y decidí llamar a Laura a su celular. Desde luego, no me esperaba encontrármelo sonando detrás del árbol.

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9 comentarios

  1. 1. Roger/NHICAP dice:

    Hola Julieta,
    Me llamó la atención el título, aunque no resulte raro ni llamativo, y paso a leerte pensando en la relación con recetas.
    Me encuentro un texto bien escrito en primera persona, que muestra las desdichas amorosas de una muchacha, ¿demasiado emotiva y algo ingenua?
    No me encaja que siendo cuatro personas conocidas, que se mueven en un círculo próximo (pasean por el mismo lugar), ella tarde cuatro meses en comunicar a Fer su ruptura con Franco y,¡le sorprenda que ya conozca la noticia por Laura!.
    Los dos tipos me parecen pusilánimes, Fer un cretino y Franco un imbécil, por abandonar cada uno a su pareja en sus respectivas citas. Gente demasiado joven, sin duda.
    Es un buen trabajo con una buena descripción de los cuatro personajes mediante el desarrollo de la trama. Buen trabajo.
    Hasta otra ocasión. Un abrazo

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 09:20
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    Hola Julieta!
    El año pasado me desapareciste, me alegro muchísimo que hayas vuelto!
    De nuevo reaparecés con tu estilo fresco y refrescante, mezclado en una historia bien a lo “Cris Morena”. Uno se queda preguntando: ¿no hay más gente en ese mundo, que todas las parejas se cruzan? Después me acuerdo de mi propia adolescencia, y me doy cuenta de que lo tuyo es bien real 😉
    En cuanto a lo técnico, cuidado con las repeticiones. Especialmente, no hace falta decir “Fer” tantas veces, si ya se sabe quiénes están hablando. Pero fijate si hay más.
    En fin, como siempre, me divertí mucho leyéndote!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 17:39
  3. 3. Julieta Blanco dice:

    Hola Roger/NHICAP! Gracias por tu comentario. Aún no he podido ponerme a leer mucho, pero mañana empiezo, sin falta.
    La verdad no es que haya tardado 4 meses en comunicar la ruptura, sino que han pasado 4 meses desde la ruptura.. Tal vez no logré darme a entender, lo voy a revisar.
    En realidad, me confieso, este relato tiene relación con uno que escribí anteriormente… Les dejo el link: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-22/2560
    Y respecto a lo de que ambos abandonan a sus parejas, la idea que yo tenía es que sólo quedaba el celular de Laura, que Franco y Laura se habían ido juntos, pero la verdad es que no lo especifiqué, no? El problema es que yo sé qué imagen figuré en mi cabeza, pero tengo que revisar mejor lo que escribo, porque no siempre logro darme a entender.

    Marcelo! Qué gusto! Extrañaba mucho el taller y a todos los participantes, especialmente con quienes intercambiábamos comentarios. Nuestros amigos de letras, no?
    Yendo a lo específico, dicen que el mundo es un pañuelo, no? Todo se enreda, en las historias y en la realidad. Voy a tener cuidado con lo de las repeticiones.

    Ya pasaré a comentar sus textos!

    Saludos!!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 21:05
  4. 4. Julieta Blanco dice:

    Ah! Otra cosita. Para quien abra el link del texto anterior, tuve en aquel entonces un problemita técnico con los guiones. =)

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 21:07
  5. 5. Juan Chukofis dice:

    Hola Julieta
    Me gusta el enredo de estos personajes y la introducción de la historia.
    Con respecto a un comentario anterior creo que está claro que fue hace cuatro meses cuando la protagonista le cuenta a Fer lo de la separación. La confusión, para mí, es que al remarcar tanto lo de los cuatro meses das a entender que se lo cuenta el mismo día de la separación. Ahí el problema sería cómo se entera Fer, a través de Laura, un día antes de algo que todavía no pasó. A su vez parece estar todo concentrado en ese día hace cuatro meses (la separación de Franco, la confesión de Fer).
    Hay una parte del diálogo que no me queda muy clara. En el momento que están cocinando de golpe escuchan un ruido y pasan a estar afuera. Como que no hay transición de un lugar a otro (del adentro al afuera).
    En cuanto al final lo de que sea Laura es algo que se torna previsible (para el lector). Me parece más importante como final la duda que genera la aparición de su ex novio.
    Saludos y gracias.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 14:22
  6. 6. Peter Walley dice:

    Hola Julieta,

    Al principio me lié un poco y pensé que estabas metiendo demasiados personajes sin motivo, pero al acabar te das cuenta de que todo tiene su aquel. Quizá falta un poco que empaticemos con los personajes, a mí no me caía bien casi ninguno (incluso la protagonista por no mandar a la porra a ninguno de sus novios).

    Y una tontería: por un segundo, cuando dijiste que la había dejado Franco, su novio, pensé que iba a ser Francisco Franco el dictador. Hubiese sido un puntazo 😉

    Saludos y gracias por pasarte por mi relato,
    Peter

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 20:43
  7. 7. Cheche dice:

    Hola, Julieta:
    El relato tiene bueno cimientos. Solo que hay que trabajarlo un poco más.
    Siento una elipsis muy grande entre cuando están cocinando y salen a la calle. Creo que podrías describir mejor esa transición.
    Por un momento me lié con los nombres Franco y Fer, quizá porque se parecen un poco. Quizá se diferencias un poco los nombres, funcionan mejor.
    Gracias por leerme.
    Seguimos en contacto.
    Ch.

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 19:34
  8. Hola Julieta. Me gustó mucho tu estilo de retratar a los personajes, especialmente a Fer (no es porque se llame como yo). Cuando decís que el chabón “no distinguía una hoja de laurel de un grano de pimienta” y que lo único que sabía hacer era ejercicio, la bici y el aire libre, me imagino un nenito de papá con plata y medio hueco (me identifiqué con él: no por la plata, sino por lo hueco).

    Otra cosa que me gusta del relato es la inclusión del libro de recetas. Da la sensación de que el lector fuera tu interlocutor y que estás charlando con él mientras cocinás.

    En resumen, me gusta mucho tu estilo. Y te agradezco por pasar a comentar mi relato. De a poco vamos entrando en calor con este tema de escribir.

    Saludos. Nos vemos en la próxima escena del taller. Me encantaría volver a leerte.

    Escrito el 28 octubre 2016 a las 17:28
  9. 9. K. Marce dice:

    Saludos Julieta:

    Muchas gracias por leer y comentar mi texto.

    Ay los enrredos amorosos. Esa camisa de once varas, que alguna vez, nos la medimos todos.
    Te confieso que me confundí mucho al principio, la introducción me pareció un monologo reflexivo y el salto de tiempo entre un susceso y otro me hizo volver la lectura.

    No veo confusión con los meses y la ruptura. Quizá una lectura rápida lo cree, pero si lees detenidamente, lo has escrito, a mi manera de ver, bien. Todo ha ocurrido hace cuatro meses atrás, el rompimiento con Franco y la confesión de Fer (que se tomó el valor al verla “desnoviada”, supongo), pasa un poco de tiempo y acepta a Fer. Al menos, así lo he entendido.
    El libro de recetas, pasa muy inadvertido. Bien se puede cocinar sin uno. Pero, creo que valía pasar el filtro, calzando las palabras consignas, aunque yo comprendí otra cosa que debía tener protagonismo.
    Estoy de acuerdo con los nombres, ambos con F, esto puede confundir sobre todo porque hay/hubo interés romantico con la protagonista.
    Ya aprendí la palabra (soy olvidadiza), y es el uso de «vocativo», siempre hay que separarlos con una coma, así:
    —¡Ese no es pimientón, Fer! Es ají molido.
    —Perdón, amor. Perdón…
    No soy de las que le molesten las repeticiones, pero a veces es necesario cambiar las frases, para que no resulten cargadas: En este caso, creo que es una mejora.
    —¿Ese no es el auto de Franco?
    Tenía razón, era su auto (o era el auto de él). Me entraron más ganas de irme.
    En este caso, hay muchas veces los nombres de los personajes, así te evitas algunos.

    Y ya te mencionaron, la transición de teleportación desde la cocina a un parque o patio frontal, no sé. Un “salimos fuera” lo resuelve.

    Me ha gustado que aunque es un texto sencillo, sin mayor drama que las complejidades de las relaciones, ha capturado la atención para completar su lectura.
    Los personajes se caracterizan por su inmadurez, lo que me hace pensar que son personas muy jóvenes, unos llenos de inseguridades, emocionales, y hasta mentirosos. Aunque si tú los veías como adultos, entonces hay un desliz que hay que pensar, y es meterse en los zapatos de cómo debe actuar una persona en determinada situación. Si son muy jóvenes, como expresé, sí encajan con lo arrebatado que se es a esa edad.

    También creo que has hecho buen trabajo con la ortografía y los diálogos, muy naturales.
    El final, lo he comprendido, que en la carrera estos chicos se han alejado tan a prisa, que no se han percatado que han olvidado el celular de Laura. Y me hubiera gustado saber el nombre de la chica que narra.

    Como expresé, la historia tendrá todo el peso, dependiendo de la edad de los personajes, para comprender su personalidad y las actitud que toman en determinada situación.
    Me alegra saber que estas de regreso en el taller, así que te doy una cálida bienvenida.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 29 octubre 2016 a las 10:04

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