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Primera lección de cocina - por Wiccan
—¿Me estás diciendo que porque no te llevó a aquel partido no vas a ir con Mario al concierto?— Sofía entendió por fin la razón de que su hijo mayor se hubiese marchado enfadado aquella mañana, sabía lo importante que era para él compartir ese espectáculo con su hermano—. Pero si lleváis años hablando de ir juntos a ver a ese grupo en caso de venir a España.
—El me dejó tirado y yo lo dejo a él, es justo. Tampoco es como si no pudiese ir, que vaya con su amigo otra vez.
Pedro pensó que su madre procuraría disuadirle pero no fue así. La mujer se levantó disgustada y, ante la sorpresa del chico, le pidió que le ayudase a preparar la comida. A sus veinte años, el joven nunca se había interesado mucho por la cocina, le daba mucha pereza, pero accedió intentando suavizar la situación. Sofía le indicó que preparase la crema de zanahoria mientras ella se dedicaba al pavo. Confundido, Pedro miró a su madre, que le señaló el libro de recetas en un estante:
—Es uno de los platos más fáciles de preparar, si sigues los pasos no tendrás ningún problema.
El adolescente se dirigió al estante donde se encontraba el recetario, buscó la página que le interesaba y apoyó el libro en la mesa mientras leía: “Zanahoria, patatas, cebolla,…”. Se sintió aliviado, al menos conocía los ingredientes. Los colocó ante él y comenzó a picar las zanahorias, las patatas y los puerros. Le llevó un buen rato y, aunque no lo reconocería, ver lo mucho que tardaba en hacerlo y la destreza que tenía su madre le frustraba un poco. Intercambiaba pequeñas conversaciones con ella sobre cosas triviales pero sus pensamientos volvían a la discusión de la mañana con su hermano. «Mario sabía lo mucho que me hubiese gustado ir a ese partido, no tiene ningún derecho a enfadarse».
Vertió los ingredientes en una cazuela y la puso a hervir a fuego lento. Tal como indicaba el libro tendría que esperar unos treinta minutos para poder batir el preparado, pero después de cuarenta y cinco minutos la zanahoria seguía dura como una piedra. Pedro miraba con impaciencia el libro y el reloj a intervalos regulares. Si había seguido los pasos de la receta, ¿por qué tardaba tanto? Su madre se detuvo un momento para revisar su trabajo y le quitó importancia. «Has cortado los tacos muy grandes, le llevará un poco más». Cuando por fin pudo salpimentar la mezcla pasado otro rato, a punto estuvo de confundir el pimentón con la pimienta negra, por suerte su madre se lo advirtió al ver el bote en su mano.
Pedro terminó de batir la crema y la puso en una fuente. Por primera vez en lo que llevaba de día se sintió bien. «Tal vez debería darle una oportunidad a esto de la cocina», pensó. Sintió algo de lastima por su madre, sabía que con aquello probablemente pretendía distraerlo para olvidar el enojo con su hermano, pero aunque ya no estaba tan enfadado seguía pensando que tenía razón. Al salir de la cocina fue a darle un beso y las gracias. Sofía lo miró a los ojos.
—Se que piensas que tu hermano merece lo que quieres hacer, pero os he criado y se como sois. Su problema es que en algunas ocasiones actúa por impulso y piensa que es lo correcto, pero te aseguro que sabe que hizo mal al no ir contigo al partido. En la vida no siempre está claro lo que debemos hacer, como cuando te pedí que cocinaras la crema, lo malo es que no tenemos un libro de recetas para seguir sus instrucciones. Mario pensó en su momento que hacía bien y tú lo piensas ahora; pues hoy has visto que creer que haces lo correcto no implica que sea cierto, si fuera así la crema no habría tardado tanto en cocerse y no hubieses confundido el tarro del pimentón. Eres mayor y no debo decirte como actuar con tu hermano pero, como en la cocina, lo que importa es lo que quieres conseguir al final, y no puede salir nada bueno en una receta en la que uno de los pasos sea la venganza. Antes de tomar una decisión espero que pienses en lo que te he dicho.
Pedro salió de la habitación aturdido, tras toda la mañana ya no estaba tan seguro de lo que debía hacer.
Hola Wiccan
Lección de cocina, lección de vida.
Tu relato se podía haber contado con menos palabras, pero entonces sería más ligero y, siendo más espeso, tiene más consistencia. Más que un cuento, con su principio, medio y final, con su presentación, conflicto y resolución, veo una historia de enseñanza moral. Dentro del relato no suceden grandes cosas, y por eso digo que se podía haber contado lo mismo economizando en palabras.
Un saludo
He encontrado aquí un relato con un matiz didáctico, algo así como una parábola. No viene mal, entre tanto “chef asesino” que anda rondando por los relatos de este mes. Como dijo Jose Luis, podrías haber quitado relleno para que el relato cumpla su propósito de modo más efectivo. Un gusto leerte, sigue así 😉
¡Saludos!
Saludos Wiccan. Soy Luis(72). Bonita historia que además advierte que la venganza no ayuda a las relaciones humanas; la madre lo tenía claro. Un apunte: Donde escribes.” Me estás diciendo que porque no te llevó a aquel” yo cambiaría aquel por “ese” y así evitar la doble “a”. Nos leemos.
Gran lección! Me encuentro abajo en el #50
Bonita historia, ligera de tono. La venganza existe, pero de una manera más tenue, menos emocional, y encaja sorprendentemente bien en este ambiente de familia que pinta la narración. ¿Quién no ha buscado el desquite por el agravio percibido de un hermano o hermana? A todos nos trae recuerdos el ver a la madre procurando conciliar las disputas de los hijos, así sean ellos ya mayores.
Opino, como han dicho otros ya, que hay frases que podrían suprimirse, dando a entender el pensar y sentir de Pedro de manera más concisa (y potencialmente más vívida). En suma, la narración dice más de lo que muestra. Pese a ese detalle, la lectura de la historia me resultó relativamente fácil.
¡Hola!
Feliciades, me gustó muchísimo tu relato. Con un importante mensaje al final y con un desarrollo de lo más sencillo. Hay alguna falta de ortografía (un sé sin tilde) pero nada de vital importancia.
Muchisimas felicidades.
Hola Wican, tu relato es una fábula encantadora, muy fácil de leer, muy realista,equilibrada muy bien estructurada, con un ritmo apropiado.Los personajes muy verosímiles, la madre tranquila y sabia que una siempre quiso ser y el hijo adolescente un tanto botarate pero respetuoso, una relación un tanto ideal pero al fin y al cabo es una fábula con moraleja, algo así como un conde Lucanor moderno. Eso sí yo le rebajaría los años al chico -máximo 16- a los veinte ya no se es adolescente y se actúa de otra manera.
Además, es muy difícil confundir el pimentón con la pimienta negra por una cuestión de color, pasaría mucho mejor con la pimienta de Cayena que también es roja.
Espero seguir leyéndote.Si quieres visitarme estoy en el 11.
¡Hola, Wiccan!
La temática de tu historia es bonita e interesante. Me gustó mucho. En la forma es donde hay varias cosillas que destacar. A grandes rasgos: faltan tildes, frases demasiado largas que sería mejor estructurar con punto y coma en lugar de comas, y el montaje de los diálogos no es acertado porque no haces bien las separaciones del resto de tu narración. Aún así, me gusta leerte. Saludos y espero que hayas pasado unas buenas vacaciones. ¡Hasta la próxima! Buenas tardes.
Hola, Wiccan, me ha gustado tu texto. Está muy bien escrito, hay mucha claridad y el tema es muy cotidiano. Creo que todo mundo recuerda las ocasiones en que se ha puesto a cocinar con su madre y ha recibido un mensaje útil para la vida. La forma de actuar de la madre es muy pedagógica y refleja la preocupación que siente por sus hijos. Aprovechando los errores de Pedro, al cocinar, hace lo que dijo Confucio: “No le des un pescado a quien te pida de comer, mejor enséñale a pescar”.Bueno, nos vemos en noviembre. Un abrazo.
Buenas a todos!!!
Tras un mes terrible por fin he conseguido pasarme por vuestros relatos, mil perdones por la tardanza y muchisimas gracias a todos por comentar el relato.
Jose Luis, Christian y Vagabundo: Gracias por vuestras opiniones, dado el tema también me parecía que el desarrollo de la receta podía hacer poco fluida la historia y podían obviarse cosas, pero en su momento pensé que eran necesarias y por eso las dejé, es bueno que me lo comentéis para próximas ocasiones.
Gaia, Ocitore: Me alegro de que os haya gustado.
Luis, Javiyoshi y Oda: Muchas gracias por vuestras correcciones, siempre ayudan a mejorar.
Noemi: Muchas gracias por tus opiniones, es posible que la historia si funcionase mejor con un chico más joven. Además, a modo de anécdota, te diré que toda la historia es ficción pero que yo soy como el protagonista en relación a la cocina y la primera vez que hice crema, como no encontré la pimienta roja, di por hecho que valdría la negra, jajajaja, así que esa parte que a ti te pareció dificil fue la única real de la historia. Por cierto, el resultado fue una crema no se podía comer, jajajaja.
Muchas gracias a todos!!!