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LA SOMBRA DEL ESCRITOR - por J. R. Arcady

A 17 pisos de altura sobre la avenida del Parque Oeste la panorámica resultante sobre el pulmón verde de la ciudad y sus avenidas circundantes resultaba casi tan fascinante como lo fuese la primera vez. Solo que ahora su mente divagaba confusa en un torbellino de pensamientos convulsos y erráticos, ebria no sólo por una botella de Macallan 57, los 135 decibelios que golpeaban sus tímpanos al ritmo de “A call to the hell” o las últimas 33 horas sin descansar más que escasos intervalos.

Las violentas ráfagas de viento agitaban su cabello lacio y grasiento echándolo sobre sus ojos. Intentó pensar donde estaría ahora Carla ¡Pobre Carla! Su mano diestra se dirigió al bolsillo de su pijama de seda azul cobalto, buscando la nota para leerla una vez más… ¿dónde había dejado la nota? ¡Bah, al diablo con ella! Agito su mano en el aire como alejando de si ese pensamiento y al llevar a cabo este acto dejó de asir la barandilla de acero exterior de la terraza de su apartamento. Esto casi le hizo perder el control. Como resultado su móvil resbaló desde su bolsillo para reunirse con los curiosos que allí bajo sus pies esperaban el desenlace de su propia historia.

Apenas un año antes, había coincido en una reunión literaria con la joven promesa Carla Montes, autora del archiconocido “Mandamientos para una vida feliz”. Fue un flechazo mutuo. Dos meses más tarde ambos se instalarían en este apartamento con la firme intención de convertir la literatura en su “modus vivendus”. Carla era una autora de éxito y él tenía grandes ideas para su primera obra. Se tomó un año sabático en el despacho y escribió frenéticamente durante meses. Recluidos en sus respectivos estudios ambos escribían sin descanso. A puerta cerrada.

Carla era perfeccionista, compleja y nocturna. El era caótico, sencillo y diurno. Eran felices en su atalaya y el éxito de Carla pagaba las facturas sin problemas. El futuro se dibujaba prometedor.

Tras meses de angustia y euforia a partes iguales la palabra “FIN” selló su obra. Exultante de alegría escribió una nota para ella antes de dormir: Por fin está terminado y tú eres mi lectora ideal. Dime sólo, si o no.
Ella le despertó con manos temblorosas y ojos brillantes por las lágrimas. Sólo dijo: ¡Sí!

Estuvieron de acuerdo en que Carla haría llegar una copia del original a J.L. Casals. Este no sólo era pariente suyo en segundo grado, sino que en círculos literarios se le consideraba el crítico más acervado del paisaje nacional. Era admirado y temido por igual. Esta era la primera prueba de fuego antes de saltar al ruedo y afrontar la no menos temida opinión pública.

La respuesta no tardó en llegar. Carla había coincidido con Casals en la editorial y éste había sugerido algunos cambios antes de presentarlo a la Editorial. Cuestión de tiempo.

Trabajó de día y de noche. Apenas dormía. Comía mal y comenzó a sufrir acidez de estómago. Bebía para animarse, para concentrarse, para olvidar. Pero todo fue a peor. También su relación con Carla. Ya sólo hablaban para discutir. Se evitaban todo lo posible. Carla no escribía más. Debía de haber terminado ya su libro. Claro, cómo no. Y él no conseguía más que balbucir cosas sin sentido.

Entonces buscando cigarrillos, la encontró. La nota adjunta a la copia del original que ella le había ocultado. Firmaba J. L. Casals:

¿Pero querida quién es el autor de este adefesio? ¿Qué clase de pardillo incompetente garabatea esta sarta de idioteces? ¿Publicarlo? ¿Estás de broma o qué? ¡Esto es infumable! ¡No pasé de la tercera página! Un rotundo NO.

Su frágil universo se hundió bajos sus pies. Todo había sido una absurda quimera. Era un fracasado. Ella sólo le tenía lástima. Patético.

Tomó una decisión y esperó… Cuando ella saliese como cada mañana…
Aislado del mundo colgando en el exterior de la terraza lo único que martilleaba su cabeza era el latir de su angustiado corazón. Cerró los ojos y saltó al vacío.

Al otro lado de la calle una mujer tiraba a la papelera una pequeña nota arrugada. La crítica despiadada de J.L.Casals a su último libro. Las lagrimas de rabia entonces y las de celos por la suerte del novato se transformaron en una fascinante sonrisa. La sonrisa del éxito… Carla Montes volvería a ser la innovadora autora del próximo bestseller de moda: “El libro de recetas para una vida al límite”. ¡Adiós, novato y gracias por todo!

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6 comentarios

  1. 1. EndikaPG dice:

    ¡Genial!
    Me ha gustado mucho. Desde el principio se deja percibir que algo va a pasar, pero nos vas dando todo a su ritmo y dejas que el relato se vaya cociendo a fuego lento hasta el sorprendente final. ¡Qué bueno!
    Hay un par de tildes que faltan y tonterías del estilo, pero la historia me ha encantado.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 12:49
  2. 2. Amanda Quintana dice:

    Hola J. R., una historia excelente, me mantuvo en vilo hasta la última línea, la que de por sí, como remate, es genial. Al leerlo, sentí como iba llevando a lo largo de una historia bien hecha, bien pensada, con personajes claros y muy bien definidos. Muy buena la manera de implementar la consigna del mes.
    Como nota, para que no solo sea muy bueno, sin grandioso, las oraciones me parecieron muy largas, creo que vendría bien poner algunas comas en el medio, además de revisar algunas mayúsculas o puntos.
    ¡Muy buena historia!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 01:30
  3. 3. Dante dice:

    Hola J R:

    Me ha gustado la linea argumental, pero cuesta trabajo seguir algunos párrafos.

    Y las transiciones son demasiado rápido ( entiendo que las 750 palabras limitan), por ejemplo en un párrafo pasan de amor idílico a discusiones constantes, no se me choco como lector tanto vertigo.

    En fin son opiniones con la subjetividad obvia.

    Nos seguimos leyendo

    Yo estoy en el 36.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 01:41
  4. 4. Dante Tenet dice:

    Hola J.R.

    Una historia muy bien contada, quizás algunas transiciones son demasiado rápidas; el paso del amor a hablar discutiendo en un solo párrafo por ejemplo, entiendo que las 750 palabras condicionan.

    Pero el resultado final es bueno y me gusto mucho.

    Nos seguimos leyendo, este mes estoy en el 36

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 03:30
  5. 5. Patricia Redondo dice:

    ¡Que putada!! ja ja ja ja !! (perdón por el exabrupto pero es que lo es…) .Muy bueno el final y muy bueno todo el relato.

    estoy en el 35 por si te apetece leerme

    saludos!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 08:52
  6. 6. SBMontero dice:

    Sencillo, limpio, claro, conciso, lo he disfrutado de principio a fin -lo del gesto en el aire al no encontrar la nota en el bolsillo es de una genialidad descriptiva que, siento decírselo, copiaré cual bellaco-. No tengo nada más que añadir al respecto, aunque lo merece, oiga.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 12:13

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