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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Sentido común - por Osvaldo Mario Vela Sáenz

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. He estado consciente de ello desde temprana edad gracias a las constantes comparaciones de mis parientes con mis hermanos con quienes tengo un cierto aire de semblanza. Parecido físico que las tías recalcaban con expresiones como; “es igual de travieso que tú, caminan igualito, tienen la misma mirada, son idénticos como dos gotas de agua”. Pero lo que me sucedió una noche en el bar “Jacaranda” fue algo diferente.
Quizá mi nombre, Benito Galán, me llevó a ese sitio de costumbres libertinas. El lugar, repleto de gente que buscaba divertirse igual que yo. Con un poco de suerte y con una actitud convincente de mi parte, podría ser recompensado con la compañía de una bella mujer a quien brindarle una noche única. Por tercera vez desde mi llegada al bar, vi aproximarse una fémina de rostro virginal y con cuerpo de pecado fácil. Mi postura de galán para recibirla le comunicaba mi disposición. ¡Pero maldita sea! después de mirarme de arriba a abajo con detenimiento soltó la misma pregunta que las dos visitantes anteriores.
— Oiga, ¿Sabía usted que es igualito a un hombre que frecuentaba mucho este lugar?
Como yo esperaba esa misma pregunta, estaba preparado con una respuesta capciosa. Recordaba el comportamiento de la primera dama que se me acercara, quien de plano hizo caso omiso de mis galanteos y me espetó: “él, siempre tiene una respuesta rápida y sonríe. En cambio usted, parece querer las cosas por la fuerza; mejor me retiro”. Bajo el recuerdo de estas frases me atreví a soltar la que había fraguado.
— Sí, y también me han contado que es un seductor incorregible en sus encuentros de pareja. ¿Acaso consumó con usted alguna de sus travesuras?
— ¡Vaya qué si fue travieso! Lo hizo de muchas formas en igual número de posturas. Con su permiso.
Sus palabras rechinaron envidia en mis oídos me recordaron lo dicho por la segunda hembra, quien mencionara que de solo recordarlo, sentía alcanzar la sublime sensación del sexo y concluyó aquella exposición de sus experiencias con la aseveración de que lo amaría hasta la eternidad.
Para este tercer encuentro, estaba yo hasta el gorro de aquel doble mío que me negaba la oportunidad de mostrar mi sabiduría en el arte de amar a esas mujeres que más bien parecían deidades enviadas desde el olimpo para mi deleite. El efecto de esta situación era desesperante para mi ego de conquistador, así es que ofuscado, busqué encontrarme con aquel personaje del “Jacaranda”.
Durante tres largos meses, yo me disfrazaba, me escondía en un rincón o desde el coche afuera del bar lo esperaba. Varias veces me pareció divisarlo de lejos, pero al aproximarme, me encontraba con alguien diferente; la búsqueda se tornó infructuosa.
La tensión del fracaso me llevó a consultar a la reconocida psicóloga, Remedios Martínez.
Tendido sobre el diván me explayé ante aquella profesional que tanto me ayudara en otras ocasiones y quien esta vez me escuchó con paciencia. De vez en cuando, movía el lápiz sobre la carpeta en sus manos para hacer alguna anotación. Le describí los tres encuentros y sus desenlaces pero más que todo le aclaré, la rivalidad tan profunda que mi supuesto doble despertaba en mí.
Al fin de la sesión, Remedios permaneció largo tiempo callada. Yo respeté su concentración; sabía que ella encontraría alguna terapia o medicamento para ayudarme. Cuando al fin dobló su carpeta dijo:
— Mire Benito, al parecer el medicamento que le receté la última vez funcionó a las mil maravillas. Los personajes que vivían dentro de usted desaparecieron sin dejar recuerdo alguno en su conciencia: A Romeo, Dorian, Marco Antonio, Don Juan y hasta Napoleón, quien era el seductor más tenaz, a todos ellos, ya la acción del fármaco los borró. Más, los efectos secundarios generados por la cura recetada han provocado en usted una obsesión por encontrarlos. Lo suyo podría llamarse delirio de persecución a la inversa, caso que nunca me había tocado: usted no es el perseguido, usted es el que hostiga.
— ¿Y yo que puedo hacer Doctora?
— Usted nada. Sólo quiero que me permita unos días para consultar con algunos colegas míos sobre los pasos a seguir.
— ¿Buscará algún otro medicamento?
— No, más bien quisiera encontrar un antídoto que revierta lo logrado por el tratamiento anterior. Creo Sr. Galán, sin temor a equivocarme, que usted gozaría de muchas más conquistas amorosas con su previa condición de personalidad múltiple que con esa obstinación de acoso que hoy lo agobia.

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26 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Osvaldo. Soy Laura del 121.
    Has realizado un relato que ubico plenamente en Buenos Aires. ¿Fue tu intención o es tu localía que salió?
    Me sonó algo duro el término HEMBRA, pero en el contexto en que lo ubicas, como una mujer en pleno uso de su sexualidad, queda un poco menos áspero.
    Me gustó mucho tu expresión de “cuerpo para el pecado”.
    Interesante posibilidad de acoso a personalidades múltiples. Es tema que no manejo por lo que no me meto por ahí.
    Una corrección: Jacarandá lleva acento: es palabra aguda.
    Espero seguirle leyendo

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 10:24
  2. 2. SBMontero dice:

    Don Osvaldo, la historia me ha encantado, tiene algo de picante, algo de cándido, su poquito de comedia de situación y lo de las personalidades múltiples me ha gustado.
    Veo que ha cuidado la estructura narrativa, o por lo menos mucho más que en otras ocasiones que he tenido la suerte de leerle.

    Lo he disfrutado.

    Siga escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 22:00
  3. 3. Anna dice:

    Hola Osvaldo,

    Es un buen realto, con un final impactate. Es primera vez que leo uno de tus relatos, pero me pareció excelente, me encantaría volver a leer algo más en los proximos meses!

    Saludos!

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 01:56
  4. Me gustó el relato, también el estilo expresivo. El argumento y la trama desnuda vida y experiencia. Es fácil de leer y entretiene.

    Nos estamos leyendo.

    Saludo cordial.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 07:12
  5. 5. Lluvia dice:

    Hola,
    Me ha gustado el final porque ha sido inesperado. Sin embargo, la redacción general del mismo se me ha hecho pesada, quizá excesivamente formal o distante y por eso no he logrado sentirme en ningún momento parte de la historia.
    Soy Lluvia la 120.
    Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 19:51
  6. 6. Juana Medina dice:

    Aquí estoy, Osvaldo devolviendo tu amable visita.
    Tu relato me resulta muy agradable, muy agudo, bien llevado y con una excelente dosis de humor, particularmente el final, que nos obliga a ver todo el conjunto de otro modo. Tu personaje encontró una terapeuta muy inteligente. Realmente es una historia con cosas para pensar, contada con cierta buena ligereza.
    Un abrazo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 22:02
  7. 7. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Osvaldo ¡Qué alegría leerte! muy ingeniosa tu historia y con un final que me ha hecho reír. Tu personaje ha tenido una situación similar a la de uno de mis compañeros de trabajo, a quien la psiquiatra lo escuchó atentamente y luego de conversar un rato con él terminó doblando la dosis en la receta de medicamentos.
    Próximamente te escribiré al correo.
    Un abrazo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 22:36
  8. 8. Marcelo Kisi dice:

    Hola Osvaldo!
    De nuevo gracias por pasarte por mi relato y comentarlo!
    El tuyo me ha gustado, no voy a agregar a lo que ya te han dicho, pero me fascinó sobre todo el estilo con el que narrás y, sobre todo, cómo hablan tus personajes. Todos ellos hablan con una elegancia literaria que no parece verosímil a nuestra época, y que sin embargo crea una verosimilitud coherente con la trama. Me transporta a una ambientación decimonónica en la que te movés a tus anchas. En eso, que no puedo imitar, te pareces a nuestro admirado Demetrio Vert.
    Un placer leerte, felicitaciones!

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 11:19
  9. 9. Miranda dice:

    Hola Oswaldo:
    Muy divertido el texto, he terminado riéndome en alto. No me esperaba el final, pero ha sido muy acertado, le dá a la historia, que va sobre un tema muy serio, una chispa muy divertida.

    Enhorabuena, es un relato excelente

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 20:42
  10. 10. beba dice:

    HOLA, OSVALDO:
    Ante todo, agradezco tu visita y amable comentario.
    Me divertí con tu relato; me pareció coherente con los “dobles perdidos” que sonara solemne y elegante. Por otra parte, no hay ni una coma fuera de lugar, y las expresiones “medio brutas” condicen con el ámbito del relato. Excelente.
    Ah; me sorprendió que en España se diga y escriba “jacaranda”, como le explicas a otro compañero.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 03:10
  11. 11. Verso suelto dice:

    Hola Osvaldo,

    Lo primero agradecerte tus amables palabras a mi relato.

    Respecto al tuyo, por no repetir lo ya dicho por otros compañeros, resaltaré el curioso enfoque de un asunto tan complejo como el del doble. Muchas veces, despojar de dramatismo a los temas, tan peliagudos como este, permite profundizar en ellos.
    Ingeniosos los nombres que forman parte del dibujo de los personajes.

    Te seguiré leyendo.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 10:19
  12. 12. Marazul dice:

    Osvaldo, te cuento mis “sensaciones” en una primera lectura a tu relato. Según iba leyendo pensaba:”pues si que es una faena que ande por ahí suelto un doble que encandila a las chicas porque es un buen amante”. Pobre hombre, lo va a tener difícil, y el orgullo masculino por los suelos. Siempre le van a comparar.
    En fin, que ya estaba empatizando con el personaje…..Pero reconozco que la segunda parte, desde que aparece la psicóloga, me gustó más. El giro que das es bueno e inesperado. Un acierto, Osvaldo.
    Creo que hay que leer los relatos más de una vez, porque en una segunda lectura lo fui entendiendo mucho mejor (el trauma que arrastra desde la infancia por su rivalidad con sus hermanos….). Un personaje interesante, Benito. Y más para un profesional, como la doctora (supongo que el título lo has elegido como homenaje a ella…)
    En cuanto a la forma, salvo algunas frases que me resultaron largas, siempre muy correcto.
    Un saludo

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 12:03
  13. 13. CARMELILLA dice:

    Hola Osvaldo:
    Muy bueno tu trabajo. Me ha hecho reír desde el principio. ¡Vaya, vaya con el único multiplicado y su empeño en encontrar a quién le estaba fastidiando sus planes!
    En tu relato he intuido perfectamente al antagonista, cosa que no me ha pasado con otros que he leído, ¡bien logrado! A mi me ha resultado complicado.
    Hay expresiones que a mi me chocan un poco, pero no con ello digo que estén mal, escribimos como nos expresamos por los países dónde vivimos, simplemente.
    Cuando estás escribiendo pensamientos, expresiones que otras dice.., has es más adecuado usar las comillas latinas, en lugar de las que has usado.
    Me parece un trabajo bien escrito, de lectura ágil, con ironía y descaro.
    Un lenguaje adecuado al personaje y al lugar dónde desarrolla su trama.
    Una trama orinal y que avanza hacia un final realmente sorprendente y divertido.
    ¡Muy bien hecho compañero! Seguimos leyéndonos.
    Saluditos.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 14:08
  14. 14. Peter Walley dice:

    Hola Osvaldo,

    Me ha divertido el tono que la has dado al personaje con ese lenguaje ampuloso que de vez en cuando se convierte en vulgar 🙂 en cuanto a la historia, quizás yo habría acortado el final eliminando la última frase, le falta un poco de fuerza.

    En cualquier caso una historia original y bien contada, enhorabuena.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 19:22
  15. 15. LUIS dice:

    Hola Osvaldo Mario, soy luis. Muy agradecido por leer mi relato y sobre todo por tu comentario. Una historia ingeniosa la tuya, que me ha tenido enganchado hasta el final. Es un placer leerte. Felicidades. Veo que los dos hemos puesto la misma frase. “… de arriba a abajo …” A mi me sonaba mal y consulté en internet http://www.fundeu.es/recomendación/de-arriba-abajo/. Recomiendan quitar la a. Un saludo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 19:32
  16. 16. Luis Ponce dice:

    Hola Oswaldo:
    Un gusto leerte como siempre.
    Jacaranda no es un término muy usado en el contexto que lo has hecho y es lo primero que me ha llamado la atención. Por acá el jacarandá arbóreo es más conocido. Ese el primer acierto para encontrar un escenario para los guapos.
    Me ha resonado en el cerebro lo de “hembra”, usado en el medio que nos describes podría estar bien, pero un guapo que lleva en sus entrañas las capacidades de Don Juan, Romeo y Marco Antonio, por respeto propio usaría otra terminología, no olvidemos que para él lo importante es la conquista y esta no termina nunca, ni siquiera cuando se ha ido. Nunca deja cenizas, solo brasas.
    En el final la sicóloga que ha escapado milagrosamente de las redes del galán opta, quizás con alguna esperanza, con recargar las pilas del paciente esperando su oportunidad.
    Saludos, estamos en contacto.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 19:58
  17. 17. Jose Luis dice:

    Hola Osvaldo
    Gracias por tu visita.
    Tu historia está bien construida, y se nota que tiene dos partes bien diferenciadas. En la primera parte, se hace el planteamiento, y cuando llega el personaje de la psicóloga, se resuelve el conflicto, que es que el personaje quiere tener más sexo con mujeres del que tiene actualmente. Lo único que tiene que hacer el personaje es detener la toma de la medicación actual. ¿Y luego quizá pueda ligarse a la psicóloga?…
    Un relato bien entretenido.
    Un saludo

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 18:38
  18. 18. Escritores Anónimos dice:

    Hola Osvaldo!
    Te devuelvo la visita algunos diítas después.
    Reitero lo que ha dicho algún compañero mío (no recuerdo quien era, espero que no me lo tenga en cuenta, jajaja) y es que ciertas expresiones me han chocado en el sentido de que siempre las he escuchado de otra manera: “estar consciente” y ” ser consciente” por ejemplo.

    En la oración “ser idénticos como una gota de agua” yo habría puesto “son como dos gotas de agua” me suena menos reiterativo y más natural.
    Hubiese puesto una coma tras convincente.
    En “Oiga, ¿Sabía usted…?” ese Sabía iría en minuscula.
    Repites “misma pregunta” dos veces muy de seguido.
    “Mas, los efectos…” este “mas” sin tilde.

    Tengo que decir que estos, llámeselos consejos, son algo subjetivos y puedes no estar de acuerdo (con todo el derecho, la verdad)

    Yendo ya a lo que viene a ser la trama me ha parecido simple y entretenida, engancha y posee desenlace podríamos decir hasta “cómico”. Creo que está escrito con cabeza, sin apenas faltas o puntos mal puestos. Así que felicidades y nos seguimos leyendo!!

    Un beso

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 21:51
  19. 19. Escritores Anónimos dice:

    Hola Osvaldo!
    Te devuelvo la visita algunos diítas después.
    Reitero lo que ha dicho algún compañero mío (no recuerdo quien era, espero que no me lo tenga en cuenta, jajaja) y es que ciertas expresiones me han chocado en el sentido de que siempre las he escuchado de otra manera: “estar consciente” y ” ser consciente” por ejemplo.

    En la oración “ser idénticos como una gota de agua” yo habría puesto “son como dos gotas de agua” me suena menos reiterativo y más natural.
    Hubiese puesto una coma tras convincente.
    En “Oiga, ¿Sabía usted…?” ese Sabía iría en minuscula.
    Repites “misma pregunta” dos veces muy de seguido.
    “Mas, los efectos…” este “mas” sin tilde.

    Tengo que decir que estos, llámeselos consejos, son algo subjetivos y puedes no estar de acuerdo (con todo el derecho, la verdad)

    Yendo ya a lo que viene a ser la trama me ha parecido simple y entretenida, engancha y posee desenlace podríamos decir hasta “cómico”. Creo que está escrito con cabeza, sin apenas faltas o puntos mal puestos. Así que felicidades y nos seguimos leyendo!!

    Un beso

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 21:51
  20. 20. Wolfdux dice:

    Buen relato. Una delicia leerte y disfrutar de tu texto. Un abrazo.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 00:31
  21. 21. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Osvaldo.

    Tu relato me ha parecido interesante, sobre todo porque has jugado al despiste conmigo. El final me ha parecido un giro inesperado y muy original.

    A pesar de que algunas expresiones me resultaban complicadas de entender a la primera, seguramente por lo distinto de nuestra procedencia, la lectura me ha resultado cómoda y rápida.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 22:18
  22. 22. K. Marce dice:

    Saludos Osvaldo:

    Muchas gracias por tu visita y comentario a mi relato del mes.
    Al fin, he podido comenzar con la lectura a quienes me han comentado, y siendo tú el primero en hacerlo, eres el primer relato que leo.

    Me ha gustado la idea de las personalidades múltiples, creo que siempre he sentido atracción por ellas, desde que siendo una nenita, vi una serie llamada «Sybil», luego me enteré que el caso era real y la doctora que trató a la joven, fue desprestigiada dentro del gremio, por “inducción” de falsos recuerdos. En fín, que la sicología es un campo que da para mucho, sobre todo en el literario.
    He leído también a vuelo de pájaro los comentarios para no repetir, y creo que solo debo recordarte que la raya de diálogo va pegada a la primera letra (o simbolo). Y también noté en en el primer párrafo, la segunda frase está muy larga, tiene veintiséis palabras y una sola puntuación, para que revises eso.
    Por lo demás, creo que ha sido una entretenida lectura, y qué peso para el pobre Benito que luchaba contra sus otros yo. La idea me ha gustado. Aunque no pienso que la doctora desée algo con él. 😛
    Siempre es agradable leerte. ¡Nos leemos!

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 08:27
  23. 23. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Estos comentarios sobre mi texto son para aclarar algunos cuestionamientos de mis lectores.
    El bar Jacaranda existió en un tiempo en Nuevo Laredo, México. Y su nombre se debía a una canción muy popular y dicharachera de aquellos años, “Jacarandosa”, trovada por el grupo los Tres Reyes.
    Aparentemente la Psicóloga se entendía con el doble personaje de Napoleón. Pues reconoce que de todos, él era el más atrevido.
    Los nombres del personaje y la profesional del tema mental nacen, el primero del parecido con la descripción “bendito galán” y el de ella por una curandera quien decía que ella tenía “remedios” para cualquier problema mental.
    La aclaración de la ausencia de tilde en jacaranda lo aportó SBMontero en la página de Laura.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 01:12
  24. 24. Vespasiano dice:

    Hola Osvaldo:
    Gracias por pasarte por mi relato y haberlo comentado. He estado unos días fuera de mi casa y cuando me he puesto a devolver las visitas, el tiempo se me ha echado encima.
    Tu relato me ha gustado por el ambiente,un poco sórdido, que describes. Hay una cosa que no acabo de ver claro, y puede ser por mi mente retorcida (es broma), este hombre además de su peculiar personalidad ¿iba de chulo por la vida?. Porque en ese medio donde se desenvuelve bastaría con pagar, para no sentirse frustrado, ya que su acompañante se encargaría de demostrarle vehementemente su capacidad amatoria.
    Con relación a la chaladura del personaje, espero que la doctora acierte con el tratamiento y de paso le de unas cuantas lecciones del Kamasutra.
    Repito mis elogios hacia tu historia, que es original y bien escrita.
    Con relación a “jacarandá”, me viene a la memoria una canción popular brasileña que dice: “Meu limao, meu limoeiro, meu pé de jacarandá..”
    Felicidades. Hasta el próximo reto.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 17:59
  25. 25. Roger/NHICAP dice:

    Hola Osvaldo,
    Muy tarde pero aquí me tienes. Primero agradecerte tu visita y comentario a mi texto.
    Me ha gustado la historia de Benito Galán que nos muestras en un texto estupendo, de correcta estructura y narración muy cuidada, oscilando entre un lenguaje elegante y otro más ordinario, conforme lo requiere cada momento de la trama.
    Me pareció un acierto el ritmo parsimonioso que imprimiste al relato, el texto transcurre con una cadencia adecuada.
    El toque humorístico y el giro final son estupendos.
    Una historia bien escrita y divertida.
    Un abrazo.

    Escrito el 1 diciembre 2016 a las 17:05
  26. 26. Ratopin Johnson dice:

    Hola Osvaldo,
    Al leerlo por segunda vez, me ha encajado todo mejor. Y la parte que rompe el relato (pero utilizo romper de manera positiva si es que eso se puede), cuando aparece la psicóloga, me ha gustado mucho. No acababa de entender porque nos mencionabas lo de los hermanos, pero luego lo he visto claro, es un dato importante en la evolución psicológica del personaje. Los nombre, geniales, Benito Galán y la doctora de nombre de pila Remedios.
    Alguna cosilla:
    Yo diría “He sido consciente” más que “He estado consciente”, pero puede que se utilice una expresión más que otra dependiendo de las latitudes donde estamos.
    Ah, te has olvidado de Casanova 🙂

    Saludos, muy original, me has hecho pensar. Por cierto que me ha venido a la cabeza The Fight Club, ya sabéis, El Club de la Lucha le pusieron en España.

    Escrito el 4 diciembre 2016 a las 18:46

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