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La historia de Takeshi - por E. Dúo

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte, y cuando Yukiko encontró el suyo, supe que había llegado mi hora.

Takeshi era nuestro mejor hombre, alguien excepcional en todos los sentidos, tanto física como mentalmente, aunque tenía un espíritu rebelde y la tendencia a desobedecer órdenes, algo que le ocasionó más de un problema en sus primeros años de aprendizaje; aún así, gracias a su carisma y a su fortaleza, se granjeó el cariño y el respeto de todos, compañeros y maestros por igual. Indómito, de gran corazón y con una facilidad innata para aprender nuestras artes más complejas, siempre tenía una palabra amable y nunca dejaba de ayudar a todo aquél que lo necesitase. Durante años fue un ejemplo a seguir y nunca imaginamos que fuera a traicionarnos por algo tan vulgar y efímero como el amor de una mujer.

Akane, maldito sea su nombre; una pobre campesina bastarda, una ramera que mintió y engañó a Takeshi con sus malas artes para apartarlo de nosotros. Incluso tuvo la desfachatez de darle una hija y así atarlo para siempre a su lado, pues despertó en el corazón de nuestro Takeshi el amor paternal que, de natura, obliga a un hombre a permanecer al lado de su retoño. Tras el nacimiento de Yukiko, Takeshi desertó, y aquello fue motivo suficiente para condenarlo a muerte, pues todo aquel que conozca nuestros secretos y no esté a nuestro lado deberá llevárselos a la tumba. Quizá lo hubiéramos perdonado por sus hazañas y por los incontables servicios que nos prestó, pero su traición fue más allá: nos robó. Nos arrebató nuestro tesoro más valioso y huyó junto con su maldita familia.

Pero nosotros teníamos muchos ojos y pronto dimos con él.

Una noche asaltamos su nuevo hogar y quemamos sus tierras, envenenamos su ganado, ejecutamos a todos los criados y, tras una encarnizada lucha, logramos reducir a Takeshi. En mi descargo diré que fui yo quien convenció al resto para que tuviese una muerte rápida, aunque no pude evitar que Akane estuviera presente cuando lo decapité. Nuestras leyes son crueles; han de serlo.

Al menos conseguí que le perdonasen la vida a la joven madre, pero sólo a cambio de cortarle ambas manos. También se discutió sobre la conveniencia de ejecutar a la niña, la pequeña Yukiko, pero Akane volvió a sacrificarse por ella, pues ofreció uno de sus pies a cambio de la vida de su hija. Aceptamos el ofrecimiento y yo hice los honores una vez más, pero tras cercenarle las extremidades decidimos que lo más sensato era cuidar de Yukiko en un lugar donde su futuro estuviera asegurado. Así que nos llevamos a la pequeña con nosotros. Era lo más justo. Al fin y al cabo Takeshi nos había arrebatado nuestro tesoro. Nosotros hicimos lo mismo con el suyo.

Nos llevamos a la niña y dejamos a Akane sola, arrastrándose mientras se desangraba sobre las cenizas humeantes de su hogar para abrazar el despojo de lo que una vez fue su marido.

Yukiko es ahora una mujer; la mejor de todos nosotros. Su destreza es inigualable y nadie pone en duda la extraordinaria habilidad de Yukiko para enfrentarse a los retos más complicados y difíciles. La amo como a una hija y el único consuelo que tengo ahora que estoy a punto de morir, es que será ella misma quien acabará con mi despreciable vida dentro de poco.

Pues Takeshi nunca robó nada. Él solo fue culpable de buscar una vida mejor para su familia lejos de nosotros. Mentí a todo el mundo y maté a Takeshi por celos; celos de sus habilidades, de su familia, de Akane, de todo aquello que yo no fui capaz de lograr.

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte y que existe la probabilidad de que alguna vez nos encontremos con él. En mi caso y en el de Takeshi no era necesario, pues siendo hermanos gemelos de nacimiento, ambos ya éramos uno el doble de el otro: la misma imagen, distinta alma.

Durante años he vivido atormentado, incapaz de quitarme la vida de forma honrosa excusándome en el cuidado de Yukiko. Pero hoy, tras regresar de un largo viaje, mis criados me han dicho que alguien la visitó durante mi ausencia.

Era una mujer sin manos y con un solo pie, tan parecida a Yukiko como dos hermanas gemelas. O como una madre y una hija.

Fue una visita muy larga y hablaron durante mucho tiempo.

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3 comentarios

  1. Hola E Dúo. Tremenda historia. Me sacudió. Ambientada en una cultura donde el honor es la base más fuerte de la vida y la muerte, al principio me pareció exagerada, pero luego comprendí que no, que esa sociedad y cultura maneja otros valores. Muy contundente y estremecedor relato. Nada para sugerirte más que algún detalle técnico que, a mi forma de ver, no suma ni resta al buen relato.
    Excelente, gusto en leerte.
    Sl2

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 15:28
  2. 2. Vespasiano dice:

    Hola E.Duo:
    Creo que es la primera vez que te leo y por tanto que te comento.
    Tú historia aparte de sangrienta, como bien lo avisas con tu recomendación de +18, es la venganza por celos de un personaje siniestro al cual le faltaban los presuntos fundamentos de sus creencias: “el honor”, valor este que por lo visto desconocía completamente. Aparte del “amor fraterno” y otras zarandajas que por lo visto no existían entre los habitantes de ese idílico pueblo.
    Veo que no participas del reto acertadamente, pues tus dobles no lo son propiamente como tales, ya que ambos son hermanos gemelos y las otras son madre e hija parecidas como dos gotas de agua.
    Pero tu historia me ha gustado por la forma, tan descriptiva e impactante, en que la has narrado.
    Felicidades.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 17:48
  3. 3. Claudia E. dice:

    Hola E. Dúo:

    Es un relato muy conmovedor y bien elaborado. ¡Te felicito!.

    Cuando a Akane le cortan las manos y el pie, imaginarlo me ha resultado muy duro obviamente. Cómo los celos de un hombre pueden arruinar en forma tan espantosa tres vidas.

    Una pequeña sugerencia:

    Donde dice: “En mi caso y en el de Takeshi no era necesario, pues siendo hermanos gemelos de nacimiento, ambos ya éramos uno el doble de el otro: la misma imagen, distinta alma”.

    Tal vez sería mejor retirar ” … la misma imagen, distinta alma”, ya que al ser gemelos y dado el comportamiento de uno y otro se sobreentiende que son muy diferentes.

    Un saludo!

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 21:04

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