Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

EL AMOR NO DUELE - por Marikiya

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte……

—¿De verdad me está poniendo esa excusa? No puedo creer que tenga la osadía de mentirme una vez más— pensaba Marta mientras lágrimas de frustración resbalaban por su cara.

Había perdido la cuenta de las veces que Carlos le había engañado en los últimos años.

Inventarse que tenía un doble y que no era él quién salía del “Hotel Praga” abrazado a una rubia escultural, eso ya era demasiado descarado.

Hacía apenas un mes que le había perdonado su última infidelidad, esta vez con su secretaria durante un “viaje de negocios”. Aún recuerda su rostro impasible mientras le juraba que no había pasado nada entre ellos.

—Pequeña, para mí solamente existes tú, son tus celos enfermizos los que te nublan la razón—le aseguraba Carlos.

Ella decidió creerle de nuevo.

¿Por qué le perdonaba una y otra vez? ¿Por qué seguía confiando en su palabra y en un futuro juntos? Le quería (o eso pensaba) y era incapaz de terminar con esta relación tóxica que hacía tiempo no le aportaba nada.

El miedo a la soledad, la frustración que sentía al pensar que había perdido diez años de su vida junto a alguien que no la valoraba, el dolor de no quererse a sí misma y la desidia acumulada, le impedían acabar con el sufrimiento que esta persona le ocasionaba.

Por suerte no tenían hijos que vieran cómo se consumía día a día, él había decidido por los dos que era mejor no aumentar la familia.

Carlos había conseguido enamorarla siendo la pareja perfecta desde el primer día. Era romántico, detallista, cariñoso, trabajador, seguro de sí mismo…y muy guapo. ¡Qué guapo era! Perfecto según sus amigas y familiares, odiaba que le dijeran lo afortunada que era de tenerlo a su lado. ¡Qué equivocados estaban todos! El príncipe se convirtió en rana y con el paso de los años había demostrado su verdadera condición humana.

Marta intentaba convencerse de que ésta sería la última vez, que la quería y que iba a cambiar. Que su amor era más fuerte que cualquier infidelidad. Que ella no era lo suficientemente buena para él, que no era capaz de satisfacer sus necesidades más primarias. Todo en su cabeza eran críticas hacia ella misma. ¡Era la culpable de todo! Se encontraba en una espiral de autocompasión y necesitaba una razón para salir de ahí.

Él, conocedor de su poder sobre ella, era capaz de manejar la situación a su antojo. Tenía una capacidad inventora que siempre le ayudaba a salir airoso de cualquier momento de tensión. Sabía que por muy mal que lo hiciera, ella lo perdonaría y seguirían siendo la pareja ideal, de cara a la galería. La quería (a su manera) aunque desde que se había vuelto tan apática y sumisa, cada día le aburría más su compañía. Necesitaba buscar en las caricias de otras lo que ella no era capaz de darle.

Inventarse que tenía un doble, que todo eran imaginaciones suyas, que estaba loca, inestable y que necesitaba ayuda profesional, eran las razones que le daba para eludir su responsabilidad y no pensar que, tal vez, él era el causante de su apatía.

Ella solo estaba de acuerdo con él en que necesitaba ayuda, pero no para aceptar sus justificaciones, sino para alejarse de él y volver a ser ella misma.

Frustración, dolor, angustia, pensamientos oscuros…su vida giraba en torno a eso. No era capaz de vislumbrar un atisbo de luz entre tantas emociones negativas que reinaban en su día a día. Poder vivir sin necesitarlo, sin sentirse incompleta y sin tener la necesidad de evitar cualquier deseo propio. Quererse, cuidarse, mimarse y comprender que el amor de verdad no duele.

¿Será capaz de salir de este bucle sin sentido? ¿Conseguirá alejar los fantasmas que la tienen atrapada entre el miedo y el dolor? ¿Podrá conocer el verdadero amor sin sufrimiento?

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. Hola.

    Aviso que el comentario posee ‘un poco’ de extendión, unas 500 palabras 😛

    Pequeño lío en el uso del espacio (o no espacio) en torno al guion largo. En los ejemplos de la RAE http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt se ve cómo se pone. Siguiendo tu primera línea de diálogo, la versión buena sería:

    —¿De verdad me está poniendo esa excusa? No puedo creer que tenga la osadía de mentirme una vez más —pensaba Marta mientras lágrimas de frustración resbalaban por su cara.

    El error en ‘más— pensaba’ se convierte en ‘más —pensaba’.

    ‘Inventarse que tenía un doble y que no era él quién salía del “Hotel Praga” abrazado a una rubia escultural, eso ya era demasiado descarado.’ Mucho ‘era’ para una sola frase. Evita ese verbo comodín, si no siempre al menos cuando puedas, que oscurece la narración. ¿Cómo? Por ejemplo así: ‘Inventarse que tenía un doble, que no era él quién salía del “Hotel Praga” abrazado a una rubia escultural: eso suponía demasiado descaro.’

    Primero ‘pensaba’, pasado. Luego ‘recuerda’, presente. Cuida que todo el texto esté con un mismo tiempo verbal, y si no justifica muy bien el uso de diferentes tiempos.

    ‘Por suerte no tenían hijos que vieran cómo se consumía día a día, él había decidido por los dos que era mejor no aumentar la familia.’ Quizá, mejor que una coma, un punto o a lo sumo unos dos puntos. La coma supone una continuidad en el anunciado que aquí no ocurre: aquí hablas de una consecuencia, en este caso afortunada, de un hecho antecedente.

    ‘Carlos había conseguido enamorarla siendo la pareja perfecta desde el primer día. Era romántico, detallista, cariñoso, trabajador, seguro de sí mismo…y muy guapo. ¡Qué guapo era! Perfecto según sus amigas y familiares, odiaba que le dijeran lo afortunada que era de tenerlo a su lado’. Siendo, era, era, era… ¡norl!

    ‘Marta intentaba convencerse de que ésta sería la última vez, que la quería y que iba a cambiar. Que su amor era más fuerte que cualquier infidelidad. Que ella no era lo suficientemente buena para él, que no era capaz de satisfacer sus necesidades más primarias. Todo en su cabeza eran críticas hacia ella misma. ¡Era la culpable de todo!’. Sería, era, era, era, eran. ¿Seguro que no puedes poner otros verbos que den más plasticidad a la escena?

    Admito que al final me he obcecado de tanto leer el verbo ‘ser’. Lo siento, pero me han acabado doliendo los ojos y casi he desconectado.

    Para acabar la resolución del cuento… ¿porque hablamos de un cuento o de un inicio de una historia? Tenemos un desencadenante (lo de la infidelidad justificada con un supuesto gemelo), un desarrollo de historia, pero ¿y el giro final? ¿No hay nada más que un lloro y un lloro de lo pobre de esa mujer? Lo siento, pero como en todo relato corto esperaba desenlace en forma de sopapo. Esto se me hace blando, sin fuerza. A menos que se trata de un inicio de una historia más larga.

    Un saludo.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 09:16
  2. 2. DIASPORA dice:

    Hola, Marikiya.
    Hiciste un relato bien intencionado.Tu idea siempre fue dejar plasmada la tragedia emocional que estaba viviendo Marta. Al final, la duda queda flotando. Cada lector debe inventarse cuál será el destino de la pobre Marta.
    Desde luego, coincido con muchas de las apreciaciones de nuestro compañero Valdivia. Parodiando un poco el título de tu historia, cuando las críticas son bien intencionadas, “el consejo no duele”.
    Esto es una escuela, llena de excelentes profesores. Todos aprendemos. Sigue adelante, tienes excelente imaginación, ingrediente básico para un buen escritor. Lo demás se va corrigiendo de camino.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 19:29
  3. 3. Lucas Trevisiol dice:

    Hola!
    Escribís muy bien, de forma elegante y no creo que haya algo para criticar en ese aspecto.

    Lo que me gusto:

    tu forma de escribir, elegante.
    La buena idea del doble como excusa de infidelidad

    Lo que no me gusto:
    Solo una cosa! Tal vez el conflicto, en mi punto de vista, era un poco repetitivo.

    Saludos! Y espero verte en mi relato n.n

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 21:18
  4. 4. Rosalia DS dice:

    Hola. Mirikilla.
    Me gusta el tema de tu relato. Creo que es muy actual y nos puede pasar a cualquiera
    El final lldejas un poco inacabado cuando por el medio das una solución para la mujer desolada.
    Supongo que si tuvieras mas espacio para escribir el desenlace seria otro.
    Te animo a escribir. Es la mejor manera de aprender.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 15:56
  5. 5. CARMELILLA dice:

    Hola Marikilla:
    Has elegido un contenido para tu relato que está de mucha actualidad, por desgracia. En mucha ocasiones las emociones nos hacen débiles y en otras la carencia de ellas no hace peligrosos…¡la vida misma!
    Si no me equivoco el primer párrafo es un pensamiento del personaje y creo que para plasmar pensamientos por escrito se usan las comillas latinas. En este blog tienes una entrada sobre cómo escribir pensamientos.
    Aunque te haya podido sobrar el uso del verbo ser, no creo que sea tan grave, puedes estar un poco más atenta para el próximo y punto.
    En general creo que está bien escrito, aunque coincido que te has enredado dando vueltas a las mismas emociones y te ha costado avanzar en la historia.
    Me esperaba un final que rompiera ese bucle y que supusiera una decisión sorprendente, pero cada uno acaba su relato como le parece.
    ¡Buen trabajo Marikiya…seguiremos por aquí aprendiendo!
    Saluditos.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 16:46
  6. 6. Tatei Jautze dice:

    Hola Marikiya:
    Me agrada verte de nuevo participando en este mes con otro texto de tu autoría.

    He leido este texto que has llamado “El amor no duele.” Y bueno, en realidad, a mí eso del melodrama no me llama mucho la atención.

    Creo que has desperdiciado la línea disparadora y te has enredado en tus propias palabras.

    En este trabajo se nota que has puesto más atención al tamaño de los párrafos respecto al trabajo del mes anterior.

    Continuemos aprendiendo. Te invito a que vuelvas a visitarme, ahora en el #96. Mi texto se intitula: “Petsonalidad jazzeada.” Espero que lo disfrutes. Me gustaría mucho que me brindaras tu opinión.

    Gracias.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 22:52
  7. 7. Marikiya dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Tomo nota de las cosas que debo mejorar. Espero seguir aprendiendo y mejorando.
    Un saludo.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 16:57
  8. 8. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Marikiya.

    ¡Por Dios, claro que lo conseguirá!. ¡Tiene que conseguirlo!.

    Hay un gran componente humano dentro de tu relato. De hecho, ha habido momentos en que he pensado si no serían tus propias experiencias. Es como leer un diario, intimo y personal.

    Pero me falta la historia. Tenias los ingredientes perfectos para haberla creado y te has dejado llevar por las divagaciones. Una pena.

    Sin embargo y, a pesar de todo, me han gustado tu estilo. Es fresco y directo.

    Nos seguimos leyendo.

    Relato numero 18.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 21:30

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.