EL VIAJE - por Rosalia D.S.

EL VIAJE

“Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…”
Y ahí me encontraba yo. Sentada en mi bar favorito; tomando mi café con leche; con mis auriculares puestos escuchando mi música y, lo más importante, desconectando de mi jornada laboral.
Al levantar la vista no daba crédito a lo que veía. Unos ojos me estaban escrutando y yo, atónita y sorprendida al verme a mí misma en la silla de enfrente, con cierto miedo y desconcierto por mi parte, intente articular alguna palabra para poder saludar a mí otro yo.
Mi balbuceo convertía mis vocablos en frases ininteligibles. Pero una sonrisa de mi otro opuesto me dio confianza para poder decir:
– ¿Quién eres tú?
Ella, con voz muy cálida y envolvente, con una mirada dulce y cordial, me respondió:
– Tranquila amiga mía. No me tengas miedo. No dejo de ser alguien a quien crees que conoces bien pero que aún te falta saber más cosas de ella o de ti. Depende de cómo se mire la cuestión.
– Y ¿Cuál es la cuestión? Le pregunto yo con mis ojos bien abiertos.
– ¿Te dejarías llevar a un viaje a lo desconocido? ¿Un viaje al otro lado del universo?
Aún no salía de mi asombro por verme reflejada en esa persona, con mi mismo semblante, el mismo color del cabello, ¡el mismo corte de pelo!!! Era como mirarme en el espejo pero, algo había en ella que no era igual a mí.
Intentando asimilar todo ello, buscando que era lo que me extrañaba, mi cerebro se detuvo en sus palabras. Me pregunto para hacer un viaje?? ¿De qué iba todo aquello?
– No entiendo nada de lo que está pasando y eso no hace más que asustarme.
Le digo a esa persona, que no sé ni cómo llamarla, que me da hasta pavor lo que me pueda contestar.
Sí, me estaba asustando. La sorpresa de verme se estaba convirtiendo en miedo. Pero algo veía en ella que me daba temor y a la vez también cierta seguridad. ¿Qué podría ser?
– ¿Qué es lo que te sobresalta? ¿Al verte en mi reflejada? ¿El viaje que te ofrezco a lo desconocido?
Para entender ciertas cosas hay que ir dando pasos, pequeños pasos que te ayudaran a encontrar esa luz que necesitas para poder ir buscando las soluciones oportunas.
La primera de ellas es la confianza. ¿Podrás hacerlo?
La segunda es la tranquilidad ¿Podrás tenerla?
Y la más importante es tener Fe ¿Sabes lo que es?
A medida que sus palabras iban saliendo de su boca, mis terminales nerviosos iban echando chispas.
Todo aquello de mi pasado que creía olvidado, enterrado, iba asomando como un espectro. El pasado nunca se olvida, nunca se muere por muy hondo que hayas cavado el agujero. Siempre está ahí, latente, esperando surgir cuando tu vida ya está encauzada y sin sobresaltos.
Poco a poco iba entendiendo ese brillo en la mirada; esa voz tan dulce y seductora que me daba cierta seguridad. Esa persona que está enfrente de mí no deja de ser yo misma en mi juventud, cuando la valentía se imponía sobre los terrores.
Cuando era esa joven que creía que todo era pura energía que había que canalizarla hacia lo bueno, lo positivo. Cuando mi alma se desprendía de mi cuerpo para viajar hacia lugares totalmente distintos a los nuestros. Donde seres alados te recibían con sus alas aterciopeladas, de colores oscuros, grises, blancos, negros, totalmente extendidas y el esplendor de su cuerpo iluminaba todo aquello que les rodeaba. Pura energía que yo recibía en cada uno de mis viajes para poder traspasarla en este mundo para poder dar paz y armonía
– ¿Por qué apareces ahora mi querido otro yo?
– Porque nunca puedes olvidarte de quien eres, aunque te escondas en los lugares más recónditos.
– No me escondo. Simplemente ya no soy quien era. El mundo en el que vivo se ha vuelto egoísta, materialista y superfluo. No hay nada por el que luchar.
– Por eso necesito que confíes, que estés tranquila para poder tener otra vez la Fe y poder realizar otro viaje al más allá
Necesitamos de tu ayuda para solventar los problemas de tu mundo, necesitamos de tu energía para salvarlo del mal que está a punto de llegar.

Cerré los ojos; trague saliva y nos cogimos de las manos para transportarnos al otro lado, donde los seres alados nos esperan con sus alas extendidas y sus cuerpos llenos de energía.