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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Cuatro, siete, cero… - por Verso suelto

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…No lo sé, pero yo estoy seguro de ser el doble de otro.

Todo empezó el día de mi octavo cumpleaños. Me gustaba curiosear en la biblioteca de mi padre y él quiso alentar esa incipiente afición. Así que me regaló una novela: “La historia de mi vida”.

Desde el principio me identifiqué con Marco, el protagonista: un chico con el labio leporino, como yo. A pesar de ser mi primera lectura seria, entendía todo sin esfuerzo, casi adivinando lo que iba a ocurrir en la página siguiente, tal era la empatía que tenía con la ficción. Los acontecimientos narrados se acomodaban en mi cabeza como si alguien, previamente, hubiera hecho un hueco para ellos. Leía despacio dejando que la trama me fuera ganando como la lluvia empapa la tierra.

Al llegar el verano nos trasladamos a la playa y Marco, por un despiste, se quedó en casa. Al terminar las vacaciones yo había cambiado y ni en ese momento ni nunca hasta hoy, volví a acordarme del libro. Hoy, muertos ya mis padres, he ido a la casa familiar con la ingrata misión de vaciarla para su venta.

Deambulo sin orden; me detengo ante una foto de mi madre con la mujer de la que me acabo de divorciar; hojeo papeles, me fijo en el papiro egipcio, un recuerdo del viaje de paso del ecuador, también en el título de mi licenciatura, colgado junto a él; busco la mancha de carmín en la pared de mi dormitorio y el arañazo en la mesa del comedor, señales de acontecimientos que dibujaron mi adolescencia; «vestigios», pienso, «huellas que dejamos a nuestro alrededor igual que el tiempo nos marca a nosotros a su paso».

Me concentro en los libros que es lo que más me interesa; cuando llego a “La historia de mi vida” vuelvo de golpe a la niñez que reviví al leerlo.

Meto en cajas las cosas que me interesan. Los muebles se los llevarán los “Traperos de Emaús”. Cierro las ventanas y contemplo por última vez la casa en penumbra, las motas de polvo que danzan a la luz de los rayos que se filtran por las rendijas de una persiana, iguales las unas a las otras, sin identidad propia, carentes ya de significado. «En eso quedará todo», pienso filosóficamente antes de cerrar la puerta.

Ya en mi casa, leo con ansia, como si pudiera encontrar allí la continuación a mi vida, tras mi fracaso matrimonial. Leo sin parar; me vuelve a sorprender la similitud entre la vida de Marco y la mía. En el capítulo “¿Quién soy yo?”—a estas alturas de la novela, el protagonista es de mi misma edad— se narra la peripecia de la notaria, lo que le ocurre a Marco al firmar la venta de la casa de sus padres; allí le dicen que su DNI está duplicado.

—¿Duplicado? —dice Marco sorprendido
—Sí, dos personas tienen el 470083; pero no se preocupe, son cosas de la informática.

Doy un salto y voy a por mí carnet, leo en alto,

—cuatro, siete, cero…

Enmudezco. Evidentemente es una casualidad, aun así recuerdo lo de los números de los muertos, seguramente un bulo. No sé qué pensar, siento desazón y angustia en el estómago. No es posible, me digo al tiempo que un estupor espeso me deje sin fuerzas y, sin darme cuenta, me veo rodeado de motas de polvo a las que les crecen brazos y piernas mientras bailan en una orgía de identidades múltiples, al son de una música cuyo estribillo es “cero-ocho-tres”, “cero-ocho-tres”.

Llamo a un conocido del ministerio del interior

— No te preocupes —me dice—, son cosas de la informática; olvídate del asunto, es prácticamente imposible que coincidas con tu doble… ¿o acaso es tu matriz?, ¡vaya usted a saber!—se ríe.

«¡Mi matriz!», me digo, ¿quién será el mal nacido que quiere que viva una vida de segunda mano?

Me levanto, cojo el libro, busco la editorial, el ISBN, algún dato que rastrear. No hay nada de eso, solo el índice y la dedicatoria del autor, del que tampoco se dice nada en internet.

“Para Marco, para ti”

Aterrorizado salgo, corro a un descampado y prendo fuego a Marco. Contemplo las llamas mientras una brisa fría desmenuza las cenizas convirtiéndolas en minúsculas motas a las que les crecen brazos y piernas al son de una música de fondo: “cero-ocho-tres”, “cero-ocho-tres”.

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24 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Buena historia, con un final que da que pensar.

    Felicidades. ¡Nos leemos!

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 10:21
  2. 2. Marian dice:

    Bravo. Me ha gustado mucho tu historia, el ritmo, el final. Y la continuación en mi cabeza. Gracias.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 19:56
  3. 3. Juana Medina dice:

    ¡Qué buena historia Verso Suelto!
    Me ha encantado. Excelente final.
    Muy logrado el tema del doble.
    Un saludo,

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 21:42
  4. 4. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Verso Suelto, al llegar a tus comentarios y ver tres de ellos muy cortos me digo de verdad no hay mucho que decir. solo me concentro en la dulzura que dejó el escrito en mí. Felicidades y gracias.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 01:57
  5. Hola Verso suelto:
    Me ha gustado tu historia. Muy bien puntuada, con una muy buena separación de frases y lo que es mejor, que engancha. Me ha recordado mucho a la historia de la película “La historia interminable”. Quizá te has basado en ella. El final es lo que no me ha terminado de gustar. Para mi gusto, en vez de intentar destruir su duplicidad, hubiese intentado contactar con ella. Es mi opinión.
    Tengo que felicitarte. Espero nos sigamos leyendo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 13:48
  6. 6. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Verso Suelto.

    Tu prosa es como poesia. De hecho, se me antoja que leerlo estando de vacaciones, en una tumbona y con el calorcito del sol acompañando, tiene que ser una delicia.

    He intuido que no somos de la misma procedencia puesto que hay referencias, como la de los Traperos de Emaús, que no he entendido. Y creo que eso entorpece la misión de un relato de ser,de alguna manera, universal.

    Me han gustado mucho las minúsculas partículas que le dan significado al sentimiento del protagonista, y más cuando pueden ser utilizadas también para mostrarnos el final, creando una coherencia irrefutable dentro de la historia.

    Pero el párrafo que utilizas para describir al personaje (las fotos, los papeles,el papiro…) me parece poco acertado. Intenta abarcar mucho y sin embargo creo que hubiera ganado con uno o dos pinceladas mas precisas, lo que le darían más fuerza.

    Espero haberlo hecho bien y que te pueda servir de ayuda.

    Te invito a que despellejes mi relato, el número 18, y pueda enriquecerme con tus consejos.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 20:41
  7. 7. Verso suelto dice:

    Gracias por leerme Marian y Woldflux. Os he buscado sin éxito para devolveros la visita. Otra vez será.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 12:26
  8. 8. Pilar dice:

    Hola Verso suelto,

    Soy Pilar, del 72 y nos leímos el mes pasado. Como me gustó tu estilo, vuelvo a buscarte y no me has decepcionado. En el plano formal, no tengo nada que reseñarte, me parece un texto correcto, bien organizado y fácil de seguir (cosa que siempre se agradece en relatos tan cortos) En cuanto a la historia en sí, me ha mantenido intrigada todo el rato y un tanto espeluznada con esa motas de polvo que me las he imaginado como pequeños demonios danzando, jjj. En cuanto al final, y esto es totalmente subjetivo, con lo cual no me hagas mucho caso, yo habría hecho que el protagonista sintiese como su propia piel se quemaba a la vez que el libro. Pero ya te digo, el relato es tuyo y está fenomenal tal y como lo has escrito. ¡Enhorabuena! No leemos.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 22:26
  9. 9. Verso suelto dice:

    Gracias, amables lectores.
    Tomo nota de las sugerencias: la de Ismael ya la había pensado pero me pareció muy compleja para tan poco espacio y no fui capaz; la de Pilar está muy bien, ¡arder con el otro! ¡Quién sabe! algún dia haré una versión “doble” revisando el pérrafo de la descripción del personaje como dice Jean.

    Gracias

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 11:16
  10. 10. David Rubio dice:

    Hola Verso Suelto,
    Buen relato, una historia que entraría de lleno en el género fantástico.
    Es una historia, la de un personaje que lee un libro que reproduce su vida, que merece mayor desarrollo para atar cabos. Pero, como relato corto, no está mal ni mucho menos, dejarla explicación en el aire, como en los buenos relatos de misterio, inexplicables. El final me parece bien, repito para un relato corto, si decidiera buscar al autor, etc… habría que replantearse por entero la estructura para que entrara en las 750 palabras.
    No dejes esta idea olvidada.
    Como sugerencia formal hay una frase que se alarga mucho:
    “Cierro las ventanas y contemplo por última vez la casa en penumbra, las motas de polvo que danzan a la luz de los rayos que se filtran por las rendijas de una persiana, iguales las unas a las otras, sin identidad propia, carentes ya de significado.” Si eliminas iguales las unas a las otras, no pasa nada, el lector sabe cómo son las persianas.

    Saludos!

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 13:13
  11. 11. Verso suelto dice:

    Hola David, gracias por comentar.
    Lo de iguales las unas a las otras se refiere a las motas de polvo. anque tienes razón en lo de la longitud.Revisaré ambas cosas.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 14:15
  12. 13. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Verso Suelto, me has dejado pensando en lo que sería una situación así, como la describes en tu relato. Me ha parecido muy entretenida la historia y con cierto halo enigmático.
    Adicionalmente agradezco tu lectura y comentario a mi participación de este mes.
    Saludos.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 21:24
  13. 14. Berundgaar dice:

    Es inquietante y melancólico a un tiempo. No me ha costado meterme en el personaje, en parte porque sus circunstancias se parecen a las mías (doble aparte).
    Hasta en el comienzo del DNI, jajaja.

    Verso Suelto, en ocasiones llevo sombrero, pero tras leer tu relato, sólo puedo hacer una cosa…

    Quitármelo.
    Y añadir una reverencia digna de d’Artagnan.

    Mi enhorabuena. Saludos.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 14:10
  14. 15. Altair_Midnight dice:

    Hola Verso Suelto,

    Soy Altair Midnight, me encuentro tres relatos por encima del tuyo.

    En primer lugar, me gustaría agradecerte tu entrada de este mes, la verdad es que es la primera vez que te leo pero no será la última. Me ha encantado el estilo con el que escribes. Frases fáciles, cortas y muy bien hiladas. Has hecho que me lea las 737 palabras de tu relato sin darme ni cuenta.

    El contenido es interesante. Me resulta atractiva la forma que tienes de combinar lo cotidiano (¡qué hay más mundano que un DNI!) con la fantasía. El final, sin embargo, me ha parecido un tanto abrupto y, para mi gusto personal, con una calidad por debajo al resto de la historia. Me habría gustado algo más apoteósico, ver como la fantasía devora completamente a la realidad con la que baila a lo largo del relato. Pero esto es, por supuesto, una visión subjetiva.

    Espero leerte el próximo mes y, si te apetece, te invito a pasarte por mi relato y a ayudarme con tu opinión.

    Saludos cordiales,

    Altair Midnight.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 14:42
  15. 16. Escritores Anónimos dice:

    Hola verso suelto,

    Te devuelvo la visita y leo a continuación tu relato (madre mía parezco profesional y todo, jajajaja). Te pido perdón si repito algo que ya se te ha dicho:

    He visto algunas cosillas mejorables(pocas, debo añadir):
    *Espacio antes del “No lo sé….”
    *Añadiría una coma tras “y”: “cambiado y, ni en es momento ni nuca hasta hoy, volví…”
    *Suprimría el “que reviví al leerlo.
    *Pondría la parte del libro con comillas inglesas o al menos de alguna manera para que pueda diferenciarse bien, bien lo qu ehistoria de “Marcos” e historia, historia.
    *Debería quitar el espacio que hay entre el gui´on y el “no te preocupes”.

    La trama me ha gustado mucho, es ágil de leer, y creativa. La historia no “engancha” pero si que te obliga a seguir leyendo. Me sorprende lo bien que expresas algunas descripciones, sentimientos, frases filosóficas, muchas de ellas me las apunto, quizá algún dia las plagie.

    La primera vez que lo he leído he tenido dificultades para saber qué era del libro y qué del protagonista, creo que con (como te he dicho, es que soy como el pan de ajo, que me repito) marcar con comillas o algún tipo de recurso el fragmento del libro será suficiente.

    Muchas gracias por leerme, felicidades y muchos besos

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 22:16
  16. 17. Marcelo Kisi dice:

    Hola Verso Suelto!
    Mil gracias por leer mi cuento y comentarlo, tomo nota de tu acertado aporte 🙂
    Qué bueno es leer una historia bien escrita! No solo me enganchó: me mantuvo sentado en la punta de la silla! Uno de los efectos más difíciles al narrar, sobre todo si es un texto tan corto, es el suspenso. Creo que lo lográs de un modo superior!
    Yo también pensé que iba a arder él también junto con el libro. Pero pensándolo más, creo que precisamente por eso, por lo previsible, es mejor así como lo hiciste.
    Felicitaciones y aplausos!

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 10:38
  17. 18. J. Colmarias dice:

    Muy buenas Verso Suelto,

    Has conseguido crear esa intriga que empuja a seguir leyendo, a intentar imaginar el desenlace de la historia. Un final redondo. ¡Te felicito!

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 15:46
  18. 19. LIAH PERSON dice:

    Hola Verso Suelto,
    He llegado a tu relato por pura casualidad, y no me arrepiento en absoluto.
    Me he encontrado con un texto cuidado y muy especial. El retrato que haces del personaje a partir de los objetos con los que se reencuentra en la casa de sus padres, es muy bueno. La atmósfera creada, muy acorde con la trama. Los apuntes fantásticos…deliciosos.
    Quizá, únicamente quitaría una palabra de todo el relato (opinión personal que puedes deshechar): “filosóficamente”. El personaje piensa, o dice, o hace. El modo en que lo piensa o lo dice o lo hace, prefiero que lo valore el lector.
    Me ha gustado mucho leerte.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 07:46
  19. 20. Marazul dice:

    Hola Verso suelto: lo primero decirte que me he identificado mucho con el narrador. Y me refiero a cuando describes las sensaciones que siente al estar en la casa de sus padres que acaba de vender. Hace unos meses he pasado por esa experiencia, y he de confesarte que, como tu personaje, he repasado recuerdos de juventud y también me entretuve con los libros. Son momentos muy especiales y que generan muchas sensaciones. Tú lo expresas muy bien y tal vez algún día uno de mis relatos esté basado en esas sensaciones.
    Claro que en tu caso, y tratándose del tema del doble, lo has sabido encajar muy requetebien. ¡Qué buena idea que precisamente sea el protagonista de un libro de juventud que le marcó tanto! Además tu historia tiene mucha intriga y engancha hasta el final.
    Sólo me extrañó que escribieses “notaria” sin acento. Estuve buscando a la notaria por todos lados y no la encontré. Bueno, es una broma, enseguida me dí cuenta que te referías al lugar, a la Notaría.
    Me encantó leerte, Verso suelto
    Un saludo

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 18:35
  20. 21. Verso suelto dice:

    Gracias a todos por los mensajes de ánimo y las aportaciones, que utilizaré para mejorar el relato.
    Devolveré la visita s los que aún no lo he hecho.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 21:29
  21. 22. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Verso Suelto, aquí envío un listado de respuestas para aclarar las dudas de mis lectores. Para ti está el nombre de los personajes:

    Estos comentarios sobre mi texto son para aclarar algunos cuestionamientos de mis lectores.
    El bar Jacaranda existió en un tiempo en Nuevo Laredo, México. Y su nombre se debía a una canción muy popular y dicharachera de aquellos años, “Jacarandosa”, trovada por el grupo los Tres Reyes.
    Aparentemente la Psicóloga se entendía con el doble personaje de Napoleón. Pues reconoce que de todos, él era el más atrevido.
    Los nombres del personaje y la profesional del tema mental nacen, el primero del parecido con la descripción “bendito galán” y el de ella por una curandera quien decía que ella tenía “remedios” para cualquier problema mental.
    La aclaración de la ausencia de tilde en jacaranda lo aportó SBMontero en la página de Laura.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 02:21
  22. 23. K. Marce dice:

    Saludos Verso Suelto:

    Muchas gracias por leer y comentar mi texto; fuera voluntario o por obligación según las normas del taller, se agradece que sigas las reglas del juego.

    Hoy acabo mi tiempo de lecturas con tu relato, ya que me alcanzó la madrugada ante la amenaza de “paro electrónico por reparaciones” para el domingo, así que no me lo podía perder.

    El contenido del relato es sencillo, en apariencia; con su complicación misteriosa entre lo que ocurre en un libro y la realidad del protagonista. Me hizo recordar la película “Mas extraño que la ficción”. Ya me desplayaré en ello 😛

    Me ha gustado el manejo de la historia, pero hay algunas frases que creo que pueden mejorarse. Ya sea porque me resultaron poco naturales, o algo extrañar a la hora de leer; te marco:
    «Al terminar las vacaciones yo había cambiado y ni en ese momento ni nunca hasta hoy, volví a acordarme del libro.» ->
    Al terminar las vacaciones tenía otros intereses, ni en aquel momento, sino hasta ahora, volví a acordarme del libro.
    ¿Por qué? Aunque una persona cambie, sus intereses pueden ser los mismos, el protagonista perdió el interés por la lectura, tanto que olvidó el libro por años. La frase : y ni en ese momento ni nunca hasta hoy; -> no me termina de convencer, adicional que el personaje debería de volver a recordar el libro “hasta que lo encuentra”, no previo a eso.
    «Hoy, muertos ya mis padres, he ido a la casa familiar con la ingrata misión de vaciarla para su venta.» Por: Fallecidos mis padres, hoy he regresado a la casa familiar, con la ingrata misión de vaciarla para su venta. -> La frase me resulta no tan natural. Pareciera que dice que hoy, muertos lo padres ya, es como si hubiera acontecido en ese día la muerte de ellos. Hecho que debió haber sido previo a la visita obligada a la residencia. Adicional que quien ha perdido a un familiar, no suele decir: Está muerto, resulta pesado. Solemeos decir, falleció o “ya no está”.

    La redacción ha sido muy buena, no hay grandes cosas. Ya te han mencionado algunas que considero correctas; pero el narrador creo que perdió un poco entre los recuerdos y el hecho de “aquí y ahora”.
    Me ha resultado un poco complicado describirte lo que he notado (este es mi tercer intento) pero de verdad, considero que tu texto merece esa mejoría. Y siendo que todo está escrito en “presente”, debes manejar la concordancia. Soy una persona terriblemente visual, y me sentí saltando en la escena. Hay un poco de “desconexión”. Lo primero que noté fue el recuerdo del libro y la conexión de ir a su antigua casa. Esa frase creo que quedaría mejor conectada en el párrafo que describe lo que hace en la casa. Ya que al principio es el recuerdo del libro y ya en el segundo “corte” es lo que está haciendo en este momento.

    Lo mismo, me ocurrió con el lapso de recordar el libro, “antes” de volverlo a encontrar en el librero. Luego tenemos la descripción de lo que guarda y saltamos a su casa propia. La lectura y el descubrimiento del DNI, y su charla telefónica.
    Volviendo a la película mencionada, te confieso que me quedé helada al leer que ¡quema el libro! ¿A dónde queda la curiosidad innata que todos tenemos? Si somos incapaces de dejar de leer una noticia en un díario del 2011, (sí esos mismos con los que tapizamos el piso para no salpicar de pintura…*eso me pasó a mí esta semana) ¿No tendriamos curiosidad de saber que ocurre más allá de la casualidad? En esa película todo lo que le acontece al protagonista, es lo que una escritora plasma en el borrador de su próximo libro. Él se entera de eso y sabe que ella “mata” a sus personajes, en todos sus libros. ¿Qué hace él? ¡Investiga! La busca, porque quiere vivir pese a su vida aburrida y monotona.
    Al menos yo, tuve muchas interrogantes. ¿Qué pasa con la casa de sus padres?, ¿Que consecuencias podría tener que existan dos DNI iguales? ¿Podría el “otro” pretender quedarse con esa casa? ¡¿Qué le ocurrió a Marco en el libro?!
    Como ves, es un ábanico de posibilidades.
    Disfrute de tu historia, y vale la pena leerla con lupa- ¡Nos leemos!

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 10:42
  23. 24. María Esther dice:

    Hola Verso Suelto, es la primera vez que te leo y me ha gustado tu relato:por la forma en que está escrito, el lenguaje que empleas y el contenido un tanto original para encontrar el doble.Al igual que varios compañeros te lo hacen notar,es muy buena la escena en la casa de los padres del protagonista.Expresa en ella sentimientos muy puros,recuerdos que lo llevan al pasado a reencontrarse con el personaje de la infancia.
    Me gustó , volveré a leerte.
    Maritel del 140

    Escrito el 30 noviembre 2016 a las 02:46

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