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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Insania - por Fatima C.García

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. En mi caso, nunca estuve muy segura de quién era el doble de quien. Muchas veces sentí que a Mamá, como acabé llamando a Claudia, le aterrorizaba.

Nacimos juntas, casi de la mano, una de la otra y en coma. Pasamos varios años en letargo hasta que alguna fuerza, todavía desconocida, nos animó a despertar. Fue así como poco a poco fuimos abriéndonos camino a la libertad. Aunque eso, es otra historia.

A ver… libertad a medias. Porque ni yo ni mi hermana debíamos estar despiertas del todo, si una de nosotras estaba insomne. Era de vital importancia. Obviamente, no eran normales los casos como el nuestro.

Una de las consecuencias, era el profundo odio que nos habíamos ido tejiendo, pues ansiábamos nuestro turno. Y aunque en ocasiones había querido deshacerme de mi hermana (no me juzguen, ustedes no la conocen), una parte de mí, sabía que yo moriría de no estar ella.
La otra era que no sabíamos prácticamente nada, ni nos interesaba demasiado, la una de la otra. Solo tenía la certeza, por los pellizcos que alcanzaba a ver u oír justo antes o después de mi ciclo, de lo que hacía con Mamá, por supuesto, era una minucia de lo que representaba. Mi hermana era tremendamente aburrida, triste y hasta siniestra.

Un día y por simple aburrimiento, me hice la dormida para saber algo más de mi hermana. A sí que con los ojos cerrados y sin mover un músculo más de lo estrictamente necesario, intente escuchar que pasaba fuera de mi mundo. Puse atención a las palabras que tenían, porque en realidad, no hacían más que hablar, estar tumbadas y lloriquear por los rincones y según oí, Mamá había tenido un mal día en el trabajo; se le amontonaban los papeles, su compañero de equipo la presionaba y su novio, Patrick, parecía no parecía prestarle mucha atención. Entre susurros, me di cuenta de que se habían convencido entre ellas de que no servía para nada, que su compañero tramaba algo horrible en su contra y de que el cabeza perdida de Patrick, le estaba siendo infiel con medio barrio. El apocalipsis estaba a la vuelta de la esquina.
La negatividad en casa era abismal y parecía que todo el apartamento se hubiera inundado de nieblas grises y frías. Hasta yo misma me estremecí.
El sueño parecía haber recordado que no debía estar presente y el sopor me llegó al poco. No pude enterarme de como acababa aquello.

Cuando me desperté, creo que fue a las dos semanas, infle mi pecho al máximo sabiendo que era mi turno. Una sonrisa me cruzó la cara y vi en el día nublado el más apuesto de los soles.
Salí con sigilo de la habitación para no despertar a mi hermana, la pesada, antes de lo acordado. No íbamos a perder el tiempo, cogeríamos la autovía a ciento setenta kilómetros hora y le íbamos a decir cuatro cosas al incompetente de nuestro compañero sobre esos papeles amontonados. Nos esperarían las aventuras a la vuelta de la esquina. ¡Ah! y sí, de paso íbamos a poner punto y final a imbécil de Patrick… Me daba igual si era infiel o no, nosotras valíamos más que aquel descerebrado y no esperaríamos que se diera cuenta de ello. Mamá y yo hacíamos un gran equipo. No había montaña que no pudiéramos escalar, ni río que se nos interpusiera en el camino. Nosotras volamos. De hecho, apenas dormíamos. La vida era genial como para desperdiciarla.
Lo único que se interponía entre nosotras y el respirar la vida a pleno pulmón eran las apariciones de la pesada. Si yo hubiera pasado tanto tiempo con ella como a veces pasaba Mamá, podría haberme suicidado.

Nuestra vida transcurría de esta manera; ciclos que se repetían, en los que nos turnábamos para dar rienda suelta a nuestra intensa forma de interactuar con el mundo. Una montaña rusa de acusadas subidas y bajadas. Por supuesto, yo adoraba mis tramos.

Pero como siempre, la pesada volvía.
Creo que fue por su culpa por lo que decidieron matarnos.

— ¿Me estás escuchando Claudia? —dijo el psiquiatra —. Veinte miligramos de Litio*. De todas formas, te lo indica todo la receta.

Claudia asintió y miró a su abuela. Todo esto lo hacía por ella. No quería que nadie sufriera más por su culpa.

—Será más fácil ahora hija, ya verás. Al fin y al cabo, no es como tener mellizas.

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20 comentarios

  1. 1. Yoli dice:

    Hola Fatima.
    Esta bien el relato, has cumplido con el reto y eso que era difícil. Me gusta el final, con con Claudia queriendo cambiar por su abuela. No he visto faltas de ortografía.
    Lo de “Muchas veces sentí que a Mamá, como acabé llamando a Claudia, le aterrorizaba” no lo he entendido muy bien, es un poco confuso.
    Saludos.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 12:50
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    HOla Fátima!
    Soy tu vecino 37, así que me toca venir a conocer tu escritura.

    Te he de ser sincero, me costó entender el relato. Creo que le falta trabajo como para decidir estratégicamente qué debe ser enigmático y qué dejar como pistas para que el lector pueda guiarse en las tinieblas.

    Aquí parecen mezclarse demasiados personajes. Dos mellizas que no termina de quedar claro si es una sola con doble personalidad, una Claudia que es su madre, pero a la vez tiene abuela, que entonces es bisabuela de las mellizas o de la esquizofrénica, pero entonces ¿cuál es su función en el relato? Por qué deciden matarlas? ¿A quién matan al final? ¿Qué pasó al final con Patrick?

    Hay una línea tenue donde lo enigmático se convierte en incomprensible. Si fuera tu profesor de escritura -que no lo soy, no tenés que prestarme atención- te invitaría a hacer un ejercicio: contarle a alguien la historia oralmente, decirle exactamente lo que está ocurriendo, sin buscar ser enigmática. Y después escribirlo tal cual, sin vueltas. A ver qué sale. Si después decidís volver a escribir en formato enigma, que sea con estrategia premeditada.

    Espero que esto te sirva para mejorar, porque la idea puede ser muy buena. Adelante!

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 15:26
  3. 3. Fatima C.García dice:

    Hola a dos dos y muchas gracias por leerme y por lo comentarios.

    “Las niñas” son la personificación en la cabeza de Claudia de los dos episodios de un trastorno bipolar. El depresivo y el maníaco. Por lo que en realidad ni son mellizas, ni son hermanas, ni tienen una madre. Es más una especie de metáfora. El relato en sí es una metáfora.
    Sabiendo esto, quizás, esas preguntas puedan responderse solas.

    Soy consciente de que es difícil de entender. De todas formas, el fallo es precisamente eso, que no he logrado que el lector lo entienda.

    Un saludo, les leo en breve.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 16:28
  4. 4. M.L.Plaza dice:

    Hola.
    Muchas gracias por leer mi texto y por los comentarios.
    Del tuyo, estoy de acuerdo con Marcelo Kisi en que es muy complicado. Me parece que tu explicación esclarece muchos aspectos, pero es que ese el problema porque el relato es el que tiene que explicarse a sí mismo. De alguna manera tienes que informar al lector de que Claudia sufre un trastorno bipolar.
    Aún así, la historia es interesante y se lee bien.
    Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 04:22
  5. 5. SBMontero dice:

    Iba por la mitad cuando me barrunté que trataba sobre la bipolaridad, de todas formas no puedes culpar a alguien por no saber para qué se usa el litio en psiquiatría, o cómo es realmente ser bipolar y lo que implica en relación a los vaivenes, sino recuerdo mal lo llaman así, ¿Verdad? Vaivenes.

    Hace mucho tiempo escribí un artículo para Siglo XXI sobre trastornos de personalidad y me llamó mucho la atención que las personas bipolares llamen precisamente así a tomar el tratamiento, “es como si matara parte de mi, a mi otro yo“, y además no lo decían con mucho cariño, todo lo contrario.

    Es un relato interesante y me parece muy inteligente poner a la madre como ese ancla sobre el que pivota la personalidad maníaco depresiva de la protagonista.

    Una vez dicho esto…

    Tengo la fundada sospecha de que no revisaste mucho el texto, repites palabras donde no van y se te va alguna expresión fuera de sitio. Nada que no se solucione, todo hay que decirlo, prestando más atención y repasando el texto.
    También tienes algún problemilla de ortografía, que tiene tan fácil solución como usar el corrector ortográfico del procesador de textos, eh.
    Aunque la historia es interesante, está bien escrita y el final aclara a qué está haciendo referencia el texto, no es menos cierto que, como te digo antes, no todo el mundo tiene que saber para qué sirve el litio en un tratamiento psiquiátrico y queda de tu mano pensar que bien pueden leer algo más sobre el tema e informarse, es muy lícito, o bien puedes facilitarles un poco de información a lo largo del texto para que, por lo menos, sospechen algo.

    Me ha gustado.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 11:30
  6. 6. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Fatima, muchas gracias por leerme y comentarme. Tu historia tiene ese toque de «trastorno» que lo hace real. Para mí, resultan llamativas estas historias porque uno de mis seres queridos tiene un diagnostico similar y con ellas (las historias), trato de entender un poco más.
    Saludos.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 23:16
  7. 7. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Fátima,
    Solo unas palabras para decirte que leí tu cuento, puede ser muy bueno, creo que es demasiado intenso para las 750 palabras que piden.
    Tú cuento merece más espacio, más desarrollo.
    Yo de ti lo revisaría y lo escribiría sin límite de palabras, para hacerlo más comprensible a las personas que no sabemos mucho de psiquiatría.
    Sigue escribiendo tienes madera.
    Saludos

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 10:30
  8. 8. Peter Walley dice:

    Hola Fátima,

    Buen texto, me gustan las historias de personalidades múltiples y creo que la has llevado bien. Hay unos pocos errores de ortografía o tildes que faltan, pero nada importante.

    Sobre la forma, yo mantendría la narración en primera persona también al final, confunde un poco el cambio de perspectiva. Y en cuanto al contenido, quizás yo me centraría en algo más concreto (como lo que pasa con Patrick, por ejemplo), creo que tienes demasiadas ideas para tan poco espacio…

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 18:34
  9. 9. ARouanet Moscardó dice:

    Hola Fátima
    Tu relato es intenso y está muy bien escrito. Tu estilo me recuerda al realismo sucio.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 03:01
  10. 10. amparo rouanet moscardó dice:

    Hola Fátima
    Tu relato es intenso y está muy bien escrito. Tu estilo me recuerda un poco al Realismo sucio

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 03:05
  11. 11. Fatima C.García dice:

    Muchas gracias por vuestro comentarios y críticas, me ayudan muchísimo. El relato era más largo pero las normas son las normas.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 12:35
  12. 12. Marcos dice:

    Hola Fátima, ayer puse mi comentario tras leer tu escrito y no lo veo en la relación de comentarios, a saber… Tras leer el tuyo creo que mi opinión no difiere mucho de la tuya, hay que limar los palos de ortografía y acentuación, la historia ha sido entretenida aunque un tanto liosa, pero bien.

    En la próxima te volveré a leer.

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 17:57
  13. 13. Veronica Murillo dice:

    Hola Fátima, debo decir que a pesar de que le hace falta esa aclaración sobre la bipolaridad, cuando lo tienes todo cobra sentido. Es buen relato y se arreglas ese fallo se convierte en una historia estupenda, es una metáfora tan apropiada en cada uno de sus detalles que pareciera que eres psiquiatra o conoces alguno. Me recuerda mucho la peli “Intensamente”, pero para adultos, jaja.
    Muy buen relato, espero nos sigamos leyendo.
    Hasta pronto.

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 02:58
  14. 14. Demetrio Vert dice:

    Hola Fátimaa.

    La verdad es que no he comprendido la historia, y no porque esté mál escrita. Pienso que tú la tenías en la cabeza, pero te has olvidado que el lector no. El hecho de que un cuento sea intenso, toque temas delicados, escabrosos, o los que sea, no impide que deba ser claro y conciso. Mi opinión es que pienses en que lo cuentas a alguién en concreto y te pongas en la piel del lector. Ello no significa dar explicaciones innecesarias y duplicadas, sino que desde el principio se sepa quién actúa, dónde y qué quiere. Esto se puede conseguir en dos líneas.

    Solo decirte que adelante. Escribir es vivir.

    Saludos.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 20:06
  15. 15. Jean Ives Thibaut dice:

    Hola Fátima.

    Muchas gracias por pasarte por mi relato. Has sido la única que se ha acercado un poco a la verdadera trama, la que planeé desde el principio. Aunque ya había confesado que al releerla me di cuenta de las posibles interpretaciones.

    En cuanto al tuyo he de decirte que con la primera lectura, aunque confusa, me daba una idea de por donde iban los tiros. Con la segunda ya mis sospechas se vieron confirmadas. Aún así existen muchos pasajes oscuros que no acierto a comprender.
    Personalmente prefiero mostrar que explicar cuando escribo, como si cada relato fuera a ser llevado a la gran pantalla. En tu caso explicas muchas cosas en muy poco espacio, metiendo una telaraña de historias que haria falta “explicar” un poco más.
    Por otro lado da la impresión de que no lo has revisado porque hay pequeños fallos de ortografía y puntuación que hacen difícil leerlo.

    Sin embargo, me ha gustado el punto de vista desde el que está narrado. Es muy interesante meterse en la cabeza de esa manera de una persona con dicho trastorno psicologico, y encima en primera persona. Genial.

    ¡Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 22:23
  16. 16. K. Marce dice:

    Saludos Fátima:

    Gracias por leer y comentar mi relato del mes.

    He leído con cuidado tu relato, y tuve que volver la lectura en varias ocasiones, para entender lo que estaba leyendo, porque no me era tan claro; pero sí entendí desde un principio que era un “yo interior” el que narraba. Quizá por el hecho de llamar a Claudia mamá y decir que habían nacido juntas y en coma.
    Hay textos que requieren más de una lectura, para comprenderlos o captar la misma escencia que el autor ha deseado impregnar. Considero un fallo tener que explicar un texto, y me es una lata explicar los propios, porque significa que lo que pensamos no lo logramos trasmitir con palabras.
    Aunque estoy de acuerdo con Marcelo, no me perdí con sus mismas interrogantes; porque me fue clarísimo que era “su personalidad en acción”. El contenido es muy interesante, como lo es todo lo que trata sobre la mente, personalidades múltiples y esas cosas, sin embargo, creo que la frase:
    «Muchas veces sentí que a Mamá, como acabé llamando a Claudia, le aterrorizaba.», te fue obligada por el final: «Al fin y al cabo, no es como tener mellizas.». Y es por ello, que todo pareció tan confuso.
    En mi opinión, muy propia, considero que dejando a Claudia, ser simplemente Claudia, le hubiera sido menos confuso al lector. Ponerle familiarismos, por el apego del que sufre de bipolaridad, con respecto a su padecimiento, es sólo comprensible como lo dijo SBMontero., pero para aquellos que sí han leído sobre el tema. Por ello es que Marcelo hizo todo un árbol genealógico.

    En conclusión, la propuesta me parece muy interesante. Si bien sólo conozco por fuera a personas que tienen bipolaridad (no sé a ciencia cierta lo que pasa por sus cabezas), creo que hay acierto en como has presentado a esa bipolaridad. Un poco de estructura le dará el peso que el relato tiene.
    Y ya me enteré que no soy chismosa, lo que le pasó a Patrick, me viene sin cuidado. Jejejejeje. (guiño)
    Espero leer algo nuevo tuyo y ver que puedes ofrecer. ¡Nos leemos!

    P.D., disculpas si hay errores de tipeo, es madrugada pero quiero concluir con mis lecturas y estoy obviando la autocorrección.

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 08:03
  17. 17. Fatima C.García dice:

    K.Marce: Tienes razón con as dos frases. Quería crear una metáfora en todo esto muy grande, quizás demasiado grande. Estoy desacuerdo contigo, como lo estuve con SBMontero. ¿Quizás una nota aclaratoria de uso del litio? No se, no se… Gracias por tu critica tan amena.

    Jean Ives Thibaut: Gracias por la critica. Quizás es que no me gusta que se parezca a una obra de la gran pantalla. Lo que no encuentro, en que en comentarios anteriores ya me lo han dicho, son esas faltas o esa puntuación mal colocada… :S

    Demetrio Vert : Totalmente. He pensado que el lector o bien goglearia “litio” o sabría lo mismo o más sobre ese trnstorno. Mea culpa. Gracias por la critica.

    Veronica Murillo: Gracias Verónica, no recuerdo ahora muy bien de quién es pero han escrito otro relato por ahí que se parece más a animación de intensamente. Gracias por la critica.

    Marcos: Gracias por leerme. Estoy muy interesada en ver esos fallos de ortografía y puntuación pero no los encuentro. Tan “empanada” estoy? XD

    Pd: perdonadme pero estoy con el movil y no estoy teniendo nada de cuidado escribiendo esto.

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 13:03
  18. 18. Ebea dice:

    Hola Fatima, aquí paso a devolverte la visita que tan amablemente me has hecho.

    He de reconocer que tu escena me ha costado un poco. No la entendí en la primera lectura y en la segunda y tercera seguí con confusión teniendo que releer los párrafos.
    No me cabe duda que esto haya sucedido por mi causa, ya que soy bastante obtusa cuando me lo propongo.
    El caso es que, aún sabiendo que el Litio se usa para trastornos psiquiátricos y sospechando que la escena estuviese girando entorno a la bipolaridad, aún así, me costaba situar las personalidades y el sentido de algunas cosas.

    En sí la historia está bien escrita, no lo niego, tiene algunos fallos de repetir palabras, alguna falta de ortografía… vamos, tampoco es que sean errores garrafales, pero, bueno, que no puedo decir nada, que lo mio con la ortografía es denunciable…

    Tanto el vocabulario, la métrica de las frases y la distribución de los párrafos es razonablemente buena pero, en fin, como te dije, la lectura me resultó complicada de entender, pero por el contenido que se transmitía, que aunque en el final se esclarece en parte, realmente me parece que si luego no lo hubieses confirmado en los comentarios que hablabas de un transtorno bipolar, yo no hubiese entendido en la totalidad el texto.

    De todos modos, no desanimes que esto no es una mala crítica (que yo no entienda ciertas cosas tampoco es una novedad) El argumento de la escena es bueno y, quizás aclarando algunas partes como las del Litio o las partes somnolientas se podría solucionar.

    Un saludo

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 12:24
  19. 19. Wanda Reyes dice:

    Hola Fatima, gracias por leer mi relato. El tuyo estuvo bastante entretenido aunque concuerdo que algo confuso. Pero entiendo que el limite de palabras a veces causa estos problemas.

    Slds.

    Escrito el 30 noviembre 2016 a las 23:21
  20. 20. Cryssta dice:

    Hola Fátima, muchas gracias por pasarte por mi relato y comentar.

    Siento decirte que yo tampoco me enteré muy bien y, cuando no me entero del todo de lo que dice el relato, renuncio a mirar si el texto tiene faltas pues supone un esfuerzo que no quiero asumir ya que tengo demasiado trabajo y poco tiempo. Además hoy tengo fiebre así que perdóname, en otra ocasión te revisaré el relato a conciencia.

    Espero leerte en el próximo taller. Un abrazo.

    Escrito el 1 diciembre 2016 a las 11:41

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