Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Un mal grillo - por Patty

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte y, en mi caso, vive conmigo. Mi hermano Maikel es exactamente igual que yo: mismo pelo, mismos ojos, mismas manos, mismo todo. Siempre nos confunden, y no los culpo, al contrario, el parecido es impresionante y a mí me encanta nuestra semejanza.

Maikel siempre ha sacado buenas notas, por lo que para él fue coser y cantar elegir la carrera que quiso y terminarla fácilmente. Es un triunfador el tío, nada más acabar encontró un buen trabajo y ya está ahorrando para irse de casa. Lo voy a echar de menos.

Su relación con mis padres no es del todo buena, a pesar de ser el hijo perfecto, su pasotismo hacia él me molesta sobremanera. Menos mal que nos tenemos el uno al otro. Aun así, podríamos decir que él ha sido un suertudo a diferencia de mí. Nunca se me ha dado bien estudiar. Y mira que lo intentaba, pero me era imposible. Al terminar la ESO, después de repetir un par de veces, me salí del instituto. Fue gracioso, el último día de clase mis profesores casi daban gracias porque me iba, por lo que decidí hacer alguna jugarreta de las mías, nada importante.

Y aquí sigo, en mi cuarto, preparándome para decir adiós a mi hermano que me abandona. Me han despedido de prácticamente todos los trabajos que he tenido y, de los que no, me he ido yo. Llevo casi un año encerrado en esta puñetera habitación, pero no puedo hacer nada, a veces pienso que no es que no sirviera para estudiar, es que no sirvo para nada.

Hablando de mi habitación, tendríais que verla, una verdadera pasada. Tengo una cama enorme y una televisión de casi el mismo tamaño. Las vistas son impresionantes: un parque siempre repleto de gente. Me traen el desayuno, la comida y la cena aquí. Mi hermano viene casi a todas horas a verme. Hablamos y nos reímos un rato de las personas que vemos por la ventana, además de pensar en la siguiente trastada. Sí, mi hermano, el perfecto, es siempre mi mano derecha. Él es quien me da las ideas y yo soy el brazo ejecutor, aunque ellos no me crean.

Hace ya unos meses que no veo a mi madre. Mi padre sí que sube a mi cuarto, pero siempre me mira con esa cara de compasión que tanto odio. Pero no lo culpo, soy un desastre y nada me sale bien. Entiendo que mamá siga cabreada después de la última broma, y eso que le dije una y mil veces a papá que la idea había sido de Maikel, pero él seguía erre que erre con lo mismo: que si es imposible, que si estoy loco, ¡que si tengo que ir a un puto psiquiatra!

Nunca me han creído ni me creen. Para ser sincero, estoy empezando a hartarme de que mi hermano el perfecto no se lleve nunca las culpas. Me cago en todo, que sí, que no debo hacerlo, pero él me da las ideas, es siempre él. Lo del instituto, lo de mamá, todo. Además, yo pensaba que lo de mamá fue divertido. Al menos yo me reí mucho. Estaba cocinando y la vi de espaldas, por lo que Maikel me refirió que era el momento perfecto de asustarla. Me acerqué sigiloso y… ¡¡Ah!! Ja, ja. No paraba de gritar. Le quité el cuchillo de las manos, pensaba que me lo quería clavar. Como Maikel me dijo, se lo tenía que arrebatar antes de eso y atacar yo primero. Y así lo hice. ¡Qué espectáculo! Todo lleno de sangre. Ella gritaba como un cochino. Qué asco. De repente, más gritos. Eran de papá. Maikel se había esfumado. Qué cabrón, ya me había vuelto a dejar solo con las culpas.

Papá llamó por teléfono no sé a quién. Los gritos alarmaron a ese vecino metomentodo que vino y lo ayudó a sujetarme mientras me daban esas putas pastillas. Pero, ¿por qué me sujetaban? ¡Sólo estaba jugando! No entendía nada. Lo único que alcancé a escuchar antes de caer rendido fue que había sido Miguel, el pobre y enfermo Miguel.

Pero bueno, no importa, ya se les pasará el cabreo. Yo, mientras tanto, aquí sigo en mi cuarto, tranquilo, con mi querido hermano, con las visitas esporádicas de mi padre y con esa mujer tan simpática de blanco que viene a charlar conmigo y a traerme la comida.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. 1. Rosalia Ds dice:

    Me gusta tu historia. Es muy intrincada y eso, para mi, me engancha para seguir leyendola.
    Ese boble hermano facticio esta muy bien llevado. Haces trabajar imaginación del lector y eso es muy importante.
    Ánimos y a seguir escribiendo!!!!.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 09:52
  2. 2. Laura dice:

    Hola Patty. Soy Laura del 121.
    La temática que elegiste fue una de las tantas que me surgieron y no pude desarrollar satisfactoriamente. Las personalidades múltiples son tema interesante.
    Me gustó la forma en que lo trataste. Es muy dinámico. La lectura es muy fácil y placentera.
    Espero seguirte leyendo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 10:33
  3. 3. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Buenas, Patty.
    No hayas marcado el reto, pero yo creo que lo has conseguido porque, aunque el relato esté narrado en 1ª persona por Miguel (protagonista), el punto de vista también es el de su hermano imaginario Maikel, quien absorbe la mente del “pobre y enfermo Miguel”. O sea que habrías logrado el reto al utilizar el punto de vista del antagonista, pues al final es Maikel quien le “hace hacer lo que hace”. El reto ha sido muy complicado esta vez…
    El conflicto en la trama es fenomenal, va desde un conflicto interno paranoide del personaje hasta uno parricida, pasando por el internamiento en un psiquiátrico.
    Respecto a la descripción de la habitación me ha desorientado cuando hablas de “puñetera habitación” y en el siguiente párrafo dices que es “una verdadera pasada”, no sé si podría ser contradictorio o, por el contrario utilizas una voz distinta de personaje en cada párrafo. En cualquier caso, el ambiente del relato le va al pelo.

    Me gusta cuando dices (un detalle que me ha sugerido muy creíble la enfermedad), que: “Su relación con mis padres no es del todo buena, a pesar de ser el hijo perfecto, su pasotismo hacia él me molesta sobremanera” aunque lo he tenido que releer, ¿qué te parecería así?: “La relación de mis padres con Maikel no es del todo buena, a pesar de ser el hijo perfecto, su pasotismo hacia él me molesta sobremanera”. De la otra forma parece que “su pasotismo” se refiere del hijo (que está inmediatamente antes) hacia los padres.
    En cuanto a la estructura, a pesar de que el tema que has elegido un tema muy difícil, me ha provocado intriga desde el principio. El vocabulario del diálogo interior del protagonista está también logrado. Enhorabuena.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 13:59
  4. 4. Miranda dice:

    Hola Patty: Te doy la Enhorabuena como acabo de hacer con R.J. Esperanza

    Este mes he tenido mucha suerte con los temas a comentar, me han gustado los tres.

    Este texto me ha gustado muchísimo, porque has conseguido tratar un tema muy interesante y difícil de una forma muy natural, atrapando al lector desde el principio.

    Estoy de acuerdo con las anotaciones que te ha hecho R.J. a mí también me pareció que quedaba un poco confuso el párrafo que habla del pasotismo.

    Por lo demás es un texto excelente y bien logrado.
    Un saludo, me apunto tu nombre para seguirte

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 20:00
  5. 5. Patty dice:

    Hola a todos.

    Muchísimas gracias por los comentarios.

    R.J. Esperanza Pardo: tienes razón, la verdad es que no estaba segura de si cumplía el reto o no y por eso no lo marqué.

    En cuanto a la habitación, lo que quería lograr era que se fueran viendo esos cambios de opinión, de carácter y de comportamiento.

    Muchas gracias de nuevo por vuestros comentarios y sugerencias, los tomaré en cuenta.

    ¡Saludos!

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 12:43

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.