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Yo dos veces - por JL Quijano

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte, pero lo de esa noche no fue de este mundo.

Estaba en mi cuarto revisando mis correos al final de un largo y tedioso día. Los ventarrones de octubre empezaban a hacer presencia vehementemente con largos y constantes soplidos que dejaban las casas heladas por dentro y fuera. De tanto frio que entraba en la habitación decidí abrigarme con mi saco de lana navideño, y prepararme un café bien cargado y bien caliente. Ya todos dormían en la casa, entiéndase todos por mi hermano y mis padres que acostumbraban a dormir más temprano de lo habitual cuando los días se enfriaban y oscurecían. Solo la luz de la luna y de la cocina que nunca se apagaban iluminaban mi camino a la cocina y la pequeña parte al final del corredor. Una taza de agua hervida, una cucharada de café a la prensa francesa de café y listo. Mi café estaba listo y cuando me disponía a volver a mi cuarto a continuar mis labores rutinarias, al darme la vuelta, me quede frio de ver al frente, en la parte oscura del corredor, una persona entre las sombras apenas iluminada por los restos de pálida luz de la luna. Su rostro, que se apenas se notaba en un inicio me daba clara muestra de una extraña familiaridad. Tal vez alguien de la casa se había levantado, pensé inocentemente, pero no era ese el caso. Esa persona que me veía estaba aterrada, se le notaba en el semblante y no trataba de ocultarlo. Sus formas empezaron a notarse más y más al avanzar hacia mí, hacia la luz de la cocina, bajo la cual yo estaba, haciendo que se distinga de a poco su rostro. Se me erizó la piel era idéntico a mí, cabello oscuro, mulato y ojos negros. Era igual a mí, vestido de otra forma, en pijamas. Conforme él avanzaba tembloroso y dubitativo alcancé a distinguir que no llevaba en sus manos más que un objeto que brillaba de cuando en cuando. Llevaba en su mano una navaja, que no me asustó tanto como lo hacía ya su mera presencia. ¡Podría bien ser mi doble en vida! En solo segundos infinitas ideas de mi cabeza trataban sin éxito explicarme lo que sucedía, de razonar esa situación tan absurda. Tal vez estaba soñando, tal vez no era real y solo producto del cansancio, tal vez yo seguía durmiendo, tal vez… seguí acercándome poco a poco hacia él, al intruso que llevaba una taza de café en mano y estaba quieto bajo la luz de la cocina. Cómo iba yo a imaginarme que ese sonido de pasos en el corredor que me había hecho salir del cuarto con navaja en mano era hecho por una persona tan similar a mí. Había salido tan asustado del cuarto que ni siquiera me di tiempo de quitarme mis pijamas. Me llené de coraje y me abalancé hacia él con la navaja por delante. La taza de café caliente saltó de sus manos. cayendo sobre el saco de lana navideño que él llevaba puesto, y procedí a hacerlo. ¡Iba a matarme!

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8 comentarios

  1. 1. SBMontero dice:

    Tengo un verdadero problema con los textos que no respetan las reglas mínimas de puntuación, pero por buenas razones: A veces no sé quién es quién, quién dice qué, o dónde se supone que está alguien. Si traslado eso al nivel de incisos, descripciones y planteamientos escénicos la cosa se convierte en el rosario de la aurora… ese es precisamente tu caso.

    Hay un punto, justo cuando se supone que hace café, o eso creo, en que me he perdido completamente. Lo he tenido que leer tres veces para saber quién estaba queriendo matar a quien… y todavía no las tengo todas conmigo, porque según en qué momento me coja tengo la impresión de que el tipo está queriendo matarse a si mismo.

    Mi consejo, por favor, es que cojas un libro sobre puntuación y te lo empapes.

    No puedo comentar nada sobre la idea, porque todavía no sé muy bien de qué va.

    Un saludo.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 16:11
  2. 2. Otilia dice:

    Hola JL Quijano,
    Siguiendo la regla del taller de comentar los tres siguientes al nuestro, he leído tu relato.
    El titulo ya nos dice que solo hay un yo, y el saco de lana navideño es mi pista para saber que se va a suicidar, ¿no?.
    De todas formas con algo más de puntuación se hubiera leído con más fluidez.
    Saludos

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 17:42
  3. 3. Ane dice:

    Hola JL Quijano, me toca comentar tu texto.

    Coincido en parte con los comentarios anteriores respecto a la puntuación, creo que es importante para darle al texto una lectura más comprensiva.

    Una apreciación cuando dices ‘un café bien cargado y bien caliente’, quizás hubiera prescindido de un ‘bien’.

    Por lo demás yo he entendido también como que se suicida.

    Seguiremos escribiendo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 19:10
  4. 4. Luis E Rivas dice:

    Hola JL Quijano

    Gracias por dejar tu comentario en mi relato (#189)

    Creo que ya todos han mencionado lo del narrador, pero para mi en realidad no se me hace complicado entenderlo ya que de un momento a otro el se imagina a sí mismo pero del otro lado.

    Sigamos escribiendo para mejorar esos detalles.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 09:48
  5. 5. Stephany S. dice:

    Hola, creo que debiste separar en párrafos diferentes las participaciones de cada personaje y aclarar un poco más la historia, ¿Por qué son iguales? o ¿Por qué cada uno cree que está en su casa? ¿Qué está pasando entre ellos?
    Pero además de eso, debo decir que la idea fue genial, me dejó intrigada, me quede con las ganas de saber más sobre la historia.

    Estuvo muy bien.

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 04:22
  6. 6. JL Quijano dice:

    Hola,

    Muchas gracias por los comentarios.

    En este escrito quise plasmar un pequeno relato fantastico que consiste en una escena que se muestra en un inicio como un cuento de suspenso dentro de lo “normal” para dar un salto a lo fantastico mediante la transposicion del protagonista por el antagonista. Los dos son el mismo y a la vez son diferentes por lo que la escena solo puede ser comprensible desde el punto de vista fantastico y su interpretacion queda abierta al lector.

    Es extremadamente dificil transmitir por completo lo que uno desea sin caer, por un extremo en la simplicidad, y por el otro en la incompresion.

    Queda mucho por seguir escribiendo y les agradezco el haberse tomado un poco de su tiempo para leer y comentar mi relato.

    Un abrazo grande

    Escrito el 1 diciembre 2016 a las 09:34
  7. Hola JL Quijano.

    Un poco tarde pero ahí va. Me ha gustado la idea. A mí me ha llegado perfectamente y creo que no necesita aclaración. Yo no he entendido que se suicide, simplemente que se encuentra a él mismo sin reconocerse. Me ha gustado mucho el traspaso de un yo al otro yo a través del sueño

    “…de razonar esa situación tan absurda. Tal vez estaba soñando, tal vez no era real y solo producto del cansancio, tal vez yo seguía durmiendo, tal vez… seguí acercándome poco a poco hacia él, al intruso que llevaba una taza de café…”

    También te digo que, aunque no le doy tanta importancia como SBMontero a la puntuación cuando se está empezando, creo que hay varias cosas que tendrías que revisar. como la puntuación, la separación de párrafos y las Repeticiones.

    También pensaría en si es necesaria la segunda parte de la última frase: “… y procedí a hacerlo. ¡Iba a matarme!”

    Saludos.

    Escrito el 5 diciembre 2016 a las 17:26
  8. 8. JL Quijano dice:

    Hola Jordi Lafuente,

    Muchas gracias por tu comentario. Que bueno ver que te ha gustado la idea y que me has entendido el punto. Tenia miedo de que tal vez sea incomprensible.

    Y creo que tienes razon, la puntuacion y la estructura del relato es la parte que siento que falto pulir en este relato.

    Si, estoy dudando en esa ultima frase. Pero, en un inicio, mi intencion era terminar el relato con una frase que tenga a la vez doble sentido: por un lado significa que lo van a matar y por el otro significa significa que se va a matar a el mismo, lo cual cae en el juego del relato. Tal vez no es lo suficientemente explicita.

    Muchas gracias nuevamente por tu comentario.

    Un saludo grande para ti!

    Escrito el 13 diciembre 2016 a las 01:31

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