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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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CARRERA AL ABISMO - por Isan

Web: https://unacapadebarniz.blogspot.com.es/

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. Para Juan esta expresión más que un dicho constituía una certeza. Lo sabía y lo sufría. Sabía que aquel no era un parecido razonable. Había llegado a un grado de ofuscamiento tal, que estaba obsesionado con que podría tratarse de un ente venido posiblemente de un universo paralelo. Juan vivía con él muy a su pesar ya que era un individuo cohibido y asustadizo por naturaleza. Aunque es probable que la naturaleza no engendre este tipo de personas, quizás simplemente las predispone.

No sabía en qué momento empezó todo. Tal vez fue una herencia recibida o un virus que, cuando penetra, se extiende de manera progresiva. Lo cierto es que lo llevaba tan interiorizado, que ya formaba parte de su propia esencia.

Sentía un espanto cerval hacia un algo que no conocía, pero estaba convencido de su maldad ya que, allá por donde fuera, siempre le seguía con pertinaz obsesión, sin despegarse un instante de él, adoptando diversas formas y tamaños, pero siempre ocultando detalles de su fisonomía que pudieran personalizarle o por los que se pudiera atisbar una mínima traza de humanidad.

Así que todos los días, en un vano y desesperado intento, corría y corría cada vez más deprisa huyendo de todo, de todos y de sí mismo en un combate tan desigual como absurdo. Esta huida hacia adelante sin sentido, lo estaba acercando inexorablemente hacia su propio abismo. Por mucho que corriera, jamás lograba su objetivo de separarse de esa entelequia. Hasta que al atardecer, Juan caía exhausto. Solo en el sueño podía apartarse de este espantajo sin rostro y sin alma o, al menos, tan negra como lo que parecía mostrar. Por mucho que le increpara, nunca le decía cuáles eran sus aviesas intenciones. Porque intuía que alguien de esa calaña esquiva solo podía tener un instinto dañino.

Al día siguiente, ya nacido el día, despertaba y veía con pavor que su pesadilla no se había despegado de su lado. Y nuevamente emprendía una alocada carrera a ninguna parte con el vano propósito de dejarla atrás y encontrar ese lugar recóndito donde vivir en paz, lo que se había convertido en una obsesión que con tenaz persistencia invadía su mente, nublaba su razón y anulaba su voluntad.

La historia de su existencia se había construido en una interminable sucesión de despropósitos que parecían no tener fin. Las circunstancias que rodean cada vida condicionan, pero hay ocasiones en las que no son determinantes. Momentos en los que la naturaleza, despertando ese instinto de supervivencia que permanece aletargado, se revela contra su destino. El tiempo y la costumbre hicieron que, poco a poco, Juan se fuera familiarizando con aquella presencia. Un día se dio cuenta de que, quizás, él podía actuar con astucia y que valía la pena intentarlo. Porque, ¿quién era este ser sin rostro, sin formas definidas, sin voz y sin voluntad que tanto le estremecía pero que se limitaba a seguirle allá por donde fuera? Este momento de lucidez le abrió la posibilidad de tomar las riendas de su destino, no huyendo como siempre lo había hecho, sino enfrentándose en un cara a cara. Comenzó por ir marcando los tiempos: ahora ando, ahora me paro. Y el espectro le obedecía cual sumiso servidor. Luego fue ordenando su colocación, ahora delante, ahora detrás, a la izquierda y a la derecha. Incluso se atrevía a increparle sin recibir el menor signo de reproche.

Tanto se familiarizó con este juego que, paulatinamente, dejó de espantarle. La obsesión se convirtió en curiosidad, superando su laberinto interior de dudas y debilidades. Pronto se olvidó de buscar ese lugar desconocido y, a buen seguro, inexistente que le liberara cuerpo y mente. Y otro día dejó de correr. Esa noche no estaba cansado.

A la luz de las estrellas quiso jugar con su sombra, pero ésta había desaparecido.

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26 comentarios

  1. 1. JORGE BLANCO dice:

    Hola Isan:

    Según entiendo tu relato, creo que has querido mostrar la doble personalidad de un individuo que primero huye de sus miedos y luego se enfrenta a ellos representados en forma de sombras y carreras. El final me ha parecido una buena metáfora. Eso me ha parecido, pero igual estoy equivocado y no va por ahí la cosa.

    El narrador no sé muy bien quién es. No estoy muy puesto en esta cuestión, pero lo veo un tanto desdibujado. No sé si anda entre omnisciente o equisciente, supongo que algún otro lector podrá analizarlo mejor que yo. Desde luego no es el antagonista, además no señalas haber cumplido el reto complementario.

    Creo que le has dado demasiadas vueltas a su estado de angustia y de permanente huida. Todo ello parece más que una historia, como una meditación filosófica de quien la escribe.

    La redacción me ha parecido buena, con buena sintaxis y rico léxico.

    Puedo decir que me ha gustado, pero lo veo un poco denso. No me ha dejado ese buen sabor que te queda cuando algo te ha calado.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 12:38
  2. 2. Mariaje dice:

    Hola Isan,
    Muchas gracias por la visita y por dejar tus valiosos comentarios que tanto me ayudan.
    ¿He notado un pequeño cambio de registro en este relato con respecto a los anteriores o son imaginaciones mías? Me parece que en este cuento has dado prioridad a la forma, que has cuidado mucho; parece que te has concentrado en la belleza y sonoridad del texto y de las frases . Y tampoco he visto ese humor tan particular tuyo que dejas ver en la mayoría de los relatos que yo he leído.
    Detaco en tu cuento, por lo tanto, el buen uso del idioma según mi humilde opinión. Me ha gustado leer las frases que sonaban bonito y estaban, creo yo, muy bien escritas. Que el tercer párrafo no tenga ningún punto y aún así no te atragantes es meritorio.
    La idea de alguien huyendo de sí mismo me parece muy buena, pero el texto me resultó difícil de entender. He tenido que leerlo varias veces y aún no estoy completamente segura de haberlo interpretado bien. Has plasmado muy bien la angustia de Juan, sin embargo, según mi parecer, te has extendido demasiado, explicas los mismos sentimientos varias veces con distintas palabras, muy bien escrito, pero al fin y al cabo, sin aportar nuevas cosas a la historia. Espero que mi comentario te pueda servir de algo.
    Ha sido un placer leerte, como siempre.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 10:19
  3. 3. Otilia dice:

    Hola Isan,
    Muchas gracias por leer y comentar.Tienes razón, me he liado con el narrador por intentar cumplir el reto.
    La frase que te parece incompleta, ni la pensé, salió sola. Como los prestamistas eran unos matones, al no pagar, él pensaba que le matarían y como era tan desgraciado no le importaba.
    A tu pregunta: ¿Tan grande es el amor? Te asombrarías al saber lo que una mujer enamorada perdona, pero no en un relato, sino en la vida real, jajaja.
    En cuanto a tu relato, me ha gustado, está muy bien escrito y la última frase es un cierre perfecto.
    En este relato, el humor que veía en los anteriores ha desaparecido y has reflejado muy bien la angustia. ¡Felicidades!
    Nos leemos. Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 12:48
  4. 4. Isan dice:

    Jorge:
    Creo que si lo digo yo no habría hecho un resumen tan certero como el que has hecho tú.Ese buen sabor es lo que me gustaría que ocurriera, pero que pocos consiguen, yo casi nunca. Las vueltas que le doy a lo mismo es un fallo de síntesis. Cuando hago un borrador y voy tomando nota de ideas sobre el tema, muchas se repiten de distintas formas y me cuesta prescindir de algunas que las veo redondas.

    Mariaje:

    La forma siempre tiene para mí mucha importancia y, en ocasiones, más que el fondo. No me gusta que se tenga que leer varias veces un texto para entenderlo. Quiere decir que algo falla en él. Ciertamente he querido frases de calado porque el tema se prestaba.

    Otilia:

    Esta vez no tocaba el humor, pero te aseguro que volverá.

    Gracias por tomaros la molestia de analizar y comentar. Hasta el próximo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 16:42
  5. 5. Juana Medina dice:

    Aquí Isan, devolviendo tu dedicada visita.
    Estupendo relato, compañero. Hacia la mitad, tenía ganas de decir a Juan: –Date vuelta y enfréntalo. O sea que cuando Juan lo hace, comprendí que tienes a tu doble a tu servicio y me pareció estupendo. Muy buen lenguaje, mucha claridad de ideas. No me pareció que hubiera demasiado.
    Bravo. Un abrazo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 20:34
  6. 6. Isan dice:

    HoLa Juana:

    Te agradezco tus halagos. Siempre vienen bien, pero también me gusta que me den caña porque es ahí, cuando resaltan tus fallos, donde se prende más.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 21:34
  7. 7. David Rubio dice:

    Hola Isan,
    Respecto la comprensión creo que, salvo que mi neurona ande un tanto ofuscada, se ve perfectamente que Juan es un niño que huye de su sombra. Le da miedo esa “cosa” que lo sigue a todas partes sin saber por qué. En ese sentido, tranquilo. O no si ando errado…je,je,je
    Quizá la confusión que he visto en los comentaristas se debe al lenguaje o a las reflexiones que se le adjudican al niño. Es decir, durante el relato se oculta su edad, para la sorpresa final. Pero una cosa es ocultarla y otra adjudicar a un niño muy pequeño que se asusta de su sombra razonamientos como:
    – con que podría tratarse de un ente venido posiblemente de un universo paralelo. ¿Conoce los mundos paralelos pero no su sombra?
    -al vez fue una herencia recibida o un virus que, cuando penetra, se extiende de manera progresiva. ¿Sabe de virus?
    Es decir, si las acciones y reflexiones fueran menos rebuscadas y más apropiadas a un niño. Por ejemplo, está muy bien cuando dices que esa cosa sin cara adoptaba muchas formas porque eso es lo que ve y piensa un niño.
    Mi sugerencia sería esa que el narrador se acerque más a lo que un pequeñín que se asusta de su sombra pueda pensar.

    Un gusto leerte.
    Saludos!

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 23:21
  8. 8. Ebea dice:

    Hola Isan, aquí me paso rápidamente a devolver la visita que tan amablemente me has hecho.

    Relato angustioso y con buena metáfora. Me ha gustado. Engancha desde el primer momento, bien preparado, cuidado y presentado. Exposición clara y agradable sonoridad. Creo que las frases son perfectas, no he encontrado queja en ninguna (y lo he intentado…) y … el vocabulario … creo que puedo amarte sólo por haber logrado que desempolvase mi viejo diccionario para buscar Entelequia.

    Concido con Jorge Blanco en que el narrador no es el antagonista, no sé muy bien qué es, pero desde luego, antagonista no me lo parece.

    Al contrario de lo que he leído, no me resultó difícil de entender lo que pasa. De hecho, desde el principio me imaginé una persona huyendo de su propia sombra como un ente perseguidor vivo. y el modo en el que finalizas la escena me resulta muy agradable y una evolución tanto lógica como apropiada del personaje.

    Tal y como apunta David Rubio, claramente, si retiramos ciertas expresiones que son… demasiado “rebuscadas” y las cambiamos por expresiones más simples, podría pasar tranquilamente por la ideación de un niño. Y además sin la necesidad de indicar la edad o incidir en jerga infantil.

    De hecho… no sé si alguien lo ha vivido, pero sí conocí un niño que tenía miedo de su propia sombra porque creía que le perseguía un monstruo (malditos hermanos mayores) y resulta que es algo bastante común en edades tempranas. La evolución del texto se puede ver tal cual los sentimientos que podría estar experimentando un niño, al final… el niño acaba por jugar con su propia sombra y olvidarse que está ahí.

    Aunque, bueno, apunto a que yo no pensé en lo del niño hasta que leí la mención de David Rubio e hize una segunda lectura desde esa premisa. Yo realmente creí inicialmente que era un adulto con algún tipo de paranoia o que desconocía la existencia de la sombra.

    Realmente es un texto envidiable. MUCHAS FELICIDADES.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 17:06
  9. 9. Isan dice:

    Hola David y Ebea:

    Contesto a los dos por no cargar la página.

    Gracias por tomaros con tanto interés el análisis del relato.

    Las historias, o están muy claras o se prestan a la interpretación del lector y cualquiera puede ser buena.

    Respecto al narrador, desde el principio me sentí incapaz de hacerlo tal como se proponía en el reto opcional, así que lo descarté de inmediato. No sé muy bien qué es ni quién cuenta, supongo que se trata del narrador omnisciente.

    Respecto a las expresiones rebuscadas, procuro corregirme.

    Gracias nuevamente.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 22:36
  10. 10. marazul dice:

    Hola Isan, lo primero felicitarte por tu excelente narrativa. Escribes y parece que estas hablando, que cuentas, que explicas. Una narración sin diálogos y con sólo un personaje (el otro, el doble, está en su mente), y que en ningún momento se me ha hecho pesada. Para mí, eso es lo mejor de tu relato. La riqueza de tu lenguaje.
    El tema del trastorno psicótico o esa manía persecutoria de sí mismo, es desde luego muy interesante, y se adapta perfectamente a la propuesta de este mes.
    La frase final es muy bonita. El desenlace parece esperanzador.
    Un saludo

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 21:55
  11. 11. Earendil dice:

    Hola Isan:
    De verdad que eres un maestro de la prosa. También es verdad que algunos conceptos se han repetido varias veces, tal vez con la intención de querer dejar muy patente la angustia del protagonista. De todas maneras has hecho un ejercicio lingüístico maravilloso, con muchas metáforas y un exquisito lenguaje.
    Coincido con los anteriores comentaristas en que esos rompecabezas mentales que el protagonista se trae, sean demasiado rocambolescos para una mente infantil. Tal vez una visita de Peter Pan hubiese acabado con el problema (es una broma, je,je,☺)
    Me alegro mucho de haber pasado por aquí y haber disfrutado de tu trabajo. Enhorabuena.
    Nos leemos.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 23:42
  12. 12. Isan dice:

    Marazul y Earendil:

    Qué voy a decir sino agradeceros vuestros comentarios tan generosos. Queda pendiente mi visita a Earendil. A ver si hoy puedo.

    Un abrazo.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 10:06
  13. 13. SBMontero dice:

    Me ha encantado. No hay metáfora más absoluta contra el miedo a la diferencia que la de un niño que se asusta de su sombra, superándolo con curiosidad para trasformarlo en familiaridad al darse cuenta de que sólo es su propio contorno.

    No te voy a decir que no tenga algún problemilla de forma, pero nada que no se pueda solucionar con alguna bagatela. También me habría gustado que hubieras forzado el texto para que la narración fuera más infantil, pero eso es algo muy subjetivo por mi parte, eh.

    Lo he disfrutado.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 12:35
  14. 14. Isan dice:

    Hola SBMontero:

    Me alegro de que te haya encantado. Nada menos que a ti. Esos problemillas que aludes son los que mas me gustaría corregir. Los considero tan importantes o más que el fondo. Son la presentación del pastel. La pega es que el fondo me lo puedo inventar, la forma no. O se domina la técnica o, como es mi caso, se hace lo que se puede.

    Gracias por comentar.

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 21:02
  15. 15. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Isan.

    Sospechaba que se trataba de su sombra ya que, no se por qué, se me vino a la cabeza el inicio de Peter Pan. Fue muy grato comprobar que así era.

    El desarrollo del relato tuvo sus momentos de embrollo, en los que me costaba seguir el hilo, pero en lineas generales los iba entendiendo.

    La frase final es preciosa sin duda. Un broche final a la altura de una historia reveladora.

    Nos seguimos leyendo.

    Relato número 18.

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 21:50
  16. 16. Isan dice:

    Hola Jean Ives:

    Te agradezco que te hayas parado a leer y comentar. Los finales son los que más se recuerdan o los que dejan más sabor de boca y procuro que así sea, así que, si te ha gustado, misión cumplida.

    Te prometo que me pasaré en cuanto pueda por “El doble”

    Un saludo.

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 22:07
  17. Hola, Isan:
    Acabo de leer tu relato y de entrada he de decirte que me parece muy bien escrito. Es fluido, fácil de seguir; si existen errores de forma yo no los he visto y se te ve mucha facilidad en el manejo del lenguaje. Separas los párrafos de manera coherente y da la sensación de escritura elegante. Muy bueno. Tengo una duda. Todo el relato se desarrolla en tercera persona y en pasado, nada que objetar, sin embargo el párrafo “Las circunstancias que rodean cada vida condicionan, pero hay ocasiones en las que no son determinantes. Momentos en los que la naturaleza, despertando ese instinto de supervivencia que permanece aletargado, se revela contra su destino.”, está escrito en presente. Yo leo ese párrafo y me da la impresión de estar escuchando una acotación en la que el autor trata de aleccionar al lector sobre el destino del personaje. Creo que la explicación, como el resto del relato, debería estar dirigida hacia el personaje, en pasado, por supuesto, ahora me da la impresión de que el autor se dirige a mí para explicarme algo que sin esa explicación no sería capaz de entender, bueno tal vez esté hilando muy fino, pero es la impresión que me ha dado.
    El contenido se presta, como todos, a muchas interpretaciones. Yo, aunque al final introduzcas la palabra sombra, no lo interpreto como una sombra física, sería muy simple. Creo que se trata de algo más profundo enraizado, tal vez, con el carácter del protagonista. Esa huida hacia adelante, perseguidos por algo que nos obsesiona, es muy común en nuestra vida, en nuestras relaciones, en nuestro trabajo, en nuestra vida íntima, puede tratarse de una ofuscación pasajera, de una simple manía o de algo mucho más serio que puede desencadenar brotes psicóticos, es, en definitiva, una lucha contra el yo interno, contrario a nuestro yo natural que nos acecha y nos precave y no inhibe ante cualquier cambio o a la hora de tomar alguna iniciativa, es esa sombra que siempre se interpone entre lo que es y lo que puede ser, es esa inmobilizadora falta de decisión a la hora de tomar decisiones, a la hora de abandonar nuestra zona de confort; hasta que nos plantamos frente a ella y decimos: “¡sombra, vete ya!, desde hoy asumo la responsabilidad de mis actos”, y de manera acertada, o menos acertada, actuaré de acuerdo con mi conciencia”. Es lo que hace el personaje cuando decide dejar de correr y ve que la sombra que tanto le atormentaba ha desaparecido, lo cual, para mí es una metáfora de la vida. Las sombras existen en la medida en que nosotros seamos susceptibles de tolerarlas. Vemos lo que estamos predispuestos a ver, creemos en aquello que estamos predispuestos a creer, pero todos los hechizos se pueden romper, y eso es ahora, ya y siempre y en cualquier lugar, sin necesidad de buscar ni lugares, ni momentos, ni situaciones idílicas, basta con querer con fuerza suficiente para dar el salto. No se trata pues de esas sombras y esos miedos que asaltan a los niños, que también puede ser, pero el lenguaje que has utilizado no es de niños ni para niños, es un lenguaje de adultos y creo que los adultos no nos vemos libres de esas obcecaciones.
    Bueno, tal vez ha sido mucha cháchara insulsa, pero me lo pedía el cuerpo. Saludos y nos leemos.

    Escrito el 30 noviembre 2016 a las 13:48
  18. 18. Isan dice:

    Hola Manuel:
    De cháchara nada, y menos insulsa. Tu explicación ha sido una lección magistral. Una gozada leerla.

    Efectivamente la sombra pretendía ser una metáfora. Respecto al párrafo que comentas al principio “Las circunstancias de la vida…”no sé si está bien introducido o debería haberlo hecho de otra forma p.e. en pasado. Es el momento clave del enfrentamiento y está claro que me ha salido una explicación previa del autor como bien apuntas.

    Gracias por tan brillante y extenso comentario.

    Escrito el 30 noviembre 2016 a las 19:50
  19. 19. Sara dice:

    Hola Isan:

    Un relato sin un solo diálogo y me ha encantado. La lectura es elegante, el lenguaje rico y se hace fácil de seguir. Me he parecido que se presta a variadas interpretaciones como así te han comentado.
    Algo que también te han dicho es las vueltas que le das al problema, es decir, repites la angustia por la que está pasando Juan.

    Ha sido un placer leerte, hasta el próximo.

    Escrito el 10 diciembre 2016 a las 20:10
  20. 20. Isan dice:

    Hola Sara:

    Gracias por leer y por tu comentario tan favorable. Seguro que a nada que escarbes encuentras cosas a corregir.

    Los diálogos son una de mis muchas carencias en la escritura, pero en el próximo taller he conseguido meter alguno.

    Un Saludo.

    Escrito el 11 diciembre 2016 a las 00:05
  21. 21. Cryssta dice:

    Hola Isan, por falta de tiempo esta vez no he podido revisar tu relato a conciencia pero sí he querido al menos pasar a leerlo.

    Tu relato me ha gustado aunque confieso que he tenido que leerlo dos veces para captarlo bien. Yo también pensé que hablabas de la sombra del protagonista, es más, creo que no pasaría nada si dijeras desde el principio que hablabas de ella, el final seguiría siendo bueno. Felicidades.

    Escrito el 12 diciembre 2016 a las 13:13
  22. 22. Demetrio Vert dice:

    Hola Isan. Gracias por leerme y por tu comentario.

    Tu cuento tiene miga y, como han comentado los compis, las interpretaciones pueden ser muchas, y eso es fántastico pues del mismo cuento todas son posibles.

    Por abreviar, coincido en lo esencial con M.Plá martí en cuanto al sentido del texto, muy bien contado, por cierto. Solo, que al sospechar desde los inicios que huye de su sombra-obsesiónyo estaba esperando otro final. O bien, acepta la realidad de que tiene sombra, (aceptamos nuestras obsesiones) y se libera, o no lo hace y continúa con su locura. Lo que nadie puede hacer es librase de su sombra salvo cuando no hay luz (las noches, como en el cuento, o la muerte). En fi, esto son disquisiciones libres.

    En cuanto a la forma, que tanto te interesa, y en lo que yo coincido, hay un problema de narrador. Es la frase que cita Pla Martí. Ahí no habla el narrador omnisciente del relato, sino el autor. Y el autor nunca debe hablar opinar. El autor habla a través del narrador (uno o varios) pero nunca el directamente. Eso se hasta el romanticismo, pero con Flauvert cambió todo. La novela moderna no lo hace, por eso cuando los autores suplantamos a los narradores, chirría tanto. Esa opinión que expresa el autor en esa frase, podrías haberla puesto de otra manera; por ejemplo como pensamiento del personaje.

    Sucede lo mismo en la frase: “Porque, ¿quién era este ser sin rostro, sin formas definidas, sin voz y sin voluntad que tanto le estremecía pero que se limitaba a seguirle allá por donde fuera?”. Aquí, el narrador omnisciente se pregunta algo, y el narrador omnisciente lo sabe todo; no puede preguntarse algo que sabe. Podría haber estado perfecto si hubieses puesto: “Porque, ¿quién es este ser sin rostro, sin formas definidas, sin voz y sin voluntad que tanto me estremece pero que se limita a seguirme allá por donde voy?
    Si hubiera estado escrito así, hubiese sido el narrador omnisciente el que continuaba narrando, exoresando un pensamiento del personaje, porque el omnisciente sabe lo que Juan se pregunta. Ni siquiera hubise sido necesario utilizar comillas o acotar que es Juan quién se lo pregunta, pues se estaría utilizando el estilo libre indirecto, que tanto gusta actualmente, aunque no siempre se hace correctamente.

    Lo dicho, Isan. Es un problema de narrador. Muchas veces, los autores, intervenimos en el relato suplantando al narrador, y eso nunca sale bién. tampoco sale bién cuando hacemos que el narrador diga cosas que no puede decir, bien porque las sabe, o bien porque no las sabe. Esto último suele suceder cando se utiliza el narrador en primera persona, bien sea protagonista o bien testigo.

    Si me he extendido tanto es porque el asunto del narrador es fundamental, en mi opinión, para que el texto esté correctamente escrito y se entienda. La elección del narrador condiciona inevitablemente a los personajes, sus acciones, e incluso a la historia.

    Por lo demás un texto muy, pero que muy logrado.

    Escrito el 12 diciembre 2016 a las 20:28
  23. 23. Isan dice:

    Hola Cryssta:

    Gracias por tu comentario. Siempre digo que si hay que volver a leer un texto porque no se ha entendido, es que algo falla. Yo aspiro a que la segunda lectura sea por deleite jajaja.

    Hasta el próximo sin SER.

    Escrito el 13 diciembre 2016 a las 10:15
  24. 24. Isan dice:

    Hola Demetrio:

    Gracias por tomarte tanto trabajo en comentar mi relato y, precisamente en un aspecto que me interesa mucho como es el del narrador omnisciente. Tienes razón en la simbología que representa la noche y lo poco afortunado que he estado ahí. Lección magistral. Lo he visto claro, por lo que te estoy muy agradecido. Aprendo rápido, así que otro día no me señalarás esta falta del narrador.

    Un abrazo.

    Escrito el 13 diciembre 2016 a las 10:26
  25. 25. Cryssta dice:

    Isan, estoy de acuerdo contigo solo en parte. A veces el lector no tiene buena comprensión lectora o si la tiene puede que ese día esté algo más cansado y su cerebro no procese bien lo que lee. No hay que echar siempre la culpa al escritor, el fallo también puede estar en el lector.

    Escrito el 13 diciembre 2016 a las 11:03
  26. 26. Isan dice:

    Hola Cryssta:

    De acuerdo en que hay días en los que estamos más espesos. Precisamente estoy leyendo un ensayo de R.L. Stevenson donde, hablando de otro libro, dice: “Pero es solo un libro, una vez más, para los dotados para la lectura.” Así que habrá que convenir que hay lecturas no aptas para todos. Pero, claro estamos hablando de autores que se mueven en una dimensión estratosférica y no es mi caso. Por eso decía yo que, debido a mi limitada capacidad para escribir, algo habré hecho mal para que no se entienda.

    Un abrazo.

    Escrito el 15 diciembre 2016 a las 10:18

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