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¡Hay!, mi madre tierra, piel de barro - por María Kersimon

Web: https://www.lacartademrtench.wordpress.com

Al alba del tercer día, Roberto fundió los restos de velas que pululaban por La choza y vertió la cera resultante en una vieja lata de dulce de membrillo, tras lo cual se sintió con derecho a cebar unos mates. Ojeó sin verlos la retahíla de trozos de hierro, maderas, chapas, sillas desmembradas, bidones de plástico rotos, que salpicaban la pradera comunal donde gallinas blanquinegras escarbaban por lombrices. Una pareja de perras perezosas se acurrucaban aún bajo el alero, lerdas a abandonar el calor del amasijo de ropas sucias que, llevaban meses esperando una colada.
Las ramas frondosas de los álamos, con un sonido de frotar de papel de seda, parecían susurrarle sin cesar «Solo quedaré rescoldo vivo en la quietud». Fue a buscar su cultrún y lo golpeó bajo las copas protectoras de las acacias. Marcando vigorosamente el ritmo con la cabeza, se puso a cantar en tehuelche y soltó el instrumento para ponerse a saltar, correr, agacharse, levantarse de un salto, a la vez que cantaba cercano al trance «Vamos mi piuqué, a saludar del día el calor, que cuando entibie el mallinal, haré por ti el choiquepurún. Vientos llevarán mi rogativa al pehuenal,…».
Tomó consciencia de la presencia queda que le observaba en la sombra al oír otro cultrún retumbar al ritmo de su danza. El visitante se le unió sacudiendo la cabeza mientras cantaban en coro « ¡Ay!, mi madre tierra, piel de barro y de coirón, vientre que fecunda el sol». Al poco llegaron dos hombres más y bailaron en círculo abriendo sus mantas cual alas, sacudiendo las cabezas encopetadas de plumas de ñandú. Los pies desnudos de Roberto, en cada pisada se solidarizaban con la tierra hasta sentirla, en sus músculos, nervios y tendones, tomar posesión de él, subir hasta la ingle, recorrer el vientre camino de la cabeza y asentarse en su corazón con plenitud. La garganta se le ensanchó, paró de bailar y desde el centro de la asamblea dijo «hermanos». Todos se pararon y se hizo el silencio. «Agradezcamos a la tierra la vida y la salud, y roguémosle nos dé fuerzas para defenderla, nosotros que somos parte de ella y la amamos. No dejemos que intereses ajenos le quiten la vitalidad». Uno de los contertulios, íntimo de Roberto, inició un parlamento:
—Sabemos que estamos en este campamento para oponernos al desalojo de nuestros hermanos, rechazar la instalación minera que arrancaría las entrañas de nuestra tierra para llevarlas lejos. Pero aquí hay otra cuestión que tratar —se giró hacia Rigoberto, quien, turbado, asintió, dándole permiso para seguir— aquí nuestro hermano se está preparando para la última batalla que todo guerrero debe librar. Además de pertenecer a la tierra que es su madre, le corresponde pertenecer a una mujer para el resto de su vida. Nuestro hermano, como todos saben, es poeta y en cuanto tal, participó en el Festival de Poesía Itinerante El Rallador. Vino transformado, con cientos de luciérnagas en su interior que le hacen brillar. Dejemos que nos hable.
—Bueno, ha llegado el momento de abandonar mis recuerdos. Reconozco que el cauce de mi vida, que discurría apacible, ha confluido con otro afluente del gran río para correr juntos hacia el mar abierto: una poetisa sabia, cuya belleza transluce desde su fuente clara. Con ella me comprometeré a compartir los días, la poesía y el pan y, si Dios quiere, los hijos.
Todos aplaudieron y le ofrecieron palabras genuinas de felicitación. Las mujeres que se habían congregado en torno al ritual del Loncomeo, le rodearon alegres.
—Roberto, venga a ti la felicidad
—Roberto, la poesía no te lava la ropa; cualquier día te devoraría el monstruo de los trapos sucios que guardas para la colada.
—Dinos al menos su nombre, como ríe, de que flores adorna su cabeza.
—Alta y delgada como un junco, su pisada hace estremecer el alba. Se dobla frente al viento del sur y se alza ilesa una vez pasada la tormenta. Su lengua de pétalos de rosas encendidas borda frases de sueño. Se ríe con el chimango y tiene la prudencia del hornero. Le he prometido darle los hijos que desea a pesar de mi edad y voy a casarme con ella en su iglesia para que pueda honrar a sus antepasados. Me doblaré como su puente sobre aguas turbulentas y me extenderé como su balsa surcando ondas mansas. Navegaremos con golondrinas prendidas en su cabellera que tirarán de los dos hacia cielos propicias. Su nombre: Natalia, aquella que cuida de la vida.

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21 comentarios

  1. Hola.

    La primera frase se me hace demasiado compleja. ¿Qué te parece así? ‘Al alba del tercer día Roberto fundió los restos de velas que pululaban por La choza. Vertió la cera resultante en una vieja lata de dulce de membrillo, tras lo cual se sintió con derecho a cebar unos mates.’ Piensa que hay que intentar leer en voz alta lo que escribes…

    ¿’Lerdas’? Mirando el RAE http://dle.rae.es/?id=N9p8m7C no acabo de ver el significado que creo le quieres dar a la palabra, ‘reacias’.

    ‘Pero aquí hay otra cuestión que tratar —se giró hacia Rigoberto, quien, turbado, asintió, dándole permiso para seguir— aquí nuestro hermano se está preparando para la última batalla que todo guerrero debe librar.’ Quizá mejor: ‘Pero aquí hay otra cuestión que tratar —se giró hacia Rigoberto quien, turbado, asintió dándole permiso para seguir—. Aquí nuestro hermano se está preparando para la última batalla que todo guerrero debe librar.’

    ‘Además de pertenecer a la tierra que es su madre’. Lo siento, pero leo un ‘ES’ 😉 Y más adelante hay algún otro verbo ser.

    Algo no me cuadra. El relato empieza con uno sólo individuo caminando entre lo que parece un sitio en ruinas, poco menos que un descampado o un basurero. Luego llega un hombre, y un segundo, todos ellos personajes que por su manera de cantar, bailar y demás me da la impresión de indígenas pampeños. De repente se habla de un tertulia (la palabra ‘contertulio’ lleva a ello), algo poco menos que burgués, nada que ver así de entrada con indígenas. Para seguir seguimos con que los hombres empiezan a hablar como letrados. Y el colofón: mujeres. No una ni dos. ¿Qué ha pasado? No acabo de ver el escenario, ni a los personajes, ni la situación. Me da que se me escapa mucho. Pero mucho. Y todo puede que se deba a que no conozco nada ni de los mapuche ni de su cultura.

    Lo siento. Veo que este relato no está destinado a mí 🙁 Quizá con muchas más palabras se lograría que viera todo lo que se me escapa.

    Un saludo.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 00:07
  2. 2. Marcos dice:

    Hola María Kersimon. Es muy tediosa la lectura, perdona pero no he podido terminar de leer todo el texto. Creo que usas muchas palabras que desconozco, supongo que sos Argentína, este texto no va destinado a cualquier persona (RAE) y creo que para mí no es este texto. Explicas poco con demasiadas palabras.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 11:01
  3. Querida, María Kersimon, saludos y felicitaciones por tu narración de este mes. Me he deleitado leyéndote. Creas belleza con tu forma de escribir. Eres una artista.
    Bien, en esencia la historia consiste en que Roberto, o Rigoberto, poeta y tal vez líder, de una colonia mapuche, ha conocido a su amor en el Festival Rallador de Poesía. A su regreso y aprovechando una reunión de la comunidad para tratar de defender sus derechos sobre la explotación minera que expolia sus terrenos, comunica a sus amigos, instado por un amigo íntimo, que se va a casar. Esa es la historia, nada más, pero todo lo anterior a ese momento y lo que sigue con la declaración de Roberto es pura poesía. El estado de abandono y decrepitud en que vive la comuna mapuche queda reflejado en el primer párrafo. Impecable, estremecedor. El segundo y tercer párrafo, Rogativa de Lonco-Meo (me he informado), es un canto y homenaje a la tierra; cierto, hay palabras más allá del castellano, pero hoy día todo está al alcance de la mano, hay manera de entenderlo. El canto en tehuelche acompañado del cultrún (tambor) y luego el choiquepurún (baile imitando al avestruz) como una forma de que la rogativa alcance hasta el pehuenal (pino del sur), es todo una forma mítica de alcanzar la tierra.
    El resto es pura belleza escrita. La descripción que Roberto hace de Natalia es como para enternecer al más reacio de los opositores al matrimonio. Buena y profunda literatura Felicidades

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 15:16
  4. 4. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Maria.

    Cuando empecé a leer me removí impaciente en mi asiento. Las primeras frases tenían mucha fuerza y eran muy prometedoras. Luego, según avanzaba, el texto se volvió muy poético, de expresiones cuidadas y evocadoras, pero la historia a la que acompañaban no estaba a la altura de esa primera promesa.

    La historia de una tribu que lucha por su tierra de repente se transforma en una historia de amor, y la primera se queda deslucida. ¿Acaso es mas importante? (Es solo mi humilde opinión).

    No veo una historia con fuerza, solo es una enumeración de hechos, siempre bajo mi punto de vista, claro.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-39/6752

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 00:30
  5. 5. Claudia E. dice:

    Hola María:

    No sé porqué pensé que el relato estaba ambientado en el interior de México, pero en los comentarios anteriores hacen referencias a los Mapuches. La palabra “tehuelche” la asocié a una palabra indígena mexicana. Mil disculpas por la ignorancia … y eso que también soy de latinoamérica.

    El protagonista no sólo va a defender su tierra sino que también se casará. Lo que entendí es que la mujer no pertenece a su pueblo, parece que se tratara de alguien de ciudad.

    Bien puede ser la introducción para una historia más larga.

    Lo comenté también en otro relato y también te lo comento a ti, es que todos tus párrafos y diálogos están pegados, la falta de separación dificulta la lectura. A mi me ha pasado que al escribir mi relato en word separo mis párrafos pero al pegarlo en el formulario de envío todo se pega y lo debo separar nuevamente.

    Te recomiendo revisar eso en el próximo relato que envíes :).

    Un saludo!

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 02:49
  6. 6. amadeo dice:

    Hola María Kersimon:

    Muy bien presentado el ritual indio., aunque no me quedó claro si es para evitar el avance de la minería contaminante o para un casamiento.
    Noto algunas palabras fuera de contexto de este escrito tales con contertulios, parlamento. No las veo habituales para un narrador de un ritual.
    Me confunde la presencia de Rigoberto y de Roberto. De pronto me parecen la misma persona. ¿Error tipográfico?
    Me parece que en el cuento se muestran/tratan tres temas: ritual, minería y casamiento. Creo que debería haber uno solo y principal y los otros seríans ecudnarios.

    La última parte de cuento MUY poética, y contrasta con el resto.

    Son mis observaciones como lector. Esepro las consideres y aceptes o no. Es tu cuento

    Un cordial saludo. Amadeo
    Estoy en el 126. Espero tus opiniones

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 13:36
  7. Hola, buenas noches a todos los que me habéis comentado y gracias. Escribí este relato desde Santa Rosa de la Pampa donde estoy de paso. Allí conocí a una mujer hermosa que escribe poesía y me contó su historia reciente. Compartí la alegría de su próximo matrimonio con un ciudadano de origen mapuche, cantautor. Me inspiró lo que me contó (una historia de entrega total) y me hizo urdir este cuento un poco descabellado, bordando fantasías sobre la trama de una historia real. Después viajé a la Patagonia y pensaba intentar el contacto con gente mapuche pero de momento no lo conseguí. Cambié el nombre de Rigoberto a Roberto pero se me escapó una vez.
    Con todo, celebro que hayan leído y comentado mi texto y me pasaré a devolverles la visita.
    Saludos.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 04:32
  8. 8. beba dice:

    Hola, María:
    Aplausos por tu estampa llena de imágenes muy bien logradas con una fuerte carga lírica; pulcro, como siempre, tu lenguaje.
    En cuanto a la forma, el conflicto latente (la minería) pierde presencia muy de golpe, sin más justificación que el casamiento de Roberto (Rigoberto es más genuino). Como relato, entonces resulta muy pintoresco, pero confunde las dos situaciones; la mayoría desconoce que la idiosincrasia aborigen, en cualquier tribu, fusiona todos los acontecimientos civiles con el espíritu de la Tierra; si le sumas las menciones específicas de “lo tehuelche”, es fácil que los lectores se enreden. No es para neófitos, salvo que se tome la responsabilidad de informarse, como ha hecho Manuel.
    ¿Sos argentina?
    Te cuento que conocí a mis gitanos y todos sus “rollos” en un pueblo argentino de Córdoba, Deán Funes, en el que nací.¡Qué miedo les teníamos!
    Un abrazo, María.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 23:38
  9. 9. Patricia Redondo dice:

    Hola Maria

    Hermoso relato , muy bien escrito, pero me pasa como a alguno de por aquí que me he perdido un poco. Es muy visual , muy hermoso , pero no empatizo, no me conmueve….A este respecto tengo que decirte que me llegó bastante más la historia de la puta y la señora del mes pasado (fantástica por cierto)

    No sé, igual soy yo, con este no he conseguido conectar.

    Por lo demás ¿que puedo decirte ? escribes muy bien , ya me gustaría a mi tener tu dominio del lenguaje , tu poesía…

    Soy la última de la lista por si te apetece pasarte

    Nos leemos!

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 23:52
  10. 10. SBMontero dice:

    Tienes un dominio del lenguaje, tanto de la forma como del fondo, que es simplemente envidiable. No te puedo decir otra cosa, siempre disfruto mucho leyéndote.

    Sigue escribiendo, por favor.

    Un saludo.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 01:09
  11. 11. K. Marce dice:

    Saludos María:

    Me corresponde leer tu texto, tal como lo pide el taller, ya que estás entre los tres números después del mío.
    Te comento que leí tu relato el mismo día de la publicación e hice un largo análisis, y se fué la energía electrica, quedandome con una sensación horrenda porque “perdí” la primera impresión. Y hasta ahora, tengo tiempo a primera hora del día para aprovechar a escribirte. A lo que venimos:

    Forma: Aunque a muchos el lenguaje flórido y las descripciones le son “cansinas”, te comento que a mí no, soy de las lectoras que aman las largas descripciones (así que el consejo de no abusar de ellas, no aplica) y siendo tan visual como soy lo disfruto mucho. Porque quiero ver con los ojos del autor, y no imaginarme todo (me da sensación de vacío), como suelo hacer con todas las lecturas. (Relleno hasta lo no escrito).
    Así que he apreciado eso, adicional que tienes un léxico abundante.
    Entre las mejoras, son las dos formas en cómo has descrito los diálogos, una con comillas y otros con raya. Me parece mucho mejor, dejar uno sólo. En cuanto a la palabra “lerdas”, no sé si existirá en el diccionario, pero muchas personas en mi país, lo describen para “perezosa”, aunque abunde más como una persona lenta e inútil, también como estúpido. Yo entendí que eran perezosas… 😛

    Contenido: Aunque siempre te he considerado muy buena escribiendo detalles, en esta ocasión la estructura del relato la vi confusa. Tal como ya te comentaron, (leí sólo los primeros, por falta de tiempo), me perdí con el relato por una razón. Como comenté, soy terriblemente visual, y ver al personaje al inicio, en su tranquilo rancho o covacha, solo. Luego comienzan visitas de otros personajes, sin nombre y termina con casa llena de todo tipo de gente en gran algarabía. Me confundió el cambio de nombre del protagonista, imagino fue error de dedo.
    Para el poco espacio, hay demasiada historia. Descripciones, el amor a la tierra, tradiciones, y hasta un casorio próximo, todo uno tras otro. Por lo que se perdió el sentido de lo que es el “verdadero” nudo de la historia.
    Me hubiera encantado conocer más acerca de ese amor entre el personaje y su prometida, y no tanto sobre las tradiciones, algo más “universal”; aunque te confieso que he estudiado un poco a los mapuches, por el simple hecho que así se llama una compañía en mi proyecto personal. (No tienen nada que ver con los indigenas de la pampa y todo lo que han sufrido).
    Así que ese creo que ha sido lo más notorio que he logrado encontrar, la estructura tiene demasiado, concentrarse en un solo punto, darle un conflicto y una resolución, es lo que todos esperamos de una escena.

    Opinion personal: Aprecio a los escritores que exteriorizan sus emociones, sus pensamientos y se ve esa honestidad. Creo que sientes mucho orgullo por lo que escribes y eso se nota. A mí me critican que son demasiada compleja ( y lo seguiré siendo, porque en el taller son únicamente escenas, y yo escribo texto largo, novelas), siempre he dicho que cada autor encontrará su nicho. A mí me gusta tu forma tan poética de escribir. La prosa enriquecida de tus textos, hace que sufra (distrute) porque tengo sinestesia y las palabras me evocan mucho, imagénes y hasta olores. Cuando leo un texto tan suave, es como si lograra descansar sobre nubes, arropada con arcoiris y abrazada por rayitos de sol. Tu poema entrañable y hermoso.
    Tienes una alta capacidad de hacer historias, y sé que eso no se te quitará nunca, adicional que a mi parecer has cumplido excelente el reto de evitar el verbo ser.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 13:46
  12. 12. ortzaize dice:

    hola me resulta muy denso el principio del relato y me cuesta entenderlo.
    despues veo como hablas de los aborigenes de tu tierra y me gusta la historia, pero me ha costado digerirla,
    tengo que volver a releer tu historia para poder comprenderla muy bien , me gusta
    feliz navidad

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 07:12
  13. 13. Marcelo Kisi dice:

    Hola María!
    Te agradezco infinitamente el haber pasado por mi texto y dejado tu comentario cálido.
    Te confieso que, después de tu debut con el viejo loco de la guerra civil, y la puta del mes pasado, relatos que dejan pasmado, tu relato de este mes me gustó menos. Sigue estando el lenguaje cuidado, el carácter sensual de tu escritura envolvente, pero la historia no termina de conquistar. Ya notarás por los comentarios de los compañeros por qué ocurre. Hay un tema de inconsistencia, como de no terminar de concretar qué es lo que tenés ganas de contarnos. Obviamente podrías contarnos de todos esos temas en una novela sobre los mapuches, o los tehuelches, o las tribus mixtas. Pero para un relato pequeño hizo falta más foco.
    No importa, estás de viaje, con la mente dispersa, se ve que la estás pasando de perlas, con encuentros humanos que no vas a olvidar. Así que todo se deja correr, porque tus admiradores sabemos de tu talento enorme. Espero que tengas una hermosa Navidad y que 2017 nos encuentre juntos una vez más por estas comarcas! 🙂

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 19:15
  14. 14. María Kersimon dice:

    Muchísimas gracias por ser tolerantes conmigo este mes que sí, estoy dispersa, y por leerme aún así y entregarme vuestros generosos comentarios y vuestro apoyo, Marcelo, Kmarce, Beba.
    Ortzaitze, te dejé un comentario; Patricia, me pasaré ahora.
    Que paséis todos unas hermosas fiestas llenas de cosas buenas y nos veremos de nuevo las caras (literarias) en 2017.
    Un abrazo.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 20:16
  15. 15. Tavi oyarce dice:

    Hola María

    Recorrí contigo esas tierras, único lugar donde el hombre la cuida de verdad mientas el resto nos dedicamos a destruirla.
    Fue fácil seguir tu huella por esos árboles frondosos, rituales, donde el sonido se convierte en magia y los bailes en fantasías.

    Tal vez el relato no tenga la fuerza de una trama potente, pero tiene algo que no se puede obviar: hay poesía.

    Ah y esa palabrita “colada” que más de una vez escuché a mi abuela cuando niño mientras le ayudaba en el lavado de la ropa y que ya había olvidado.

    Que más decir: perfecto. Espero volver a leerte
    Gracias por pasar por mi relato.
    Felices fiestas de fin de año

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 22:02
  16. 16. marazul dice:

    Hola María, me envolviste en tu relato con esa imaginación desbordante y ese lenguaje tan rico que tú dominas. La ambientación es excelente. Palabras que desconozco pero que me integran en ese mundo indígena lleno de metáforas, fantasía y poesía
    En este caso la forma, la riqueza del lenguaje gana sobre el significado de la historia.
    Aunque no veo una estructura muy definida me centro en lo dicho: en ese lenguaje exuberante que empleas.
    Un placer leerte de nuevo, María
    ¡Felices fiestas!

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 22:41
  17. 17. Paola dice:

    Hola María

    He disfrutado leyendo tu relato porque las imágenes están bien logradas y el personaje tiene fuerza. La historia me ha parecido compleja para un relato de tan pocas palabras, quizás si te extiendes se comprenda mejor lo que quieres expresar. Yo lo haría.

    ciaociao Paola

    Escrito el 24 diciembre 2016 a las 10:00
  18. 18. María Esther dice:

    Me gustó mucho el ritmo que tiene, el dinamismo,la sucesión de imágenes,la música, la danza y los indígenas. Todo expresado con ese lenguaje tan poético que conmueve, con esos seres que parecen surgir de la tierra misma reclamando su protección.
    Esto para mí es lo esencial del relato, lo que más me gustó.
    Felicitaciones. Maritel en el101

    Escrito el 26 diciembre 2016 a las 04:06
  19. 19. Vespasiano dice:

    Hola María:
    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Este mes no he tenido mucho tiempo libre para poder llegar antes a tu historia, por ello te pido disculpas.

    Ya te han dicho muchas cosas pero no me he detenido a leerlas, por eso si repito algo, no me lo tengas en cuenta.

    Tu relato me ha gustado mucho a pesar de las palabras que empleas y que desconozco.

    Encuentro una discrepancia entre el título del relato:
    “¡Hay!, mi madre tierra, piel de barro”; con lo que dices mediado el relato:
    “…mientras cantaban en coro « ¡Ay!, mi madre tierra, piel de barro.”
    En el primero hay una “hache” que creo que sobra, además de una coma después del signo de admiración que sobran en los dos casos.

    También me parece que el adjetivo posesivo “mi” debería ir en mayúscula después del punto del signo de admiración.

    Pero estas son pequeñeces con relación a lo hermoso de tu historia.

    La descripción que haces de la prometida de Rigoberto, me ha parecido, como todo el relato, poético y brillante.

    Te deseo un Feliz Año Nuevo para ti y para toda tu familia.

    Escrito el 30 diciembre 2016 a las 22:20
  20. 20. K. Marce dice:

    Saludos María:

    Regreso a agradecerte que visitaras mi relato y tus comentarios, disculpas que llegué hasta ahora, pero me fue imposible antes por responsabilidades familiares.

    también para desearte el mejor de los años, que el 2017 sea de bendiciones para tí y que tu pluma no se seque, sino sea fructífera para deleite de todos. ¡Nos leemos!

    Escrito el 1 enero 2017 a las 18:27
  21. 21. Cryssta dice:

    Hola María, por falta de tiempo no puedo revisar tu relato como hubiera querido pero al menos he pasado por aquí para leerlo y me ha gustado a pesar de que me ha dado un vuelco el corazón con ese ¡Hay! del título que sin duda ha sido un descuido.

    Espero poder tener tiempo para el taller de este mes. Un abrazo.

    Escrito el 4 enero 2017 a las 14:12

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