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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La víbora - por Demetrio Vert

Han pasado décadas y aún hoy recuerdo la víbora. Era pequeña y gruesuda. Se escabulló con velocidad y me quitó el sueño para toda la vida.
Añoso ya, duermo poco y mal. Que yo recuerde siempre ha sido así y lo achaco al desafortunado encuentro que a los diez años tuve con aquella serpiente.
Éramos doscientos muchachos. Mejor decir niños, de entre diez y catorce años. La acampada estaba muy bien organizada. Casi militarmente.
El cornetín no paraba. Diana, retreta, oración, a formar; nos movíamos a toque de corneta. Izar la bandera, arriarla.
Éramos chiquillos humildes y lo único que nos interesaba era divertirnos. La revista diaria, las charlas propagandísticas, las marchas en formación, todo aquella mandanga pasaba sobre nosotros como la brisa sobre la hierba. Veinte días al año, solo veinte, en el monte y en camaradería.
Una mañana, los mandos, organizaron el juego. La Búsqueda del Tesoro. Ya sabéis de qué se trata. Se esconden pistas y cada una lleva a la otra. «Veinte pasos a la izquierda. Detrás del pino», y así hasta encontrar el tesoro. Los primeros en encontrarlo se llevaban el premio. Una distinción de hojalata.
Levanté una de las piedras encaladas que demarcaban la parcelita de nuestra tienda de campaña. La víbora se escabulló rauda hacia la dispersa maleza, una veintena de pasos allá. Después, el monte; seco, mediterráneo, con pinos.
Sentí un golpe en el corazón. Era de color oscuro, aunque me pareció que su barriga blanqueaba. Corrí hasta el centro del campamento, junto al mástil de la bandera. Me senté y apoyé la espalda contra el asta. Jadeaba, apenas podía respirar.
Mis compañeros me llamaron, me increparon, exigieron mi colaboración, pero yo seguí anclado en mi sitio. Recuerdo que el sol inclemente me abrasaba la cabeza rapada. Sentí mareos, me desmayaba. Pero aguanté hasta la hora de la comida.
La tarde la pasé junto al poste, receloso. Estaba cansado, pero desde allí tenía la perspectiva de la explanada, grande como un campo de fútbol, sin una sola hierba, la tierra perfectamente rastrillada. Por pequeña que fuera la víbora, si asomaba, la vería
Después de la cena venía el mejor momento de la jornada. Caía la tarde y refrescaba. Se encendía una gran fogata en el centro de un redondel de pedruscos. A su alrededor, nos sentábamos en círculo. Las noches, tan estrelladas, al calor de la lumbre, se volvían mágicas, algo melancólicas con ciertas canciones emotivas.
Algunos contaban chascarrillos, otros cantaban, se hacía teatro. Toni era el poeta. Empezaba la Canción del Pirata y nunca la concluía. Se atascaba en «…riela…». Toni era tartamudo. Nos partíamos de risa.
Esa noche yo no reí. Las llamas ondulaban los baches, los pedrusquetes, los ralos matojos, los brazos y las piernas de mis camaradas. Veía serpientes en cualquier sombra. Sudé mi vida de niño.
El acojone me vino al regresar a la tienda, para dormir.
Cuando la trompeta sonó triste llamando a silencio, me temblaron las piernas. Me tumbé y presentí al ofidio enroscado en la piedra enjalbegada, a tres palmos de mi cabeza, al otro lado de la lona.
Toni, era muy gracioso y mientras esperábamos el sueño nos partíamos de risa con sus cuchufletas. Cada noche montaba bulla. A la primera palabra, estallábamos. Callaba conteniendo la risa y explotábamos. Era contagioso, al mínimo suspiro nos desternillábamos.
Pero esa noche yo no reí. Lleno de terror, atisbaba las faldas de la carpa con el corazón a toda mecha. Hubo un momento en el que creí que mi pecho estallaba. Atolondrado, me escabullí por el hueco del cierre de la tienda. Ni un conejo hubiera podido pasar, pero yo me escurrí, todavía no sé cómo.
El campamento era un silencio espeso. La luna, una luz ominosa. Veía ondulaciones por doquier. Fui otra vez al mástil, donde estaba la guardia nocturna. Un par de muchachos mayores se turnaban cada dos horas. Me preguntaron. Les dije que no tenía sueño, que quería hacerles compañía. Me senté con ellos. Charlábamos en susurros.
Di un espantoso grito, una cosa viscosa reptó por mi cuello. La cuerda de la bandera movida por el airecillo. El médico del campamento tuvo que atenderme.
Y así empezaron mis enloquecedoras noches en vela. Los psiquiatras me dieron pastillas. Los curanderos me hicieron conjuros. Recé plegarias durante un lustro. Tomé hierbas del Indostán, de Mongolia y de la Tierra del Fuego. Todo fue inútil.
Tuve que convertirme en un áspid insomne para perderle el miedo a la víbora.

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25 comentarios

  1. 1. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Demetrio, Toda la felicidad del mundo para ti y toda la familia en esta Navidad y Año Nuevo.

    Ahora sí, hablemos de tu escrito. Puedo decir que es de una veracidad absoluta para los que hemos tenido encuentros con ofidios escurridizos. Los temblores,la paralización y el imaginarte cada vez que estas frente a una serpiente, aunque se trate de una inofensiva vivorilla, las fauces de un dragón con fuego y todo. En aquella ocación, mi abuelo me mantuvo cuerdo con dosis masivas de azúcar y agua que era el único medicamento disponible. Te felicito también por la impecabilidad de lo descrito.

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 19:45
  2. 2. Demetrio Vert dice:

    Gracias Osvaldo, y felices Fiestas.

    No sé si fue por aquello (solo la ví, aunque es cierto la huida nocturna de la tienda. El resto es ficción), pero lo cierto es que incluso en la tele, me dan repelús).

    Lo importante para mí, ha sido intentar hacer un buen relato. La literatura. Lo otro, una anécdota de la vida.

    Pasré por tu relato en estos días.

    Gracias, otra vez, Osvaldo.

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 20:32
  3. 3. Demetrio Vert dice:

    Queridos compañeros, como en estos días de fiesta que se avecinan muchos andarán un poco liados, aprovecho para felicitar las fiestas a todos y cada uno de los Literautas, sin excepción ninguna, pues es la comunidad la que mantiene viva esta página.

    ¡Que lo paséis muy bien, y que tengáis toda la paz y el amor que os deseo, que es inconmensurable!

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 20:37
  4. 4. Leonardo Ossa (Medellín Antioquia) dice:

    Hola Demetrio, con tu excelente narración me has hecho recordar con fidelidad mis campamentos y también mis experiencias en los comienzos de mi vida laboral por territorios selváticos. Me ha parecido una hermosa historia, muy humana por la reacción tomada y bellamente descrita con tus palabras.
    Te agradezco los deseos de paz y amor que nos diriges a todos. Ten la plena seguridad que hay reciprocidad en mis deseos hacia ti y todos los tuyos. Felices fiestas de fin de año y mucha prosperidad para el 2017.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 03:18
  5. Hola, Demetrio:
    Leer tu relato es como inhalar una racha de aire fresco. Muy bien narrada tu historia, muy concreta, muy realista, describes de manera desenfadada la vida en el campamento y da gusto leer lo que está sucediendo. Se te nota una agilidad, un dominio del idioma y un vocabulario excelente, permitiéndote, todo un lujo de tu parte, intercalar palabras, sólo dos, he descubierto dos, de tu propia cosecha, porque no existen, al menos con el significado que tú les das, pero para eso están, no digo estamos para no incluirme, los escritores o quienes tienen garra de escritores, y tú la tienes, para inventar palabras. Son éstas: “gruesudo” y “pedrusquete”. Me han gustado y supongo que las has introducido como para soliviantar las normas establecidas. Gruesudo y Pedrusquete, podrían ser los personajes de un vodevil, piénsalo.
    Al final, en el último párrafo, la pincelada surrealista, la que trasciende la realidad y nos introduce en la magia. Creo que es una buena historia y está muy bien escrita. Felicidades

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 12:43
  6. Acabo de leer tus felicitaciones y deseos de paz y amor para estas próximas fiestas a todos los literautas y no puedo sino compartir tus deseos. Hago extensivos estos mismos sentimientos a toda la comunidad. Muchas felicidades.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 12:51
  7. 7. M.L.Plaza dice:

    Estupendo relato.Me ha encantado leerlo.
    Feliz Navidad.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 01:06
  8. 8. Yoli dice:

    Hola, Demetrio.
    Para mi, has hecho una buena descripción de como se sentia el niño por el miedo a las serpiertes. Me ha gustado tu relato, pues he sentido compasión por el niño y me he puesto en su lugar. Te seguiré leyendo. Saludos.
    Si quieres leer el mio soy el 137.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 11:39
  9. 9. Juana Medina dice:

    Salud Demetrio,
    Gracias por tus saludos y buenos deseos, te los retribuyo de corazón.
    En cuanto a tu historia: No tengo muy presente las anteriores, pero creo que si no es la mejor está mu cerca. Transmites perfectamente ese terror a algo viscoso y reptante que se desliza y, por suerte, escapa. Creo que hoy yo seguiría temblando como tu personaje.
    Insisto, me encantó.
    Un saludo especil por la historia y por las iestas.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 19:57
  10. 10. Demetrio Vert dice:

    Saludos Yoli y Juana. Gusto en oíros otra vez. Gracias por vuestros elogios y por seguirme.

    Pasaré por los vuestros cuanto antes, y mientras tanto, no dejéis de ser felices.

    Besos.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 20:37
  11. 11. Escritores Anónimos dice:

    Hola Demetrio!

    Te devuelvo tu visita a mi relato y aprovecho para agradecerte toooodo el tiempo que inviertes en leer mis relatos, de verdad no sé cómo agradecértelo porque me haces aprender de mis errores, remarcándome cosas de las que, de no ser por tí, no me enteraría; y de verdad, me siento en ocasiones mal, porque los pedazo de comentarios/consejos que me dais, siento que no se ven correspondidos por lo que yo puedo devolveros. Pero bueno…

    …vengo aquí para comentar tu relato.
    La historia está bien, realista, y toda girando entorno a una obsesión podríamos decir enfermiza (yo tengo una parecida hacia mis amigas las arañas), la historia está bien llevada, con ritmo, y buenos adjetivos.

    En cuanto al aspecto formal, debido a que escribes con corección no he podido encontrarte mucho:
    *”partirse de risa” es una expresión que me encanta pero usarla dos veces para referirte a la misma persona me parece un poco repetitivo.
    *Y mi eterna pega de los párrafos que parecen puntos y seguido.

    No sé que más decirte si es que como Isolina, haces casi todo bien. ¡Ale ya está, que me ha gustado mucho! Un beso enorme, descansa en estas vacaciones y escribe mucho!!!

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 21:36
  12. 12. Escritores Anónimos dice:

    Quería decir que esta vez te escribo yo primera antes de que me comentes, porque sé que siempre me comentas con ganas, dándome buenos consejos (no sé si me explico, estoy muy espesa, jejejeje)

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 21:53
  13. 13. Marcelo Kisi dice:

    HOla Demetrio!
    Como siempre, cada vez que leo, me dejo llevar por tu excelso estilo. Tampoco esta vez me defraudaste. Y te felicito también, porque cada vez que quise hacer algo autobiográfico me salió el peor de los textos. Parece fácil, pero no lo es.
    Un solo reclamo te voy a hacer (no sé si llamarlo defecto, es subjetivo): ¿por qué contaste el final al principio? Es que esos dos primeros párrafos, de dos renglones cada uno, nos cuentan todo el cuento. Toda la curiosidad que queda para después es si la víbora mordió o no al narrador antes de escabullirse, pero es un dato menor. Ya sabemos que hubo encuentro, que la víbora se asustó también, y que al narrador lo dejó traumado e insomne para siempre.
    No es que yo sea un devoto de las sorpresas narrativas, no creo que en todo relato el final tenga que sorprender. Depende del caso. Aquí la cosa sí daba para que nos “picara” la curiosidad, para tenernos al filo de la silla: una víbora siempre es receta para el suspenso. Y por eso, lo demasiado anticipatorio no deja espacio para el asombro, para que nos asustemos un poco con vos. Como brillo, porque no dejás de deleitarnos, nos queda el pobre Toni, el clima del campamento y la escena en sí con la víbora que, aunque no innove, queda todo ejecutado a tu estilo, de modo magistral.
    Te felicito, sos uno de mis favoritos!
    Felicidades en estas fiestas, querido amigo!

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 00:09
  14. 14. Demetrio Vert dice:

    Saludos Escritoeres Anónimos. Saludos Marcelo. Como siempre espero vuestras visitas con ansiedad, y digo bien, con ansiedad.

    Bueno Escr. Anón… (vaya con el nombrecito). Estaba esperando a ver quién era el primero en hacerme ver lo de la frase repetida, y… obviamente fuieste tú. Es de agradecer el esfuerzo que pones en cada lectura, en cada comentario. La ví, nada más publicarla, pero ya era tarde. Por otro lado, estás cosas me importan menos tanto en mí como en los compañeros que escriben como tú, pues son cosas que saben y solo es cuestión de no tener lapsus.

    En cuanto a la separación de párrafos no veo pporqué. Es más a mi me extraña que los separéis. Se suele separar cuando hay un salto en la escena (temporal, de lugar o de personajes). En fin, que no le doy importancia. De todas formas intentaré complacerte y probaré a ver que tal me queda.

    Querido Marcelo. Siempre apuntando a lo esencial. Si es verdad que al empezar de la forma que lo hice se intuye (no se desvela) el final, pero entonces queda el cómo sucede. Digamos que el relato es de suspense. Si guardo lo que le sucede al personaje para el final, el relato sería de intriga. Pienso que las dos formas son válidas si la estructura responde al planteamiento. Reconozco que en estos relatos cortos suelo decantarme por el suspense (me viene a la memoria El Oráculo, y sin embargo tú te suelesinclinar por la intriga, que por cierto te sale magistral.
    Cuestión de gustos (y de hacerlo correctamente), pero lo tendré en cuenta, a ver que me sale.

    A los dos. Paso por vuestros relatos.

    Un abrazo.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 10:15
  15. 15. Demetrio Vert dice:

    Marcelo, quise decir: “Sí, es verdad…” con acento y con coma.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 10:17
  16. 16. Anael dice:

    ¡Hola Demetrio!

    He sufrido tu historia. Y digo sufrido porque está tan bien escrita que sentía toda la tensión que padecía el niño buscando la víbora. Enhorabuen, he sufrido con él. Muy buen relato, muy bien cuidadas la forma y el contenido. Creo que el personaje toma cuerpo y la víbora crece en nuestras cabezas hasta mostrarse como un dragón amenazadro.

    A continuación te hago unos apuntillos sobre lo que me ha gustado y alguna pequeña errata que he detectado para que no tengas que buscarla tú:

    1. “Se atascaba en «…riela…».”
    ¿No debería haber un espacio depués de los primeros puntos suspensivos? Creo que se escribe asi:
    Se atascaba en «… riela…».

    2. “Toni, era muy gracioso y mientras esperábamos el sueño nos partíamos de risa con sus cuchufletas.”
    Creo que la coma no está en el sitio correcto y debería ir antes de y. Así:
    Toni era muy gracioso, y mientras esperábamos el sueño nos partíamos de risa con sus cuchufletas.

    3. Me gusta mucho la metáfora del final, cómo unes al niño con el mundo de los reptiles que tanto odia y lo haces capaz de enfrentarse a la serpiente, aunque con los recursos aquivocados, ya que no tendría que enfrentarse a la serpiente si no a sus propios miedos.

    4. Muy bien creado el ambiente de suspense. Cuando la cuerda de la bandera le roza yo creía que ya tenía a la serpiente encima y he pegado un brinco en la dilla. Qué tensión…

    En resumen, una muy buena historia muy bien llevada. No creo que pudiera leer muchas seguidas como esta, de todas formas, o acabaría peor que el niño. Enhorabuena, es un gran trabajo.

    ¡Un abrazo y sigue escribiendo!

    Anael (ando por el 23 mendigando comentarios… 😉 )

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 15:44
  17. 17. Demetrio Vert dice:

    Hola Anael. Gracias por leerme y por tu elogioso comentario.

    La ventaja de publicar en este blog es que se tienen correctores tipográficos, gramaticales, de estilo, etc., completamente gratis. Sabrás que hasta a los más grandes escritores se le corrigen (varias veces) sus textos. Aquí, tenemos doscientos, y con un ojo de halcón que para qué. Si, tienes razón en tus observaciones. Gracias por ello.

    Y no mendigues; la gente pasará por tu cuento. Yo lo haré en estos días que todos llevamos complicados.

    Saludos y felices fiestas.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 19:38
  18. 18. Katherine Serrano dice:

    Hola Demetrio.
    Debo decir que tu relato me pareció muy bueno. Sobre todo la forma en que describiste como se sentía el personaje principal respecto a su fobia. Pero debo decir que hasta cierto punto, este miedo, me pareció muy forzada. Por un momento pensé que iba a leer que lo había mordido la víbora y que ese era el origen de su miedo pero no, solo la ve.
    Pero por lo demás esta muy bueno.
    Saludos.

    Escrito el 24 diciembre 2016 a las 06:34
  19. 19. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Demetrio.

    Tu relato ha sido una grata sorpresa. Evocador, ágil y de gran calidad.

    Sí que es verdad que me esperaba algo más. La historia evolucionaba hacia algo muy prometedor y concluyó un poco flojo.

    Quizá sea porque le falta un giro final.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-39/6752

    Escrito el 24 diciembre 2016 a las 15:21
  20. 20. Demetrio Vert dice:

    Saludos Katherine y Jean Ives. Gracias por leerme y por vuestro comentarios.

    Será un placer leer los viestros.

    Felices Fiestas.

    Escrito el 26 diciembre 2016 a las 11:58
  21. Saludos Demetrio

    El miedo del niño se puede sentir, casi como propio, mientras se va leyendo el relato. Quedé envuelto hasta el final. Debe ser algo impactante de veras. No quiera que me sucediera algo así nunca, porque si llego a toca un ciempies o este me toca, ese día infarto. A esos si les tengo mania, jajaja.
    En fin, excelente relato. Me gusta la ambientación y como describes esos momentos del campamento.

    Felicitacione y saludos.

    Escrito el 27 diciembre 2016 a las 07:06
  22. 22. Isolina R dice:

    Hola, Demetrio:

    Tardísimo pero aquí estoy.

    Me ha gustado tu historia. Aunque al principio creí que le había picado la dichosa víbora y me preguntaba cómo podía seguir tan pancho.

    Te voy a poner algunos peros mínimos.

    Has utilizado diez veces “era/éramos”, algunas de ellas muy cerquita. Te pongo un ejemplo: “Éramos chiquillos humildes y lo único que nos interesaba era divertirnos”. ¿No podías haber puesto: “Éramos chiquillos humildes y solo nos interesaba divertirnos”? La mayor parte de las veces el verbo “ser” se puede eliminar.

    En: “todo aquella mandanga” yo pondría “toda”.

    En: “los mandos, organizaron el juego. La Búsqueda del Tesoro” habría que puntuar así: “los mandos organizaron el juego: La Búsqueda del Tesoro”. Entre sujeto y predicado no debe ir coma.

    En: “si asomaba, la vería” falta el punto y aparte.

    He visto algunas rimas asonantes que yo quitaría: “me abrasaba la cabeza rapada. Sentí mareos, me desmayaba”, “el mejor momento de la jornada. Caía la tarde y refrescaba”.

    Para mí el mayor fallo del texto ha sido la palabra “acojone”. No tengo nada jamás contra ninguna palabra, ningún prejuicio acerca de lo que pueda sonar mal. Las malsonantes me gustan igual que las dulces, suaves, delicadas… ¿Por qué me parece que te has equivocado al usarla? Porque este narrador no debería decirla. Si este texto lo estuviera narrando un inspector de policía grosero, vale. El narrador que has elegido dice “añoso”, “y en camaradería”, “Levanté una de las piedras encaladas que demarcaban la parcelita de nuestra tienda de campaña. La víbora se escabulló rauda hacia la dispersa maleza”, “Me tumbé y presentí al ofidio enroscado en la piedra enjalbegada”… ¿Tú crees que las palabras “acojone” y “mandanga” van bien con todo esto? El fallo ha sido romper la unidad tonal. Este narrador se pone excelso en unos momentos y barriobajero en otros.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 14:59
  23. 23. Vespasiano dice:

    Hola Demetrio
    Por motivos familiares no he podido visitar a todos los compañeros que me hubiera gustado leer.
    Que el AÑO NUEVO traiga mucha felicidad para ti y para toda tu familia.

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 18:16
  24. 24. Demetrio Vert dice:

    Querida Isolina. Como siempre eres la mejor correctora que tengo. Te agradezco tus pertinentes observaciones.

    Paso a otra cosa.

    Feliz año nuevo.

    Besos.

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 19:26
  25. 25. Demetrio Vert dice:

    Saludos Vespasiano. Yo también he ido un poco liado.

    Deseo los mejores augurios para el próximo año a tí y a los tuyos.

    Abrazos.

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 19:28

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