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Con el alma en los ojos - por Jimena Muriel

Web: https://www.instagram.com/dorsosdeversos/?hl=es

El autor/a de este texto es menor de edad

El viento balanceaba un mechón rebelde de mi recogido, moviéndolo al son del silencio de la brisa. Un ligero olor marino se adentraba en mis fosas nasales, haciendo que me sintiera como en casa. Allí estaba yo, tumbada sobre una escabrosa roca, en la inmensidad de las aguas. Lentamente iba analizando los últimos años vividos, algunos recuerdos eran difusos y apenas quedaba rastro de ellos en mi consciencia. En cambio, otros se repetían en bucle, sin dejar paso a los otros. Por un instante creí que era una ola más en el inmenso océano. Absorta en mi pasado, vi unas luces seguidas de humo en el horizonte de la ciudad, esa que tanto detestaba, el foco luminoso no parecía estar muy lejos, así que fui a investigar. Caminé durante un poco más de 10 minutos, dejando atrás la desértica cala de piedras. Unas melódicas voces llamaron me atención, eran niños. Todos parecían tan alegres, la gran mayoría estaban alrededor de una enorme fogata, unos cantaban, otros hablaban y algunos únicamente observaban el mágico momento. Miraba a todos con gran recelo, ojalá pudiera ser una más como todos ellos, ir a un campamento de verano y llegar a casa con miles de historia que contar, que me esperara un plato caliente y los brazos de unos padres orgullosos de su hijo bien abiertos, sólo quiero aquello que muchos niños no aprecian. Sólo quería amor. Llevaba años vagando por las calles, desde ese día… Poco me atrevo a recordar de eso, puede que por miedo, por pánico a que mi mente caiga en el oasis del olvido, solo necesito decir que soy una niña abandonado, apartada de la sociedad.
Todos estaban reunidos al rededor del fuego. Me fijé en todos y cada uno de ellos, pero mi atención se posó especialmente sobre un niño y una niña. La chica miraba las llamas, abstraída en el fuego. Sus mejillas estaban ruborizadas por el calor, o quién sabe, a lo mejor por algo más. A su derecha estaba un niño, de cabellos soleados y ojos oceánicos, la niña se refleja en ellos, se mezclaba a la perfección con el reflejo de las llamas en sus pupilas. Sus miradas se conectaron, para aquella pareja el tiempo se detuvo, ya no existía nadie, sólo ellos dos. Sus ojos comenzaron un baile, bailaban al son del amor y de fondo sonaba una canción cualquiera que los hacía moverse con agilidad, bailaban con el corazón. Los jóvenes se miraban como si fuese la primera vez que miraban alguien, como ya nadie sabía mirar. Miraban con el alma en los ojos. Miraban como mira un poeta un bonito amanecer o la vida.

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9 comentarios

  1. 1. J. Colmarias dice:

    Muy buenas Jimena Muriel,

    Gramaticalmente hay poco que decir del texto. He visto alguna falta, pero creo que eran más propias del despiste que de otra cosa.

    La historia me ha satisfecho, pero tengo la duda de que hacia la protagonista en la cala al inicio del relato.

    Un consejo, separa los párrafos para que el lector se sienta más cómodo.

    Un saludo!

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 13:50
  2. 2. Carlos dice:

    Hola Jimena.

    Me ha llamado mucho la atención esta frase

    “por pánico a que mi mente caiga en el oasis del olvido”

    de acuerdo en que la mente caiga en el sitio que a ti se antoje, para eso eres tú quien escribe pero por qué en un oasis; y por qué de olvido. Se supone que en un oasis se está mejor que en un desierto.

    También me ha llamado la atención esto

    “cabellos soleados”

    cómo son unos cabellos soleados, al menos los míos no cambian ya llueva o haga sol.

    Esto me ha gustado mucho

    “Sus ojos comenzaron un baile, bailaban al son del amor y de fondo sonaba una canción cualquiera que los hacía moverse con agilidad, bailaban con el corazón.”

    Debe de ser por que me gusta bailar y sé que cuando se baila con alguien con quien conectas se baila con los ojos y con el corazón.

    Hasta pronto Jimena.
    Feliz Navidad.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 21:32
  3. 3. Laura dice:

    Hola Jimena.
    Me ha gustado mucho tu relato.
    Considero que se necesita alguna separación de párrafos para facilitar la lectura.
    Tienes unas expresiones realmente muy buenas.
    Sigue escribiendo.
    Felices fiestas

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 16:34
  4. 4. Jimena Muriel dice:

    Hola J.Colmarias, me gusta que te guste mi texto, jejeje.
    La próxima vez estaré más antenta, ha sido un despiste.
    Y lo de la cala, solo estaba allí tumbada sobre las piedras reflexionando, nada más.
    FELICES FIESTAS 😉

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 16:48
  5. 5. Jimena Muriel dice:

    Hola Carlos, soy joven todavía(a penas 13 años), estoy segura que mi corta edad se ha visto reflejada en el texto.
    Para empezar,“por pánico a que mi mente caiga en el oasis del olvido”, la definición oasis también es utilizada como un lugar donde descansar o refugiarse,solo quería expresar como sus pensamientos se pueden refugiar en el olvido si recuerda como le abandonaron. Y cabellos soleados, quería reflejar unos cabellos rubios y brillantes pero sin usar algo tópico.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 17:01
  6. 6. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Jimena.

    A mi me ha gustado mucho. La primera frase es un tesoro. Entra de lleno en la escena con mucha fuerza.
    También me ha parecido un logro el pelo soleado y los ojos oceánicos. En realidad tienes muchas frases muy buenas.

    Tienes razón al decir que se nota que tienes trece años, pero a pesar de tu corta edad tu forma de escribir transmite mucha madurez.

    Enhorabuena Jimena. Sigue creciendo y escribiendo.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 16:42
  7. 7. SBMontero dice:

    Hola Jimena.

    La idea es buena y es evidente que el fondo; el recuerdo de la pérdida, el anhelo de algo más, la soledad autoimpuesta; se trasmite muy bien. Puede que una de las cosas más complicadas cuando escribes es apelar a la empatía de quien lee y trasmitir sentimientos, eso es algo que haces muy bien, y que deberías seguir cultivando y puliendo.

    Una vez dicho esto…

    Si bien el fondo se trasmite muy bien la pregunta que me hago es para qué. No llevas al personaje a ninguna parte, no porque te falte aire, o seas incapaz de generar una situación que te lo permita, es más, te sobra espacio, exactamente el espacio comprendido entre trescientas siete palabras. Te conformaste y tienes trece años, NO te conformes nunca, ni siquiera cuando llegues a los ciento cinco años. Vale más meter la pata, ser excesivo, ampuloso hasta lo esquinado, que te digan que te pasas, que todo lo contrario… y estoy casi seguro que tenías en mente dónde llevar a esa muchacha que vive en la calle, ¿A dónde y por qué no lo escribiste? No es una pregunta retórica, eh.

    Ah, y antes de que se me olvide, un consejo chungo. Siempre es más sencillo llevar a un personaje a alguna parte cuando escribes en presente, porque el presente, el hoy obliga a que pasen cosas, a que los personajes vayan en pos de algo, lo que sea.

    Desde el punto de vista formal lo que más me ha llamado la atención es que te sobran palabras. No lo digo como algo tremebundo, me ha llamado la atención porque, así, contando por encima y sin esforzarme mucho, he quitado casi la mitad del texto. Tienes trece años, así que estás a tiempo de no confundir floritura literaria con relleno sin sentido, lo primero es parte de lo que podríamos llamar estilo, lo segundo no hace falta y en un relato de setecientas cincuenta palabras menos. Menos SIEMPRE es más.

    Algo importante, muy importante, NO me cuentes cosas, no se trata de que me las cuentes, quiero que me las muestres, enséñame a esa chica mirando desde la oscuridad a ese grupo alrededor de la fogata, no me cuentes que hay gente bailando, muéstrame quienes son, qué hacen. Mostrar, NO contar.

    El resto son fallos de esos que te soluciona el corrector ortográfico del procesador, o que se solventan revisando el texto antes de publicarlo, pongamos que hablo de singulares que van en plural, o de confusión de géneros en una frase. Bagatelas sin importancia, y lo digo en serio, nada que no se solucione con chorradas. Lo importante es lo otro, porque es lo que te hará escritora, o no.

    Sigue escribiendo, eh.

    Un saludo.

    Escrito el 23 diciembre 2016 a las 11:00
  8. 8. Jimena Muriel dice:

    Hola SBMontero muchísimas gracias por tu corrección, me ayudas mucha. La próxima vez lo tendré en cuenta.☺
    Un besom

    Escrito el 3 enero 2017 a las 23:52
  9. 9. Jimena Muriel dice:

    Hola Jean Ives Tibauth, gracias por tu comentario me ha hecho muy feliz, muchísimas gracias, no leemos

    Escrito el 3 enero 2017 a las 23:54

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