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EL TEMOR ME DEVUELVE LA VIDA - por conchi

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. Parecidos; similares; comparables. Pero nunca dobles.
Lo raro, es que no seamos todos dobles, todos tenemos lo mismo y en el mismo lugar. Son pocos los que se parecen y no por su doblez, sino más bien por falta de observación del que mira. Hay malos observadores y muchos fantasmas.
––De nuevo a solas, con mis pensamientos y mi ordenador. Echando de menos el poeta que había en mí, me he convertido en un viejo cascarrabias; mal humorado.
––Abuelo ya estás otra vez hablando solo ¿Qué te ocurre ahora?
––¿Que me ocurre? No me siento capaz de escribir nada. Te hago caso, voy a echar una partida con ese atajo de incoherentes, y vengo de mal humor y con los pulmones llenos de humo, y me preguntas qué me ocurre.
––¿Sabes? Estoy pensando que este año te vendrás con migo al Campamento de verano, creo que te volverá la inspiración, necesitas encontrarte de nuevo a ti mismo, y no hay nada mejor que la naturaleza, olvidándote de lo que comúnmente llamamos civilización.
Una espontánea carcajada un tanto sarcástica, sorprende a la joven.
––¡Encontrarme con la naturaleza! ¿Por qué no? Es gracioso imaginarse subiendo cerros y cruzando ríos en silla de ruedas….Si, tienes razón, la imaginación es libre y puede correr y correr y correr… ––La mirada fija en el ventanal, y la expresión endurecida, resalta el movimiento en la sien de una mandíbula apretada con amargo recelo del viejo. La joven se le acerca por la espalda tomando sus hombros, masajeando suavemente, le besa los rizos a la vez que sigue deslizando sus dedos entre el cuero cabelludo.
––Te quiero. He perdido a mis padres, y para mi es una gran fortuna que estés en esta silla de ruedas. Cuando tus piernas podían moverse apenas te veía, siempre viajabas, no te conocía. Tu solo perdiste tus piernas, pero tienes tantas cosas. Céntrate en todo lo que te queda, y en todo lo que significas para mí. Papa; Mama; Abuelo. No ves lo afortunada que me siento. Estás conmigo y estoy segura que el tiempo curará tus heridas, subirás montañas y cruzarás ríos. ––Los ojos cerrados del viejo, se humedecen ligeramente, dejan chorrear lagrimas que ligeramente disimula con el puño.
––¿De qué has habado hoy con los incoherentes? ––pregunta la joven.
––¿De qué se puede hablar con incoherentes, si no de incoherencias? ¿Tú crees que tienes una doble?
––Eso dicen, que todos lo tenemos
––Pero tú, ¿Tu lo crees?
––Bueno, doble, doble….. Digamos que parecida, casi igual en lo físico, pero la forma de pensar, los gustos,… Bueno esto es hablar por hablar, cuando me encuentre con mi supuesta doble observaré si realmente es mi doble.
––Lo ves, eso sí es sensato.
––Abuelito, este tema en otro tiempo te hubiera servido de inspiración, y hoy te enfada y te irrita, Tu siempre te comportaste de forma sensata, algo anda mal en tu salud. He pedido hora con el médico, debe verte algún especialista.
––No, no quiero ver a ningún matasanos, para el tiempo que me queda, aquí recluido en esta silla, me recrearé en mis recuerdos, en lo que he vivido, que es mucho. De recuerdos también se puede vivir, tú lo dijiste, con la imaginación uno puede correr el mundo.
––Abuelo eso no lo dije yo. Yo te digo que puedes correr de verdad, solo tienes que proponértelo. Hay chicos que juegan al futbol en sillas de ruedas y son acróbatas y no tienen piernas. Otros no tienen brazos y aprenden a valerse con los pies.
––No te empeñes…Siento que tengo un cáncer dentro de mí, no solo fallan las piernas.
––¿Hablas en serio?… Si, te conozco bien. Ahora mismo te llevo a urgencias. ¡No! No quiero negativas. Abuelo, no puedo permitir que te vallas, es lo único que me queda.
––La joven sin prestar oídos a la negativa del viejo, moviéndose con rapidez, lo lleva al hospital.
Después de muchas pruebas, un tumor en el estómago, obliga a operan sin demora. Un esperanzador aturdimiento envuelve a la joven, que con nerviosismo espera en la sala la buena noticia.
Por fin el doctor con paso calmado y sonriente, viene hacia ella, al verle, corre a su encuentro con la mirada interrogante.
––Tranquila, todo ha salido bien. No es un tumor. Un caso raro, uno entre quinientos mil. Un gemelo endoparásito. O sea, su doble en su estómago.
––¡Recórcholes! ¿Cómo es eso?….. ¡Esto si le devolverá la inspiración al abuelo! Gracias Doctor.

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3 comentarios

  1. Saludos Conchi

    Bueno, este relato se puede decir que es un dos por uno, ya que comienza con la oración del taller anterior. Eso nada mas me llamó la atención de inmediato. Ahora bien, la historia me parece genial. La conversacion de la joven con el abuelo, bueno, pude imaginarlos hablando y creo que hay mucha coherencia en la forma de hablar de uno y otro. Eso del doble en el estómago me dio cosa, jajajaja, y me recordó un poco a las películas de Alien. Buen giro ese final.
    Si encontré varias cositas que señalaré a continuación:

    Lágrimas se te escapó el acento

    “y hoy te enfada y te irrita, Tu siempre te comportaste de forma sensata,” en esta parte se metió la coma después de irrita o la mayúscula.

    Y cuando ella le menciona de ir al campamento, creo que hay varias comas que bien podrían ser puntos.

    Fuera de eso, nada mas.

    Saludos.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 07:05
  2. 2. Mihail Rojas-Prieto dice:

    Hola Conchi,

    Lo que más me gustó de tu historia es que limitaste al mínimo el recurso obvio del narrador en tercera persona, en su lugar los diálogos van narrando y describiendo los personajes, eso le da más frescura y espontaneidad al relato. Y por supuesto el final que sorprende y le da un vuelco a la historia.

    Por eso mismo me parece que los dos primeros párrafos no encajan del todo. Me queda la duda si es una introducción en tercera persona o es una reflexión del abuelo, porque luego si introduces directamente la voz de él. Sólo eso aparte de ciertas erratas que me parecen fruto de la prisa por entregar el texto, pero que con una revisión se habrían detectado.

    Muy buena entrada, felicitaciones.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 14:04
  3. 3. Fatima Esperanza dice:

    ¡Wow! La forma de narrar me gusto, pero admito que al principio me dejó como confundida; pero concentro en la historia: ¡Que historia!

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 07:24

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