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Se acabó el recreo - por MAR HERNANDEZ

Web: https://mmarhernandez.com/

La arpía chilla y golpea con su garra la pizarra llena de apuntes.
— ¡Lenta! Tus compañeros te aventajan y por eso permanecerás aquí hasta que te parezcas a ellos – dice con su voz estridente y señala las runas de tiza mágica ¿Qué me importa si esa línea tiene que subir o bajar, girar o detenerse, hacer zigzag o quebrarse?
Miro el libro repleto de símbolos sobre mi pupitre y garabateo en los márgenes en blanco, allí deseo escaparme. Mis trazos construyen formas sinceras que sí comprendo: flores de un jardín, una casa en el bosque, el rostro de mi hermana… la silueta del poeta que nos engañó para traernos a este lugar ¿Por qué aún conservo los recuerdos de esa vida que nos robó?
“Lenta, lenta, lenta” repite la profesora. Protesta por mi incapacidad de ejecutar sus estúpidos hechizos. Asegura que antes del amanecer me convertirá en la bruja que todos esperan, aunque sea en contra de mi voluntad.
Mis compañeros ya están cenando en el comedor de este campamento de brujería, engañados por las mismas promesas de futuro que me sedujeron a mí. Ya no puedo escapar y continúo reacia a aprender un solo símbolo de la pizarra.
El tiempo pasa y la tensión crece entre nosotras, tan densa que estallará en cualquier momento. La arpía exige lo que yo no voy a darle. ¿Hasta cuándo aguantaremos?
La luna llena está alta en la noche, su luz atraviesa la ventana cerrada y se sienta en mi libro repleto de runas y deseos inalcanzables. La maestra repite sin cesar la misma explicación que no quiero entender. Va a volverme loca.
El tiempo transcurre tan despacio que hasta la luz de la luna me abandona, hastiada por el aburrimiento. La noche se vuelve oscura, aunque el amanecer nos sorprenderá pronto y ambas seguiremos el mismo punto: ella obstinada en convertirme en bruja; yo, fiel a mí misma.
Me he dormido en la silla, en la clase donde sigo castigada. Despierto sobresaltada por un golpe. La maestra ha dejado caer un libro sobre mi mesa con toda la intención. La desafío con la mirada.
De un manotazo la arpía aparta el pupitre que acaba bajo la ventana. Se inclina sobre mí, sus ojos violáceos no tienen humanidad y su mirada me asusta.
—Aprenderás – amenaza.
—No puedo –digo sin dejar que huela mi miedo.
—Excusas. –Señala la pizarra con una de sus garras, rodeada de plumas negras—. Deja que la magia de las runas fluya.
Veo los símbolos brillar. Siento el poder correr por la clase, asciende por la punta de mis pies y alcanza hasta mi último cabello.
—No te resistas.
— ¡No!
La magia se desliza lentamente; retuerce el pensamiento y roba mi cordura. Me pongo en pie para alejarme de los símbolos y de ella. Casi caigo en su trampa.
—Acéptalo y lo entenderás.
— ¡No quiero entenderlo! –grito, haciéndome daño en la garganta.
Aprieto los puños. Tengo los músculos tensos como un arco a punto de disparar. “No, no quieres que suelte mi flecha” pienso, “porque en ese momento el mundo me temería”.
La arpía acorta la distancia entre nosotras. Se yergue en toda su altura, extiende las alas y parece más grande aun.
—El tiempo se acaba –me advierte—. Sabes qué ocurrirá si no aprendes la lección.
Me muerdo el labio. Sé a quién va dirigida la amenaza.
—Si hacéis daño a mi hermana os arrepentiréis.
—Tú eres la única que puede impedirlo. ¿Por qué te resistes?
—Porque no aspiro a convertirme en un monstruo como todos vosotros.
— ¿Crees que tienes elección?
Me duele la cabeza y paso una mano por mi cara para aliviar la molestia, no lo consigo. No puedo pensar, agotada.
—Ya está bien de juegos –afirmo con resolución.
La arpía asiente, satisfecha y su cabello flota a su alrededor como una nube tormentosa.
El ojo derecho va a estallarme, lo presionó con la mano mientras camino hacia la pizarra. No puedo ignorar a las runas, ya es demasiado tarde para tratarlas como a desconocidas.
—La resistencia es inútil.
Miro a la arpía por encima de mi hombro. Ella sonríe, mostrando todos sus dientes afilados. Sin el disfraz de profesora sus verdaderas intenciones quedan al descubierto: solo cumple con los deseos que quienes están por encima, de quienes mueven los hilos de la brujería y necesitan herramientas como yo para sus planes.
Para salvar a mi hermana me convertiré en lo que más odio, en una bruja para su ejército.

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6 comentarios

  1. 1. Wyrell dice:

    Hola Mar Hernandez, ¿qué tal?

    Antes que nada, confieso que me pasé por tu web antes de leer el relato y estuve unos minutos mirando el diseño de los personajes que tienes allí. Son creaciones tuyas? Si es así debo felicitarte, me han gustado mucho (especialmente Ash)
    Ahora sí, comenzamos con el análisis.

    La forma en la que escribes me gusta, es fácil de seguir y queda perfecto con el tipo de relato que estás creando. La manera en la que encajas los diálogos con lo que cuenta la protagonista está bien logrado, se sigue a la perfección sin provocar molestias o parones.

    Este tipo de historias no es que me apasionen mucho (no entiendo realmente el motivo, supongo que no soy fan de los magos o brujas) pero hace poco comencé a leer “Me vestiré de medianoche” de Terry Pratchett y me resultó curioso encontrar un relato sobre brujas aquí :P. Aún con todo, la historia acabó por engancharme y no me desagradó. El final abierto es un buen toque, da pie a que imaginemos lo que sigue.

    Los errores que vi principalmente van dirigidos a la norma del reto opcional: “escribir el relato sin emplear el verbo “ser” en ninguna de sus conjugaciones”
    En toda la primera parte del relato se cumple a la perfección, pero llegando al final repites dos conjugaciones de este verbo:

    “—Tú ERES la única que …”
    “—La resistencia ES inútil.”

    Son errores que se pueden solucionar simplemente controlando más detenidamente el relato, a todos nos pasa (aquí entre nosotros, me alegro de no haber sido el único en errar en esta parte, justo en el último diálogo escribí “es” y acabo de darme cuenta…)

    En resumen, me ha gustado mucho tu texto, tanto la historia como tu forma de escribir.
    Espero leer más de tus trabajos en el futuro.

    Un saludo y felices fiestas.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 01:39
  2. 2. MAR HERNANDEZ dice:

    Hola Wyrell,

    Gracias por el comentario. Me alegra de que te haya gustado el relato. Es la primera vez que participo en este reto y no estaba muy segura de nada. Respecto a lo del reto opcional, sí, se me ha colado el verbo ser al final. Eso me pasa por retocar el texto tantas veces, pero bueno, prefiero que tenga coherencia a forzarlo.

    Respecto a mi blog, puesto todo lo que puedes encontrar ahí es mío. Desde el arte hasta el texto (salvo por la sección de fanart). Me alegro que te haya gustado también y Ash es uno de mis personajes favoritos porque puedo hacer cosas muy divertidas con él, jejeje.

    Te he seguido en wattpad.

    Gracias de nuevo.
    Felices fiestas para tí también.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 12:29
  3. 3. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por leer mi guion
    Tu cuento está lleno de fantasía, y parece ser solamente la punta del iceberg, porque tengo la sensación de que es el primer capítulo de una historia mucho más larga. Adoro la creatividad y la imaginación, valoro esas cosas dentro de la Literatura porque no todo tiene que estar basado en el mundo real.
    Creo que dominas la descripción, transmites bien, con pocas palabras, las sensaciones y sentimientos que se despiertan en los personajes; perfilas muy bien.
    Hay que repasar un poco el tema de las faltas de ortografía o errores en la puntuación o de gramática. Algunos ejemplos:

    — ¡Lenta! Tus compañeros te aventajan y por eso permanecerás aquí hasta que te parezcas a ellos – dice con su voz estridente y señala las runas de tiza mágica ¿Qué me importa si esa línea tiene que subir o bajar, girar o detenerse, hacer zigzag o quebrarse? ——————————- —¡Lenta! Tus compañeros te aventajan y por eso permanecerás aquí hasta que te parezcas a ellos —dice con su voz estridente, y señala las runas de tiza mágica. ¿Qué me importa si esa línea tiene que subir o bajar, girar o detenerse, hacer zigzag o quebrarse?

    “Lenta, lenta, lenta” repite la profesora. ———– “Lenta, lenta, lenta”, repite la profesora. (Aquí las comillas están bien)

    “No, no quieres que suelte mi flecha”, pienso, “porque en ese momento el mundo me temería”. (Aquí habría que usar comillas españolas o angulares)

    lo presionó con la mano ———– lo presiono con la mano

    solo cumple con los deseos que quienes están por encima —————————— solo cumple con los deseos de quienes están por encima

    Por lo demás, tu historia es entretenida y está muy bien.
    Un saludo

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 16:43
  4. 4. Basilio Lobo dice:

    Hola, Mar.

    El relato me ha encatado, me ha atraído de principio a fin. Todos los sentimientos están muy bien expresados, y del mismo modo, me encanta tu forma de escribir. De hecho, me he quedado con ganas de leer más, como bien dicen más arriba parece la punta de un bello iceberg.

    Felices fiestas, Mar, espero poder leerte también el próximo mes.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 17:47
  5. 5. Mar Hernandez dice:

    Gracias por el comentario, Jose Luis. El relato está basado en un personaje de la novela que estoy escribiendo (también de fantasia) y por creo que por eso parece que hay más cosas detrás.
    Respecto a las faltas, tienes toda la razón. Lo que peor llevo es la puntuación. Haré los cambios que me has sugerido para que el relato esté correcto.

    Basilio, gracias por el comentario. Me alegro de que te haya gustado el relato. No suelo escribir textos cortos así que ha sido todo un reto.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 15:07
  6. 6. lectora70 dice:

    Hola Mar! Acabo de leer tu historia y te diré que me a parecido muy buena, muy ingeniosa. No soy apasionada de los relatos fantásticos pero el tuyo me ha gustado. Veo que los compañeros ya te comentaron la parte técnica, por tanto, nada más que decir.
    Un saludo y felices fiestas!

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 19:45

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