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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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"Ella" - por Jesús Almibre

En la hora de los recuerdos, la Estación Central de trenes de Santiago ya quedó atrás. El vagón, el último de este largo tren al sur, vibra con la efervescencia de la juventud que lo copa y anima. Chicas y chicos conversando, riendo inquietos, me rodean, mientras cavilo y observo a través de la ventana lo que vendrá 700 kilómetros más allá. Juan y Miguel se tambalean y caen sobre mí como dos sacos de patatas. En el asiento vecino, ella y tres amigas juegan cartas. Una mirada explosiva nos conecta e ilumina, nos vincula por un momento; ella sonríe y sigue jugando. Me desconecto de mis compañeros, para contemplarla con atención: ojos azules, de piel morena y el pelo negro. Su hablar es pausado. La había visto en el andén, mientras besaba los labios de José, su enamorado (lo supe 700 kilómetros y dos días más tarde). Vuelvo con mis amigos que beben cerveza y comen bocadillos de queso y jamón. Marcelo me invita a conversar lejos del mundanal ruido y me cuenta de su ruptura. "Tenías razón", dice con pena. "Nunca quise tener razón- digo, pero todos nos volvemos ciegos y sordos cuando creemos estar enamorados". Nos abrazamos,luego brindamos por el campamento, las mujeres y la poesía. Despacito, la tarde va perdiendo colores y mi último poema, el que acabo de escribir con el pensamiento, desaparece sin formas definidas. Salud por el poeta! grita Miguel, influido por el alcohol.

El sur de Chile, copia de muchas regiones europeas, se alza ante nuestros ojos. Felipe, novicio jesuita, nos organiza: hombres allá y las chicas acá; reuniones y tareas son distribuidas. Las dos semanas vuelan. La capilla y las letrinas, que terminamos de construir y pintar quedaron atrás.

Ella y yo juntos en el tren retornando a Santiago, las manos reunidas, una mirada que se extiende y pasa a ser beso infinito, mientras José la espera en el andén.

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4 comentarios

  1. 1. Tavi oyarce dice:

    Hola Jesús

    Una bonita historia de juventud, cuando todo pasa y va dejando huellas.
    Si me permites haré un análisis desde el punto de vista de redacción.
    Todos en algún momento tendemos a escribir con frases cortas, punzantes. A veces la creencia es que de esa forma, llegas rápido y profundo al lector, pero la verdad no a todos los lectores. Hay que pensar en ellos, que entiendan lo que pasa por la cabeza de los personajes. No todo es puro flechazo, los extremos nunca son buenos, Reflexionar a veces es bueno y entre tanta frase corta, una larga también es necesaria.
    Yo creo que en ti hay material. Manejas bien el lenguaje. Ojalá pudieras leer consejos de los grandes escritores. No digo que copy-page, sí que sean como una guía en este oficio que te pide sacrificio, soledad y concentración. Esa mi opinión Jesús.
    El cuento tiene mucho material aún que sacarle.
    Felices fiestas de fin de año y te seguiré leyendo. No desfallezcas.
    Un abrazo

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 22:06
  2. 2. Ocitore dice:

    Hola, Jesús, estoy de acuerdo con la opinión de Tavi, además tenías un límite de 750 palabras para explayarte más. Quizás hubiera sido interesante situar al personaje en diferentes momentos del suceso y determinar si se cuenta la historia desde el pasado, antes de emprender el viaje o después, como un recuerdo del primer beso o la primera experiencia sexual, etc.
    Lo que si te puedo contar es que en 1998 viajé a Kiev desde Moscú. Íbamos en el tren unos compañeros de la facultad y tres chicas del Komsomol, organización/comité juvenil socialista, una de ellas se llamaba Irina y era muy simpática, pero no muy guapa. En aquella época a penas podía hablar en ruso y le dije a Ira que me gustaba, ella no dijo nada y me dio un beso en la mejilla, tal vez como signo de amistad, pero yo consideré que nuestro noviazgo se había formalizado. No sabía que ella tenía un novio en su facultad de agronomía. Durante el día leí, caminé por los vagones y fui a ver a unos paisanos que iban en el mismo tren, pero cerca del carro restaurante y estudiaban física y química. En la noche, Irina se subió a una de las literas de nuestro compartimiento, en total eran cuatro, a mi me asignaron otra de arriba. En la madrugada noté que Irina estaba despierta y le hablé, pero ella me dijo que no hiciera ruido, así que para no estar cuchicheando me pasé a su litera. Ella se alteró, pero no logró echarme. La besé y no pasamos a más. Conversamos una media hora y luego volví a mi cama. A la mañana siguiente noté que todo había cambiado. El encargado de nuestra excursión Anatoli, un profesor de Historia de la URSS de unos treinta y cinco años, se enfadó conmigo porque se había dado cuenta de lo que había hecho en la noche. No traté de disculparme para no hacer evidente mi crimen. El viaje fue muy bueno y me divertí mucho, sin embargo al volver a Moscú, Irina vio a su novio que la estaba esperando en la estación de trenes. Después del viaje no logré que Ira se fuera conmigo y meses después conocí a otra chica para eso que dicen que un clavo saca otro clavo. Creo que recuerdo mucho ese viaje porque fue la primera vez que besé a una chica rusa.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 07:17
  3. 3. María JP Plaza dice:

    Hola Jesús.
    Para empezar te diré que yo también soy muy fan de las frases cortas y creo que “menos es más” pero quizás los dos (tu y yo) tengamos que darle la razón Tavi sobre lo de no excederse. Creo que a mi relato le ha pasado algo parecido. Cuando lees el trabajo de otro es más fácil darse cuenta de estas cosas.
    Me ha desorientado un poco el tiempo presente y he tenido que leer dos veces la segunda parte del texto para entender que había un salto en el tiempo.Quizás hubiera sido mejor utilizar el pasado al principio.
    Por lo demás creo que la historia es preciosa, que dice mucho con muy poco y eso me encanta. El final abierto es una muy buena idea y te deja con ganas de más.
    Me ha gustado y espero seguir leyéndote los próximos meses.
    Te invito a que leas mi historia y me cuentes que impresión te ha dado.
    Felices fiestas y hasta el año que viene!

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 18:54
  4. 4. Luis Ponce dice:

    Hola Jesús:
    Si fuera un cuadro, te diría que tienes esbozado el trabajo. Pues aquí también: tienes el escenario, los personajes, el amor, el tiempo.
    Solo tienes que trabajar en ello y llegarás lejos. La mejor manera de escribir es leyendo.
    Sólo así irás comprendiendo que la vida no es telegrafiada. Que no todo es blanco y negro y que los detalles pueden enriquecer una narración
    Espero leerte el próximo mes.

    Escrito el 29 diciembre 2016 a las 02:12

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