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La pérdida de un paraíso - por Francis

La ciudad amurallada permanecía cercada en todo su perímetro. Sus ciento setenta torreones defensivos, trece puertas y hasta seis postigos estaban controlados por las fuerzas de asedio. A sus habitantes, faltos de moral y abastecimientos, sólo les quedaba una salida, la rendición.

—Mañana acudiremos al campamento del enemigo y expondremos nuestras propuestas —dijo el rey Axafat a los jefes de su ejército, con lágrimas en los ojos—. Nuestra estirpe lleva en esta tierra más de cinco siglos y cometerían una gran injusticia si nos obligaran a abandonarla.

—Las conversaciones se presentan difíciles, señor —contestó el más cercano de sus oficiales—. El invasor ha sufrido muchas bajas en la defensa de sus posiciones y en el ataque a las nuestras, por lo que se mostrará firme en sus exigencias.

—Cierto, Aben. Tú conoces como nadie el año y medio que llevamos luchando en esta contienda, y los esfuerzos hechos para que los señores del norte de África nos auxiliaran, animándolos a emprender la guerra santa, pero, ya ves, aquí estamos abandonados a nuestra suerte. Nadie escuchó el eco de nuestras angustias y temores. Mi cuerpo, envejecido y enfermo, anhelaba abdicar en mi amado hijo Yucuf y deseábamos su enlace con la princesa Yazmín. ¡Qué boda habíamos preparado, Aben! Ahora, todo es distinto.

—No se aflija más, señor. Sabemos lo mucho que ha hecho para que este reino permanezca en paz, y su pérdida no cambiaría nuestra opinión.

—Gracias, tus palabras calman mi alma desconsolada.

A la mañana siguiente, tuvo lugar la entrevista en el campamento de los vencedores, donde Axafat, sumiso, expuso sus pretensiones, según las cuales, entregaría el alcázar con todo lo que tuviese y todas sus rentas, sin menguar nada. Pero el rey castellano no las aceptó. Continuó añadiendo más concesiones, hasta ofrecer la mitad de la ciudad, separada por un muro que ellos mismos construirían para evitar conflictos entre las dos partes. Nada pudo conseguir. Los sitiadores la querían entera y vacía, porque en una capital tan importante y en zona próxima a otros países musulmanes, no podían contentarse con una simple guarnición, dejando al enemigo dentro.

Terminada la reunión y de regreso al interior de las murallas, Axafat, muy defraudado, informó a sus súbditos del contenido de las capitulaciones.

—No hemos conseguido nada. Tenemos un mes de plazo para vender todos nuestros enseres y emprender la salida con los bienes muebles y semovientes, dineros y armas. Nos entregarán salvoconductos para llegar a tierras africanas, o nos escoltarán hasta Jerez o Granada, si queremos permanecer en estos reinos. ¡Que Alá nos acompañe hasta nuestros destinos! Y no olvidéis llevar en vuestros corazones los recuerdos de los que amaron tanto estos territorios, como el poeta Abul Beka Saleh cuando se lamentaba en su llanto de auxilio:

“¿Acaso no habéis oído
el grito de ansia mortal
que al-Ándalus lanzó a esas costas,
dormidas en dulce paz?
¡Oh dolor!, no hay quien acuda:
su mal se consumará,
que en funestas escisiones
pierde el brío el musulmán.”

La rendición pactada de Ishbilya se formalizó ante el rey Fernando III el 23 de noviembre de 1248, festividad de San Clemente. Ese día, el infante Alfonso cumplía veintisiete años y Castilla preparaba su boda con doña Violante.

En el plazo concedido, los andalusíes pudieron vender sus pertenencias y entregaron las llaves de la ciudad el día 22 de diciembre. Tres días después, las tropas cristianas tomaron posesión de la capital almohade, que encontraron desierta. Sus apesadumbrados habitantes habían emigrado, en su mayoría, hacia tierras del Mogreb.

Algunas décadas después, el poeta Ben Said añoraba desde Egipto lo perdido:

“Cuando pienso en la vida alegre de Sevilla
lo demás de mi vida me parece dolor.
¡Y aquellas gratas horas en el prado florido!
¡Y aquélla en los placeres suave libertad!
Recordando mi dulce paraíso perdido,
cuanto en torno me cerca, yermo y soledad.”

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3 comentarios

  1. 1. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Francis!
    Me gustó mucho tu relato, tan bien documentado y pulido. Consigues aportar datos históricos sin perder fluidez. La inclusión de los diálogos y de los poemas le da un toque muy elegante y original. Sigue así. ¡Felices Fiestas! ¡Un saludo!

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 23:00
  2. 2. Netogonzo dice:

    Hola Francis,

    Reto cumplido satisfactoriamente. Se nota que has trabajado el texto y en mi opinión has logrado un texto claro y preciso que para nada se vuelve aburrido, lo cual se agradece como lector, buen trabajo.

    Felicidades.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 02:40
  3. 3. Feli Eguizabal Fernandez dice:

    Hola Francis
    Has conseguido el reto en tu un relato fluido, de escritura clara y precisa, que lleva de la mano al lector, de principio a fin. Datos historicos muy bien hilbanados, sin caer en el aburrimiento. Felicidades. Nos leemos.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 09:22

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