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Entre los recuerdos y el olvido - por Juan Kova

Web: http://juankova.blogspot.com

En medio de un impulso desesperado decidí exiliarme de la ciudad. Ya no soporté las mismas rutinas y opté por irme en un viaje sin rumbo. Me sentía en medio de un engranaje perfectamente diseñado para quemarme la cabeza, para que mis tristezas se potenciarán al ritmo de las teclas golpeando la computadora.
Salí de la terminal en búsqueda del destino más barato que saliera en las próximas horas y terminé en el campamento municipal de Pehuen-Có. Levanté mi carpa casi al amanecer justo en el momento donde los pájaros empiezan a cantar anunciando el nuevo día siendo conscientes de la incipiente claridad del cielo aún oscuro. Ni bien aclaró me quedé sin más que hacer salvo contemplar el amanecer. Los recuerdos comenzaron a aflorar como si todas las veces que armé una carpa con ella estuvieran haciendo fila en mi memoria para pegarme un cachetazo con la mano pesada, cargada de pasado. Saqué de la mochila un porro y lo prendí dando una pitada profunda que me irritó la garganta. Al igual que las heridas que tardan en cicatrizar, la solución definitiva requería tiempo y yo necesitaba sobrevivir el presente. Mi mente transformaba cada imagen pasada en una versión mejor que la original. Idealizar lo que quedó atrás se convirtió en una especie de hobbie perverso que me entretenía en los tiempos muertos.
A las nueve de la mañana abrió la despensa y no dudé en comprarme una cerveza para el desayuno más allá de que el señor que atendía me miraba extraño. Traté de ejercitar mi capacidad para ignorar los prejuicios de la gente y enfocar mis decisiones por el lado del deseo. Ponerlo en practica me reconfortó, al igual que la birra helada que saboreé sin prisa. Me colgué observando el movimiento de las copas de los árboles azotados por numerosas nubes que ennegrecían el cielo de la mañana. En medio de una caminata improvisada por el bosque encantado me cayeron las primeras gotas, que al rato se multiplicaron por miles, dejándome empapado y a la merced de la tormenta.

La tormenta me sorprendió
En el medio del camino
Ella me advirtió
A su modo

Yo caminaba despreocupado
Ignorando su mensaje

No me resistí
Al majestuoso diluvio
Solo extendí los brazos
Mirando al cielo

Aceptando el desamparo
Me sentí liviano
Y desnudo
También vacío
Y con espacio

Para acomodar los pedazos
Sobrevivientes
Al diluvio

Meses después me permití releer el poema que había escrito esa noche mientras secaba mi cuerpo, todavía húmedo, al calor de una fogata. Tengo que admitir que es horrible. Esto de pretender ser un poeta no es mi fuerte pero, como no hay mal que por bien no venga, ese día empecé a construir un frágil puente entre los recuerdos y el olvido. Y acá estoy, transitandolo entre miedos y esperanzas.

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8 comentarios

  1. 1. Jorge Luis Acosta Torres dice:

    No entendí el relato. ¿Qué era lo quería olvidar, un trauma provocado por un desastre natural, un problema existencial o de pareja?

    Por otro lado, la parte final del “construir un puente entre los recuerdos y el olvido”, y el hecho de transitarlo “entre miedos y esperanzas” bien podría ser parte del poema. De hecho es la parte más lirica que escribiste, (el poema en sí fue malo).

    Si te interesa puedes leer mi relato, es el Numero 33.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 22:35
  2. Hola Juan. Un placer leer tu relato.

    En la parte formal te voy señalar sólo un par de cosas que, creo, no son de gran importancia. La primera es que en el primer párrafo se lee:

    “para que mis tristezas se potenciarán”

    La tilde en “potenciarán” lo convierte en futuro, pero creo que está bien si cambias: “para que” por “donde”, o en su defecto en condicional: “potenciarían” ya que al huir evitó que eso pasara.

    En el segundo párrafo me parece que una o dos comas bien ubicadas mejorarían el ritmo del relato ya que hay partes que no se entienden bien por la falta de puntuación, pero como yo soy fanática de las comas, toma este consejo con precaución, jeje.

    Sobre el poema. Bien, yo no sé mucho de poesía pero creo que ese en sí no es un poema ya que todo lo que dice es bastante literal, no hay metáforas musicales ni métrica, pero supongo que esa era la intención ya que el mismo protagonista dice que era malo y que él, de todos modos, no es poeta. Esa explicación justifica, pero aún así quizá el lector podría esperar algo más elaborado y corres el riesgo de que se sienta decepcionado si no lo encuentra.

    En la parte del contenido, a mi modo de ver se trata de un escritor que sufre de burnout laboral y luego cae en una especie de depresión, pero como no se aclara del todo el final no sabría decirlo.

    En mi opinión, la idea necesita ser madurada un poco más o tal vez formar parte de una serie de relatos que nos cuenten la historia completa ya que no nos deja del todo satisfechos el final.

    Un placer leerte, espero sigamos aprendiendo unos de otros, hasta la próxima.

    Blog: https://milcuentosdeamor.wordpress.com/

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 18:45
  3. Hola Juan
    Me ha gustado tu relato aunque, para mi gusto, le falta un poco de “chicha”. No se si el protagonista esta viviendo una “angustia vital” o es que trata de huir de su propia existencia.Respecto a la poesía, tu mismo ya lo dices, es mala, aunque yo no entiendo de ello, pero no le visto sentido.
    Felicidades por tu escrito y te deseo Muy Felices Fiestas

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 16:30
  4. 4. José Torma dice:

    Que tal Juan.
    Entendí la sensación de querer escapar, de buscar nuevos derroteros para encontrar ese “algo” que está faltando en nuestras vidas. Me perdí en el poema, no le aporta nada al relato y te come muchas palabras que podrían haber sido empleadas en desarrollar más el estado de ánimo del protagonista.
    Yo también soy fanático de las comas, pero no noté nada que me hiciera detenerme. Al final me quedo como a la mitad, desearía haber tenido más empatía con el escritor/poeta y no la tuve.
    Te felicito por presentar tu trabajo.
    Saludos.
    José.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 00:41
  5. 5. SBMontero dice:

    No entiendo muy bien qué quisiste hacer, es más, todavía no tengo muy claro qué querías contar, fuera del periplo de alguien que se tira al monte para fumarse un porro y escribir un poema puesto que, al final, incluso él reconoce que da pena. Por momentos el texto se limita a divagar y es complicado hacer como que esto es un relato y no un texto sacado de algún libro de autoayuda.

    Dejando esto a un lado, en lo formal te sobran palabras, comenzando por “Ya no soporté las mismas rutinas (…)” y terminando por “(…) esa noche mientras secaba mi cuerpo, todavía húmedo, al calor de una fogata” -si lo tienes que secar es evidente que aún está húmedo, sí-. Tienes evidentes problemas con las comas, los puntos y seguido, los puntos y aparte.

    Antes de terminar déjame preguntarte… ¿Qué querías contar? Exactamente.

    Un saludo.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 11:59
  6. 6. maria jesus hernando navas dice:

    Hola Juan tu protagonista me parece perdido, quizá por eso al relato le falta, desde mi punto de vista, una trama. Es abstracto, y aunque se entiende perfectamente la desorientación del personaje, hubiera estado bien anclarlo a algo más concreto. Un saludo, y a seguir escribiendo.

    Escrito el 23 diciembre 2016 a las 10:52
  7. Hola Juan. Hermoso relato. Muy abstracto, se enfoca más en la escena y la personalidad del momento, muestra una imagen bastante clara de lo que vive y transmite su sentir. Me gustaron los detalles de un bohemio como él, las descripciones creo que son el fuerte de la historia. El final me gustó también.
    Solo un detalle he notado en los primeros párrafos, leí un par de oraciones que me parecieron largas. Nada grave, el texto es genial.
    Felicitaciones y gracias por compartir.

    Escrito el 23 diciembre 2016 a las 16:05
  8. 8. Miriam Torres dice:

    Hola Juan.

    Valoro tu atrevimiento al incluir algunas rimas en tu relato y que no desentonen. Por lo demás, creo que ya te han dado las correcciones pertinentes a tener en cuenta.

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 12:02

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