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“Te quiero” de Luis Cernuda - por Feli Eguizábal Fernánadez

Ocurrió en el campamento que organizaron los scouts, dónde conocí a Luis. Un chico espigado, moreno, y algo retraído, que me llamó la atención desde el mismo momento que llegó, aunque nunca se supo con quién. Los monitores lo acogieron y presentaron al grupo de niños que correteábamos entre gritos y risas. Con dificultad, alcancé a su interior, a pesar de su retraimiento, y nos hicimos buenos amigos. Con el paso del tiempo llegaría a comprender que su carácter se había moldeado a hierro y fuego. Pura forja como la representada en los libros de caballería que tanto le gustaban.

Pasamos grandes momentos juntos. Los mejores sucedieron durante las marchas que hacíamos por toda la Sierra de Cameros. Porque compartimos el gusto por la naturaleza, y estudiamos cada rincón de los montes, valles y ríos que atravesábamos. Coleccionamos curiosos guijarros, hojas rojizas de rebollos, que formaban un tupido manto en los pedruscos forrados de musgo, de la zona. No faltaban brozas de acebo, y diferentes espinos que, al llegar a la tienda de campaña, tras una escrupulosa selección de todo ello, nos repartíamos de forma equitativa. Un día formé un ramillete con todos ellos y añadí flores silvestres, ramas de abeto y pino; no muy grande, sino muy bonito que guardé pensando en mi madre, y le animé a que hiciera uno similar. Su semblante cambió en un instante de risueño, a dolorido. Me miró con una inmensa tristeza, se quitó la ropa y me mostró la espalda. «Con ese ramo, conseguiría nuevos tatuajes en mi piel» —dijo con un hilo de voz apenas audible. No tuve palabras suficientes ni adecuadas con las que consolar al desdichado niño. Comprendí su actitud, seria y taciturna, y lo consideré el ser más valiente que había conocido jamás. Era capaz de soportar la terrible congoja sin emitir queja alguna, y si se le presentaba una oportunidad la aprovechaba e intentaba olvidar y alcanzar un aceptable grado de felicidad.

Pasaron los 15 días de acampada, y regresamos a nuestras casas. No había transcurrido un mes, cuando recibí una misiva de su puño y letra. Sorprendido la leí intentando descubrir el significado del mensaje.
Me encontré con una poesía técnicamente bien construida, pero después de muchas lecturas la dejé sobre la mesilla sin entrever qué quería transmitirme.

Patrocinado por el ayuntamiento, y diversas empresas locales, el veterano grupo organizó una nueva albergada en la Sierra de Irati, cuyo hayedo verdeaba con los primeros rayos de la recién estrenada estación, creando un paisaje impresionante. Luis, no vino.

Ocupados con cursos y acampadas la niñez se alejó. Dando pasó a una especie de adolescencia primero, y a una madura juventud más tarde, en la que nos afanábamos por esculpir unos seres de provecho.

En la universidad, calentábamos motores para salir a una colectividad llena de contradicciones. Algunos nos refugiamos en la literatura, y entre prosa y lirica extraíamos el néctar a una sociedad decadente, que pretendía abolir, a la vez que otras materias, la filosofía de las aulas.

En ésto estábamos cuando, desmenuzando los trabajos de Luis Cernuda, una de sus poesías “Te quiero”, me recordó aquella que, olvidada en el fondo de un cajón junto con otros objetos de la infancia.

Más allá de la casualidad, resultó que mi compañero Luis la conocía. Con ella, me envió su canto a la vida, y su canto a la muerte. Su despedida.

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7 comentarios

  1. 1. Llizara dice:

    hola feli, me ha gustado bastante aunque no he entendido muy bien el final.
    y aquí ” me recordó aquella que, olvidada en el fondo de un cajón junto con otros objetos de la infancia.” parece que falte algo.
    Un saludo

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 21:42
  2. 2. Wiccan dice:

    Buenas Feli,

    Un texto muy bonito, y duro, como vas mostrando sin contarlo la forma de ser del niño, maltratado y retraido, entiendo que por ser homosexual, y su despedida al amor que ha encontrado en el campamento y que no ha sido consciente del sentimiento que su amigo tenía por el. Es bonito y dramático al mismo tiempo.
    A nivel formal, además de la frase que te comenta Llizara que entiendo que se te coló ese “que” sin el cual no parecería inacabada, lo que te diría principalmente es que revises la puntuación:
    – “fuego. Pura”, “niñez se alejó. Dando” cambiaría punto por coma.
    – “musgo, de la zona”, “instante de risueño, a dolorido”, “acampada, y regresamos”, “un mes, cuando”, “primero, y a”: Eliminaría la coma.
    – “alcancé a su interior”: El verbo me suena raro pero, si lo utilizas, eliminaría la “a”, creo que suena mejor.
    – ésto: sobra la tilde
    Ya ves que son cosillas tontas, y la puntuación es muy personal pero te lo comento para que lo valores.
    En cuanto al contenido, igual he sentido que te has detenido mucho en las descripciones del paisaje, porque lo que más me ha gustado de relato es la identificación con los sentimientos de los personajes y el paisaje no me pareció que influyese tanto en esa identificación (que no quita que crea que estén muy bien descritos igualmente)
    En cualquier caso, un buen relato, me ha gustado. Gracias por compartirlo. Un saludo.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 22:28
  3. 3. Tavi oyarce dice:

    Hola Feli

    Me he quedado sorprendido con tu relato. Suave, sin altisonantes lo llevas muy bien a esa tristeza final.

    Tenía que leer el poema para completar la historia y de verdad merecía el premio literario y tu cuento.

    De mi punto de vista esta frase fue lo único que me sonó algo confusa: “Ocupados con cursos y acampadas la niñez se alejó”. Y además la palabra “esto”. No lleva acento.

    Espero seguir leyendo tus relatos.
    Felices fiestas de fin de año

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 23:28
  4. 4. Netogonzo dice:

    Hola Feli,

    Muchas gracias por pasarte por mi texto. El tuyo esta bien estructurado y trasmite perfectamente un sentimiento un tanto melancólico al evocar los recuerdos de la protagonista relacionados a Luis. No me meteré en lo técnico porque yo aun estoy aprendiendo en ese sentido, pero te puedo decir sinceramente que me ha gustado mucho tu relato ya que transmites muy bien las emociones de los personajes.

    Te felicito y nos estamos leyendo.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 03:26
  5. 5. Earendil dice:

    Hola, Feli.
    No quería dejar pasar la oportunidad de leer tu último trabajo del año, así que aquí estoy.
    Tu relato es muy emotivo, aunque la tristeza es el sentimiento que resalta entre todos los demás. Lo has escrito también en un lenguaje bastante poético, que aún le dota, más si cabe, de tintes melancólicos.
    No sé hasta qué punto tu historia nace a raíz del poema de Cernuda o es al revés, que una vez escrito has podido vincularlo al poema original, por su similitud en muchos detalles. El caso es que ha quedado muy bien esa simbiosis que ha nacido de tu mano.
    Has sido muy sutil en cuanto al mensaje que nos has querido transmitir. Tanto es así, que he tenido que ir en busca de un salvavidas y leer los versos del poema “Te quiero”, pues el final de tu escrito es muy interpretable, y cada cual puede pensar lo que quiera.
    Yo entiendo que Luis, el chico maltratado por su madre, está enamorado del narrador de tu historia. Pero aquí es donde saltan las dudas, pues en ningún caso nos dices si es un chico o una chica. Si nos ceñimos a que Cernuda era homosexual, bien pudieran ir los tiros por ahí y, tal vez, los maltratos recibidos podrían ser por esta causa.
    La conexión que los dos jóvenes tienen por su amor a la naturaleza, también va muy acorde con los versos del poema original, que se interpreta como que el amor ha sido transmitido a través de la naturaleza: el sol, el agua, las plantas, las nubes… y finalmente el poeta se reafirma de que su amor traspasará incluso las barreras de la naturaleza, superando a la muerte, e incluso, superando al olvido.
    Pero, como ya te he dicho antes, creo que tu mensaje ha sido muy sutil. Si no hubiese recurrido a buscar la biografía de Luis Cernuda y su trabajo, todos estos detalles posiblemente me hubiesen pasado por alto. Además, el Luis de tu historia desaparece muy pronto de la escena, y solo al final podemos hacernos una idea de sus verdaderos sentimientos.
    Te han sobrado muchas palabras. Creo que hubieses podido darnos más pistas respecto a esa fracasada relación, o las dudas que asaltaron a tu protagonista. ¿Por qué no intentó buscarlo de alguna manera? ¿Saber qué había sido de él?
    En cuanto a la parte formal hay algunos detalles que se pueden mejorar.
    * En el mismo título se te ha colado una “a” de más en tu apellido. Has puesto Fernánadez.
    * “dónde conocí a Luis”, “donde” sin acento.
    * “no muy grande, sino muy bonito que guardé pensando en mi madre”. Esta frase me resulta algo curiosa, pues no veo por qué si hubiese sido grande el ramo no hubiese podido ser bonito también.
    * “«Con ese ramo, conseguiría nuevos tatuajes en mi piel» —dijo con un hilo de voz apenas audible”. Las comillas latinas «», se suelen usar para pensamientos internos. En este caso, al hacer referencia a la frase de otro, creo que debería haberse usado las comillas normales. Además, después no hace falta poner el guión de diálogo, puesto que no lo hay realmente.
    * “Pasaron los 15 días de acampada”, “quince”, con letra.
    * “Dando pasó a una especie de adolescencia primero,”. “paso”, sin tilde. ¿Una especie de adolescencia?
    * “Algunos nos refugiamos en la literatura, y entre prosa y lirica extraíamos el néctar a una sociedad decadente, que pretendía abolir, a la vez que otras materias, la filosofía de las aulas”. La frase en sí, me parece preciosa, aunque habría que puntuarla de otra forma y “lírica”, con acento. Creo que quedaría mejor así: “Algunos nos refugiamos en la literatura y, entre prosa y lírica, extraíamos el néctar a una sociedad decadente…”
    * “En ésto estábamos cuando, desmenuzando los trabajos de Luis Cernuda, una de sus poesías “Te quiero”, me recordó aquella QUE, olvidada en el fondo de un cajón junto con otros objetos de la infancia.” “esto”, sin acento. Ya te han comentado que sobra el “que”.
    Le he dado muchas vueltas a la última frase del texto. Podría entenderse que Luis se suicidó. No sé si soy demasiado dramática, pero es lo que me sugiere.
    Me alegro de haber pasado por aquí y haber disfrutado de tu trabajo.
    Un abrazo y feliz año.

    Escrito el 25 diciembre 2016 a las 19:59
  6. 6. Vespasiano dice:

    Estimada amiga Feli:
    Por motivos familiares no he podido visitar a todos los compañeros que me hubiera gustado leer.
    Que el AÑO NUEVO traiga mucha felicidad para ti y para toda tu familia.

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 18:24
  7. 7. Vespasiano dice:

    Estimada compañera Feli:
    Antes de que las lecturas y los comentarios de los relatos del mes de enero me ocupen el tiempo del que dispongo para esa actividad; quería leer tu relato y dejar mi impresión del mismo.
    En una primera lectura veo que has plasmado recuerdos imborrables de los años mozos y has descrito también paisajes espectaculares de quien conoce la sierra de Irati y sus hayedos, así como de la sierra de Cameros.
    De la corta relación que describes del narrador/narradora con el chico, no puedo extraer una conclusión de que Luis fuera homosexual, como ha señalado Wiccan.
    El detalle del ramo de flores silvestres hace que me incline porque sea una chica la narradora. Con lo cual echaría por tierra esa supuesta tendencia homosexual del chico.
    Y por desgracia muchos chicos y chicas son maltratados a causa de las más variadas fobias de sus padres o tutores, sin necesidad de que estos sean homosexuales.
    Por otro lado sí estoy de acuerdo con lo que dice Earendil, en lo que se refiere al lenguaje poético y al tinte melancólico que le has imprimido a tu relato reflejando una historia triste de un chaval maltratado.
    Tu historia me ha gustado y por ello te felicito.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 17:14

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