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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL ABRIGO - por LUIS(Barcelona- España)

Carolina es una joven abogada que a sus treinta años su vida transcurre entre su gabinete y los juzgados. Rubia, esbelta y con su exquisito porte, admiradores no le faltan, pero ninguno ha encendido un brote de pasión en ella. La Navidad ya estaba a la vuelta de la esquina y por estas fechas, acusaba la falta de un amor con quien compartirlas. Sus padres viven en un pueblecito de los Pirineos y como todos los años acude a celebrar estas fiestas con Patricia, su inseparable amiga de la infancia.

Observando desde el ventanal de su despacho el ambiente navideño, con las calles iluminadas y las tiendas repletas de gente buscando aquel regalo que Papá Noel debía dejar en el árbol, llamó Patricia.
—Hola, Carolina ¿Cómo estás?
—…Bien—le respondió apagada.
—Este bien, me suena a melancolía.
Ésta conocedora del porqué de ese desánimo le propuso ir de compras al centro de la ciudad.
—Vale.

Carolina llegó antes, y mientras la esperaba vio un abrigo rojo en un escaparate que la trasladó a su época de adolescente.
—Qué recuerdos. Estrené uno parecido cuando fui de campamento al Monasterio turístico de Nuria. Allí me enamoré por primera vez.
Mientras su pasado se paseaba por su mente, llegó Patricia.
—¿Qué, más animada?
—Recordando mi primer amor.
—¿Ese chico al que apodaban el poeta?
—Si.
—Estabas muy coladita por él.
—Sigo estándolo.
De pronto, un joven disfrazado de Papá Noel se acercó y con voz ronca, imitando al emblemático viejo del trineo, les dijo:
—¡Jo, Jo, Jó! Pedir un deseo chicas.
En ese instante Carolina recibió una llamada urgente y tuvo que ausentarse:
—Te recojo el viernes, Patricia.
—Vale, te espero a las cinco.

Una vez en aquel pueblecito de los Pirineos, celebraron la nochebuena y al día siguiente todo era alegría alrededor de aquel árbol Navideño lleno de regalos. Abrazos, besos, papeles rasgados, hasta el timbre de la puerta se sumó a la fiesta. Su madre fue a ver quien era y regresó con un enorme paquete.
—Es para ti.
—¿Para mi?
—“FELIZ NAVIDAD CAROLINA”— Decía la postal.
Sorprendida por aquel regalo fue rasgando el envoltorio, hasta que…
—¡Oh! ¡El abrigo rojo!

Por la tarde, acomodadas en el sofá, después de esa suculenta comida navideña, sonó el móvil de Carolina.
—Espera, no respondas aún—dijo Patricia.
—¿Por…?
—El otro día en el aeropuerto conociste…

Cuatro días antes:

—Su pasaje, es para las nueve de la noche y no de la mañana—le dijo la recepcionista
—¡Cómo!
—Algún error informático, aunque tengo una plaza para las doce del mediodía.
A Carolina se le cayó el mundo encima; el juicio al que debía asistir empezaba a las once. Entonces un joven que esperaba en la cola, le ofreció el suyo:
—Toma. Yo cogeré ese vuelo.
—¡Vaya! que amable eres.
Mientras sus miradas se entrelazaban, percibieron que una magia especial los envolvía, sintiendo una sensación que les recordaba aquel amor de adolescencia. Olvidados del mundo, el anuncio del vuelo los devolvió a la realidad.
—Encantada de conocerte.
—¡¿Cómo te llamas?! —le preguntó mientras se alejaba
—Ca…
Entre el griterío y la avalancha de personal, es lo único que pudo oír y sólo consiguió una sonrisa lejana. Oscar se quedó decepcionado, quizás no la vería jamás.

Por la noche al regresar a casa, su padre, que es anticuario, le propuso:
—Mañana te pones este disfraz de Papá Noel; que es mágico, y ya verás como la encuentras. Según cuenta la leyenda….
El énfasis con que le contó la historia hizo que Oscar accediera.
—Vale, papá.
—Empieza por el centro—apuntó éste.

Carolina asombrada, exclamó:
—¡¿No me digas que… ?!
—Sí. Es Oscar.
—¿Estás segura?
—Me lo dijo después de irte. Te reconoció mientras contemplabas el abrigo y al oír tu nombre supo quién eras…
—Después de tantos años…
—¡Venga!, no le hagas esperar más..

—Hola, Carolina. ¿Te acuerdas de mí?
—Por supuesto —le respondió emocionada— no te he olvidado desde entonces… ¿Dónde estás?
—Es que… me he perdido.
—¿Te has perdido?
—A ver…. Estoy en una plaza, en la que hay una fuente con la estatua de un oso y al fondo unas montañas nevadas…
—Bueno, en esa plaza viven mis padres —y gritó— ¡Dios mío! ¡Estás aquí!
Fue hacia la ventana, y sí, allí estaba, de pie con el teléfono en la mano. Se puso el abrigo y bajó las escaleras a toda prisa, salió del portal, corrió hacia él y los dos se fundieron en un abrazo que marcaría una nueva vida para ellos.

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11 comentarios

  1. 1. J. Colmarias dice:

    Muy buenas Luis,

    El texto cuida al dedillo ese ambiente navideño que ahora nos invade a todos. Me ha gustado ese salto atrás en el tiempo. En cuanto a la historia he de decir que el romance no es lo mío, pero no puedo criticarla puesto que está bien contada y tiene esos alicientes y caprichos increíbles del destino que caracterizan a este género.

    Un saludo!

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 15:49
  2. 2. Elisa dice:

    Hola Luis,

    Me gusta: la trama; romanticismo, algo mágico, sorpresa. Bien estructurada.

    Mucha información con pocas palabras; en general bien, aunque en algunos puntos creo que ganaría el relato si en vez de CONTAR MOSTRARAS (como por ejemplo el momento del flechazo en el aeropuerto)

    No me gusta: los cambios de tiempos verbales en el primer párrafo.

    Espero que te sirva y siéntete libre de comentar el mio si te apetece (número 2). Un saludo y felices fiestas.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 18:34
  3. 3. novel_madriles dice:

    Hola, has escrito un delicioso cuento de Navidad, ¡muy propio!
    Me ha gustado el cambio de punto de vista del narrador, que ha pasado de centrarse en Carolina a hacerlo en Oscar, para terminar otra vez con Carolina. Animo, sigue escribiendo. Un saludo.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 19:40
  4. 4. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Luis, por alguna motivo tu texto me recordó la Navidad. Aprovecho esta evocación para desearte lo mejor en estas fechas decembrinas en compañía de todos los tuyos.
    Tu trabajo es una delicia de redacción para que ningún lector se pierda. Una historia que mantuvo la emotividad sin cambios bruscos y termina como se esperó desde un principio. Felicidades.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 02:55
  5. 5. Thelma López Lara dice:

    Hola, Luis.

    Tu relato me ha gustado mucho. Los diálogos muy bien logrados.

    Felices fiestas.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 04:44
  6. 6. Aussi dice:

    Buenos dïas Luis:
    Un autentico cuento Navideño.
    Bien escrito, muy agradable, con la Magia que todos le pedimos a la Navidad.
    Felicidades
    Un salud

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 14:42
  7. 7. LUIS dice:

    Gracias a todos por vuestros comentarios. Por motivos de trabajo empezaré a devolveros la visita a partir del día 24. Antes me es imposible. Un abrazo y que paséis unas felices fiestas.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 05:40
  8. 8. Dana Romanov dice:

    Antes que nada, los errores. Hay lugares donde es necesaria una coma. No necesitas que yo lo diga, porque veo que cuidas mucho la ortografía en la historia. Por ejemplo: «La Navidad ya estaba a la vuelta de la esquina y (coma aquí) por estas fechas, acusaba la falta de un amor con quien compartirlas.» «Ésta (coma aquí)conocedora del porqué de ese desánimo (coma aquí) le propuso ir de compras al centro de la ciudad.» Otro pequeño error, no sé muy bien cómo llamarlo. ¿-Éste bien, me suena a melancolía. o -Ese bien me suena a melancolía? Auque sentí que le faltaba algo, la parte en que volviste hacia atrás en el tiempo me gustó mucho. Me encantó la manera de encarar los diálogos, sin tantas intervenciones del narrador. Es un gusto personal nada más. La propuesta del blog no insistía en un tema Navideño, pero me alegro que alguien se haya animado. Es una hermosa historia, gracias. ¡Abrazos

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 12:40
  9. 9. Rosario Nápol dice:

    Hola Luis, me encantó tu cuento. una historia hermosa.
    Un abrazo, Feliz Navidad y que sea un 2017 lleeeeno de cuentos!

    Escrito el 23 diciembre 2016 a las 03:39
  10. 10. Rosalia DS dice:

    Hola Luis:
    Un relato romántico, sensible y muy entreñable.

    Soy unnueva en eso de comentar textos pero si que puedo darte mi opinión de que esta muy bien relatado.
    No se hace nada pesado al leerlo y, sinceramente, tu relato me ha sacado una sonrisa de los labios por tener ese final tan feliz y que creo que siempre tendría que ser asi , aunque no siempre pase.
    Desearte felices fiestas y una muy buena entrada de año
    Un abrazo y hasta la próxima. (soy la 12).

    Escrito el 26 diciembre 2016 a las 10:57
  11. 11. Luis Ponce dice:

    Hola Luis:
    Gracias por tus comentarios en mi poema.
    Dices que lo tuyo no es la poesía, pero me parece que en el fondo es un poema en prosa lo que has escrito. Me ha gustado mucho a pesar de la simpleza del tema.
    Una acotación:
    “Carolina es una joven abogada que a SUS treinta años SU vida transcurre entre SU gabinete…”, son detalles que hay que cuidar para que el texto fluya con naturalidad y el lector no lo abandone desde el principio.
    Te deseo unas felices fiestas y un armonioso año.

    Escrito el 28 diciembre 2016 a las 17:42

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