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Entre sardina y sardina - por PerePaella

Como cada año, había llegado la época del campamento. Pronto estuvieron asando pescados del río de plata que corría silencioso a su lado, con la tienda montada y sentados alrededor del fuego titilante. Siempre acudían ellos tres. Se sentaban allí y hablaban de sus vidas. Poco a poco iban desmenuzando sus historias, sabían que tenían tiempo, entre sardina y sardina, para contarse todos los pormenores de su situación. Tampoco tenían mucho más que hacer, asar pescado, comer y hablar.

Este año uno estaba en trámites de divorcio, sabían de años anteriores, que había tenido que cerrar su próspero negocio, al final le habían desahuciado y ahora, que todo parecía arreglarse, le pasaba todo factura en su matrimonio.

El segundo, al contrario que este, se casaba, ya conocían, también por lo que les había contado antes, como era la prometida, como se habían conocido y hasta el día que se habían conocido más profundamente detrás del molino del pueblo. Ahora nada más hablaba de pagos, muebles, invitados, viajes…

Tanto que el tercero, que se apenaba de no haberse podido casar jamás, se le pasaba un poco la sensación de haber llegado a viejo soltero. Había vivido intensamente su juventud, como les había relatado en más de una ocasión. Había tenido un amor en cada puerto, y aunque no había podido compartir su vida con alguien, se había cargado de recuerdos. Tanto que se había convertido en un gran poeta, que dedicaba sus obras al amor, a la vida, a la naturaleza y a los grandes enclaves de la humanidad que había podido visitar durante su larga vida. Los otros dos lo escuchaban, soñadores, cuando les recitaba alguno de sus poemas más conocidos.

Y así, iban pasando los días, hasta que llegasen los otros tres. Venían de la otra punta del mundo, de donde veían las grandes luces encenderse y apagarse. Montaban sobre camellos, pasaban por su lado, les saludaban y seguían su camino hacía la otra parte del mundo. A los pocos días se desmontaba el campamento, y ellos seguían viviendo (o soñando) hasta el año siguiente.

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3 comentarios

  1. 1. Vespasiano dice:

    Hola Pere Paella:
    Ahora te dejo solamente el testimonio de mi paso por tu relato. Ya te lo comentare adecuadamente cuando tenga el ordenador disponible y este en mi casa. Pues ahora estoy de viaje.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 16:10
  2. 2. Sofia dice:

    Hola Pere Paella! Soy nueva en esto, pero me pareció una buena ocasión para comenzar. El relato es sencillo y bien narrado, fluye bien pero las oraciones son un poco largas, lo que lo hace un poco dificultoso.
    La gramática está bien. Saludos y buen año!

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 05:08
  3. 3. Vespasiano dice:

    Hola PerePaella:
    De vuelta en casa, ahora estoy en condiciones de comentar tu relato. Intentaré hacerlo lo mejor que pueda.
    Creo que es la primera vez que te leo. Tu historia me ha parecido entretenida. Un grupo de amigos como tantos otros que salen de acampada y aprovechan para conocerse mejor.
    Después salen a la palestra otros tres personajes que no están muy definidos, ni porqué lo esperan con tanto interés cuando ni siquiera se detienen para confraternizar con ellos. Quizás has querido darle un aire de cuento de Navidad, pero no lo veo conseguido.
    Ahora te comento algunas cosas que me parece pueden mejorarse.

    “estuvieron asando pescados”. Repites: “asar pescado”, aquí creo que debería ser: “asar pescados”.
    “entre sardina y sardina”. Me parece raro que coman sardinas, a no ser que las lleven compradas del mercado. Podrías haber citado un pez del rio de plata que corría silencioso a su lado.
    “le pasaba todo factura en su matrimonio”. Esta oración me suena extraña. Podría ser: “todo esto (referido al desahucio) le pasaba factura en su matrimonio”.
    “como se habían conocido”. A continuación repites: “que se habían conocido”.
    “hacía”. Debería ser “hacia”, sin acento.
    El adjetivo “su/sus” lo repites hasta doce veces.
    Lo mismo ocurre con el pronombre reflexivo “es”, lo repites hasta seis veces.
    No me queda claro quién son los otros tres que esperan. ¿Quizás los Reyes Magos?
    Lo del reto opcional, veo que lo has conseguido.
    Te deseo unas felices fiestas de Navidad y un Año Nuevo repleto de cosas buenas.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 18:18

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