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El Lago Secreto - por Mihail Rojas-Prieto

Caminar al atardecer se había convertido en un ritual imprescindible para Romualdo. Se sentía muy a gusto con la frescura del ambiente y la discreta luz del sol declinante. Como Meursault, el personaje de El Extranjero, era la “hora en que ocurríale ser feliz.” La brisa vespertina con su caricia fría y tensa traía recuerdos del verano del año anterior. La vereda que recorría, con paso quedo y carácter taciturno, bordeaba un pequeño lago de aguas mansas cuyo rumor había mecido algunos de sus mejores momentos con Lara.

El sitio lo descubrieron por accidente. Habían salido de campamento, una afición que compartían y gracias a la cual se habían conocido. Esa vez extraviaron el rumbo y en medio de nubes de polvo resultaron en un camino de tierra, tortuoso y desigual. Lara, de carácter intempestivo, perdió pronto los estribos. Primero fue el sarcasmo y luego vinieron las palmaditas en la nuca.

– ¿Por qué nunca te fijas por dónde vas?
– Déjate de joder que estoy tratando de orientarme – Romualdo frenó en seco.
La sacudida la arrojó contra el parabrisas.
– Pues vete a la mierda, mejor me voy a pie – y remató sus palabras con un portazo.

La llamó con insistencia, pero al ver que se alejaba fue corriendo en su busca. Ella al verle tras sí echó a correr y de pronto estuvieron frente al lago. La vista los hipnotizó al punto que ese momento de belleza compartida vaporizó la rabia. Desde ese día se convirtió en su lugar secreto, una especie de portal para escapar del mundo y sus premuras cotidianas.

Por eso pensó que era el sitio ideal para sellar la reconciliación luego de que uno de tantos altercados casi pone punto final a la historia que habían construido a lo largo de dos años. Romualdo hizo acopio de todo su poder de persuasión para que lo acompañara a acampar junto a ese lago que era de los dos. El sitio, como siempre, parecía ejercer una suerte de encantamiento en el genio de Lara y pudieron volver a sentirse cercanos como la primera vez.

Esa noche, a la luz de la fogata, Lara descubrió aquel libro que había olvidado en uno de los muchos bolsillos de su mochila. Era una antología de poesía cubana. Una sonrisa brilló en el rostro de Lara al descubrir el nombre de José Ángel Buesa, el poeta al que también, por casualidad, habían descubierto en la biblioteca de su padre.

– Está mi poema favorito – Lara le obsequió un beso sin advertir su creciente nerviosismo.

Buscaba la página del Poema de las Cosas cuando, a la luz trémula de la llama, tropezó con una nota al margen: “Gracias por esta noche, por la poesía y por este hermoso lugar que ahora será de los dos.” Firmaba una tal Elena y la fecha era de un mes atrás. La sonrisa de Lara se disipó en una mueca agria y hostil.

– ¡Hijo de puta! ¿A cuántas más has traído aquí?

El libro voló y se estrelló en su rostro. Lara corrió a la tienda y Romualdo quedó petrificado con la vista clavada en el vacío, incapaz de aceptar que la belleza de ese momento había sido destruida por una torpeza imperdonable. Luego el recuerdo se tornaba borroso. Alcanzó a oír las pisadas de Lara detrás de él y aquel hondo impacto que retumbó como un gong en su cabeza. Después no recordaba más. No sabía que había sido de Lara. De lo único que tenía conciencia era de sus caminatas, al atardecer, por esa vereda estrecha que bordeaba el lago, aquel lugar donde había sido feliz, ese mundo que había amado y que ahora le era ajeno del que sólo rescataba los recuerdos y los últimos versos del poema que ella buscaba:

“Y una tarde cualquiera, sentirás que te has ido
y un soplo de ceniza regará tu jardín
y aprenderás entonces, que el tiempo y el olvido
son las únicas cosas que nunca tienen fin.”

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5 comentarios

  1. Saludos Mihail.
    No recuerdo haber leído un relato tuyo antes así que este es el primero y me ha gustado mucho. Se me hizo fácil imaginar todo el lugar y hasta a los protagonistas haciendo cada movimiento. Ese final fue inesperado, pero quedó buenisimo.
    Lo único que encontré, que me choco un poco fue esta oración: “Esa vez extraviaron el rumbo y en medio de nubes de polvo resultaron en un camino de tierra, tortuoso y desigual.”

    Es la palabra resultaron la que encuentro rara.
    Fuera de eso, nada mas he hallado exceptuando algunas comas que se pudieran quitar y no afectarian mucho la lectura.

    Saludos.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 06:51
  2. 2. Yoli dice:

    Hola, Mihail.
    Tu relato me ha gustado, has descrito muy bien tanto el ambiente como a tus personajes. Me gustó el final que le has dado. Saludos.
    Si quieres leer el mio, soy el 137.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 14:08
  3. 3. Esperanza Alvarado dice:

    ¡Hola Mijaíl!
    Soy Esperanza, no sé si te acuerdes de mí relató. Gracias primero por tu comentario, por los aportes a mi jóven persona.
    Me gusto muchísimo tu relato, lamentablemente no sabría que consejos u observaciones darte respecto a la manera de escribir, yo estoy aprendiendo sobre eso apenas; pero si puedo hablarte sobre tu historia, me gusto la forma en la que la contaste, no estaba pesada y para mi, fue un relato bastante bonito, aunque ese no seria el adjetivo correcto, pero no se cuál otro dar, fue de una u otra forma inimitable la historia que cuentas. ¡Saludos! ¡Felices fiestas!

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 07:35
  4. 4. Mihail Rojas-Prieto dice:

    Hola Ryan, Yoli y Esperanza.

    Muchas gracias por sus comentarios. La verdad es mi primera vez en este taller y supe el mismo día que se vencía el plazo, por eso creo que el texto está un poco improvisado, pero en verdad me gustó mucha la experiencia y aprendemos todos de todos, es bueno leerse uno con otros ojos y esa es la mirada que los demás nos prestan, muchas gracias.

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 01:48
  5. 5. Abigail dice:

    Hola.
    Te devuelvo la visita, y también el cumplido, lo has hecho muy bien y en corto tiempo.
    Me gusta como describes a los personajes y el entorno.
    Muy lindo relato.
    Gracias por tu comentario, es una gran motivación. Besos y abrazos…

    Escrito el 30 diciembre 2016 a las 23:48

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