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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Las mujeres de Alepo - por Marcelo Kisilevski

Web: http://www.contarelcuento.wordpress.com

Cuando los hombres de Assad se alejaron, dejando la destrucción atrás, los corresponsales recorrimos en silencio las calles de Alepo. Entramos en un edificio convertido en escombros, luego en otro. En pocos minutos, nuestras pupilas se saturaron con las decenas de cadáveres semi tapados por vigas y bloques de cemento. De un montículo, camuflada con la tierra oscura, asomaba media cabecita enrulada de una niña de tres años y, a pocos centímetros, los dedos de su manito pequeña, que no pudo detener la avalancha. Me quedé mirándola y me mareé. ¿Cómo se llamaba? ¿Tuvo mucho miedo? ¿Dónde estará su mamá?

En algún momento, el olor de las mujeres, niños, hombres y ancianos muertos me hizo reaccionar. Seguí adelante, esquivando piedras por el bulevar en ruinas, mientras tomaba fotografías como enajenado, llorando. De un portón asomó una tela verde, que no encajaba en el paisaje sin color. Entré, y reconocí una escuela para mujeres musulmanas. El hedor se hizo más fuerte, pero continué. Salí a un patio al que los bombardeos alawitas no habían llegado. Allí habían montado un campamento precario, con varias tiendas de campaña que no hubieran logrado detener las bombas, de haber caído allí. En la carpa mayor, unas veinte mujeres yacían muertas, una al lado de la otra. Los charcos de sangre, casi desecados, aún despedían tozudos destellos.

Una de las mujeres abrazaba a su hija adolescente. Habían muerto llorando y la mueca todavía les desdibujaba el rostro. De un bolsillo de la madre, mujer sin nombre, emergía una carta.

“Hemos pedido a Hamid que corte el hilo de nuestras vidas, como han urgido las demás mujeres también a sus maridos. Desde esta escuela, donde hemos montado nuestro último campamento, escuchamos solo bombas y gritos. Las mujeres gritan porque las están golpeando, o porque violan a sus hijas. Yo no podré salvar a Ahlam, mi niña preciosa. Tampoco a mí misma, pero yo no cuento: no puedo soportar la idea de que toquen a mi hija junto conmigo. Los hombres gritan al caer, y porque no pueden salvarnos, ni pelear ya más, ni huir. Y porque esos animales de Assad violan a las mujeres como un santo mandamiento del diablo. ¿Cómo puede un hombre sunita soportar ver a sus mujeres y a sus hijas profanadas por chiítas?

“Entonces Hamid ha aceptado quitarnos la vida y morir a su vez. Hamid, buen marido y buen guerrero. Ahora está en el patio rezando junto con los otros. Se preparan para enviarnos junto a Allah, para que nuestros cuerpos no sean mancillados y podamos llegar al Paraíso a encontrarnos con el Dadivoso.

“¿Verdad que se trata de una muerte de mártires santos, oh, Loable? Porque hace falta valentía para luchar sin esperanza, y morir por propia mano. Como Khaled, pobre hijo mío, que se colocó una bomba en el cuerpo y murió matando a diez monstruos chiítas. Khaled, corazón de poeta, no pudo soportar la injusticia. Estas cosas no deberían suceder, una madre no debería llorar a sus hijos muertos, sino ellos a sus padres. Pronto me encontraré con él, y podré consolarlo.

“Muchos de los nuestros ya han muerto. A muchos los mataron las bombas o las balas, a otros el sable. Nosotros sobrevivimos hasta hoy pero, aún si los cerdos chiítas no llegan aquí, moriremos de sed, enfermedad y hambre en unos días más. Hamid está rezando. Se inclina una vez más y toca con su frente el suelo, adorando al Misericordioso. Sabe que va a morir pronto, y por eso decide acabar con su vida una vez que escuche nuestro último suspiro. Si no lo hace, morirá una muerte horrible en una sala de tortura de Assad o de sus esbirros de Hezbollah.

“Cuando alguien nos encuentre y lea esta carta estaremos muertas. Oh, amigo fiel que lees estas líneas: haz todo por contarle al mundo lo sucedido. Habla de nuestros colores, de nuestra piel lozana, de nuestras ganas de vivir. Moriremos abrazadas, para que lo veas y digas: he aquí a mujeres que amaron la vida, que creyeron en la justicia del Magnánimo y en la vida sobre la tierra. Cuando llegue el final de los tiempos nos encontraremos y te diremos: gracias.

“Las balas de los asesinos se escuchan más cerca, y las Puertas del Cielo se abren de par en par. Hamid, tu amante padre, llega con su cuchillo. Ven, Ahlam, mi niña hermosa, acostémonos ahora. Encontrémonos en los recuerdos de tu infancia feliz y del Amor Eterno que ha de venir.”

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36 comentarios

  1. 1. A.R.Payán dice:

    Hola Marcelo.
    Has escogido para esta ocasión un tema de actualidad, que por cierto y si me permites, ya debería haber terminado este conflicto.
    El relato se lee bien, aunque las comillas me confunden, yo creo que solo hubiese bastado con poner una al inicio de la carta y otra al final.
    Veo una ortografía bastante cuidada y eso facilita la lectura y comprensión.
    En cuanto a la gramatica a mi modo de ver:
    En esta frase “De un portón asomó una tela verde, que no encajaba en el paisaje sin color” sobra la coma.
    Esta frase “Allí habían montado un …yo la pondría así Allí habían montado un campamento precario con varias tiendas de campaña que, no hubieran logrado detener las bombas, de haber caído allí”
    Aqui “Porque hace falta valentía…” sería “Por qué…”.

    Buen relato, con buen ritmo y fácil lectura.
    Nos leemos

    Escrito el 16 diciembre 2016 a las 22:34
  2. 2. Escritores Anónimos dice:

    ¡Hola Marcelo!
    Sin duda otro increíble relato que ha hecho que se me salten, un poquito, las lágrimas. Nos presentas un tema de actualidad que es rompedor, injusto, y hasta doloroso, con descripciones reales y delicadas; me veía flotando entre las ruinas, descalza.

    Me ha encantado la idea de darle la voz a esa mujer que cuenta sus desventuras en una carta que viva eternamente para recordar hasta que punto llega la violencia humana.

    En caso no encuentro “lioso” el hecho de las comillas, entendí que era una carta y, la verdad, me concentré más en la historia.
    En cuanto a cosillas , como siempre, he encontrado pocas (jejejeje):
    *En la oración: “Los hombres gritan al caer, y porque no pueden salvarnos, ni pelear ya más, ni huir” Me parece una frase muy compleja que podría simplificarse quitando tal vez la conjunción “y”.
    *” morirá un muerte horrible” me parece un tanto repetitivo, tal vez yo hubiese optado por decir “sufritía una muerte horrible”.

    No creo que haya que decir más porque tu relato transmite muchísimo, sin necesidad de que yo diga mil veces más que me ha encantado.

    Un abrazo enorme, compañero, que con este relato te has salido del mapa. ¡Ah, feliz Navidad por cierto!

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 09:36
  3. 3. Marcelo Kisi dice:

    HOla a tod@s y desde ya gracias por vuestra lectura, y un saludo de feliz Navidad!

    A.R.PAYÁN, gracias por tu lectura atenta y tus claras correcciones.

    ESCRITORES ANÓNIMOS querida, gracias por tu lectura entusiasta, y por compartir la emoción y el dolor que me llevó a escribir esta historia. Tus correcciones son certeras, como siempre! 🙂

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 10:30
  4. 4. Paola dice:

    Hola, Marcelo, veo que tus dedos han obrado milagros, ojalá los míos se movieran así.

    Profundo y loco a la vez. Cómo es en realidad todo aquello…
    Tienes una forma de escribir clara y sencilla y con ella tocas de maravilla unos temas complejos y díficiles de entender para nosotros occidentales…

    Enhorabuena, saludos y feliz Navidad.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 14:22
  5. 5. Luis Ponce dice:

    Hola Marcelo:
    Muchas gracias por tus generosos comentarios, siempre he sido lector de poesía, pero nunca me había atrevido a escribirla. Este podría ser el principio de otra ruta.
    Tu relato como siempre bien escrito con el valor adicional de la actualidad, de la dolorosa actualidad.
    Infelices aquellos países que por poseer recursos naturales se vuelven blanco de las potencias. Infelices aquellos habitantes que cegados por la fe ciega han vivido siempre al margen de la realidad.
    La carta de la madre de Ahlam refleja una cruel realidad que a nadie más importa, solamente es un efecto colateral de una operación bélico-económica que beneficiará a los mismos de siempre.
    Te felicito por tratar de una manera clara un tema tan complicado.
    Nos leemos.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 14:59
  6. 6. Juana Medina dice:

    Mi querido amigo:
    Muy emocionada con tu relato, como ya me ha pasado otras veces.
    He pensado en vos, en ese vivir tan cerca del horror y del dolor humanos; y he pensado también en esas mujeres tan reales que son víctimas capaces de asumirse como testigos de la historia aunque sea a través de una última carta.
    Te deseo lo mejor y te abrazo una vez más.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 15:17
  7. 7. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Que tal Marcelo, En esta visita, encuentro un tema doloroso y muy difundido en nuestros medios. La violencia ha hecho presa nuestras vidas, se podría decir que en el mundo entero.

    Admiro de tu escrito lo descriptivo y lo conciso. Comienzas el relato con la narración de un corresponsal y lo haces como el mejor; pero Luego, a través de un sobre y una carta, te conviertes en el guionista perfecto de un escenario que lo requiere para entender la profundidad de la tragedia. Mi reconocimiento total para tu trabajo.

    Que la paz y la armonía llenen tu hogar en esta Navidad… Felices fiestas.

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 15:36
  8. 8. Jorge Luis Acosta Torres dice:

    Hola Marcelo, soy Jorge. Gracias por pasarte por mi relato el N°33. Te escribo para hablarte de dos cosas. Los dos niños que mueren en mi relato son los hermanos de la protagonista, no la protagonista (si ya sé que no indique el sexo de la niña que cuenta la historia pero no tenia espacio) y segundo que me gusto tu relato.

    El único error que yo vi en tu relato fue que el del sable, en la cultura árabe se usa comunmente la cimitarra o machete común y corriente (aunque árabe tiene un nombre que a mi resulta impronunciable)

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 17:29
  9. 9. Jorge Luis Acosta Torres dice:

    Hola Marcelo. He estado leyendo los relatos de este taller y parece que ha varios se les ocurrió la idea de hablar de la guerra del medio oriente. No se si te parece una buena idea pero tu relato, el n 36 y el mío bien podrían formar parte de una novela o antologia de relatos belica, ¿que te parece la idea?

    Escrito el 17 diciembre 2016 a las 21:25
  10. 10. Yoli dice:

    Hola, Marcelo.
    Tu relato ha sido conmovedor, has descrito muy bien todo el dolor que tiene esa madre y que lo lleva a una decisión extrema. Me ha gustado, te seguiré leyendo.
    Si quieres leer el mio, soy el 137.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 14:22
  11. 11. novel_madriles dice:

    Hola Marcelo, te felicito por tratar un tema tan actual con bastante sensibilidad, pese a ,lo duro del final. Tu relato se lee bien en todo momento, sin bajadas de tensión. Por criticar un poco, y no en el plano formal, se me antoja un poco extraño cuando te están matando, hacer tantas diferencias entre sunitas y chiitas, máxime teniendo en cuenta que en esa zona abundan los mercenarios, es decir, no todo es tan blanco.negro. Pero sólo es por criticar… Felicidades y sigue en la brecha.

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 19:55
  12. 12. Coral Mané dice:

    Hola Marcelo:
    Tras mi vuelta al taller, no he podido dejar de pasar por tu relato. Me alegro de constatar que escribes aun mejor, si cabe, que hace unos meses.
    Me has dejado con la boca abierta, las lagrimillas en los ojos y una sensación de amargura. Sobre todo, cuando recapitulas sobre el relato y te das cuenta de que, todo lo que has contado, es verdad. Duele el alma de saber que hay personas que tienen que sufrir eso. No se como podemos permitirlo, en pleno siglo XXI… Será que no somos tan evolucionados y modernos como nos creemos…
    Poco mas puedo añadir. Excelente como de costumbre. Ojalá alguien acabe ya con esta tragedia. Gracias por compartirla con nosotros y hacernos un poco mas consciente de ella.
    Que pases una buena Navidad, ¡un abrazo!

    Ah, por si te apetece pasarte, mi relato es el 89. ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 diciembre 2016 a las 20:15
  13. 13. Leonardo Ossa (Medellín Antioquia) dice:

    Hola Marcelo, me dejas sin palabras. Es un reportaje muy real que nos toca en el alma de manera muy sensible.
    Feliz fin de año y muchos éxitos para el 2017. Un abrazo.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 03:06
  14. 14. Demetrio Vert dice:

    Saludos Marcelo. Gracias por leerme y comentar.

    Del tuyo, esta vez no voy a decir nada. No tengo palabras. Y no lo digo solo por el contenido al cual me transportas con una inimaginable sencillez, sino tambié por la forma. ¡Impecable!

    Me quito el sombrero.

    Abrazos.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 13:12
  15. 15. María Kersimon dice:

    Hola Marcelo, esta vez has tocado la fibra sensible y la has hecho tañer con acordes graves y profundos. Desde luego un tema de actualidad que mueve las consciencias, visto y descrito desde el punto de vista de las víctimas —¿de quien sino?—, y que se propone describir el tránsito emocional de las/los que van a morir. Me recordó en algo la historia de las/los indígenas latinoamericanos que se autoinmolaban antes de ser capturados por los españoles (esto se ve en una película de Iziar Bollaín).
    Una historia que toca la fibra y me imprime una vuelta a la realidad, yo que estoy de viaje y desde hace tres semanas apenas leo las noticias.
    Las emociones básicas del ser humano, no importa la latitud, siempre enganchan.
    Un texto escrito con esmero, cuya redacción cuidada hasta la última tilde, nos invita a adentrarnos en la visión del mundo de una población culturalmente alejada de la nuestra, de la cual una de las características es la integridad.
    Un saludo y hasta pronto.

    Escrito el 19 diciembre 2016 a las 20:41
  16. Un relato soberbio. Aunque me quedo con la parte del corresponsal, esta muy conseguida.

    Felicidades. Un abrazo.

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 11:27
  17. 17. Jorge Luis Acosta Torres dice:

    Hola de nuevo Marcelo, me ha gustado tu relato.

    Te tengo una propuesta. Estoy haciendo una novela al estilo de circulo de Jerico, una novela coral en la que varios personajes se reunen a contar su historia. La novela se titula provisionalmente “crónicas de las guerra interminable” se situa en la guerra de Irak, y tú historia encaja muy bien con la historia de los personajes.
    Si te interesa participar en el proyecto escribeme un comentario en el relato 33. Obviamente tu relato tendría que extenderse unas cuantas páginas (posiblemente entre una 15 o 20)

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 13:35
  18. 18. Roger/NHICAP dice:

    Hola Marcelo.
    Excelente trabajo, sobre esa guerra cruel que responde a varias razones, radicalismos religiosos, terrorismo e intereses políticos, que convergen en el eterno enfrentamiento entre sunitas y chiítas.
    Tu relato es propio de un corresponsal de guerra que en sus artículos trata de combinar la descripción de los horrores del desaste bélico, con una historia personal que ha vivido sobre el conflicto, en este caso la carta de la miujer fallecida.
    No entro en otros detalles del texto para no desviarme de lo principal: un texto bien escrito que trasmite al lector lo que has querido reflejar con exquisita sensibilidad.
    Kamel Daoud, escritor y pensador, un argelino de nuestro tiempo, cree que se precisa libertad para repensar el Islam; reformarlo y liberarlo.
    El problema consiste en que algunos líderes religiosos utilizan el Islam para restringir esa necesaria libertad, incontenible para el ser humano.
    Confiemos que algún día se imponga la cordura y hablemos de verdad de unas Naciones Unidas.
    Enhorabuena por el trabajo y felices fiestas.
    Un abrazo

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 17:30
  19. 19. Marcelo Kisi dice:

    Quiero agradecerles todos los cálidos comentarios, estoy ya visitándolos a todos, y encuentro un gran nivel. Realmente un privilegio tenerlos como compañeros en esta aventura de aprendizaje.

    A Jorge, un honor tu invitación, no sé si lo voy a poder cumplir porque además de ser muy caótico en lo que a creación artística se refiere, estoy con muy poco tiempo y una novela propia que me reclama, tampoco con demasiado éxito 😉 . Pero desde ya podés utilizar mi relato si te sirve. Gracias de verdad!

    A todos, las mejores fiestas en este diciembre, y un 2017 con mucha más paz!!

    Escrito el 20 diciembre 2016 a las 22:23
  20. 20. Jorge Luis Acosta Torres dice:

    Gracias por tu autorización Marcelo. Estaba pensando hacer varias ampliaciones a tu relato si aceptabas, te mencionó algunas como que el reportero o corresponsal hace varias entrevistas sobre la vida de las mujeres musulmanas para una agencia de noticias y llega a conocer de cerca a la mujer que escribe la carta.

    Esta historia la narraría Miguel (le puse ese nombre al corresponsal. tú puedes sugerir otro si no estas de acuerdo) en una sesión de terapia para personas con estrés post-traumatico.

    Tú historia creo que sería la cuarta de las siete que integran la novela coral. Las otras historias por si te interesa conocerlas, serían 33 (que ya conoces),36 ,88, 109, 177 más una que estoy haciendo que no aparece en el taller que se llama “la carta a Alá”.

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 08:01
  21. 21. Marcelo Kisi dice:

    Hola Jorge Luis,
    No tengo problema con las ampliaciones, lo que sí me gustaría es poder revisarlo antes, corregirlo. Es que no tengo cabeza ahora para dedicarme, ni siquiera logro devolver las visitas al ritmo que quisiera, pero si me mandás lo que hagas, lo puedo corregir, pulir, etc.
    Gracias por tomarme en cuenta!
    Marcelo

    Escrito el 21 diciembre 2016 a las 09:10
  22. 22. Jorge Luis Acosta Torres dice:

    Hola Marcelo, te escribo para solicitarte que me des una dirección de correo para mandarte lo que tengo esbozado del proyecto de la novela.

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 16:14
  23. 24. Netogonzo dice:

    Hola Marcelo,

    Menudo texto que nos compartes en esta entrada, narrando magistralmente una de esas cosas que duelen en lo mas profundo. No he podido evitar sentir una sensación de tristeza mientras lo leía. La escena ha sido descrita de forma genial. Te brindo una sincera felicitación y nos estamos leyendo.

    Escrito el 22 diciembre 2016 a las 18:58
  24. 25. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Marcelo:
    Nos has tocado con un tema de plena actualidad. En las noticias de hoy, se nos informa que la ciudad de Alepo ha sido dominada por las fuerzas sirias de Assad. Se dice que Alepo se encuentra totalmente arrasada, destruida.
    Tu relato cuenta con varias virtudes: Se muestra la destrucción y la muerte, la mujer con abnegación y valor para afrontarla, la familia y el conflicto, la guerra vista desde las facciones tribales y la decisión de recurrir como última alternativa el suicidio ritual…
    Un excelente relato que despierta las conciencias haciéndose rechazo. Felicitaciones Marcelo es un gran aporte.

    Escrito el 23 diciembre 2016 a las 16:48
  25. Saludos Marcelo

    Un relato que muestra con exactitud la forma en que se vive en esa región de medio oriente, donde esas guerras y ataque parecen interminables. Muy bien retratado eso en tu relato. La carta me parece magnifica. Mucho sentimiento envuelto, mucho realismo.
    Nada mas que decir. Me encantó.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 24 diciembre 2016 a las 05:22
  26. 27. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Marcelo!
    Mucho sentimiento y dramatismo en el contenido, tan real. Muy bien plasmado. En la forma, debes revisar el uso de las comillas y el posible abuso de comas, pues algunas podrían haberse cambiado por puntos y comas. En general, te felicito por el texto y por las Fiestas en las que ya estamos metidos. Mis mejores deseos para el Nuevo Año. ¡Hasta la próxima! ¡Buenas tardes!

    Escrito el 25 diciembre 2016 a las 20:02
  27. 28. Peter Walley dice:

    Hola Marcelo,

    Muy buen relato, siempre consigues que nos emocionemos con lo que cuentas y esta vez no es una excepción.

    Me parece un buen recurso el uso de la carta, que permite además que veamos la guerra desde la subjetividad de la remitente. Además, has conseguido darle su voz propia y distinguirla del estilo aplicado en la primera mitad. Bien hecho.

    Un abrazo y felices fiestas,
    Peter

    Escrito el 25 diciembre 2016 a las 22:17
  28. 29. Isolina R dice:

    Hola, Marcelo:

    Te aplaudo de pie. Y sentada. Y en cuclillas. Y haciendo el pino.

    ¡Bravo!

    Saludos.

    Escrito el 30 diciembre 2016 a las 22:29
  29. 30. Marcelo Kisi dice:

    Mil gracias a todos, amigos queridos! Sus comentarios me llenan el alma, commo siempre.
    El repentino tsunami de trabajo no me dejó terminar de visitarlos a todos, pero me doy hasta el 15, lo voy a hacer!
    Y que tengan todos un 2017 espectacular!!

    Escrito el 31 diciembre 2016 a las 19:17
  30. 31. K. Marce dice:

    Marcelo:

    No quiero comentar nada, sino solo lo que tu relato me hace sentir: Un pecho compungido. Y siempre es nuestra oración en la mesa de año nuevo, orar por la paz.
    Siempre lo he dicho, hay poder en la palabra. Como escritores, anónimos o no, publicados o no, es nuestro deber moral, decir y transmitir aquello que nos incomoda, nos molesta, nos duele.
    Siempre tienes el arte, de volver vívido, aquello que escribes. Te felicito, otra vez. ¡Gracias por escribirlo!

    Para el 2017, deseo que la paz esté de tu lado, sin importar la turbulencia, que la tinta nunca se seque, que las musas te abracen siempre y que nunca dejes de ser generoso al compartir tus escritos con nosotros.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 1 enero 2017 a las 19:15
  31. 32. Cecilia dice:

    Estimado Marcelo

    Ante todo, Felicidades y Éxito para este 2017

    He leído tu trabajo y me parece muy interesante y actual junto a una escritura sin complicaciones. Solo una duda, usas varias veces verbos en gerundio, unos están bien usados porque

    1- aclaran a otro verbo, como el caso de: “habían muerto llorando”
    2- acompañan a otro verbo como auxilia como: “las están golpeando”

    Pero en, “dejando la destrucción atrás” y “esquivando piedras”, se podría cambiar la construcción gramatical.

    Disculpas, pero esto del uso del gerundio, para mí no es nada fácil.

    Reitero, tu trabajo me ha parecido excelente

    Escrito el 1 enero 2017 a las 23:42
  32. 33. Ratopin Johnson dice:

    Hola Marcelo,
    Muy buen relato.Como K.Marce, he sentido angustia, dolor y pena leyéndolo. Yo no sé si podría escribir algo así en estos tiempos; creo que me acabaría sobrepasando.
    No soy muy optimista con el ser humano, porque estas cosas llevan ocurriendo desde siempre. Creo que en la educación, la información veraz, si todavía existe, y en un sentido de la verdad y de la justicia casi “espiritual” antepuesto a cualquier interés, podría estar la solución de este desastre de humanidad. Así que los libros deben seguir representando el papel principal en todo ese proceso.

    Saludos y un feliz año 2017.

    Escrito el 2 enero 2017 a las 01:15
  33. 34. Denis Enamorado dice:

    Hola Marcelo: En realidad pienso que tu relato hace un enfoque muy occidentalista y sesgado de un conflicto que es muy complejo, de ahí que el corresponsal pareciera un presentador de CNN leyendo un guion desde un estudio de TV y que el objetivo no sea otro que sembrar sentimientos basados en prejuicios en el lector, es un tema actual y muy triste por lo que pareciera que lo que se busca es el impacto lógico que eso conlleva, esa es mi sincera apreciación.
    Saludos.

    Escrito el 3 enero 2017 a las 00:31
  34. 35. Anael dice:

    ¡Hola Marcelo!

    Muchas gracias por pasarte por tu relato y tus amables comentarios, me paso por aquí a devolvere la visita y me encuentro con una historia llena de emoción y tristeza. Menuda pluma. Enhorabuena. La carta de la mujer me hizo un nudo en la garganta.

    Muchas veces lamento que no se puedan introducir cosas como las sangrías o la cursiva en el taller, creo que su uso habría facilitado la lectura de la carta para todos.

    Pero bueno, vamos a lo que sí podemos corregir. A continuación te hago una sugerencia y te señalo unos detalles que me han gustado.

    1. “Las balas de los asesinos se escuchan más cerca, y las Puertas del Cielo se abren de par en par. Hamid, tu amante padre, llega con su cuchillo. Ven, Ahlam, mi niña hermosa, acostémonos ahora. Encontrémonos en los recuerdos de tu infancia feliz y del Amor Eterno que ha de venir.”

    La última frase, me ha chocado que dijera tu amante padre antes de dirigirse a Ahlam, poruqe hasta el momento ha estado dirigiéndose al lector de la carta y parece que de pronto le dice que Hamid es su padre. Yo la reordenaría así.

    “Las balas de los asesinos se escuchan más cerca, y las Puertas del Cielo se abren de par en par. Ven, Ahlam, mi niña hermosa, acostémonos ahora. Hamid, tu amante padre, llega con su cuchillo. Ven. Encontrémonos en los recuerdos de tu infancia feliz y del Amor Eterno que ha de venir.”

    2. La atmósfera que has creado me ha encantado. Sientes que están en el lugar, ves la tela verde en medio de un marde grises cenizas, caminas entre los cuerpos sin vida… Es escalofriante.

    3. El recurso de la carta para poder introducir al lector en la historia de lo que allí había ocurrido y contar lo externo a través del reportero me ha parecido brillante.

    4. Tu capacidad para sacar emoción al lector en tan poco espacio es abrumadora.

    Un relato emocional que mejora gracias a tu buen uso de los recursos del lenguaje y la litertura. ME QUITO EL SOMBRERO. Espero verte en el próximo taller (si llego yo, porque todavíano tengo nada escrito y ya me está pillando e toro…).

    ¡Un abrazo, nos leemos!

    Escrito el 11 enero 2017 a las 14:53
  35. 36. Pato Menudencio dice:

    Te quedó espectacular el relato.

    Volví al taller después de un tiempo y la primera historia que leo es la tuya.
    Por suerte di con ella. Un tema crudo que ocurre en nuestros tiempos, y que me hace reflexionar que en el momento que escribo estas lineas, un niño debe estar muriendo en esas tierras.

    Saludos cordiales.

    Escrito el 17 enero 2017 a las 14:13

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