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La prueba - por Ocitore

Web: http://plumalanza.blogspot.com

Se giró al escuchar el grito de alegría de su mujer y su hija. Subió la pequeña rampa que lo separaba de la meta, se detuvo en mitad de la línea y levantó con dificultad los brazos, permaneció unos cuantos segundos así y cruzó finalmente el límite final de la agotadora competición.

Le parecía increíble que sólo unos minutos antes estuviera a punto de desertar y no porque ya no tuviera la esperanza de llegar al final, sino porque las fuerzas lo habían abandonado por completo. Su voluntad era de hierro, se había sobrepuesto a todos los sufrimientos y los había vencido con valor, pero estaba sentado en la acera llorando su derrota, se encontraba sólo a medio kilómetro del final, pero no se podía mantener en pie, le temblaban las piernas y los brazos y mientras más permanecía sentado, más tieso se le ponía el tronco. El viento frío era el enemigo que lo iba a aplastar y lo dejaría fuera de juego y de la vida. Hasta entonces sus relaciones familiares se habían estropeado por su carácter. Él tenía sus razones, era un atleta olvidado que se ganaba la vida haciendo trabajos de salvamento o soldando fierros en teleféricos o máquinas pesadas. De él dependía la seguridad económica de la familia. Se sentía mediocre, traicionado por el destino y la economía capitalista, pero un día su hijo le demostró que había un camino alternativo. Una forma de reconciliación que podía convertirlo no sólo en ídolo, sino en el padre más maravilloso del mundo.

Aceptó el llamado, se enfrentó a las penalidades con la ayuda de todos sus conocidos que se asombraron por la decisión. Le ayudaron con el equipo, le dieron un asiento especial para su hijo de un material moderno, resistente y ligero, le ayudaron a diseñar una bicicleta doble y le financiaron una silla de ruedas especial para carreras. Los meses empleados en su entrenamiento y, sobre todo, la promesa a su hijo se estaba filtrando por una alcantarilla. De nada había servido nadar tres kilómetros con un bote hinchable atado a la cintura, los ciento ochenta del recorrido en bicicleta y los incompletos cuarenta y dos de carrera. Miró al cielo e imploró, pero una voz lo distrajo.

“Vamos, Papá, no podemos dejarlo aquí, levántate. ¡Estamos a unos metros de la meta!—le dijo Paul con voz firme—.”No tengo fuerzas, hijo, no me puedo mover y me tiemblan las manos y las piernas. Tengo un shock”.

No dijo más y se echó a llorar con un berrido doloroso, entonces sucedió un milagro. Paul, que nunca había logrado coordinar los movimientos de sus manos, impulsó las ruedas de la silla, primero muy despacio, y después con más determinación. Jean no lo vio y siguió con su lamentación. Luego levantó la vista y notó que su hijo se alejaba. Su cuerpo se desentumió y se levantó muy despacio como si fuera una momia. Comenzó a andar y seguir la silla que se movía muy despacio, pero a él le parecía que se desplazaba rápido.

Anduvo unos treinta metros detrás y al final logró asirse a los manubrios. Empujó muy despacio y resonó una voz de alegría. “Lo vamos a lograr, papá, lo vamos a lograr”.
Con pasos lentos y con la consigna “Lo vamos a lograr” que no dejaba de sonar en boca de Paul, Jean siguió venciendo el dolor. Sus fuerzas volvieron para que lograra cubrir la última distancia. Jean sentía que era un martirio, sin embargo, veía las manos de su hijo impulsar las ruedas cuando él desfallecía. Terminó.

Vio a la multitud aplaudiéndole. No le quedaban lágrimas porque las había gastado antes sentado al lado de una farola. Sabía que su mujer estaba orgullosa de él. Paul no cabía en sí de alegría porque había logrado sus sueños. Ahora su padre era un ironman, pero lo más importante es que había construido con su esfuerzo de dieciséis horas de trabajo una familia que sería inseparable. La gente los rodeó, les entregaron sus medallas y su diploma de participación.

Unas personas se tomaron fotos con ellos, les desearon lo mejor y se asombraron del esfuerzo sobrehumano que habían realizado para terminar esa larga distancia. Se quedaron a un lado. Marie abrazó a su marido y él le entregó con un suspiro y una mirada tierna el amor sincero que le había negado los últimos años. Ella le peinó los cabellos y lo besó como en la época en la que eran novios.

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18 comentarios

  1. 1. Eteivi Karina dice:

    ME ENCANTO…!!!!!
    Perdon por ser tan efusiva, es que la mayoria de los cuentos que cmienzan con gritos (incluido el mio) vienen con historias tristes, de terror, panico etc etc pues es lo mas obvio y evidente que a uno le salta a la mente… sin embargo aca no ha sido así, sino más bien todo lo contrario…! Soy completamente inexperta en esto de opinar sobre cuentos y demas pero desde mi ignorancia debo decirle que estoy realmente encantada y fascinada con su historia… No evoca pasados innecesarios, no se enrreda en descripciones medio absurdas solo por alargar la historia, tiene imaginacion, fuerza de voluntad, morales, enseñanza… en fin, que estoy encantada y agradecida por enseñarme lo que es escribir y hacerlo bien! Esta web es fabulosa, ya lo sabia desde hace tiempo pero no habia podido dedicarme a ella como ahora… De nuevo gracias y felicidades, no tengo criticas constructivas que hacerle, solo decir que me encantó! Saludos y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 03:50
  2. 2. Ocitore dice:

    !Karina! Muchas gracias por pasarte por aquí. Me parece que a este cuento todavía hay que cambiarle algunas cosillas, lo mandé casi como borrador. Me inspiró aquella historia de un padre americano que decidió correr el ironman con su hijo. También, hay una película francesa que se llama: “Con todas sus fuerzas”, te la recomiendo, es muy buena. Por otro lado, si te ha gustado este cuento, ve al 222 de Lapdog, es un amigo que también tiene cosas interesantes. Un abrazo y gracias de nuevo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 05:25
  3. 3. Eteivi Karina dice:

    Buscaré la peli, a mi me gustan muchisimo las películas francesas, siempre he pensado que los franceses tienen muy buenas historias que contar… y leeré el 222…
    Cariñossss…

    Escrito el 18 enero 2017 a las 14:55
  4. 4. Ocitore dice:

    Hola, Etevi, resulta que una de las características de los franceses es su realismo, para ellos el realismo mágico es un estilo muy dificil, aunque de vez en cuando se encuentran autores, no franceses, como Patrick Suskind, que sí hacen realismo mágico francés y van más allá con novelas como El perfume. Acabo de ver una película española, se llama El hombre de las mil caras, para despejarme la mente un poco, pues estoy con La piedra lunar, un clásico. Gracias por responder.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 15:22
  5. 5. Don Kendall dice:

    Hola Ocitore
    Debo comentar el texto que propones en esta ocasión. Me gustó su lectura y la meticulosidad de su armazón expresivo.
    Como quiera que este espacio es un taller, con tu permiso me gustaría ir un poco más allá, porque me quedo con la sensación de que debajo del trabajo “cuasi” perfecto de un maestro artesano, late la pulsión de un artista que no sale a flote por el uso de excesivos corsés académicos tal vez. Ya digo que es una impresión nada más, sin soporte objetivo supongo. Al igual que admiro, pero no me maravilla el academicismo formal de la “Primera Comunión” de Picasso, admiro el academicismo formal de este texto tuyo que acabo de leer. He de decir que me “entusiasma” y me “maravilla” y me “asombra” la obra de Picasso a partir de la escarlatina y su estancia en Barcelona je je..
    Toda esta disquisición sin sentido aparente, es para decir de una forma indirecta que me gustaría entusiasmarme con tus textos, porque estoy convencido que debajo del academicismo (que se agradece en este taller) hay genio.
    En línea quizá con lo anterior y pasándome en mis atribuciones, he probado a leer el texto sin la carga de “moralina” de los dos últimos párrafos y la verdad es que me sentí más ligero.;-))
    Todo dicho dentro de la admiración que reitero y con el respeto a tu trabajo que sobre todo es eso, tuyo.
    Un abrazo y gracias por compartir, maestro

    Escrito el 18 enero 2017 a las 17:24
  6. 6. Ocitore dice:

    Don Kendall, muchas gracias por tu sinceridad. En realidad has dado en el blanco porque considero que precisamente ahí está mi conflicto.Se supone que los grandes escritores, lo hacían de forma muy simple pero su simpleza era el resultado de limpiar ese academismo como le llamas, en otras palabras se podría decir: adornos inecesarios. Sigo en la lucha, te agradezco que me animes. Un abrazo muy fuerte.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:09
  7. 7. Javier López dice:

    Hola, a mi también me ha gustado, tengo que decir, porque es cierto, pero también que no me ha llegado, por decirlo de manera sencilla. Aclaro. Se lee rápido, sencillo y sin fisuras, lógico y previsible. Muy bien escrito, pero sin alma por así decirlo, sin chicha. Lo cual no tiene que ser algo malo, es solo una opinión, y se agradece una historia de superación entre tanto drama con lo de los gritos. Y creo que Kendall ha dado en el clavo. Seguiré leyéndote. Un abrazo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 18:30
  8. 8. Ocitore dice:

    Muchas gracia, Javier, agradezco mucho tu opinión. Seguimos trabajando en aras de la literatura. Lo único que sí cuesta es despertar el ingenio. A veces es muy duro arrancar, pero ya teniendo una idea clara paelante. Un abrazo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 19:51
  9. 9. Bea dice:

    Hola Ocitore:

    Me ha gustado tu relato, se lee fácil y de un tirón.
    La historia de superación me ha gustado pese a no ser de mi estilo.
    Coincido en mucho de lo que comentan los compañeros , sobretodo en que se agradece una historia de superación entre tanto grito de sensaciones negativas XD.
    Buen trabajo, si te apetece pasarte estoy en el 242.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 enero 2017 a las 22:16
  10. 10. Ocitore dice:

    Hola, Bea, me da mucho gusto que te hayas pasado por aquí y te haya gustado esta narración. Me gusta ser optimista y, por eso, escribo poco sobre terror. De erotismo no he subido nada, pero en cuanto tenga la posibilidad lo haré, aunque antes trataré otros como aventura, acción, policiaco, etc. Te recomiendo que leas a mi amigo Lapdog es el 222. Un fuerte abrazo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 08:54
  11. 11. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Ocitore, en esta ocación me uno a las buenas vibras que has recibido de los comentaristas anteriores con un relato de superación que hemos podido palpar en eventos deportivos y películas.

    como buen mexicano, con interpretaciones picaras de lo plasmado, por un momento pensé que dirigías tus pasos por el lado cómico cuando vi dos palabras plasmadas casi al final de una oración, a mediación del segundo párrafo y antes de llegar a “El viento frió era el enemigo…”. Ahí aparecen dos palabras que empiezan con “t” y que cuando las conjugaste con el verbo poner, me sacaron una sonrisa.

    Por lo demás te felicito y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 23:01
  12. 12. Ocitore dice:

    Hola, Osvaldo, como buen chilango te alabo el gusto, sin albur, por supuesto. Espero que los proximos retos den pauta para escribir un poco de satira. Gracias por tu comentario. Seguimos trabajando en este oficio de juglar, escribiente, cronista, dicharachero, merolico, etc.
    Hasta pronto.

    Escrito el 21 enero 2017 a las 05:55
  13. 13. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Ocitore! Muy bonita historia, muy original. Me ha gustado mucho. Te felicito y ¡hasta la próxima! Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2017 a las 21:22
  14. 14. Ocitore dice:

    Gracias, Oda de la cebolla, siempre es un placer recibir visitas como la tuya. Un abrazo muy fuerte.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 12:40
  15. 15. Hilda G.M. dice:

    Hola, Ocitore. Yo también te felicito por tu historia. Qué bueno que te hayas salido del estereotipo 😉 para recordarnos que también se dan gritos de alegría. Saludos.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 12:23
  16. 16. Ocitore dice:

    Gracias, Hilda. !Que viva la superación personal! Adelante con los retos. Un abrazo y mucha suerte para los siguientes retos.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 18:53
  17. 17. Cryssta dice:

    Hola Ocitore, a estas alturas ya no corrijo relatos, solo leo por placer, así que no te diré nada en cuanto a los mejorables.

    Tu relato me ha gustado, conocía la historia del hombre que te inspiró y me alegro de que le hayas hecho este homenaje pues, sin duda, se lo merece.

    Espero leerte en el próximo taller. Un abrazo.

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 09:38
  18. 18. Ocitore dice:

    Gracias, Cryssta, espero que el placer que he intentado plasmar en esta historia para que el lector te haya llegado. Vi una película muy interesante y pensé que entre tantos gritos de terror que inspiraba Munch, debía haber un grito eufórico de triunfo y esfuerzo, pues a final de cuentas, lo único que salva al hombre es el trabajo. Resulta paradójico que se sueñe con el descanso y la riqueza pero lo que realmente da la vida es la actividad constante. Bueno, nos vemos en el próximo reto. UN abrazo y gracias por tu visita.

    Escrito el 1 febrero 2017 a las 10:49

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