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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Carrera Discográfica - por Otilia

Se giró al escuchar el grito del público sentado en el plató. Alrededor, el regidor y los ayudantes de realización se mueven dando órdenes a las cámaras móviles.
Todos observan la puerta de acceso al escenario, coronada por un luminoso indicador que permite o no entrar. Él también mira, ve al presentador dirigirse hacia ellos portando en la mano el sobre. Dentro, el nombre del ganador de una carrera discográfica.

La emoción de Martín le hace sentirse protagonista de un sueño. Queriendo volver a la realidad, se fija en cosas que en dos semanas de grabaciones ni había visto: la parrilla de iluminación por encima de las cabezas, los numerosos sistemas de conexiones técnicas, las cámaras de vídeo, el operador controlando el enfoque.

Nota el micrófono enganchado en la oreja y piensa en estos viejos conocidos. Los distintos modelos usados en verbenas y discotecas. Cómo tuvo que aprender a manejarlos bien, para sacar de la voz no solo unas buenas cualidades de ritmo, tono e intensidad, sino los mejores matices y hacer llegar toda clase de emociones al corazón del oyente.

Ante él, los invitados. Las gradas colocadas en el estudio a modo de teatro romano, repletas de personas de todas las edades. En las caras, expresiones de ilusión, entusiasmo, nerviosismo; aunque no los oye, ve los gestos. Algunos con ojos y boca muy abiertos, alzando los brazos como verdaderos hinchas fanáticos del primer equipo en una final de copa.

La distingue rápidamente entre todos ellos. Mira a su mujer y no necesita palabras para serenarse y aguantar lo que acontezca en unos segundos. Sigue pareciéndole tan atractiva como su música favorita. El sentimiento al mirarla es igual que cuando la conoció, hace dos décadas, en aquella verbena de verano.
Tendría dieciocho años y era la chica más guapa del pueblo. Llevaba el pelo, negro, muy largo y rizado. Los ojos grandes de color verde, en aquel tiempo no estaban de moda, por ser según decían los lugareños “ojos de gato”, pero a Martín le parecieron la hermosa Laguna Verde de Lanzarote, de donde había vuelto hacía unos meses de cumplir con la Patria. Su mirada era fija, queriendo penetrar en el interior de las personas, y la risa clara y contagiosa. El cuerpo, delgado, bien formado y no muy alta.
« Es imposible encontrar nada más hermoso en el mundo» pensó, antes de decirle que la quería. El paso del tiempo y la vida con los problemas reforzaron su amor, la complicidad había aumentado y hoy, todavía, podían reírse juntos.

A su lado están sus otras dos mujeres, la madre y su pequeña hija por la que luchan todos los días Martín y Ana.
La madre no habla, las lágrimas corren por las mejillas mientras la emoción le trae el recuerdo del joven, casi niño, que ya llevaba la música dentro. Recuerda todos y cada uno de los sacrificios de su hijo, por seguir trabajando para ayudar en casa y a la vez, mantener y enriquecer su vocación.
No puede olvidar la felicidad de aquel día que lo eligieron cantante de una orquesta ya famosa en la provincia. Fueron tiempos de mucha carretera, de pocas horas de sueño pero de gran alegría. También, recuerda la tristeza de ambos, el día que Martín abandonó la orquesta. Habían conseguido un contrato por un año para recorrer España, esto le obligaba a dejar su trabajo fijo y perder el único sueldo seguro que entraba en el hogar. No lo dudó.
Pero una madre sabe cuándo su hijo es feliz y Martín no lo era. Algunos fines de semana acompañaba a espectáculos de baile poniendo la voz. En uno de esos desplazamientos conoció a Ana. Desde el primer día la sintió como una hija, y todo fue a mejor.

Fue ella la que presentó a su marido al concurso televisivo. Tenía plena confianza en él. Inventó una historia para viajar los dos a Madrid y allí no hubo más remedio que contar todo. Hizo el “casting” y lo seleccionaron.
Es el concursante de más edad, pero cada vez que sale al escenario, demuestra que eso no es impedimento cuando se trata de hacer realidad los sueños

Ana, orgullosa, mira a su marido y mantiene la sonrisa en los labios, con ella calma y da ánimos a Martín.
El presentador llega al lado de los finalistas, pide silencio, rompe el sobre, lee y mientras levanta el brazo del ganador, grita:
—Martín López Amezaga.
Y como alguien dijo: «Toda palabra es una palabra de más».

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9 comentarios

  1. 1. Marián dice:

    Hola Otilia: Tu relato me parece conmovedor y muy tierno. Resumes toda una vida y entras en cada personaje. Yo diría que empieza con un ritmo muy ligero que se va haciendo mas lento a medida de que avanza la historia; quizás le va faltando un poco de acción. Pero se lee bien. Me ha gustado leerlo.
    Saludos,

    Escrito el 18 enero 2017 a las 12:52
  2. 2. Pilar dice:

    Hola, Otilia!!
    Encantada de leerte! Lo primero es felicitarte por la frescura de tu idea, a mí solo se me ocurrían desgracias, jjjj. Tu texto me ha resultado ágil, ameno, muy trabajado en cuanto a la forma de transmitir las sensaciones: la descripción del plató, la actividad de los operarios, la expectación del público, los nervios de los candidatos…. Ortográficamente, yo diría que perfecto, no he visto nada que me chirríe: una coma mal puesta, una mala expresión, repeticiones, en fin esas cosillas que lo afean. Por lo tanto, ¡enhorabuena! Y además me encantó el final feliz, no podía ser de otra manera!!!
    Ahora, entro a comentarte lo que me parece mejorable, desde mi punto de vista (que no significa que tú lo hayas hecho mal, sino que yo lo habría hecho diferente):
    • La primera frase, obligatoria: da la sensación de que Martín está de espaldas al público, pero en el cuarto párrafo lo sitúas delante.
    • La primera frase, de nuevo: está en pasado y el resto del relato en presente. Quizá sea una técnica para remarcar el momento que está viviendo Martín y diferenciarlos de los flashback que nos cuentas pero a mí me choca, teniendo en cuenta que todo transcurre en cinco segundos.
    • Se nota que los pensamientos de él corren como una bala, recordando sus inicios en la orquesta, cómo conoció a Ana, etc. Lo que me ha sobrado son los pensamientos de la madre desde su propio punto de vista; tal vez si Martín se hubiera acordado de los sacrificios de ella, llevándole por todos los pueblos, de orquesta a orquesta, no me habría dado la sensación de perder la concentración sobre el estado expectante de Martín.
    Y ya está. Espero que te sirvan de algo mis apreciaciones, de lo contrario, ni caso y para alante!!! Te animo a seguir escribiendo pues con tus buenas ideas puedes hacer miles de relatos tan amenos como este!! Un abrazo y hasta pronto!!!
    Pilar, del 105.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 13:14
  3. 3. CARMELILLA dice:

    Hola Otilia:
    Como dice la compañera has hecho un relato con una trama agradable y un final positivo.
    Lenguaje sencillo y bien utilizado.
    Sobre el cumplimiento del reto, yo no coincido con Pilar, creo que tanto pensamiento, describiendo los sentimientos hacia “sus mujeres” a alargado en exceso los 5 segundos (según mi parecer siempre)
    Otilia, creo que has hecho un buen trabajo.
    Seguimos por aquí participando y aprendiendo.
    Saluditos.

    Escrito el 20 enero 2017 a las 20:19
  4. 4. Roger/NHICAP dice:

    Hola Otilia,
    Me ha gustado el relato tan intimista que has construido. Queda bien el ritmo lento a base de unos pensamientos siempre tiernos que hacen agradable la lectura.
    Al narrar en tercera persona del presente e introducir los recuerdos en pretérito, me generó algo de confusión con la madre. Es una percepción mía, quizá equivocada.
    Aprecio un uso elevado de los gerundios y pienso que el texto mejoraría sin ellos, o con su empleo imprescindible.
    Al principio, “…que permite o no entrar” es “…que permite, o no, entrar”.
    Buen trabajo, Otilia

    Escrito el 23 enero 2017 a las 20:17
  5. 5. Anael dice:

    ¡Hola Otilia!

    Muchas gracias por comentar mi relato, aquí estoy ara agradecerte con una ración de mis humildes lentejas caseras.

    El relato me ha gustado, me ha parecido muy original sacar de un grito el rugido de un público y poder ver una situación que no era de miedo o angustia. Buena elección.

    A continuación los detalles que me hangustado y alguna sugerencias, que son como las lentejas, si las quieres las tomas y si no las dejas 😉 :

    1. La premisa del reto está en pasado. Si bien entiendo por qué has querido utilizar el presente en el plató, choca bastante que la primera frase esté en pasado y después del punto y seguido todo pase a presente. ¿A lo mejor habría puesto un punto y aparte en medio?

    2. “Llevaba el pelo, negro, muy largo y rizado.”
    Esta coma no diría que es incorrecta, pero parece parte de una enumeración, cuando en realidad, por lo que yo entiendo, es una acotación. Para evitar la confusión eliminaría las comas, haciendo que el ritmo fluya mejor. Así:

    2Llevaba el pelo negro muy largo y rizado.”

    3. Me ha ustado la sugerencia que hace Pilar sobre hablar de la madre desde el pensamiento de Martín y no al revés. Creo que es muy acertadada.

    4. la historia me parece tranquila y bien construida, resumiendo bien ese momento de tensión en el que a uno le va a cambiar la vida de golpe como es un concurso de TV.

    5. Para mí el reto no se cumple porque el presentador tarda demasiado en llegar a los concursantes. Quizá si el grito del público hubiera sido el que da al escuchar el nombre del ganaor habrías logrado ese efecto, pero creo que todo este párrafo “El presentador llega al lado de los finalistas, pide silencio, rompe el sobre, lee y mientras levanta el brazo del ganador, grita:” alarga mucho la acción y le hacesç salirse del marco de los 5 segundos.

    Me ha parecido una historia muy original, con un lenguaje, puntuación y ortografía muy cuidados. Muy buen trabajo, lo he disfrutado.

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 25 enero 2017 a las 20:02
  6. 6. Otilia dice:

    Gracias Anael por tus comentarios.
    Nos leemos. Un abrazo.

    Escrito el 26 enero 2017 a las 11:43
  7. 7. Isan dice:

    Hola Otilia:

    Por fin llego a tu relato en el que, para no perder la costumbre o reto personal, hay 750 palabras exactas.

    En cuanto al aspecto formal me ha parecido correctísimo, tanto en ortografía como en sintaxis, como en ti es costumbre, salvando lo que comentan otros compañeros.

    El relato es claro. Describe al detalle los sentimientos que pasan en un instante por la cabeza de Martín antes de conocerse el ganador y lo haces con buen estilo.

    Para mi gusto, tal vez si el narrador fuese en primera persona, ganaría en intensidad y emoción. Pero solo es una opinión.

    Me ha gustado. Hasta el próximo.

    Escrito el 26 enero 2017 a las 23:50
  8. 8. Otilia dice:

    Gracias Isan por sacar tiempo para comentar.
    Nos leemos. Saludos.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 11:15
  9. 9. María Esther dice:

    Hola Otilia has hecho un buen relato con una historia amena e interesante, con nerviosismo y tensión, pero con final feliz.
    En cuanto a la forma, muchos compañeros te han hecho observaciones y recomendaciones muy acertadas que tu sabrás aprovechar.
    Seguiremos creciendo y leyéndonos.
    Un saludo! Maritel, en el 98.

    Escrito el 28 enero 2017 a las 03:09

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