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RECUERDOS - por Amparo Rouanet Moscardó
RECUERDOS
Se giró al escuchar el grito. La calle parecía desierta, y la visibilidad se difuminaba a causa de la niebla. Su primer impulso fue echar a correr, escapar del peligro que intuía, pero un gemido sostenido se lo impidió. Retrocedió casi a tientas. Un cuerpo inmóvil en el suelo le detuvo, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, pero aun así, se agachó junto a él.
Más de cerca, vislumbró el cuerpo de una mujer. Encendió el móvil para verla mejor; deseo no haberlo hecho. Tenía la ropa desgarrada, y el cuerpo lleno de incisiones, como hechas por un bisturí, de las que emanaban hilillos de sangre. Sus ojos desorbitados expresaban todo el horror que debía haber sufrido, respiraba con dificultad. Quiso tomarle el pulso, pero no lo encontró, en cambio, su mano se impregnó de una sustancia viscosa que se le pegó en los dedos; se los limpió en el pantalón. Por un instante el terror se apoderó de él. No sabía qué hacer, si correr y dejar a la muchacha a su suerte o quedarse a socorrerla. Marcó el número de urgencias, y esperó.
Las balas silbaban a su alrededor, apenas se veía a causa del humo de las explosiones. Su amigo John estaba a su lado, los dos sudaban con profusión en aquella maldita tierra de Afganistán. Thomas tenía la boca seca, y las tripas alocadas. Pensaba en su madre y en su novia que había dejado en Filadelfia; la mirada triste de la primera, el beso dulce de la segunda. “¡Qué mierda pinto aquí!”, se dijo apretando con rabia su arma.
─El enemigo dispara detrás de esa loma. ¿Lo ves? ─le dijo su compañero.
─Lo escucho.
─¿Qué hacemos?
─Devolverles los disparos, y esperar a que nos den la orden de avanzar.
─Tengo miedo. ¿Tu, no?
─También, y me están entrando unas ganas terribles de orinar.
─Lo veo complicado. Es mejor que te lo hagas encima o te aguantes; a no ser que prefieras quedarte sin ella.
─¡Cállate la boca!, no estoy para bromas.
─¿Por qué estamos aquí? ─le preguntó John.
─Ya sabes. Por defender a nuestro país.
─Este no es nuestro país.
─Por la sinrazón y el afán de poder.
─Eso me parece más creíble.
El capitán se acercó hasta ellos, y dio la orden de avanzar.
─No te separes de mí John, salgamos al mismo tiempo.
Las bombas caían a su alrededor. Una mina hizo explosión justo delante de ellos, el muchacho que les precedía saltó por los aires, hecho añicos.
─¡No mires! ─le gritó .
─Eso intento, pero he tropezado con… ─vomitó.
─¿Qué hace? ¡No te detengas!
─¡No puedo levantarme! Me han herido en la pierna; como duele la condenada. Sigue tú.
─¡Enfermero, aquí! Hay un herido.
─¡Déjame!
─No seas gilipollas. Tú eres más importante que esta guerra, aunque me formen un consejo, yo no me muevo de aquí.
La niebla se disipo mientras seguía cogido a la mano de la muchacha. Una voz le sacó de su ensoñación. A veces le sucedía, cuando pasaba por una situación de tensión, rememoraba su estancia en Afganistán. Parecía tan real, como si estuviera allí otra vez. La psicóloga le había dicho que era un “flashback”, que con el tiempo disminuirían.
─¡Apártese! Todo está controlado. No se preocupe.
Estaba obnubilado, se miró el reloj. Apenas habían pasado unos pocos segundos desde que los avisó.
Hola Amparo,
Pues tu relato me ha confundido. Ya me imagino que era tu intención :-), pero no me ha gustado la forma en la que has enganchado la realidad con los delirios. Entiendo que está bien hecho, en el sentido de que el protagonista pasa de la una a la otra sin darse cuenta, pero como lector a mí me ha irritado.
He pensado, “pero bueno, está solo y de pronto sale un amigo de la nada, después el capitán, luego otro que andaba por allí y sale despedido en pedazos… y hasta un enfermero… Y ¿por qué no ha llamado al enfermero al ver a la chica? ¿Y qué raro que llame a urgencias en medio de una guerra?…” jeje, como ves me he liado. Igual hay otros lectores que lo pillan a la primera. Yo no. No he podido disfrutar de la lectura, porque solo veía las incoherencias.
Aaparte, lo que no me pareció natural es la conversación de los soldados, que se ponen a hablar de temas profundos cuando las balas están silvando encima de sus cabezas, en una situación en la que, según dices, ni puede ir a hacer pis. Pero no sé si, al ser un delirio, es una mezcla de recuerdos y sensaciones que no necesariamente ocurren en una única escena del campo de batalla.
En fin, que es una buena idea, pero yo no la he podido comprender.
Por cierto, que también he escrito sobre la guerra. Si tienes ganas, estoy en el 19; puedes criticarme a tu gusto 🙂 Un saludo
Hola Amparo:
Tu relato me ha gustado mucho, sobretodo la forma es la que escribes y describes sensaciones, vivencias y en este caso flashbacks.
Sin embargo, en algunas ocasiones e llegado a confundirme un poco.
Si te apetece estoy en el 242.
¡Felicidades, nos leemos!
Hola Mariaje siento haberte irritado con mi relato. La verdad, lo hubieras entendido mejor si supieras que es un fkashback, pero tampoco tienes por qué saberlo. No es lo mismo que un delirio. Si te interesa puedes consultarlo en google.
Amparo, disculpa si te ha molestado mi comentario. La palabra irritar no es la adecuada, me ha dejado desorientada, quería decir. Que sea un flashback o un delirio no cambia la confusión que he sentido como lectora. Simplemente he sido sincera, porque pienso que es así como más se aprende, espero que no me lo tomes a mal :-). Un saludo.
Buenos días Amparo, he leído con agrado tu relato, me ha parecido un muy buen cuento, sin embargo coincido con otros lectores es que se torna un poco confuso, con las primeras líneas creí que era un cuento de terror, sin embargo me gusto el desarrollo que le das y como lo vas tornando en otra historia. Sin embargo y tan solo es mi opinión me gustaría leer otra manera en que pudieras explorar el cambio de situación que me parece un poco abrupto, pero repito es tan solo mi humilde opinión. Muchas gracias por tu relato, saludos y nos volveremos a leer.
Gracias por vuestros comentarios. La verdad es que no suelo escribir así, pero no sabía cómo hacer lo de los cinco segundos, y por eso intercale la historia del flashback, que no iba al cuento con la introducción. Entiendo de que os sintiérais desorientados. Mariaje no me ha molestado tu comentario. Tranquila.
Bea, no me toca comentar tu relato, pero me he pasado por él. Me ha parecido muy original y creativo.
Hola, Amparo.
Me ha gustado tu relato, creo que diferencias bien entre el modo de narrar lo real y lo imaginado. En mi nada experta opinión creo, de todas formas, que podrías corregir, en la primera parte, un uso quizás excesivo de puntuación, lo que conlleva una cierta falta de ritmo. En la segunda, la de la rememoración, tal vez el dialogo tiene excesivo peso. El paso de realidad- flashblack – realidad, me parece correcto.
Un saludo.
José, gracias por tu comentario.Tomo nota
Hola Amparo!
Antes que nada agradecerte tu cálido comentario. En cuanto al tema de los guiones de diálogo, me gusta la forma que le di para crear un efecto vertiginoso. No es un invento nuevo, ya Julio Cortázar escribía así en los años 60, él era capaz de escribir diez páginas o más sin puntos ni comas y en un solo párrafo. Luego fuimos volviendo al conservadurismo de las formas, con estrictos guiones o comillas 😉 .
Como en todos los retos en Literautas, se trata de probar otras cosas. A mí, por mi parte, tu relato me pareció fabuloso! Me sorprendiste con tu escritura, nunca te había leído y descubrirte es una gran noticia. Cuando la escritura es exacta, sin resbalones técnicos, la mente lectora agradece, se echa para atrás y se dedica a disfrutar.
A mí no me pareció para nada incongruente el relato. Tanto lo disfruté, que entré en el flashback como un toro. Para mí fue una escena de guerra hecha y derecha, y ni siquiera me molestó lo del llamado a urgencias, solo me sonó levemente raro. Pero en otros lugares (seguramente no en Afganistán), las situaciones de guerras con civiles involucrados, con sistemas civiles que continúan funcionando en paralelo con los combates, no es algo extraño ni inverosímil.
Tampoco me pareció incongruente la construcción de la escena. Fue como un velo que se va levantando, y el lector va de a poco abriéndose a la visión de un campo de batalla urbano cuando al principio parecía un hombre caminando por un callejón oscuro en Chicago o algo así. Así es como va levantando el telón un buen o una buena escritora, y está todo bien.
El hecho de que fuera un flashback te era necesario para cumplir el reto de los cinco segundos. Sin embargo, en contradicción con los compañeros anteriores, a mí me hubiera gustado más que esa fuera la realidad, que me siguieras contando la guerra, a ver cómo se sale de ahí. Creo que el flashback es un Deus Ex Machina (una solución externa al relato, que de repente facilita las cosas), un recurso del que conviene no abusar; es como el infantil “al final era todo un sueño”, tan remanido.
Pero en este caso no quita mérito al relato en sí. Repito: creo que es estupendo, y a mí me gustó muchísimo! Aplausos entusiastas, Amparo!!
Marcelo me has hecho feliz esta noche con tu comentario. Cuando se empieza a escribir como yo, las inseguridades y los bajones de ánimo están al cabo de la calle, y hoy era un día de esos.Gracias.
Hola Amparo, te devuelvo la visita, tarde, pero aquí estoy.
Primero de todo muchas gracias por tus comentarios. La verdad es que me han sido de mucha ayuda. Especialmente lo de la descripción excesivamente larga de los pijamas. Ya me lo habían apuntado pero tú lo has dicho muy claro y creo que tienes toda la razón. Gracias.
En cuanto a tu historia, te comento que por un lado el inicio me ha parecido muy bueno, planteas una situación que emana intriga y peligro. Muy bien escrita en mi opinión. El salto de la escena a otra totalmente distinta sí me ha resultado demasiado abruto, me ha descolocado. En mi opinión, tan sólo si hubieras dado alguna indicación de que se trataba de algo que estaba recordando el protagonista, el cambio sería más suave y resultaría menos confuso. Luego, el diálogo del protagonista y del compañero me ha parecido bien llevado.
Te felicito por el trabajo y te animo a seguir en ello y sacar el máximo partido de los comentarios de los compañeros, de todos se aprende algo.
Un abrazo.
Habrá quien te diga que no separar más claramente la escena principal del flashback induce a la confusión -no he leído los comentarios precedentes, pero estoy casi seguro que, si todavía no ha habido nadie que lo dijera, hazme caso, lo habrá-. No hagas caso. Aunque es cierto que descoloca cuando pasas de la escena principal y, de golpe, te ves tirado en Afganistán recibiendo balas de talibanes, el efecto te obliga a seguir leyendo y el final lo aclara todo.
Eso no quita que todo el texto se limite a ser una ejercicio de estilo, no un relato en si, pero es muy interesante y está muy conseguido.
Tiene algún fallo de expresión y también hay alguna cosa de puntuación que es mejorable, pero nada, repito, nada que reste valor al texto.
Me ha gustado.
Sigue escribiendo.
Un saludo.
SBMontero. Tienes razón;la mayoría se ha centrado en la separación del flashbck. Me alegro de ver un punto de vista diferente. De todas formas, en un texto tan breve es muy fácil que se cree confusión al leerlo. Gracias por tus comentarios.
Hola Amparo.
Me tocaba comentarte el texto de la edición anterior, pero por falta de tiempo no me fue posible, así que espero poder enmendarlo en parte comentándote en esta.
La verdad que tu relato me ha gustado mucho, y eso que a mi el tema de guerras, explosiones y demás no me gusta.
Si bien es cierto que hasta el final no se entiende que es un flashback, es parte del encanto, esa sensación de unos segundos de “¿qué me he perdido?” es la que debe ser. Y entonces lo vi como en una escena de una película y todo cobró sentido.
Felicidades por el texto y nos seguimos leyendo.