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¡Reto conseguido!... o quizá no - por Verso suelto

Se giró al escuchar el grito. Disculpen, lo he dicho mal; volveré a empezar.

Me giré al escuchar el grito. Todavía tenía en la mente la imagen de las dos chicas, ¡eran preciosas! No sé cómo ni en qué momento aparecieron, debió ser en la parte del sueño que no recuerdo, esa de la que solo conozco lo que duró: cinco segundos. ¿Qué cómo lo sé?, pues porque los medí después con la parte del sueño que si recuerdo. Esa parte se interrumpe tras la primera campanada del reloj de la torre que marca las ocho de la tarde, y se reanuda cuando las agujas siguen marcando la misma hora y suenan otras dos campanadas. Hagan sus cálculos. A veces el ritmo de los sueños, su latido, está más relacionado de lo que parece con lo que llamamos vida real.

Fue esa casualidad, la de los cinco segundos, la que me dio la idea para el relato. ¿O no fue casualidad?
Es curioso, sé cuánto duro la parte que no recuerdo pero ¿cuánto duró el resto del sueño?: ni idea. Solo sé que al despertar lo reviví de golpe, en tierra de nadie, en la frontera de la vigilia, como algo que no necesitara de esa escurridiza materia que pretenden medir los relojes.

—¡Irene! —zarandeo a mi mujer que ha gritado en una de sus pesadillas arrancándome del sueño—, ¡despierta!…

Lo de “Literautas.com” es una obsesión. Siempre. Llevaba una semana dando vueltas y no había sido capaz de imaginar una situación que resolviera el reto. Así me sentía yo, retado, como si me hubieran abofeteado con un guante y me hubiera quedado bloqueado dudando entre dar un paso al frente o salir corriendo.
Había estado leyendo cuentos de David Foster Wallace y viendo el principio y el final, de una película que habla de él, “La broma infinita” (me quedé dormido en medio, tenía una fuerte gripe y fiebre). Wallace tenía un perro, seguramente por eso en mi sueño aparecen perros.

Pero disculpen, les estoy liando. Volvamos a lo del sueño, lo tuve anoche y empezaba con dos perros. Yo bajaba por una calle un poco en cuesta y allí estaban; uno, en primer plano, negro o quizá canela, meneaba el rabo junto a un coche con un hombre al volante; más allá estaba el otro: agresivo, peludo y de un color encendido, lo sujetaba una mujer rubia con una correa y ladraba con violencia al primer chucho. Justo ahí suena la campanada y miro al reloj marcar las ocho.

—…son las siete — digo a una Irene somnolienta—, muy pronto todavía
—Da igual, soñaba algo terrible. Te prepararé huevos revueltos

Cuando suenan las otras dos campanadas tengo los perros a mi lado, enormes, pegados a mis piernas, sus latidos retumbando en mis muslos, los cuellos enroscados en mis manos. Estoy tan asustado que me bloqueo y soy incapaz de distinguir que parte de su cabeza está junto a mis dedos (soy pianista), lo cerca que puedan estar sus fauces de la dentellada fatal. Siento pánico.

Recorro la calle hacia la terraza en la que están las dos chicas. Me muevo despacio, a cámara lenta para que no se note, procuro no oler (no ser olido), recuerdo que la adrenalina enerva sus ancestrales instintos asesinos. Mientras camino pregunto a las personas con las que me cruzo por el hombre del coche, por la mujer rubia…nadie sabe nada, algunos me miran con recelo. No hay rastro de ellos. Al llegar a la terraza las bestias, sumisas, se acercan a las bellas acurrucándose junto a ellas, les lamen las manos. Explico lo ocurrido mientras las miro, medio embobado, achuchar a los animales, como si fueran ositos de peluches. Tanta afinidad me da que pensar. Tomamos unas copas; son muy agradables e inteligentes. Lo pasamos bien, ¡son preciosas! Me acabo sintiendo tan a gusto que incluso acaricio a Oscar, el “schnauzer”. Me invitan a acompañarlas: ya me entienden lo que quiero decir. Son tan perfectas que las he idealizado y la propuesta me coge de sorpresa. Cuando reacciono y finalmente vamos camino a su coche un grito lo oscurece todo. FIN DEL SUEÑO

—Acuérdate de escribir el cuento — dice mi mujer poniéndose la bata—, y ven a tomar la tortilla.

Nada es lo que parece.

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9 comentarios

  1. Hola, Verso suelto.
    Si que me sentí metida en tu sueño en especial en la última parte.Toda la historia me resultó bastante confusa.
    Me gustó el tono del narrador, resulta cercano, anima a seguir leyendo.
    Sigo procesando la información.
    Reconozco que el reto era complicado, pero apetecía atreverse. Nos leemos. Saludos
    Liliana Nº178

    Escrito el 17 enero 2017 a las 21:21
  2. 2. Arnoldo Supiar dice:

    Hola Verso Suelto:

    En cuanto al contenido me agrada tu desbordante de imaginación que llega a ser in-creíble, pero ya lo dices tú: “el ritmo de los sueños… está más relacionado de lo que parece con la vida real”. Ese es un tema que siempre me ha cautivado y tú llevas en tu relato hasta el límite esa fina separación. Incluso distingues entre el sueño “que sí recuerdo” del otro. Me haces preguntarme qué es lo real. Me encanta, además, cómo interactúas con el lector: “Pero disculpen, les estoy liando”. Podría detallarte más las cosas pero me extendería mucho. Solo deja que haga mención de los personajes del sueño: los perros y las chicas. Simplemente fascinante. Ya lo dices tú: “Tanta afinidad me da que pensar”. Qué bien que hayas seguido el consejo de Irene: “Acuérdate de escribir el cuento”.

    En cuanto a la forma permíteme dos matices personales. Primero, no estoy de acuerdo con los puntos suspensivos que utilizas para diferenciar las dos realidades ya que, en mi opinión, sobran. Segundo, tampoco estoy de acuerdo con las mayúsculas de la frase que pone fin al sueño. Si quieres dar con eso un significado, en mi opinión deberías utilizar un recurso literario.

    Enhorabuena y un saludo,

    Arnoldo.

    Escrito el 19 enero 2017 a las 10:31
  3. 3. Juana Medina dice:

    Salud Verso Suelto,
    ¡Pavada de sueño, el tuyo! Muy buenas estratagemas para girar hacia la primera persona y todo lo que hace al confuso lenguaje de los sueños. Está muy bien, pero lo que más me ha gustado de la historia es la frase final. Me pareció perfectamente bien calzada y pertinente Ne encantó.
    Hay sí algunos descuidos o apuros formales que ya corregirás, pero son lo de menos y lo de más fácil solución.
    Me gusta leerte.
    Un saludo

    Escrito el 19 enero 2017 a las 16:40
  4. 4. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Verso Suelto.

    Me fascina comprobar que hay gente como tú que se arriesga y experimenta con la escritura. Yo sería incapaz de atreverme con algo así.
    Me ha encantado, ya desde la primera frase con la que te saltas las “normas” para poder llevarte el relato a tu terreno.
    Además, me ha parecido que me hablabas directamente a mí mientras tomabamos unas cañas en una terraza. Ha sido un recurso muy bueno.

    Sin embargo me he perdido. Sí que es cierto que el mundo onírico es confuso, pero creo que el lector sólo debería tener esa sensación sin llegar a estarlo.

    Nos seguimos leyendo.

    Te invito a que despellejes el mio a gusto:
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-40/6901

    Escrito el 22 enero 2017 a las 10:53
  5. Una forma muy original de cambiar la premisa de la frase inicial, jeje. La historia esta bien, pero hay que ir con ojo con relatos “tipo sueño” ya que pueden dejar al lector con una mala sensación. Me he liado con los fragmentos que no forman parte del sueño, los que hacen referencia a Irene y su marido.

    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 20:26
  6. 6. beba dice:

    Hola Verso Suelto: Muy ingenioso tu cuento; además, muy dinámico, ocurrente y entretenido. Como te han señalado hay algunos deslices menores; pero ya te conozco de otros cuentos y sé que con una pequeña revisión, brillan.
    Un saludo.
    beba- 127

    Escrito el 23 enero 2017 a las 19:20
  7. 7. Luis Ponce dice:

    Hola Verso Suelto:
    Gracias por tus comentarios. Tomaré en cuenta tus recomendaciones.
    El tuyo:
    Has tomado el capote, te ha embestido el toro y lo has llevado directamente a la sombra donde iba a ser muy cómodo para tí.
    Disculpa la metáfora, pero así lo he visto, muy hábil de tu parte, te felicito. Esa primera frase es un logro.
    Luego el sueño, ha sido como los verdaderos, confuso, con partes que recordamos y partes que olvidamos. Me he confundido, pero puede ser mi culpa.
    Las mayúsculas de final están tan mal puestas como las mías al principio. Jajajaja.
    Nos leemos

    Escrito el 23 enero 2017 a las 19:39
  8. 8. Cryssta dice:

    Hola, Verso Suelto. Lo único que puedo decirte esta vez es que me he perdido porque me ha resultado confuso el relato y me ha parecido además que has dedicado mucho espacio al sueño.

    No sé, tal vez es que ya me he revisado muchos relatos y estoy un poco mareada.

    Nos leemos en el próximo taller. Un beso.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 13:54
  9. 9. Andrea dice:

    Hola! Soy la vecina de arriba (176), pasándome por aquí a última hora. No quiero repetirme mucho; desgraciadamente no puedo aportar nada nuevo a lo que dijeron los otros antes que yo. Me gustó tu idea de liar un poco al lector entre el mundo de los sueños y el de la realidad, pero sí es cierto que a veces es un poco complicado seguir la trama.
    Debo admitir que me reí sola cuando leí la alusión al reto de literaturas porque este reto me costó un montón y yo también estuve dándole vueltas hasta el último momento. ¡Pero al final lo has resuelto bien!
    Un saludo.

    Escrito el 27 enero 2017 a las 20:01

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