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GRITO SOBRE EL PUENTE DE KRISTIANIA - por PEPE ILLALRGUIA
Web: http://vientobarrofuego.blogspot.com
Se giró al escuchar el grito. El primero fue un grito largo y prolongado, el segundo fue un grito sostenido y sincopado.
Los señores de la levita vieron a Eduardo danzando sobre sus talones, sujetándose la cabeza para no caer al agua.
-Vamos, jovencito -dijo el de la levita negra.
-Acompáñanos -dijo el del sombrero hongo.
-Cuando lleguemos a la ciudad verás lo que es bueno -dijo el de la levita al llegar al puente.
-Cuando lleguemos a la ciudad, te sentirás como en casa, te sentirás como uno más -dijo el del sombrero hongo, pasando una mano apresurada sobre el pretil del puente.
-La ciudad te espera, es una ubre hambrienta, es un lechón sonrosado, es un río de rojas pasiones
-dijeron los dos hombres al acabarse el puente.
En aquel instante, Eduardo gritó por tercera vez.
Y el de la levita dijo:
-También podrás tomar lecciones de canto.
Hola, amigo: Somos vecinísimos. Genial tu historia; ese humor, surrealista, impagable.Me encantó la descripción de la ciudad ligada a toda concupiscencia.
Por supuesto, prolijo y elegante.
Felicidades.
Hola Pepe,
Se agradece tu regreso al taller con este memorable micro, propio de Groucho Marx.
Me encanta la descripción que haces de los tres gritos y la frase final del de la levita. Buenísima.
Felicidades y un abrazo.
Hola Pepe,
Te conozco hoy y me alegro mucho por ello. Tu prosa me sorprende y me divierte. Me cuelgo de tus deliciosos adjetivos (sincopado, hongo…) y de lo elegante y original de tu prosa.
Gracias por compartirte.
Don Pepe,
Aquí estoy, devolviendo tu visita, encantada de volver a leerte y encontrarte por aquí.
El relato me encantó. Está tu conocimiento, tu fino humor, aprovechar las oportunidades de las consignas para pasar alguna líneas para pensar. No sé qué más decir., pero en pocas palabras entregas todo un mundo de E. Munch.
Un aplauso y un abrazo
Hola Pepe
Qué alegría verte otra vez por aquí. Nunca olvidaré el día que destripaste mi asesinato perfecto!
Un micro bien diseñado y llevado a la perfección.
Me gusta mucho tu forma de escribir, parece que no te ha costado nada montarlo, corre solo, vamos que has puesto la pluma y a mirar!
Excelente Pepe!
Me ha regocijado tu relato. Muchas gracias por eso!
Hay palabras que utilizás de manera magnífica y en mi opinión le aportan al relato gran parte de la belleza y originalidad que derrama.
Muy bien escrito: ordenado, claro, gracioso… No queda más que felicitarte!
Agradezco, de paso, tu visita por el mío y tus palabras.
Felicitaciones por esto y espero seguir aprendiendo de vos en el futuro!
Saludos
Hola Pepe,
es la primera vez que te leo, y la experiencia me ha gustado!
Se agradece esa frescura surrealista y además en un relato tan corto!
Enhorabuena.
Hola Pepe, el relato tiene muchos méritos. Su corta extensión, esos personajes de levita tan misteriosos, las buenas descripciones, y un excelente final.
Lo de la ubre hambrienta no me cuadró mucho. Entendería más el adjetivo jugosa, pletórica, inacabable… Pero hambrienta… Igual es solo una observación de algo que no le resta al relato.
Saludos, nos seguimos leyendo.
surrealismo que hace que algunas palabras te sorprendan
sincopado me resulta desconocida,
me sorprende tu imaginacion hay alguna cosa que no veo la union de frases: ubre hambrienta..(por ejemplo)
bueno me ha sorprendido. me parece que la historia rapida en tres gritos. jajaj
Compañero Pepe:
Cuando empezaba a leer tu relato, creía que se trataba de un orgasmo prolongado. Después, viendo que son varios gritos, he pensado que era una tortura por parte de la Inquisición, dado que hablas de señores de levita. estoy dos por encima de ti, si te apetece pasarte.
Gracias a todos por vuestra visita a este puente en la colina Ekeberg con un paisaje de fondo sobre Oslo-Kristianía.
En realidad Edvard Munch pintó cuatro versiones de su grito, por lo que los tres gritos del relato se quedan cortos. Así se expresaba Edvard en su diario de 1892:
“Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza”.
Este relato es pues una posible recreación de estilo libre del grito existencial de Munch.
Hola Pepe Illarguia, es un placer volver a leer tu participación en Literautas, confío en seguir leyéndote por estos lados. Tu texto es muy ingenioso, no creo que haya otro aquí inspirado en el cuadro. Leyendo tu narración y recordando la pintura pareciera que todo encaja en una historia breve. Felicitaciones, un trabajo bien hecho.
Aprovecho para agradecer tu visita y comentario a mi texto, eres muy formal. Un abrazo.
Saludos Pepe:
Muchas gracias por pasar por mi relato y tu aporte en el comentario ofrecido. Agradecida.
Un verdadero micro. Muy entretenido, pese a la repetición de personajes, me parece acertado, porque se vuelve hasta cómico. Lo único que lamento es que no le dieras el nombre de como el propio Edvard, porque Kristianía ya sabes, es el nombre antiguo de la capital de Oslo, Noruega. Así que un nombre no nórdico, me dio dolor de pecho 😛 🙂 Porque mi país favorito de esa parte de Europa, es precisamente Noruega.
Y lo demás, sólo felicitaciones. ¡Nos leemos!
Ah Pepe… lo olvidé…Recuerda que el formato de envío nos cambia las rayas a guiones cortos, para que la próxima no te pille. 🙂
Un relato muy divertido. Felicidades.
Hola Pepe,
Muy original, tengo que decir que en la primera lectura no entendí del todo el significado (culpa mía), pero aún así lo disfruté. Con los apuntes que has dado cobra una dimensión adicional. Felicidades.
Saludos,
Peter
Hola Pepe:
Hace tiempo que no te veía por aquí y me alegro un montón de que hayas retomado el envío de relatos. Siempre me han gustado y en este no defraudas. Surrealista total y un humor que no tiene cualquiera. Derrochas ingenio en cada palabra. 150 palabras para regalarnos una pequeña joya.
Lo de los guiones de los diálogos no sé si te resistes a usarlos por algún motivo. Si alguna vez quieres ponerlos pulsa alt+0151.
Un saludo.
Corto y contundente.
Genial la frase final, aunque me quedo con “La ciudad te espera, es una ubre hambrienta, es un lechón sonrosado, es un río de rojas pasiones”.
Hola Tocayo:
Surrealismo completo, incluídos los colores y la perspectiva acrecentada por la mano apresurada sobre el pretil del puente.
Solamente me queda una duda: si Munch pintó un solo grito, a que hora escuchaste los otros dos. ¿O te diste el tiempo de seguir al trío luego de haberse separado del pintor?.
En ese caso no solamente has jugado con el espacio si no también con el tiempo. Te felicito.
Nos leemos.