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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Julia - por Thelma Gardom

Se giró al escuchar el grito. Mario sintió mera curiosidad por saber quién chillaba de tal modo en mitad de la traficada Gran Avenida sin embargo, inmediatamente después se estremeció al escuchar el chirrío de la frenada de un vehículo. Era evidente que aquel grito pretendía alertar a alguien de un peligro inminente.

Hacía pocos instantes que se había despedido de Julia, su madre, con la que acababa de reencontrarse tras toda una vida de forzada separación. Atrás quedaba aquella lejana noche de pesado insomnio inútilmente medicado en la que el destino había decidido que Mario Expósito deambulase por los pasillos del centro de acogida de la calle Cádiz, hasta encontrar libre la entrada del archivo de datos confidenciales que un funcionario apresurado por concluir su turno había olvidado cerrar. Así encontró su ficha de información personal con el nombre de Julia García Cortázar anotado junto a una dirección en la calle del Molino. Al fin se abría una puerta de esperanza tras años de lucha desesperada por recomponer un pasado plagado de infortunios a los que tuvo que enfrentarse en soledad.

Tras el ruido de frenada, Mario escuchó al momento un golpe seco seguido de los sollozos de varios transeúntes, y sintió cómo las piezas del puzzle de su vida todavía en construcción, iniciaron a tambalearse con riesgo de caída al vacío. Mario había observado por unos instantes cómo Julia, dispuesta a cruzar la calle, se mezclaba entre la gente hasta que la perdió de vista y decidió emprender su regreso a la calle Cádiz. La idea de perderla cuando todavía apenas la tenía se le hacía insoportable.

La mente de Mario regresó por unos segundos a la casa de los padres adoptivos que le acogieron a sus nueve años de edad. Fue éste el único momento de su vida en el que se sintió amado a pesar de su rudo carácter. Esta dicha duró sólo cinco meses, ya que un trágico accidente de coche se llevó la vida del matrimonio y Mario tuvo que resignarse a volver de nuevo al centro de acogida que sería su hogar permanente hasta entonces. Fue entonces, tras el accidente, cuando comenzó a tener aquellos sueños perturbadores. En ellos, un Mario niño jugaba con una joven de profundos ojos azules. Los juegos eran siempre distintos aunque el final de sus sueños era siempre el mismo. En algún momento del juego, el semblante de la joven se ensombrecía al aparecer dos personas vestidas de negro absoluto que traían consigo un viento huracanado. Era un viento demoledor que se llevaba todo lo que encontraba a su paso, menos a Mario y la joven; sin embargo el viento borraba la silueta de la joven hasta hacerla desaparecer, y Mario quedaba sólo en medio la nada. Sentía un vacío angustioso en el estómago que le llevaba a despertar y no poder dormir por el resto de la noche. Esta situación se tornó recurrente hasta el punto de no poder hacer una vida normal durante el día.

El barullo de la gente devolvió a Mario a la realidad y echó a correr hacia el semáforo donde se agolpaban las personas en torno al herido. Habían pasado escasos segundos desde que se había producido el impacto, y la desesperación que le producía la posibilidad de perder la única oportunidad de poner en orden su pasado hacía que la mente de Mario hirviera de pensamientos contrariados. Al acercarse al grupo de personas, los latidos del corazón golpeaban fuertemente su pecho, sólo quedaban escasos instantes para descubrir quién era aquella persona desafortunada que luchaba entre la vida y la muerte en medio del asfalto. “Por favor, que no sea Julia”, pensó.

Una hora antes se había encontrado con ella por primera vez desde que se presentó en la casa de la calle del Molino. Allí vivían unos ancianos vestidos de negro absoluto que se sobresaltaron al reconocer en Mario los profundos ojos azules de su hija. Las manos temblorosas del anciano le entregaron una tarjeta. Cuando Mario marcó el tan ansiado número de teléfono de Julia, sintió una congoja inesperada ante la posibilidad de ser rechazado. La angustia se mitigó cuando Julia entre sollozos le citó en una cafetería de la Gran Avenida.

Mario se hizo hueco en el grupo de personas que atendían al herido, todavía no había logrado alcanzar a verlo, cuando por instinto alzó la mirada y aliviado pudo distinguir entre la gente unos profundos y asustados ojos azules.

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16 comentarios

  1. 1. Thelma Gardom dice:

    ¡Hola a todos! Este es el primer texto que escribo así que soy principiante. Creo que no logré completamente acertar con el reto, pero bueno, lo intenté. Estaré encantada de leer vuestros textos y recibir vuestros comentarios sobre el mío. Saludos

    Escrito el 17 enero 2017 a las 18:57
  2. 2. Lolín Dengra dice:

    Hola Thelma. Soy Lolín, tu vecina de arriba.

    !Qué maravilla de texto!
    Es la primera vez que participo en el Taller y éste mi primer comentario, así que, para estrenarme, creo que lo mejor que podía decir es mi primera impresión justo después de leer tu relato. Y esa es.

    Me ha encantado. De verdad.
    Su musicalidad, el ritmo que no se pierde a pesar de esos flashbacks (cosa muy difícil de lograr), ese tono de angustia contenida sin llegar al dramatismo… ¡todo!

    Destacar esos ojos azules y ese negro absoluto que repites y que interpreto como claves en la historia y no como una reincidencia innecesaria, sino más bien, todo lo contrario. Ambos perfectos.

    Respecto al reto, creo que se te escapa pero por pocos segundos. Aunque esto es lo de menos. Consigues crear la intriga desde el principio y sorprendes con un desenlace esperanzador frente a una historia trágica.

    Te felicito de corazón.
    ¿De verdad es tu primer texto?
    ¡Alucino!

    Un beso y te sigo leyendo.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 11:58
  3. 3. juanjohigadillo dice:

    Buenas noches, Thelma. Creo que en tu relato has conseguido expresar magníficamente el torbellino de emociones que asaltan a Mario y, como creo que casi todos nosotros, me alegro de que el final de la historia acabe bien. En cuanto a la forma, me da la impresión de que antes de los dos “sin embargo” debería ir un punto. Hay por ahí alguna que otra coma que me rechina, pero creo que es sólo una opinión personal y alguien con más criterio que yo debería juzgar esas menudencias.
    Enhorabuena por este tu primer relato, que me ha parecido muy grato de leer.
    Saludos desde Pucela.

    Escrito el 18 enero 2017 a las 20:28
  4. 4. Yolanda Tovar dice:

    ¡Hola, Thelma!

    Antes de nada enhorabuena por tu primer relato. La verdad es que te has estrenado bien. Me ha gustado que hayas intentado mantener la intriga hasta el final (que duro y cruel hubiera sido perder lo que acababa de encontrar) pero creo que hubiera tenido aún más impacto si hubieras utilizado frases algo más cortas. La frases largas ralentizan la lectura y la naturaleza de tu relato exige un poco más de contundencia.
    Y me ha sonado raro lo de “negro absoluto”. Yo hubiera utilizado otro adjetivo como “riguroso” o simplemente “negro”.
    Por lo demás, genial.
    Nos leemos en el siguiente.
    Un saludo

    Escrito el 19 enero 2017 a las 09:10
  5. 5. Lucia Moreno dice:

    Hola Thelma.
    Me ha parecido un relato con mucha historia detras. Realmente cuentas muchas cosas en tan pocas palabras, y eso no es facil.
    En mi opinión falta alguna coma y un repaso a las frases demasiado largas. A mi me aconsejaron leer varias veces los relatos en voz alta, y creo que ayuda bastante. Animo y espero leerte la proxima vez!!

    Escrito el 19 enero 2017 a las 23:23
  6. 6. Thelma Gardom dice:

    Hola Lolín,

    Muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho de que te haya gustado. La verdad es que tus palabras son muy motivantes sobre todo para alguien que como yo, acaba de empezar a escribir.

    Nos leemos pronto, besos, Thelma.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 21:05
  7. 7. Thelma Gardom dice:

    Hola juanjohigadillo,

    Muchas gracias por leer mi texto. La verdad es que tuve algunas dudas con el uso de las comas, puntos y punto y coma. Espero seguir mejorando en este aspecto.

    Un saludo y hasta pronto, Thelma

    Escrito el 22 enero 2017 a las 21:08
  8. 8. Thelma Gardom dice:

    Hola Yolanda,

    Gracias por leer y comentar mi relato. La verdad es que tengo un problema con las frases largas, siempre me pasa y muchas veces incluso tras acortarlas siguen siendo demasiado extensas, soy consciente de que a veces son difíciles de seguir. A modo de anécdota, actualmente estoy leyendo “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, y encontré la frase más larga que he leído en mi vida, tiene 2 páginas y media de extensión, es cuando narra el descontento que siente Fernanda hacia su marido Aureliano Segundo y la familia del mismo.

    Con respecto a “negro absoluto”, quise enfatizar que esas personas vestían completamente de negro, quizá decir absoluto no es adecuando… pensé utilizar el adjetivo riguroso, sin embargo me pareció poco original.

    Saludos, Thelma

    Escrito el 22 enero 2017 a las 21:25
  9. 9. Thelma Gardom dice:

    Hola Lucía,

    Muchas gracias por tu comentario. Seguiré tu consejo en mis próximos textos.

    Saludos, Thelma

    Escrito el 22 enero 2017 a las 21:26
  10. 10. Kriptana dice:

    Hola Thelma,

    Me ha encantado tu relato.

    Lo he leido dos veces, ya que la primera quería conocer el final de la historia.

    Un saludo

    Escrito el 22 enero 2017 a las 21:49
  11. 11. SBMontero dice:

    Te voy a ser sincero, Thelma, la línea argumental me ha gustado, porque la idea es muy buena: La búsqueda de la madre por parte de un hijo adoptado, el periplo que le lleva a encontrarla, el miedo por perderla una vez ha dado con ella. Repito, la idea es buena.

    Una vez dicho esto, tienes serios problemas de expresión, pero son problemas de expresión que, según lo veo, tienen más que ver con el uso de los signos de puntuación que con la propia expresión, comas, puntos y seguido, puntos y aparte… y el Gabo estaría de acuerdo conmigo, eh.

    Menos es más. Tiendes a narrar de forma ampulosa. Eso no es que sea malo, pero te obliga a añadir palabras que, si bien en otro tipo de relatos podría pegar -relatos de época, o relatos fantásticos, por ejemplo-, en el caso de un relato de un chico que busca a su madre no parece algo necesario.

    Si estás leyendo al Gabo verás que el muestra lo que quiere que veas, no te obliga a ver lo que él ve, te muestra, no te cuenta. ¿Por qué digo esto? Porque cuentas muchas cosas y no digo que las cuentes mal, pero no se trata de eso, o por lo menos esa no es la meta, ¿Verdad?

    El resto no me parece que sea problemático y se soluciona con repasar el texto unas cuantas veces antes de publicarlo, pasar el corrector ortográfico del procesador de texto y leer mucho para manejar mejor los signos de puntuación.

    Repito, la idea es buena, sólo tienes que pulirlo un poco más.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2017 a las 22:08
  12. 12. Thelma Gardom dice:

    Hola Kriptana,

    Muchas gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado mi texto.

    Saludos,
    Thelma

    Escrito el 23 enero 2017 a las 15:00
  13. 13. Thelma Gardom dice:

    Hola SBMontero,

    Gracias por comentar mi relato.

    Estoy de acuerdo que todavía me queda mucho por aprender, los signos de puntuación es algo complejo y en ocasiones subjetivo, pero creo que con la práctica y más lectura se puede mejorar.

    Con respecto a mostar versus contar, uff, creo que es la parte más difícil. Lo seguiré intentando.

    Saludos, Thelma

    Escrito el 23 enero 2017 a las 15:03
  14. 14. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Thelma, te felicito por esta tu primera participación.

    Ya los comentaristas anteriores han dejado buenas huellas a seguir te te ayudaran.
    A mi de plano me gustó. Saben infundirle al lector el sentir la urgencia de Mario por creer que Julia era la accidentada.

    Esa habilidad para despertar sensación es es muy importante para un escritor.
    voy de acuerdo con SBMontero que la lectura en voz alta y el revisar a conciencia el texto antes de enviarlo te dará buenos resultados.
    Seguimos en contacto, no cejes.

    Escrito el 23 enero 2017 a las 20:27
  15. 15. Miranda dice:

    Hola Thelma:
    Muy buen estreno, la idea es consistente y esta bien desarrollada, consigues el clima de tensión y consigues no perderte, a pesar de que la historia esta permanentemente moviéndose entre el pasado y el presente. Eso para un primer escrito es mucho. Seguro que aunque no hayas publicado relatos si escribes a menudo.

    En cuanto a las criticas constructivas, la recomendación que te hacen de mostrar en vez de contar es muy valiosa. A mi me lo dijeron también en cuanto publiqué el primer relato y me ha servido de mucho.

    No es lo mismo que te digan por ejemplo que hace mucho frio y que un hombre alto viste un abrigo, camisa…un pantalon… a que te digan “Al salir a la calle se levanto el cuello de su elegante abrigo, que resaltaba su porte”

    La segunda opción permite que el lector haga suyo el personaje imaginándolo tal como visualiza la elegancia y la belleza.

    Sigue escribiendo, y ya nos iremos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 25 enero 2017 a las 19:57
  16. 16. Evelyn dice:

    La vida no podría haberse enzañado tanto con Mario!!!!!

    Qué bueno saber que su pavor, esta vez, era infundado, y que podría recuperar el tiempo perdido con su madre.

    Me voy a la cama con el soplo de optimismo que le inyectaste a tu relato, gracias por el voto de confianza en el futuro,y por pasarte a comentar mi historia.

    Buen trabajo Thelma!!!

    Escrito el 31 enero 2017 a las 22:12

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